Josep María Miró: El teatro aún es uno de los mayores agitadores de consciencia que tiene la cultura.
¿Cómo surge el proyecto de El principio de Arquímedes?…Háblanos del texto y del montaje…
Para mi la escritura es vocacional y por tanto siempre parte de una necesidad. En el caso de «El principio de Arquímedes», de la necesidad de hablar de una sociedad que se mueve bajo la presión del miedo y de la sospecha y del triángulo entre padres-hijos-educadores. La obra gira alrededor de un beso que da un monitor de natación a un niño que no quiere sacarse la burbuja porqué le da miedo el agua. Me parecía interesante plantear que nos está pasando como sociedad para que ya no tengamos claro cual es el límite entre un gesto de ternura y uno de peligro. Es evidente que tenemos una sociedad cada vez más asustada y que le ha pasado factura en términos afectivos y de relaciones humanas. La pregunta es clara: ¿Preferimos una sociedad en la que aún sea posible un gesto de ternura o activar todos los mecanismos de control? En cualquier caso… ¿Alguna de las dos opciones nos da algún tipo de garantía?.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los actores aportasen ideas en el texto o en la puesta en escena?…¿Cómo ha sido el trabajo con ellos?…
Diferencio dos aspectos: la escritura como espacio íntimo y los ensayos como trabajo de equipo. El proceso de ensayos es un momento maravilloso en que contrastas ideas con los actores y con el equipo artístico. Es un tiempo de constante debate y contraposición de ideas. El director tiene una mirada general sobre qué quiere contar y de qué manera pero también es un momento en que todo eso se pone en común con los actores, el escenógrafo, las personas responsables del espacio sonoro, iluminación, vestuario… Cuando -como en este caso- dirijo un texto que he escrito, los ensayos es el mejor momento para cerrar definitivamente la escritura. Siempre modificas alguna cosa en función de las necesidades actorales y porqué es el momento en que contrastas la escritura con el sentido teatral. He tenido la suerte de rodearme de un equipo artístico comprometido que siento como una familia. No entiendo el teatro sin rodearme con un equipo humano comprometido con el texto y el hecho teatral. Talento y talante, eso es primordial.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear esta obra?…
Más que un referente técnico o artístico, «El principio de Arquímedes» nace de un momento vital, de una mirada sobre el mundo. Estaba especialmente preocupado en hablar de las sociedades del miedo, de los nuevos modelos que se nos imponen por ello. Quería escribir una obra que jugara con el espectador y que fuera el espectador quien resolviera, quien se posicionara moralmente. En esta obra el espectador resuelve a partir de su moral. Y supongo que… como en cada obra… Siempre hay algo de todas aquellas personas que admiras o que te gusta su trabajo.
¿Por qué haces teatro?…
El teatro es uno de los rituales más antiguos que tenemos y que nos permite una cosa única: el aquí y ahora. El encuentro entre el público y una ficción. Lo irrepetible de cada función. Y el teatro nos permite ser un canalizador en tiempo presente de emociones, reflexiones… El teatro aún es uno de los mayores agitadores de consciencia que tiene la cultura.
¿Qué balances haces de tus trabajos como director-autor de teatro?…
Pienso que el balance más importante que uno debe hacerse es preguntarse si es honesto y está satisfecho con aquello que ha hecho. Y a partir de aquí, intentar seguir trabajando en la línea de pensamiento que crees e intentar mejorar y dar nuevos pasos o proponerte nuevos retos. En este sentido, hay unos años que coinciden en mis inicios en el Institut del Teatre en que hay las primeras probaturas de escritura y que entro en contacto con algunas personas que admiro y respeto y que han sido muy importantes en mi trayectoria como Lluïsa Cunillé, Josep Maria Benet i Jornet o Xavier Albertí. Diría que es sobre 2009 con «La dona que perdía tots els avions» (XXXIV Premio Born de Teatre) que considero que escribo la primera obra de la que me siento satisfecho. «Gang Bang» fue otro momento crucial. Recibió muchas críticas, incluso un ataque en una de las funciones; siempre he dicho que «Gang Bang» y su recepción me dio la libertad definitiva para seguir escribiendo lo que quería, sin concesiones; sin ese texto posiblemente no habría escrito «El principio de Arquímedes» que es una obra que me ha dado múltiples alegrías y proyección internacional; «Fum» y un nuevo texto que acabo de escribir y que estoy corrigiendo son un paso más y creo que ahondan más en las complejidades humanas. Con todo… Sigo sintiendo que escribir es tan apasionante como difícil.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
El teatro no ha de tener una única función. El teatro han de ser muchas cosas y con funcionalidad muy distintas. Siempre digo que el teatro es un diálogo entre lo que sucede en el escenario con la platea ya sea haciendo reflexionar, generando debate, provocar una discusión de ideas, entretener, enojar, sorprender… Reconozco que a mi, personalmente, como autor y también como espectador, me gusta el teatro que interroga, que habla del mundo que nos ha tocado vivir, incluso que es capaz de poner al espectador en espacios frágiles y desafiarlo. En todo caso, pienso que en un paisaje teatral sano tiene que haber un amplio abanico teatral y que el teatro público tiene que ser especialmente sensible en promover las nuevas dramatúrgias, lo experimental y la recuperación y reinterpretación del repertorio y de la tradición.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro en España?…
Es una obviedad que la subida del IVA y los recortes al teatro son una estocada a un sector ya de por sí frágil. Estas medidas, evidentemente, nos demuestran que tenemos un gobierno que no le interesa la cultura porqué la cultura es un generador de ideas, de debate, de pensamiento… No se trata tan solo de medidas económicas, si no con una motivación sobre la población. Un buen tejido cultural nos hará mejores ciudadanos, nos ayudará a crecer como personas. Tengo mis dudas más que razonables que este gobierno le interese tener ciudadanos inquietos, con ideas propias. Sus políticas en materia cultural así lo demuestran.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
La verdad he estado tan ocupado con varios proyectos y con el estreno en castellano de «El principi de Arquimedes» que poco he visto. Así que tiraré un poco atrás y te citaré tres espectáculos de la pasada temporada: «En tierra de nadie» de Harold Pinter en el Teatro Nacional de Catalunya, con un Lluís Homar que es sin duda uno de los grandes actores de nuestro país; «Proyecto Felisberto» dirigido por Mariana Percovich en Uruguay y que me descubrió la figura y el mundo fascinante del escritor Felisberto Hernández; y en Madrid el Macbeth de José Martret en la Pensión de las pulgas, un espectáculo ambicioso, sobretodo si tenemos en cuenta que se trata del off y que no tiene nada que envidar a grandes producciones.
¿Proyectos?…
En el Festival Temporada Alta participo en dos proyectos, «Esperança Dinamita», un espectáculo de cuplés versionado por el grupo Le Croupier y en «Llibràlegs», cuatro piezas breves de Pau Miró, Marc Artigau, Jordi Prat i Coll y de un servidor, que dirige Prat i Coll. Actualmente también hay varias producciones en marcha de «El principio de Arquímedes» en otras ciudades del mundo. Se ha estrenado ya en Buenos Aires -ya van por el quinto mes en cartel-, México D.F, San Petersburgo, Puerto Rico y Londres y se estrenaran en los próximos meses en Croacia, Alemania o Grecia, por ejemplo. Como autor he acabado un texto nuevo y tengo un par en marcha. Y me gustaría poderlos levantar. En 2015 dirigiré un «El carrer Franklin», un texto de Lluïsa Cunillé que se estrenará en el Teatre Nacional de Catalunya dentro del Festival Grec 2015.
Barcelona, fin de temporada
Escaparse a Barcelona unos días obliga a visitar de nuevo el Parc Güell o la Sagrada Familia pero también es necesario entrar en sus teatros, allí siempre hay propuestas en las que demuestran que el arte de Talia es un vehículo espléndido de expresión para su idioma y su manera de entender el mundo. Hemos tenido ocasión de ver dos espectáculos muy diferentes, por un lado, el estreno en nuestro país de Cels de Wadji Mouawad producida por La Perla 26 en la Biblioteca de Cataluña, en esta ocasión Oriol Broggi aborda el texto desde la cabeza y el corazón, creando un espacio que se incrusta entre el público para que todos nos sintamos parte de esa tragedia contemporánea a través de la cual, el autor nos hace reflexionar sobre una nueva forma de entender los mitos.
Y en el Teatre Nacional de Catalunya, Josep María Flotats lleva a escena un Marivaux: El arte del amor y del azar. Con su manera artesanal y sus colaboradores habituales en la escenografía: Ezio Frigerio y en el vestuario: Franca Squarciapino, se rodea de un grupo de actores, muchos de ellos jóvenes, con los que lleva a cabo este juego de espejos donde los personajes sueñan por un momento por ser otros, para tener que volver a aceptar el linaje de origen.
QRLA
Teatro accesible
FUNDACIÓN VODAFONE ESPAÑA, APTENT Y LA ASOCIACIÓN PSIQUIATRÍA Y VIDA PRESENTAN LA TERCERA TEMPORADA DEL PROYECTO “TEATRO ACCESIBLE”
En colaboración con el Instituto de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), a través del Centro Dramático Nacional, CulturArts Generalitat Valenciana, Grupo Focus, Teatre Nacional de Catalunya y Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid.
Los espectáculos con funciones accesibles para la temporada 2013-2014.
-Doña Perfecta de Benito Pérez Galdós. Los días 20, 21, 22 de noviembre de 2013 en el Teatro María Guerrero.
-Montenegro de Ramón María del Valle-Inclán. Los días 15, 16 y 17 de enero de 2014 en el Teatro Valle-Inclán.
-Carlota de Miguel Mihura. Los días 22, 23 y 24 de enero de 2014 en el Teatro María Guerrero.
-El viaje a ninguna parte de Fernando Fernán Gómez. Los días 5, 6 y 7 de marzo de 2014 en el Teatro Valle-Inclán.
-El arte de la entrevista de Juan Mayorga. Los días 19, 20 y 21 de marzo de 2014 en el Teatro María Guerrero.
-Los Macbeth de Juan Cavestany. Los días 21, 22 y 23 de mayo de 2014 en el Teatro María Guerrero.
-Como gustéis de William Shakespeare. Los días 11, 12 y 13 de junio de 2014 en el Teatro Valle-Inclán.
-Una mirada diferente: 23 al 29 de junio de 2014 en el Teatro Valle-Inclán.
La ceremonia de la confusión en el CDN
Escritos en la escena es un ciclo que ha puesto en marcha la nueva dirección del Centro Dramático Nacional para potenciar la escritura contemporánea, una experiencia que recuerda al T-6 del Teatre Nacional de Catalunya, con la diferencia de que allí, los proyectos elegidos son tutelados en el proceso de escritura y finalmente se incluyen en la programación de la temporada con el mismo tratamiento que cualquier otra producción. Seguramente, la crisis está obligando a que muchas ideas se queden en el chispazo inicial y que si no se desarrollan en condiciones, terminen siendo proyectos débiles. Creo que las propuestas de Escritos en la escena solo disponen de un grupo de actores, un director y un autor, es verdad que muchas veces se cuenta con menos, pero cada historia precisa de unos presupuestos y si no los hay económicos, los ha de haber artísticos. En La ceremonia de la confusión hay poco de lo primero y no mucho de lo segundo. María Velasco propone desde el texto una sugerente situación: ¿Qué pasaría si treinta años después se mira a la transición democrática de este país durante el velatorio de uno de los protagonistas de aquel momento, en un tanatorio de hoy?. Seguramente, nuestros días se parecen mucho a aquellos, días de confusión donde el poder provoca la atención del ciudadano hacia otro lugar, entonces hacia la movida y hoy…¿Hacia la corrupción?…¿Y si el poder está moviendo los hilos mientras miramos para otro lado?. Toda esa confusión ciudadana no se puede escenificar en el salón del tanatorio donde yace el muerto, hay que bailar sobre la tumba de todos aquellos que no permiten que la luz entre al cementerio.
Adolfo Simón
Marc Rosich nos habla de sus múltiples experiencias como dramaturgo.

Marc Rosich nos habla de sus múltiples experiencias como dramaturgo.
¿Cuál ha sido tu formación como dramaturgo?…
Yo provengo del mundo del teatro amateur, durante más de diez años, de adolescente, estuve en un grupo de teatro amateur en el Centro de los Lluïsos del barrio de Gracia en Barcelona. Esa fue mi verdadera escuela teatral, al tiempo que sacaba las carreras de periodismo y traducción. De ahí pasé a los talleres de dramaturgia de la Sala Beckett, donde me formé y descubrí que mis años de amateur habían dejado mella en mí, y que sin darme cuenta me había convertido en dramaturgo. Empecé a escribir a partir de hacer traducciones de Mamet, Pinter, Williams y Shaw para mi grupo de teatro amateur… Traduciendo a los maestros encontré mi voz. Como provengo de la traducción, es por eso que muchos de mis trabajos como dramaturgo son versiones o reformulaciones de textos ya existentes.
¿Qué texto propios has escrito?¿Sobre qué temáticas?…
Mi relación con el teatro es muy ecléctica. Cada nueva obra que escribo toma formas diferentes. En mi haber, tengo desde comedias pensadas para un público popular, como obras más formalistas o cultas. Mis obras de teatro más serias siempre parten de un impulso lingüístico, de un ejercicio de búsqueda de la voz y el lenguaje de una serie de personajes, así nacieron obras mías como SURABAYA, CAR WASH o VITTORIA… Por otro lado también me gusta recrear personajes no ficticios en escena, así escribí Copi y Ocaña en el Purgatorio o Rive Gauche, centrada en los personajes de Sylvia Beach y Adrienne Monnier…
¿Cuándo comienza tu relación dramatúrgica con Calixto Bieito?…
Mi relación con Calixto empieza cuando en 2006 quedé finalista al premio de la Fundación Romea con mi texto Surabaya. Él lo apoyó hasta las últimas consecuencias, y pesar de que fui sólo finalista quiso incluir el texto en la programación de su teatro ese año. Tiempo después necesitaba alguien que realizara la dramaturgia de Plataforma de Houllebecq… y yo fui el escogido. Esa experiencia fue extrema, mi primera mili con él, trabajando con sus métodos de creación a partir del caos y la intuición… Ahí aprendí cuáles eran sus obsesiones y cómo ponerme al servicio de ellas sin dejar de lado mis propios impulsos creativos. La experiencia salió fabulosamente bien. Y desde entonces he trabajado con él en ocho proyectos diferentes… en una lógica del «más difícil todavía»… Calixto te plantea retos aparentemente irresolubles… te pide milagros y eso hace que como dramaturgo estés muy activo. Mi trabajo con él es sobre todo en la sala de ensayo respondiendo a las pulsiones creativas que pasan en la habitación. Muy a menudo no empezamos con un texto cerrado. Mi trabajo de preparación de cada proyecto es eso: Preparar durante un largo periodo de tiempo materiales de todo tipo, para poder responder en vivo y en directo a lo impredecible de las cosas que pasan en la sala de ensayo.
¿En qué medida ha influido en tu trabajo como dramaturgo el tipo de procesos como los que has realizado con Calixto?…
Calixto entiende el trabajo de dramaturgia y puesta en escena desde un punto de vista muy musical y espectacular. Y para mí acoplarme a esa visión es muy cómodo, porque mi cabeza funciona de manera similar. Es decir, que en mi relación con Calixto he aprendido a no tener miedo y en creer en los retos imposibles. Y por ahora llevo una mili con él, trabajando en sitios tan diversos como Freiburg, Chicago, Mannheim, Copenhaguen, Birmingham… aprendiendo de equipos artísticos y maneras de entender la profesión tan diferentes… A cada nuevo teatro donde aterrizamos tienes que enfrentarte a una tradición actoral y dramática diferente… a unos hábitos de creación y producción también diferentes… Y eso es muy enriquecedor. Y sí, inevitablemente acaba influenciando en tu manera de enfrentarte a tus propias obras.
¿Qué evolución se ha dado en esos trabajos dramatúrgicos con Calixto?¿Qué balance haces?…
Con Calixto estamos haciendo un viaje muy interesante de experimentación de nuevas formas, donde prima la poética teatral y espectacular, en detrimento de conceptos del teatro clásico, como la trama y el personaje… En los últimos espectáculos estamos intentando hacer espectáculos huyendo de las formas más anquilosadas del teatro, las que dicta el mundo de la trama, para crear espectáculos poéticamente más abiertos, donde lo visual, lo musical, lo lingüístico está más presente que las lógicas coartantes del causa y efecto y el teatro psicologista… Las raíces de este teatro estarían en la lógica del sueño y en las herramientas de libre asociación de imágenes típicas del surrealismo… En este sentido, Calixto siempre bebe de Lorca, Dalí, Buñuel, y del juego de espejos deformantes valle-inclanesco…
¿Has trabajado con otros directores de forma parecida?…
Con cada director con el que trabajo es un mundo diferente. Cada viaje es diferente. Mi trabajo con Andrés Lima en el festín que era Falstaff fue un viaje igualmente alucinante pero de otro tipo. Cada director tiene su estilo y sus obsesiones, y por eso mismo, sus alicientes, diferentes. En la sala de ensayo de Falstaff también me lo pasé en grande!. Así como con las locuras que hemos hecho con Rafel Duran en Mort de dama o Rive Gauhe. Lo que me gusta es que por ahora con todos los directores que he trabajado han dejado que mi yo dramaturgo esté ahí.
¿Cómo surgió el proyecto de Forests?¿Qué premisas te estableció Calixto?…¿Cómo es la relación dramatúrgica durante el proceso?…
El proyecto de Forests nace como un homenaje a la obra completa de Shakespeare a partir del leitmotiv del bosque, y por extensión de la naturaleza. El proceso de preparación requirió una lectura atenta de la obra completa del bardo, buscando esos momentos donde el tema del bosque en relación a la naturaleza humana estaba más presente. Sabía que Calixto quería hacer un collage poético desatado de lógica psicologista… Al contrario, la lógica ordenadora era temática. Así empezamos con unas primeras intuiciones de estructura. Había un primer esqueleto basado en las partes de la Divina comedia: El Paraíso (correspondiente al bosque de Arden), El Purgatorio (inspirado en los bosques nocturnos de Tito Andrónico y el Sueño de una noche de verano, así como en el bosque en guerra de Macbeth y las crónicas históricas) y El Infierno (inspirado en los paisajes yermos de los actos finales del Rey Lear y Timón de Atenas). Había una segunda estructura solapada a la primera y correspondía a las siete edades de la vida que Jaques describe en su famoso monólogo «All the world’s a stage» de Cómo gustéis.
¿Cómo se fue conformando el «collage» textual final?…¿En qué medida influyó el trabajo de los actores o del equipo artístico para la dramaturgia final?…
Nosotros llegamos a la sala de ensayo con una primera propuesta textual que se fue transformando, repensando con el trabajo intuitivo de los actores. En la dramaturgia habíamos borrado todas las referencias a personajes y tramas y habíamos dejado la palabra… cada actor tenía en su haber fragmentos extraídos de personajes diferentes. Un mismo actor podía decir frases de Yago, Rosalinda, Juana de Arco, Lear, Ofelia y Macbeth… El trabajo de cada uno de ellos era crear un hilo, un nuevo personaje a partir de todos esos retazos… Y fue mágico ver como del caos textual nacía una lógica espectacular, encontrada de forma orgánica por los cuerpos y la intuición de los actores en la sala de ensayo.
¿Ha evolucionado el texto o la dramaturgia durante las funciones?…
Calixto marca un viaje muy estricto a sus actores en el paisaje que ha marcado con la escenógrafa Rebecca Ringst… pero al mismo tiempo ese viaje está lleno de una gran libertad creativa. La misma libertad que los actores han vivido en la sala de ensayo sigue presente en las funciones… de manera que el espectáculo sigue su camino, y los actores redescubren nuevos caminos dentro del diseño marcado por Calixto. Las funciones, así, se vuelven inagotables, llenas de frescura creativa.
¿Tienes proyectos propios o con otros directores en perspectiva?…
En estos momentos, tengo diferentes proyectos en cartera que todavía no puedo anunciar, tanto con Calixto como con otros directores del país. Lo que sí que puedo anunciar es el montaje que ahora estoy dirigiendo en el Teatre Nacional de Catalunya. Se trata de mi último texto, un musical para niños, llamado «La dona vinguda del futur», con música de Guille Milkyway de La Casa Azul… Esto es una muestra más de mi eclecticismo…Tanto puedo estar detrás de un infantil para niños, como de una obra eminentemente comercial como Las chicas del calendario que se podrá ver en los Teatros del Canal, como estoy detrás del equipo del Festival de Ópera de Bolsillo y Nuevas Creaciones, apoyando la creación de ópera contemporánea… como estoy haciendo una dramaturgia de alto compromiso y riesgo artístico con Calixto.
¿Has visto algún montaje de teatro que te haya interesado últimamente?¿Por qué?…
Sé de un lugar de Iván Morales, una humilde producción nacida en salas alternativas en Barcelona que ha sido una bocanada de aire fresco… Empezó en pequeñas salas como la Caldera y La Seca… pero ha acabado haciendo temporada en sesiones golfas en el mismísimo Teatro Romea. Y creo que ya están pensando su paso por Madrid.
¿Crees que afectará al teatro la subida del I.V.A.?.
No sé cómo está el panorama en Madrid. Lo único que sé es que en Barcelona la situación es desoladora. Los teatros están vacíos. Se ven claramente las intenciones de ahogar el sector por parte de los que han tomado la decisión. Están haciendo mucho daño a la profesión. Mucho. Tardaremos mucho tiempo en recuperarnos, creo. Pero no podrán con nosotros.
XVII Ciclo SGAE de Lecturas Dramatizadas
XVII Ciclo SGAE de Lecturas Dramatizadas
Entrada libre hasta completar aforo
Las sesiones tendrán lugar del 23 de octubre
al 10 de diciembre de 2012
La iniciativa busca incentivar la literatura teatral
La Fundación Autor de la SGAE presenta su XVII Ciclo de Lecturas Dramatizadas, que se desarrollará en la Sala Manuel de Falla (c/ Fernando VI, nº 4 – Metro Alonso Martínez), espacio estable para esta actividad desde hace varios años. Las representaciones, de entrada libre hasta completar aforo, tendrán lugar a las 19:00 h, todos los lunes (a excepción de la apertura que será en martes), entre el 23 de octubre y el 10 de diciembre de 2012. Los textos programados son siempre no estrenados y de autores españoles contemporáneos.
Esta iniciativa, que la Fundación Autor lleva organizando desde hace más de dieciséis años de forma consecutiva, busca incentivar la escritura y lect ura de piezas teatrales. Una magnífica oportunidad para autores, actores, directores, productores y público que participan de esta experiencia, en la que se asiste a ver una obra nunca antes representada y ensayada ese mismo día.
En esta ocasión, el leit motiv del ciclo es fomentar la escritura de teatro, que los autores dramáticos encuentren estímulo para seguir escribiendo. Por eso, el ciclo incluye los ya habituales premios SGAE de teatro y SGAE de teatro infantil, y el Premio LAM (para obras de temática lesbiana, gay, transexual y bisexual); además del Premio Tirso de Molina y un texto del proyecto T6 (del Teatre Nacional de Catalunya).
El ciclo se suma, en esta edición, al homenaje que la SGAE está rindiendo este otoño al autor Vital Aza (1851-1912) en el I centenario de su fallecimiento. Para el mes de diciembre se ha programado la lectura dramatizada de una de las obras de este asturiano universal, periodista, autor dramático, delineante y médico.
CALENDARIO de sesiones:
Martes, 23 de octubre: Amargura 275, de Carlos Contreras (XX Premio SGAE)
Lunes, 29 de octubre: Beca y Eva dicen que se quieren, de Juan Luis Mira (5º Premio LAM)
Lunes, 12 de noviembre: Vocabulario, de Paco Romeu (38º Premio Tirso de Molina)
Lunes, 26 de noviembre: Un verdadero cowboy, de Marilía Samper (T6.Teatre Nacional de Catalunya)
Lunes, 3 de diciembre: Homenaje a Vital Aza
Lunes, 10 de diciembre: De aventura, de Gracia Morales (XII Premio SGAE Infantil)
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