¿Cómo surge el proyecto para que ilumines “Cabaret”?…
Ya había colaborado con Som Produce en el espectáculo Sinfonity en el Teatro Nuevo Alcalá y también en el musical Avenue Q, y una vez que se decidieron por mi como iluminador, me comentaron su idea y con el director nos pusimos a trabajar junto con todo el equipo creativo.
Me imagino que el que hubiera iluminado los últimos espectáculos de cabaret de la cartelera nacional como «The Hole» y «The Hole 2» o algún que otro musical mas teatral como «Excitame» unido a mi trayectoria como iluminador, habrá influido en la decisión.

¿Dónde crees que has de acentuar la iluminación en un musical?…
Creo que la luz de un musical no deja de ser un espectáculo muy teatral y la unión de estos dos lenguajes, musical y teatral, te permite ser más fino y expresivo en las partes habladas, y poder poner el toque más espectacular y efectista en los temas musicales, ya que creo que por muy teatrales que sean las partes musicales, el lenguaje de la música nos permite acompañarlo con un pequeño acento de luz para intentar llevarnos al mismo mundo en el que el actor se sitúa para musicalizar su texto.

¿Te ha influido la iluminación de la película o has tratado de hacer otro tipo de iluminación?…
Es una propuesta muy distinta tanto de la película como de anteriores referentes teatrales. La película me parece mas atrevida que la documentación sobre la que he trabajado de otras puestas en escenas. El último referente que vimos en España era un espectáculo muy bueno pero esta puesta en escena no tiene nada que ver con el.
Así que aunque cogiendo como referente la película no tiene nada que ver ni con la película ni con ninguna producción anterior… creo.

¿Hay algún referente estético que has utilizado en esta ocasión?…
Creo que el referente estético lo ha condicionado la escenografía y el trabajo de mesa para la puesta en escena en esta producción.
¿Cómo afecta el vestuario o la escenografía a la hora de iluminar un musical u otro tipo de espectáculo donde estos elementos sean muy coloristas o espectaculares?…
Evidentemente la escenografía te condiciona mucho, primero debemos, valorar la parte técnica ya que si hay muchos elementos escenográficos que juegan en escena y tienen unos volúmenes determinados, te condicionan el espacio físico en las varas que al mismo tiempo condicionan la situación de los focos. Una vez realizada la implantación de decorados y varas de iluminación tienes que ver los «huecos» reales que quedan para poder ir creciendo en los detalles. Siempre hablas con el escenógrafo para incluir elemento de luz dentro de los decorados o que se puedan inventar ventanas o falsos huecos en perspectiva para poder añadir calles de luz. No olvidemos que luego los actores deben tener un recorrido limpio siempre entre cajas para poder llegar a las escenas. En cuanto al vestuario, es algo que siempre va a favor de la luz y tenemos que ser muy conscientes del tipo de tejidos y colores que se utilizan para poder potenciarlos e ir a favor de ellos en beneficio de la luz y del espectáculo.
Tanto con los decorados como con los trajes hay determinadas pinturas y tejidos que no se favorecen en nada con la luz y que incluso se esconden o oscurecen, en definitiva si un vestuario brilla, la luz brilla con el y si un vestuario es oscuro nos llevará a otro estado anímico.

¿Cuáles han sido los proyectos para los que has realizado un diseño de iluminación en el último año?…
Por suerte esta siendo un año muy productivo de trabajo, donde he podido hacer un poquito de todo. Lo empecé con la Tragedia de Carmen, Ópera producida por el Teatro Calderón de Valladolid, alguna gala como los premios Goya y los premios Max, colaborar con la Joven Compañía en Fuente Ovejuna y Hey Boy Hey Girl, me puso las pilas al poder trabajar con gente joven con ese entusiasmo; algún clásico con Dario Facal como el Sueño de una noche de verano, algo de circo como Cabaret Maldito del Circo de los Horrores y el proyecto más interesante de este año como fue La Antigona con el Teatro de la Ciudad, por la experiencia que supuso colaborar con otros compañeros iluminadores y creativos para poder poner un trabajo en común de distintos espectáculos a la vez.

¿Hay algún motivo que te seduzca más a la hora de elegir un proyecto u otro?…
Me tienen que llegar desde la emoción que me transmiten en el primer momento, tanto el texto como las personas que me lo cuentan.
¿Cómo surge la inspiración para tus diseños de iluminación?…
Una vez que leo los textos y me cuentan las pautas que debo seguir, veo imágenes que siempre son las que intento defender. Alguna vez que he querido cambiarlas y siempre he tenido que volver a ellas, así que hace tiempo que las primeras ideas e imágenes que me vienen a la cabeza son las que intento transmitir en el escenario.

¿Te interesaría la pedagogía de la iluminación?…
Es una parte que tengo que desarrollar, la luz es mucho más de lo que la gente ve. Es algo que forma parte de nuestra vida desde el momento que nacemos, nos puede transportar a espacios emocionales muy diferentes, la luz nos incomoda o nos da seguridad; dependiendo de la luz que nos encontremos en los sitios hace que estemos de una manera muy distinta, nos podemos quedar en un sitio o nos tenemos que ir a otro. Nos hace relacionar situaciones y espacios que ya hemos vivido, en fin es algo que llevamos muy unidos a nuestro día a día y a nuestro universo emocional..

¿Para cuándo un libro sobre tu experiencia de iluminador?…
Bueno, me imagino que tardará en hacerse, voy guardando todos mis trabajos y a lo mejor algún día contaré mis experiencias.
¿Qué proyectos tienes entre manos?.
Pues mas espectáculos de cabaret, el estreno La Celia y El Cabaret de los Hombres perdidos en los Teatro del Canal, un poquito de danza con Otra danza y ya planteando el Hamlet para la CNTC y Kamizake dirigido por Miguel del Arco para el Teatro de la Comedia.
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27 de septiembre de 2015 | Categorías: CREADORES PLÁSTICOS, ENTREVISTAS | Tags: "Sinfonity", Antígona, Avenue Q, “Excítame”, Cabaret Maldito del Circo de los Horrores, cntc, Darío Facal, El Cabaret de los Hombres perdidos, Fuente Ovejuna, hamlet, Hey Boy Hey Girl, Kamizake, La Celia, La Joven Compañía, miguel del arco, Otra Danza, Som Produce, Sueño de una noche de verano, TEATRO CALDERÓN de Valladolid., Teatro de la Ciudad, Teatro de la Comedia, Teatro del Canal, teatro nuevo alcalá, The Hole, The Hole 2, Tragedia de Carmen | Deja un comentario
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la dirección?…
Yo aterricé en el teatro a través de la ópera. Estudié la carrera de canto y durante bastante tiempo me dediqué a la lírica. De hecho, cuando empecé a estudiar interpretación actoral con Juan Pastor en la escuela Guindalera tenía toda la intención de aplicar esos conocimientos a la construcción de mis personajes operísticos, pero en el camino descubrí que mis ideas sobre la puesta en escena en ópera no encontraban reflejo en la realidad escénica que me circundaba, y decidí estudiar dirección para cambiar esa realidad. Con tan noble intención comencé la carrera de dirección de escena en la RESAD. Y durante ese viaje apareció Shakespeare y apareció el teatro del siglo de oro español, y entendí que aquello que amaba en la ópera (la forma musical) era el sustrato del teatro clásico, en especial del teatro en verso. Así que he estado compaginando la dirección de teatro clásico y ópera durante 12 años, aplicando lo aprendido en un medio al otro, y viceversa.

¿Tu trayectoria en el teatro lo has compatibilizado con otros trabajos?…
Sí, muchos. Como estudié magisterio en la especialidad de educación musical, he sido profesora de música en colegios. Guardo especial recuerdo de mi experiencia de cinco años en el colegio Estilo, dirigido por la gran pedagoga Josefina Aldecoa, de quien tanto aprendí. Pero sin duda de quien más aprendí fue de los niños: digerí su capacidad de asociación libre, su ausencia de preconceptos, su vivencia del proceso por encima del resultado… Además he seguido trabajando como soprano, en producciones propias y ajenas, y también he sido directora de coro. Uno de los trabajos que más me ha gustado y que ha sido un compendio de mi formación teatral y musical, ha sido la dirección musical del espectáculo “En este vida todo es verdad y todo es mentira” de Calderón de la Barca para la CNTC, dirigido escénicamente por Ernesto Caballero, hacia quien no tengo suficientes palabras de agradecimiento. Luego repetimos formato en “Montenegro” para el CDN, donde me atribuyó las funciones de entrenamiento vocal y arreglos corales. Todo aquello que fusione música y teatro es el mejor de los paisajes para mi.

¿Qué balance harías sobre tu s trabajos?…Háblanos de los montajes más significativos…
El balance, con perspectiva, es inmejorable. Llevo 12 años trabajando y he dirigido más de 20 espectáculos teatrales y más de 10 óperas. Todo ello surge, por supuesto, de la inversión vital, económica y emocional de los dos componentes de Teatro Defondo, que somos Pablo Huetos, (productor, actor y alma mater) y yo. Esta inversión no siempre ha sido productiva a corto plazo pero me ha permitido aprender mucho y muy deprisa, desarrollar todo mi imaginario, sin restricciones, sin mediadores, con una confianza y una ilusión algo suicida. Todo ha sido muy intenso, todos los espectáculos son hijos míos. Incluso algunos que al principio sentía como ajenos, cuando el día del estreno me senté en el patio de butacas, me quedé con la boca abierta. “¡Pero si yo estoy ahí, y no me había visto!”.
Si tuviera que elegir tres espectáculos especialmente relevantes para mi serían:
1. “El maestro de danzar” de Lope de Vega, mi primer clásico español, mis primeros pre-mios como directora, mi primera gira grande.
2. “Mucho ruido y pocas nueces”, de W. Shakespeare, mi primer Shakespeare (vinieron tres mas, ¡y todos los que quedan!), con el elenco más grande que he dirigido en teatro hasta la fecha, y aderezado con la maravillosa presencia de Will Keen como asesor y maestro, de quien tantísimo he aprendido.
3. Y finalmente “Don Giovanni” de W. A. Mozart, que tuve la enorme suerte de dirigir en gran formato en el Templo de Debod delante de 1000 personas. Este espectáculo fue probablemente el más personal de todos los que dirigí. Cuando tenía 18 años y empezaba a cantar, mucho antes de saber que yo alguna vez sería directora de escena, escuchaba incesantemente Don Giovanni y lo imaginaba todo en mi cabeza, intención por intención, escenario tras escenario, incluso me hice una especie de (entonces ni sabía lo que era) cuaderno de dirección con diagramas de movimientos escénicos. Almacenaba esa ópera desde hacía 15 años cuando finalmente la estrené. Fue un proceso increíble, los dos elencos ensayaron dos meses y medio 7 horas diarias… Conseguí realizar, gracias a un equipo de cantantes jóvenes talentosísismos (entre los que destaca el grandísimo barítono mejicano Manuel Gorka) el Don Giovanni que existía en mi cabeza. Verlo estrenado fue una emoción muy intensa.

¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
Mi motor es siempre el amor. Yo me enamoro de los textos, o de las músicas, y entonces empiezo a generar imágenes y sonidos. Mi devoción por la forma, adquirida a través de mi trayectoria en la lírica, me decanta por aquello que revela un enorme contenido a través de una forma estricta y perfecta. El cómo es para mi tan importante como el qué. Y creo que he hallado en Shakespeare y en Mozart el balance perfecto entre los dos.
¿Ha sido importante tener unos colaboradores habituales en los equipos artísticos y técnicos?…
Ha sido vital. He tenido la inmensa fortuna de contar con compañeros/as maravillosos en mi carrera: Pablo Huetos, por supuesto, y una enorme cantidad de actores fantásticos como Pedro Santos, Mon Ceballos, Gemma Solé, Javier Román, Celia Nadal, Maya Reyes, Vicente Colomar, Carmen Gutiérrez… seguro que me olvido muchos. Ellos han sido mis maestros y mis compañeros, hemos podido crear un grupo más o menos estable de “habituales de Teatro Defondo” del que nos sentimos orgullosos.

¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
Esta temporada pasada la comencé estrenando en el Teatro de la Maestranza el espectáculo “Dos pianos con Pasión”, que escribí y dirigí, interpretado por Pasión Vega junto al Dúo Del Valle, y que se acaba de estrenar en el Teatro de la Zarzuela de Madrid este pasado 20 de mayo. Después dirigí escénicamente dos veces en el Teatro Real: la primera fue “El hombre que se llamaba Amadé”, sobre la vida de Mozart, y la segunda un espectáculo titulado “A mis amigos”, un regalo del gran Jose Manuel Zapata donde colaboró José Mercé, Emilio Aragón, Rocío Márquez, Cecilia Gómez… A continuación estrenamos nuestro proyecto estrella para este año con Teatro Defondo: “La Opera del Malandro” de Chico Buarque, que estrenamos en Madrid este próximo 6 de junio en el Teatro Fernán Gómez. Y continuamos con la gira del “Sueño de una noche de verano” de W. Shakespeare, que parece que nos va a seguir dando muchas alegrías en 2015 después de las 70 funciones que lleva ya. Mucho trabajo, mucho teatro, mucha música… como te decía, ¡el mejor de los paisajes!.

Háblanos del proyecto de La ópera del Malandro…¿Cómo surgió este proyecto?… ¿Cómo ha sido el proceso?…
Este proyecto surge como todos los demás, surge del amor. Conocí hace año y medio la obra de Chico Buarque y me quedé sin aliento. Entre toda su producción una pieza llamó poderosamente mi atención, por su música deliciosa y compleja y por su poesía y sus imá-genes de altísimo nivel, que dibujaban el sentir de la sensualidad femenina de un modo que yo jamás había escuchado; la canción se llama “O meu amor”. Cuando empiezo a investigar sobre la canción en internet veo que la letra tiene indicado el nombre de dos personajes, Teresinha y Lucia. Y descubro que pertenece a una obra de teatro musical llamada “La opera del Malandro”. Como yo ya había dirigido “La opera de los tres peniques” de Bertold Brecht, entendí la asociación inmediatamente: ¡aquel era el dúo del segundo acto entre Polly y Lucy! Muy emocionada por el descubrimiento me hice con el texto completo (en portugués, no estaba aún traducida al castellano) y descubrí que tal y como sospechaba Chico Buarque escribe en 1978 una brillante versión del original brechtiano (a su vez versión de John Gay) ambientada en el barrio de Lapa de Rio de Janeiro en los años cuarenta, en plena dictadura de Getulio Vargas. El texto era pura dinamita, descarado, actual, rítmico… una vez más, la forma perfecta. Y la música era sencillamente deslumbrante. Era para mi la oportunidad perfecta para hacer realidad un antiguo sueño: reivindicar el género del “teatro musical», tan vilipendiado por los márgenes comerciales de nuestra profesión. Este es un GRAN musical, de texto preciso, personajes definidos, argumento vertiginoso, poética sorprendente y con una calidad musical digna del autor de música popular brasileña más importante de su generación.
El proceso fue muy intenso: comenzó con un taller de música brasileña y repertorio impartidos por Pedro Moreno(director musical) y Mario Bidart (maestro repertorista y especialista en canto popular brasileño) en la Casa do Brasil. Entre los participantes del taller seleccionamos a los nueve actores/cantantes que compondrían en elenco. Tras un mes de barbecho acometimos un proceso de ensayos largo y denso, complejo por la propia idiosincrasia de la obra. No puedo estar más contenta del resultado.

¿Qué proyectos tienes entre manos?…
De manera inmediata dirijo mi primer espectáculo de danza. Es una versión de “El Principito” en el que firmo la versión y la dirección escénica, y la coreografía es del gran bailarín José Tirado. Estaremos ensayando en los Teatro del Canal todo el mes de julio.
La temporada que viene tengo dos cosas en perspectiva: la primera es la siguiente produc-ción de Teatro Defondo, que será casi con toda seguridad un Shakespeare aún no estrenado en España. Recuperaremos todos nuestros espectáculos shakespirianos ya estrenados (“Mucho ruido y pocas nueces”, “Macbeth”, “La Tempestad” y “El Sueño de una noche de verano”) y haremos un ciclo Shakespeare para gira con las cinco funciones y un elenco estable. Al estilo inglés…
El tercero de los proyectos, quizá uno de los más importantes de mi carrera, que gracias a Dios ya está confirmado y cerrado, es para abril de 2015 pero aún no puedo revelar nada sobre él. Seguro que a no mucho tardar sabréis de qué se trata.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Está siendo un tsunami destructor, como casi todas las iniciativas que sobre cultura se están tomando de un tiempo a esta parte. Ya no somos empresas teatrales, es imposible tener beneficios, y mucho menos con un espectáculo que da trabajo a nueve actores, cuatro músicos y tres técnicos. Ahora somos devotos teatrales. La profesión se está devaluando, se trabaja de cualquier manera a cualquier precio.

¿Cómo ves la realidad teatral en Madrid?…
No comparto el optimismo generalizado. Hay mucho teatro de mala calidad, con pocos medios, muy mal pagado. El teatro low cost es exactamente eso, teatro barato. Salvo para los tres o cuatro tocados por la mano de los centros de producción nacionales, la ausencia de tejido teatral profesional nos supone una mengua, no un acicate.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Ejemplar “Novecento” del compañero Raul Fuertes con el gran Miguel Rellán. Tiene la escenografía más cara del mundo.
Muy emotivo “Ay, Carmela” del compañero Pepe Bornás. Historias bien contadas, con compromiso e ideas. Eso es teatro.
“Viaje a ninguna parte”, interesante concepción espacial, correcto el trabajo con los actores, donde sobresalía claramente el maestro Antonio Gil.
Si en algún lugar de España coincidís con la gira de “Barroqueros”, la macarrada más culta de José Manuel Zapata, no dudéis en llevar a todosvuestros hijos para iniciarles en la música antigua.

¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
1. No conformarse con “hacer lo que se pueda”.
2. No devaluar la profesión; ergo, no devaluarse a uno mismo.
3. Conservar el espíritu crítico.
4. Conservar la dignidad.
5. No olvidar que no somos las circunstancias que vivimos, sino las elecciones que hace-mos en esas circunstancias.
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3 de junio de 2014 | Categorías: ENTREVISTAS | Tags: "Mucho ruido y pocas nueces", Antonio Gil, “A mis amigos”, “Ay, “Barroqueros”, “Don Giovanni” de W. A. Mozart, “Dos pianos con Pasión”, “El hombre que se llamaba Amadé”, “El maestro de danzar”, “En este vida todo es verdad y todo es mentira”, “La opera de los tres peniques” de Bertold Brecht, “La Opera del Malandro”, “La Tempestad”, “Novecento”, “Viaje a ninguna parte”, calderón de la barca, Carmela”, Carmen Gutiérrez, cdn, Cecilia Gómez, Celia Nadal, Chico Buarque, cntc, Dúo Del Valle, El principito, Emilio Aragón, ERNESTO CABALLERO, Gemma Solé, Javier Román, John Gay, José Manuel Zapata, José Mercé, José Tirado, Josefina Aldecoa, juan pastor, la Casa do Brasil., Lope de Vega, Macbeth, Manuel Gorka, Mario Bidart, Maya Reyes, Miguel Rellán, Mon Ceballos, Pablo Huetos, Pasión Vega, PEDRO MORENO, Pedro Santos, Pepe Bornás, Raul Fuertes, Río de Janeiro, RESAD, Rocío Márquez, Sueño de una noche de verano, Teatro de la Maestranza, Teatro de la Zarzuela, Teatro defondo, Teatro del Canal, TEATRO FERNÁN GOMEZ, Teatro Real, Templo de Debod, Vicente Colomar, will keen | Deja un comentario
Marc Rosich nos habla de sus múltiples experiencias como dramaturgo.
¿Cuál ha sido tu formación como dramaturgo?…
Yo provengo del mundo del teatro amateur, durante más de diez años, de adolescente, estuve en un grupo de teatro amateur en el Centro de los Lluïsos del barrio de Gracia en Barcelona. Esa fue mi verdadera escuela teatral, al tiempo que sacaba las carreras de periodismo y traducción. De ahí pasé a los talleres de dramaturgia de la Sala Beckett, donde me formé y descubrí que mis años de amateur habían dejado mella en mí, y que sin darme cuenta me había convertido en dramaturgo. Empecé a escribir a partir de hacer traducciones de Mamet, Pinter, Williams y Shaw para mi grupo de teatro amateur… Traduciendo a los maestros encontré mi voz. Como provengo de la traducción, es por eso que muchos de mis trabajos como dramaturgo son versiones o reformulaciones de textos ya existentes.
¿Qué texto propios has escrito?¿Sobre qué temáticas?…
Mi relación con el teatro es muy ecléctica. Cada nueva obra que escribo toma formas diferentes. En mi haber, tengo desde comedias pensadas para un público popular, como obras más formalistas o cultas. Mis obras de teatro más serias siempre parten de un impulso lingüístico, de un ejercicio de búsqueda de la voz y el lenguaje de una serie de personajes, así nacieron obras mías como SURABAYA, CAR WASH o VITTORIA… Por otro lado también me gusta recrear personajes no ficticios en escena, así escribí Copi y Ocaña en el Purgatorio o Rive Gauche, centrada en los personajes de Sylvia Beach y Adrienne Monnier…
¿Cuándo comienza tu relación dramatúrgica con Calixto Bieito?…
Mi relación con Calixto empieza cuando en 2006 quedé finalista al premio de la Fundación Romea con mi texto Surabaya. Él lo apoyó hasta las últimas consecuencias, y pesar de que fui sólo finalista quiso incluir el texto en la programación de su teatro ese año. Tiempo después necesitaba alguien que realizara la dramaturgia de Plataforma de Houllebecq… y yo fui el escogido. Esa experiencia fue extrema, mi primera mili con él, trabajando con sus métodos de creación a partir del caos y la intuición… Ahí aprendí cuáles eran sus obsesiones y cómo ponerme al servicio de ellas sin dejar de lado mis propios impulsos creativos. La experiencia salió fabulosamente bien. Y desde entonces he trabajado con él en ocho proyectos diferentes… en una lógica del «más difícil todavía»… Calixto te plantea retos aparentemente irresolubles… te pide milagros y eso hace que como dramaturgo estés muy activo. Mi trabajo con él es sobre todo en la sala de ensayo respondiendo a las pulsiones creativas que pasan en la habitación. Muy a menudo no empezamos con un texto cerrado. Mi trabajo de preparación de cada proyecto es eso: Preparar durante un largo periodo de tiempo materiales de todo tipo, para poder responder en vivo y en directo a lo impredecible de las cosas que pasan en la sala de ensayo.

¿En qué medida ha influido en tu trabajo como dramaturgo el tipo de procesos como los que has realizado con Calixto?…
Calixto entiende el trabajo de dramaturgia y puesta en escena desde un punto de vista muy musical y espectacular. Y para mí acoplarme a esa visión es muy cómodo, porque mi cabeza funciona de manera similar. Es decir, que en mi relación con Calixto he aprendido a no tener miedo y en creer en los retos imposibles. Y por ahora llevo una mili con él, trabajando en sitios tan diversos como Freiburg, Chicago, Mannheim, Copenhaguen, Birmingham… aprendiendo de equipos artísticos y maneras de entender la profesión tan diferentes… A cada nuevo teatro donde aterrizamos tienes que enfrentarte a una tradición actoral y dramática diferente… a unos hábitos de creación y producción también diferentes… Y eso es muy enriquecedor. Y sí, inevitablemente acaba influenciando en tu manera de enfrentarte a tus propias obras.
¿Qué evolución se ha dado en esos trabajos dramatúrgicos con Calixto?¿Qué balance haces?…
Con Calixto estamos haciendo un viaje muy interesante de experimentación de nuevas formas, donde prima la poética teatral y espectacular, en detrimento de conceptos del teatro clásico, como la trama y el personaje… En los últimos espectáculos estamos intentando hacer espectáculos huyendo de las formas más anquilosadas del teatro, las que dicta el mundo de la trama, para crear espectáculos poéticamente más abiertos, donde lo visual, lo musical, lo lingüístico está más presente que las lógicas coartantes del causa y efecto y el teatro psicologista… Las raíces de este teatro estarían en la lógica del sueño y en las herramientas de libre asociación de imágenes típicas del surrealismo… En este sentido, Calixto siempre bebe de Lorca, Dalí, Buñuel, y del juego de espejos deformantes valle-inclanesco…

¿Has trabajado con otros directores de forma parecida?…
Con cada director con el que trabajo es un mundo diferente. Cada viaje es diferente. Mi trabajo con Andrés Lima en el festín que era Falstaff fue un viaje igualmente alucinante pero de otro tipo. Cada director tiene su estilo y sus obsesiones, y por eso mismo, sus alicientes, diferentes. En la sala de ensayo de Falstaff también me lo pasé en grande!. Así como con las locuras que hemos hecho con Rafel Duran en Mort de dama o Rive Gauhe. Lo que me gusta es que por ahora con todos los directores que he trabajado han dejado que mi yo dramaturgo esté ahí.
¿Cómo surgió el proyecto de Forests?¿Qué premisas te estableció Calixto?…¿Cómo es la relación dramatúrgica durante el proceso?…
El proyecto de Forests nace como un homenaje a la obra completa de Shakespeare a partir del leitmotiv del bosque, y por extensión de la naturaleza. El proceso de preparación requirió una lectura atenta de la obra completa del bardo, buscando esos momentos donde el tema del bosque en relación a la naturaleza humana estaba más presente. Sabía que Calixto quería hacer un collage poético desatado de lógica psicologista… Al contrario, la lógica ordenadora era temática. Así empezamos con unas primeras intuiciones de estructura. Había un primer esqueleto basado en las partes de la Divina comedia: El Paraíso (correspondiente al bosque de Arden), El Purgatorio (inspirado en los bosques nocturnos de Tito Andrónico y el Sueño de una noche de verano, así como en el bosque en guerra de Macbeth y las crónicas históricas) y El Infierno (inspirado en los paisajes yermos de los actos finales del Rey Lear y Timón de Atenas). Había una segunda estructura solapada a la primera y correspondía a las siete edades de la vida que Jaques describe en su famoso monólogo «All the world’s a stage» de Cómo gustéis.

¿Cómo se fue conformando el «collage» textual final?…¿En qué medida influyó el trabajo de los actores o del equipo artístico para la dramaturgia final?…
Nosotros llegamos a la sala de ensayo con una primera propuesta textual que se fue transformando, repensando con el trabajo intuitivo de los actores. En la dramaturgia habíamos borrado todas las referencias a personajes y tramas y habíamos dejado la palabra… cada actor tenía en su haber fragmentos extraídos de personajes diferentes. Un mismo actor podía decir frases de Yago, Rosalinda, Juana de Arco, Lear, Ofelia y Macbeth… El trabajo de cada uno de ellos era crear un hilo, un nuevo personaje a partir de todos esos retazos… Y fue mágico ver como del caos textual nacía una lógica espectacular, encontrada de forma orgánica por los cuerpos y la intuición de los actores en la sala de ensayo.
¿Ha evolucionado el texto o la dramaturgia durante las funciones?…
Calixto marca un viaje muy estricto a sus actores en el paisaje que ha marcado con la escenógrafa Rebecca Ringst… pero al mismo tiempo ese viaje está lleno de una gran libertad creativa. La misma libertad que los actores han vivido en la sala de ensayo sigue presente en las funciones… de manera que el espectáculo sigue su camino, y los actores redescubren nuevos caminos dentro del diseño marcado por Calixto. Las funciones, así, se vuelven inagotables, llenas de frescura creativa.
¿Tienes proyectos propios o con otros directores en perspectiva?…
En estos momentos, tengo diferentes proyectos en cartera que todavía no puedo anunciar, tanto con Calixto como con otros directores del país. Lo que sí que puedo anunciar es el montaje que ahora estoy dirigiendo en el Teatre Nacional de Catalunya. Se trata de mi último texto, un musical para niños, llamado «La dona vinguda del futur», con música de Guille Milkyway de La Casa Azul… Esto es una muestra más de mi eclecticismo…Tanto puedo estar detrás de un infantil para niños, como de una obra eminentemente comercial como Las chicas del calendario que se podrá ver en los Teatros del Canal, como estoy detrás del equipo del Festival de Ópera de Bolsillo y Nuevas Creaciones, apoyando la creación de ópera contemporánea… como estoy haciendo una dramaturgia de alto compromiso y riesgo artístico con Calixto.

¿Has visto algún montaje de teatro que te haya interesado últimamente?¿Por qué?…
Sé de un lugar de Iván Morales, una humilde producción nacida en salas alternativas en Barcelona que ha sido una bocanada de aire fresco… Empezó en pequeñas salas como la Caldera y La Seca… pero ha acabado haciendo temporada en sesiones golfas en el mismísimo Teatro Romea. Y creo que ya están pensando su paso por Madrid.
¿Crees que afectará al teatro la subida del I.V.A.?.
No sé cómo está el panorama en Madrid. Lo único que sé es que en Barcelona la situación es desoladora. Los teatros están vacíos. Se ven claramente las intenciones de ahogar el sector por parte de los que han tomado la decisión. Están haciendo mucho daño a la profesión. Mucho. Tardaremos mucho tiempo en recuperarnos, creo. Pero no podrán con nosotros.
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5 de diciembre de 2012 | Categorías: ENTREVISTAS | Tags: Adrienne Monnier, Andrés Lima, Calixto Bieito, CAR WASH, Cómo gustéis., Copi y Ocaña en el Purgatorio, Divina comedia, Falstaff, Festival de Ópera de Bolsillo y Nuevas Creaciones, Fundación Romea, Guille Milkyway, Iván Morales, la Caldera, la Caldera y La Seca, La Casa Azul, La dona vinguda del futur, La Seca, Macbeth, Marc Rosich, Mort de dama, Plataforma, Rafel Duran, Rebecca Ringst, Rey Lear, Rive Gauche, Sala Beckett, Sé de un lugar, Sueño de una noche de verano, SURABAYA, Sylvia Beach, Teatre Nacional de Catalunya, Timón de Atenas, Tito Andrónico, VITTORIA | Deja un comentario
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