Asunción Balaguer: Un pueblo culto es más libre.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?… ¿Realizaste otras facetas además de la actuación?…
Mis principios en el teatro fueron en el instituto, el profesor de literatura siempre me pedía que recitara a Lorca, Rubén Darío, que era mi preferido. Mi madre vio que me gustaba así que me procuró entrar en el Institut del Teatre de Barcelona. Me acuerdo de que Marta Graufue mi profesora y la de Aurora Bautista.
Allí hice los tres cursos pero el título me lo dejé porque me contrataron en mi primera compañía. Fue muy emocionante cuando el alcalde de Barcelona y el presidente de la diputación de Barcelona me lo dieron hace poco cuando el Institut cumplió 100 años.
¿Qué es el teatro para ti?… ¿Por qué haces teatro?…
Lo es todo. Ha sido mi vida, todo lo que me ha ocurrido en mi vida se lo agradezco al teatro. Incluso encontrar y trabajar dos años con el amor de mi vida. Ahora con 89 sigo trabajando y seguiré haciéndolo, mientras pueda moverme y tenga memoria.
¿Qué balance harías sobre tu larga trayectoria?…
Muy positivo. Si volviera a nacer 1000 veces, sería actriz. Me gusta ser otras personas. Vivir y sentir otras vidas, porque si no las sientes no las puedes representar. Siempre que voy por la calle me fijo en cómo va vestida la gente, en cómo camina… para coger ideas para el escenario. Del teatro nunca te vas de vacío.
¿En qué ha cambiado el teatro de tus inicios a hoy?…
No ha cambiado en lo esencial. Siempre tienes que aprenderte el papel, poner todo lo que tengas dentro, informarte sobre la historia, en el caso de los papeles históricos como el que me toca en Ricardo III. El teatro te da mucha cultura y es un trabajo que lo vives siempre.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?…
El teatro es una escuela de vida, tanto si haces personajes históricos como actuales. Me gustan las obras que tienen un material artístico bueno, como ésta, que contienen vida y verdad. Es un espejo para la gente.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…Háblanos de ellos…
Hice Una vida robada que trataba sobre los niños robados en este país. Un tema muy duro pero necesario de contar porque todavía hoy en día hay muchos casos sin resolver.
¿Cómo surgió tu participación en el montaje de Ricardo…?…Háblanos de este trabajo…
Ahora con Ricardo III, estamos luchando con la vida y la muerte. La función es muy dura y es todo un placer poder representarla. Cada personaje de esta obra es una vida entera. En el caso de las mujeres, son los personajes que tienen los pies en el suelo, que son valientes y se enfrentan a Ricardo. Mi personaje es la peor de todas ellas. No perdona. Está medio loca de rencor. Está, incluso, más allá de la vida.
¿Cómo creas tus personajes?… ¿Tienes un método?…
El papel me lo he tenido que aprender con mucho tiempo, porque la adaptación de Sanchis Sinisterra, que es un poeta, es maravillosa y no podía permitirme cambiar ni una palabra. Mi compañero Carlos Álvarez Novoa me ayuda a pasar el texto todos los días para que no se me olvide. Y después, pasarlo por el tamiz de la verdad. Un papel hecho por dos actores es bien diferente, cada uno le da su personalidad. Yo si no lo siento, no puedo hacerlo.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Afecta muchísimo, sobre todo a las compañías que no tienen ninguna protección. No hay derecho que el IVA cultural sea tan alto, se ríen de nosotros, pero ya llegará un día en que nos escuchen. No les interesa que seamos cultos porque un pueblo culto es más libre.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado? ¿Por qué?…
Solo te puedo hablar de Ricardo III que me tiene de martes a domingo atrapada en el Teatro Español. Es una función de la que el público se marcha muy satisfecho, nos aplaude mucho cada tarde. Está bien interpretada, bien dirigida y merece la pena oír el texto. Hay obras, como ésta, en la que la gente está expectante escuchando las palabras con placer. Eso pasa con Shakespeare. Una frase de esta obra, de las grandes obras del teatro o de la lírica puede cambiar tu forma de ver las cosas.
¿Proyectos?…
Un rodaje en Barcelona, en catalán, que me hace mucha ilusión al ser mi lengua materna, ya que siento las cosas que digo con más fuerza. He hecho muy poco teatro en catalán, porque llevo desde los 20 años en Madrid así que cojo el proyecto con muchas ganas.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Que no paren. En periodos de crisis aparecen grandes trabajos, tristemente, porque el esfuerzo es mayor a todos los niveles. En tiempos de Franco se hizo Historia de una escalera. Ahora, la imaginación se ejercita más y el que vale sale adelante.
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27 de diciembre de 2014 | Categorías: ENTREVISTAS | Tags: Asunción Balaguer, Aurora Bautista, CARLOS ÁLVAREZ NOVOA, Historia de una escalera, Institut del Teatre de Barcelona, Lorca, Marta Graufue, Ricardo III, Ruben Darío, Sanchis Sinisterra, Una vida robada | Deja un comentario
Josep María Mestres nos habla de su trayectoria en el mundo del teatro.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la dirección?…
Empecé estudiando interpretación en distintas escuelas, de manera más o menos diletante, mientras estudiaba en la universidad. Una vez tuve el título bajo el brazo, para contentar las aspiraciones paternas, decidí que ya era hora de hacer lo que realmente me gustaba y entré en el Institut del Teatre de Barcelona. De entrada, yo quería ser actor. Casí no conozco a nadie que se haya metido en el mundo del teatro con la idea inicial de convertirse en director de escena. Le pedí a Pere Planella, un profesor al que admiraba, si me dejaba asistir a los ensayos de uno de sus espectáculos, y a partir de aquí fuí descubriendo y me fuí introduciendo en el mundo de la dirección. Y hasta aquí… Pero a menudo siento unos deseos irreprimibles de pisar el escenario y, como reprimirse no es nada bueno, siempre que puedo vuelvo a ser actor, aunque sea sólo un ratito.
¿Tu trabajo en el teatro lo has compatibilizado con otros trabajos?…
Pues la verdad es que tengo que considerarme un privilegiado. Desde que empecé a trabajar en el teatro he podido subsistir, mal que bien, en él y de él. Director, actor, profesor… pero siempre en el teatro.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…Háblanos de los montajes más significativos…
Me vienen a la mente dos palabras: eclecticismo y free lance. Creo que son las que mejor definirían mi trayectoria. He trabajado tanto en el teatro público como en el privado, he pasado de lo clásico a lo contemporaneo, he hecho comedia (muuucha!), farsa, drama, melodràma, tragedia… Y no ha sido algo buscado, más bien ha ido sucediendo de manera fluida. De mis primeros montajes destacaría Yvonne, princesa de Borgonya de Gombrowicz (éramos muy jóvenes, muy “locos” y muy libres) a la siguió Kràmpack de Jordi Sánchez (un espectáculo que gustó a todo el mundo)… Dakota, que fue el primer estreno de Jordi Galcerán, Klowns, un espectáculo de payasos con el recientemente fallecido Joan Montanyès en el Teatre Lliure, Unas polaroids explícitas de Mark Ravenhill, Un matrimonio de Boston de Mamet, con la Lizarán, la Vilarasau y la Marco también en el Teatro Lliure… Las variaciones Goldberg de Tabori, en Valencia, es un espectáculo que recuerdo muy especialmente. En el Teatre Nacional de Catalunya, en los últimos años, he podido montar espectáculos de grandes autores y de gran formato: Nit de Reis (Noche de Reyes) de Shakespeare, El ventall de Lady Windermere (El abanico de Lady Windermere) de Óscar Wilde, La casa dels cors trencats (La casa de los corazones rotos) de Bernard Shaw, Un mes al camp (Un mes en el campo) de Turguéniev… y tantos otros. Tengo también un especial cariño por el estreno de Purgatorio de Ariel Dorfman en el Matadero, por lo que supuso la relación con el autor, por el trabajo con Viggo Mortensen y Carme Elías… Bufff, me dejo tantas…!
¿Qué diferencia hay para ti del teatro que se hacía en tus principios al que se hace hoy en día?…
La principal es que los profesionales: actores, directores, escenógrafos, figurinistas, iluminadores, técnicos… todos están mejor formados. Somos más y mejores profesionales. Y se ha conseguido “dignificar” cada vez más esta profesión. Desgraciadamente, en los últimos tiempos, y a causa de los recortes, la subida del IVA y la dejación de las instituciones respecto de la cultura, estamos perdiendo logros que nos había costado horrores conseguir… ¡y va a ser muy difícil recuperarlos!.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
Se me hace difícil objetivarlo, porque cada caso es especial y único. A veces hay espectáculos muy deseados: por el texto, por el autor, por la gente con la te embarcas para hacerlo, y eres tu quien tira del carro para sacarlos adelante… Y otras veces te llama el director de un teatro público, una empresa privada o el grupo “x” y te propone montar un espectáculo a partir de un texto determinado. Y te puedo asegurar por experiencia que no siempre lo más “deseado” acaba siendo lo más interesante. Pero sí te puedo decir que, no importa de donde provenga la propuesta, lo más “motivador” siempre es el texto.
¿Ha sido importante tener unos colaboradores habituales en los equipos artísticos y técnicos?…
Absolutamente. Me encanta repetir con los actores, las actrices y los colaboradores con quienes establezco complicidades. Todo resulta mucho más fàcil. Aunque es verdad que siempre se agradece trabajar gente “nueva”. Siempre he intentado encontrar el equilibrio entre lo conocido, lo seguro y lo nuevo, el terreno inexplorado. Y así la “familia” teatral se hace cada vez más numerosa…
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
Antes de “La Cortesía de España”, las últimas puestas en escena que he realizado han sido Dispara/Agafa Tresor/Repeteix (Dispara/Coge Tesoro/Repite) de Mark Ravenhill en el Teatre Lliure y Llibertat! de Santiago Rusiñol, para el Teatre Nacional de Catalunya.
Háblanos del estreno con la Compañía Nacional de Teatro Clásico…
¿Cómo surgió este proyecto?… ¿Cómo ha sido el proceso?…
Con una llamada de Helena Pimenta: “¿Quieres montar una obra de Lope con la Joven Compañía?”, a lo que respondo “¡Sí!” sin chistar. “¿Cual?”, es mi siguiente pregunta; “La Cortesía de España”, me responde Helena, e inmediatamente ambos estallamos en risas. “¡Ya verás como te gusta!” me aseguró Helena. Y efectivamente, me enamoré de la obra a la primera lectura. A partir de ahí todo fue rodado: me fuí familiarizando con la obra, con el verso de lope, con sus formas estróficas (ten en cuenta que se trataba de mi primer montaje a partir de un texto del Siglo de Oro), asistí un tiempo a los talleres de interpretación, verso, canto… que estaba realizando la compañía… A partir de aquí realicé la distribución de los personajes y… empezamos los ensayos. Yo siempre me he sentido muy cómodo con el verso, tengo la sensación de tener el camino trazado, es como circular por las vías del tren: el color, el ritmo, el tono, la respiración… todo está escrito. Sólo hay que descifrar el código y hacerse amigo del texto, aprehenderlo. Lo demás surge sólo. Por otro lado, en La Cortesía de España, Lope despliega todos sus encantos: el verso transita de lo más lírico y espiritual a lo más pragmático e, incluso, grotesco. Hay comicidad, intriga, romance… Todo con una profunda emoción y una descarada sensualidad. ¿Donde estaba escondido? ¡Hay muchos textos de Lope que esperan a ser contrastados con el público de hoy! A mi desde luego me han quedado muchas ganas de repetir.
También he tenido claro desde un principio que el proyecto tenía un componente pedagógico. Con lo cual, el resultado era el objetivo (¡importantísimo!), pero también era importante el proceso, la formación de las actrices y los actores de la compañía.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Estoy trabajando en un monólogo con Mónica Glaenzel. Se trata de M.A.R.I.L.U.L.A, un texto de Lena Kitsopopulu, una joven autora griega interesantísima. Una mujer y un país en crisis. Algo muy cercano. Y también tengo algún que otro projecto que siento no poder desvelar hasta que los teatros no hagan pública su programación.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
¡Cómo les va a sentar! Pues muy mal. Y a las pruebas me remito. Por un lado los números cantan: la asistencia del público a los teatros ha descendido peligrosamente, y por otro, aunque todos hacemos esfuerzos para disimularlo o compensarlo, la producción y la factura (el aspecto…) de los espectáculos está empezando a decrecer. Ya hace tiempo que empiezan a proliferar los monólogos, los espectáculos con sólo dos actores, con escenografías sólo “insinuadas” o con cámara negra… Lo positivo es ver como la gente no deja de trabajar, de luchar aunque no sea en las condiciones óptimas…
¿Cómo es la realidad teatral ahora en Barcelona?…
No muy distinta de la que se vive en Madrid. Por un lado, los que estamos trabajando más o menos regularmente, estamos luchando por hacer el teatro que nos gusta e intentando preservar los derechos y las condiciones de producción adquiridos a base de largo tiempo de esfuerzo y tesón. Y por otro, están surgiendo voces nuevas que luchan por encontrar donde expresarse: nuevos y muy interesantes autores, directores, actores… Hay la sensación de que se está gestando algo nuevo: nuevas formas de expresión, de producción… pese a lo dificultoso del momento.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
El caballero de Olmedo de Lluís Pasqual, por la poética de Lluís, por la Machi, por el flamenco, por la persecución de la belleza…; La verdad sospechosa de Helena Pimenta, por su melancólica asertividad, por lo bien que explica la historia Helena, por proporcionar diversión a partes iguales, por mis amigos David Lorente y Marta Poveda…
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Ir a la búsqueda de lo comprometido sin dejar de ser lúdicos.
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28 de abril de 2014 | Categorías: ENTREVISTAS | Tags: "La Cortesía de España", “La verdad Sospechosa”, Carme Elías, Dakota, David Lorente, Dispara/Agafa Tresor/Repeteix (Dispara/Coge Tesoro/Repite) de Mark Ravenhill, El Caballero de Olmedo, El ventall de Lady Windermere (El abanico de Lady Windermere) de Óscar Wilde, Helena Pimenta, Institut del Teatre de Barcelona, Joan Montanyès, Jordi Galcerán, Jordi Sánchez, Josep María Mestres, Klowns, Kràmpack, La casa dels cors trencats (La casa de los corazones rotos) de Bernard Shaw, Las variaciones Goldberg de Tabori, Lena Kitsopopulu, Llibertat! de Santiago Rusiñol, Lluís Pasqual, M.A.R.I.L.U.L.A, Marta Poveda, Mónica Glaenzel, Nit de Reis (Noche de Reyes) de Shakespeare, Pere Planella, princesa de Borgonya de Gombrowicz, Purgatorio de Ariel Dorfman en el Matadero, Teatre Lliure, Teatre Nacional de Catalunya, Un matrimonio de Boston de Mamet, Un mes al camp (Un mes en el campo) de Turguéniev, Unas polaroids explícitas de Mark Ravenhill, Viggo Mortensen, Yvonne | Deja un comentario
CAROL LÓPEZ nos habla sobre su trayectoria como autora y directora
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la dirección?…
Desde que empecé los estudios de Dirección y Dramaturgia en el Institut del Teatre de Barcelona, tuve la suerte de poder compatibilizarlos con trabajos en el teatro: desde auxiliar de producción, road manager y ayudante de dirección, faceta en la que estuve involucrada hasta mucho tiempo después de haber terminado los estudios.
¿Tu trabajo en el teatro y lo has compatibilizado con otros cometidos?…Háblanos de ello…
La verdad es que desde que empecé a dirigir, he tenido la suerte de poder dedicarme casi exclusivamente al teatro. Lo he compatibilizado con clases y artículos en prensa. También he dirigido una telemovie, basada en un texto mío, Hermanas.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…
Positiva, en el sentido de que he sido muy libre en todo lo que he hecho. La parte negativa es que no se me acumulan los proyectos encima de la mesa. Pero no me quejo. Me dedico a algo que me apasiona y de momento, vamos trabajando…
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
Depende. A veces, me nace a mí una idea para una historia, otras, me ofrecen una sala y una fecha de estreno y entonces me pongo a pensar, otras es un encargo que consigo hacerme mío… Me animan siempre el contar una historia y encontrar los cómplices para contarla.
¿Ha sido importante tener unos colaboradores habituales en los equipos artísticos y técnicos?…
Eso me parece positivo siempre, sin descartar el conocer a nuevos cómplices de viaje. Pero es cierto, que soy de las que repito con los habituales, siempre que nuestras agendas lo permiten.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
A finales de enero del año anterior, estrené Hermanas en el Teatro Maravillas, que ha estado de gira hasta ahora y en diciembre, empecé los ensayos de El viaje.
Además, imparto clases en Escac.
También me he sacado el carnet de conducir, proyecto personal largamente aplazado.
Háblanos sobre tu puesta en escena de El viaje a ninguna parte…Del proceso…
Probablemente, es la obra más difícil a la que me he enfrentado hasta el momento, por su multiplicidad de espacios, saltos de tiempo, transiciones, diversidad de personajes…
Pero, desde el principio tuve claras dos cosas: encontrar una familia creíble y ser muy teatrales en la puesta en escena. Ha sido un proceso muy placentero, con un equipo tanto actoral como artístico, dispuestos a jugar todos a una. Y eso creo que se refleja en el resultado final.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Muy negativamente. Hay mucho temor, menos riesgo…
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
El último que he visto es El caballero de Olmedo y me fascinó la dirección. No se me ocurre otra manera mejor de montar esta función.
¿Cómo es la situación teatral en Cataluña en estos momentos?…
Pues con el miedo del 21%, apostando por obras más claramente comerciales en las salas grandes y con pequeñas joyas que emergen el off más off, algunas de las cuales encuentran el salto a otras plataformas.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
Esta es una carrera de fondo y el triunfo está en la capacidad de resistencia. El teatro, como se dice en El viaje, no morirá nunca, pero este gobierno nos está sometiendo a una agonía lenta y dolorosa.
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25 de marzo de 2014 | Categorías: ENTREVISTAS | Tags: Carol López, El Caballero de Olmedo, El viaje a ninguna parte, Escac, Hermanas., Institut del Teatre de Barcelona, TEATRO MARAVILLAS | Deja un comentario
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