Marta Buchaca: Creo que la obra no está acabada hasta que se prueba con los actores.
¿Cómo surge el proyecto de Las niñas no deberían jugar al fútbol?…
Pues fue un encargo del Festival Grec. Lo estrené en 2010 en el Festival y después hizo temporada en Barcelona y una gira por Cataluña.
¿Cómo ha sido el proceso de escritura del texto?¿Ha cambiado tu visión del texto a partir de la lectura hecha en la puesta en escena?…
Yo siempre acabo el texto en el escenario. Creo que la obra no está acabada hasta que se prueba con los actores. Cuando la ensayé en Barcelona cambié cosas del texto, y aquí en Madrid también lo he hecho. Es la manera de que la obra esté viva. Además, con cada elenco descubro nuevas cosas del texto.
¿Opinas como algunos autores que no hay que publicar un texto hasta verlo estrenado?…
Totalmente de acuerdo. De hecho, ahora publicamos el texto en Ediciones Antígona y han esperado hasta la última versión, la de después de los ensayos, para publicarlo. Y eso es fantástico, porqué una vez ensanyada la obra cambia mucho.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como autora?…
Pues la verdad es que estoy muy contenta. Litus fue un gran éxito y el proceso fue muy bonito. La ensayé con actores afines, en la Sala Flyhard, sin ningún tipo de presión y fue un lujazo. Además, tuvimos la suerte de que la obra tuvo una fantástica acogida y Lluís Pasqual decidió programarla en el Teatre Lliure. Es sin duda uno de mis mejores textos. Me encantaría que se pudiera ver en Madrid. Mi última obra, Losers, es una comedia que nació en el Torneo de Dramatúrgia de Temporada Alta y que se estrenó en la Sala Villarroel la temporada pasada y también estoy muy contenta del resultado.
¿Cómo ves la autoría teatral en estos momentos en nuestro país?…
Pues goza de buenísima salud, aunque creo que necesitamos más interés por parte de los teatros públicos. Creo que se sigue teniendo un cierto miedo a estrenar lo de aquí, aunque es cierto que en los últimos años hemos avanzado mucho, todavía queda camino por recorrer.
Ahora mismo los autores de aquí están haciendo trabajos interesantísimos. La dramatúrgia catalana también está dando obras muy interesantes. De hecho, cuando he presentado Las niñas no deberían jugar al fútbol en Europa siempre me han comentado que la dramatúrgia catalana y española es de lo mejor que hay ahora mismo a nivel mundial. Esto pasa a menudo. Se valora más des de fuera que des de dentro.
Ahora, por suerte, sí que veo que empieza a crearse un puente Madrid-BArcelona que era necesario y que es muy interesante. A mí me gustaría estrenar tanto en Madrid como en Barcelona. Supongo que a partir del estreno del Canal se verán más obras mías aquí. De hecho, ya tengo algunos proyectos, de los que, evidentemente, todavía no puedo hablar.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
Los recortes han hecho que la gente no deje de hacer teatro, al contrario. Pero tendemos a hacer teatro con una mano delante y otra detrás y esto es desastroso para la cultura. Lo del Iva no tiene nombre.
Alguna sugerencia para crear en tiempos de crisis…
Crear. Crear y crear. Escribir, hacer, no rendirse nunca.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
He visto En el desierto, un espectáculo de danza precioso con textos de Guillem Clua y Pablo Messiez, que son dos de los dramaturgos más interesantes que hay ahora en España.
¿Proyectos?…
Ahora mismo estoy escribiendo un musical con Jordi Galcerán y nos lo estamos pasando de maravilla.
Fran Calvo nos habla de sus múltiples proyectos para la escena
¿Cómo surge la propuesta que presentáis en Surge Madrid?… Estábamos buscando un teatro para estrenar «Constelaciones» en Madrid y en cuanto se lo comentamos a Fernando Sánchez-Cabezudo nos abrió las puertas de Kubik Fabrik, sala que participa dentro del festival y presentamos la obra al festival a través de ellos.
Háblanos de la obra…De tu personaje…Del montaje… «Constelaciones» es un texto maravilloso. Su autor es Nick Payne, un joven dramaturgo inglés que estrenó en la sala pequeña el Royal Court (Londres) en 2012. La reacción de público y crítica fue excelente y la obra fue transferida a un gran teatro del West End.
Es una historia de amor entre una profesora de física cuántica de Universidad (Inma Cuevas) y un apicultor urbano. A partir de ahí el autor teje un entramado de universos paralelos y vemos las infinitas posibilidades que se pueden dar en esta relación. Es una dramaturgia ágil y con una estructura muy particular.
El personaje que interpreto es Roland, el apicultor urbanita. Es un jóven empresario que ha dejado el campo por la ciudad, y trabaja fabricando polen y miel.
El montaje está dirigido por Fernando Soto. Es una propuesta muy limpia, despojada de artificio y basada sobretodo en el trabajo de los actores, con el espacio escénico practicamente vacío. La luz juega también un papel muy importante en este espectáculo. Creo que Fernando nos ha facilitado mucho el trabajo con una propuesta liberadora pero exigente, que capta perfectamente la esencia del texto, y con un trabajo de movimiento escénico (a las órdenes de Antonio Gil) que ayuda a construir y apuntalar la obra, que tiene más de 50 transiciones. Es todo un viaje emocional.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?… Cada proyecto tiene un origen distinto. En algunos casos te llaman y te proponen algo concreto y cerrado, y en otros debe nacer de uno mismo. Considero que es nuestra responsabilidad como actores mantenernos activos y no parar en la búsqueda de nuevas historias y nuevas formas de contar las cosas.
Particularmente, lo que me anima a embarcarme en un nuevo proyecto (teatral) es un buen texto y el equipo de trabajo que lo forme. Hay por supuesto otras variables que afectan pero, sin duda, para mi esos son pilares fundamentales.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?… En Estados Unidos, en el año 2002, con un montaje de «Los cuentos de los Hermanos Grimm».
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria en teatro?… La verdad es que nunca me paro a hacer balance. Intento siempre mirar hacia delante. Estoy en una etapa muy feliz de mi vida, personal y profesionalmente, y estoy muy ilusionado con todo lo recorrido en estos dos últimos años, pese a las circunstancias de nuestro sector y pese al enorme esfuerzo y desgaste que esto supone a veces.
«Constelaciones» es uno de los mayores retos en los que he podido trabajar en mi trayectoria profesional, y estoy disfrutándolo intensamente, pero creo que para llegar a este punto y con los matices y trabajo que requiere la obra ha sido de vital importancia pasar por un recorrido profesional y una experiencia vital de muchos años viajando, conociendo distintas culturas y observando lo que tenía alrededor.
¿Cómo creas los personajes?¿Tienes un método?… Bueno, hay una mezcla de componentes. Para mi todo parte de un buen análisis del texto. Una vez tengo claro ese esqueleto textual, combino un trabajo de observación y documentación, para luego materializarlo en ensayos con propuestas concretas a nivel formal y con un trabajo de imágenes. Un profesor mío siempre nos decía que «oír es ver lo que se dice, hablar es extraer imágenes visuales». Esas imágenes mentales crean un estado de ánimo que nos harán sentir.
Me gusta hacer también siempre un trabajo previo sobre el ritmo interno y la energía del personaje antes de darles vida y antes de confrontarlo con el resto. Y a partir de ahí, todo debería ser juego y exploración. Es muy rico llegar con ese trabajo previo a los ensayos y sorprenderte, y jugar y equivocarse, y «afinar al personaje» en el proceso.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?… Muchos, la verdad. Teatralmente ha sido un año de mucho trabajo y ahora que lo pienso, creo que necesito unas vacaciones jajaja
He trabajado con Gabriel Olivares en un vodevil francés que se llama «La caja», de Clèment Michel y con el que hice 2 temporadas en el Teatro Lara el año pasado; también la pasada temporada estuve en una adaptación del clásico de Strindberg «La señorita Julia», bajo versión y dirección de Miguel Angel Cárcano; «El feo», una comedia ácida del alemán Marius von Mayenburg, que se presentó en Matadero Madrid dentro del festival Fringe 2013, dirigida por Paco Montes y que retomaremos este mismo verano; un nuevo proyecto de Teatro En Serie que se llama «La casa de huéspedes», escrita por Luis López de Arriba, y que son obras de teatro por capítulos en espacios no convencionales; y las 2 obras que tengo actualmente en cartel: «Tape», que llega a la sala grande del Teatro Lara el 22 de mayo, y «Constelaciones», con la que tenemos de momento cerradas 6 únicas fechas entre mayo/junio en la Sala Kubik Fabrik, también en Madrid.
Como director he montado el año pasado «Secundario», un monólogo que protagoniza Antonio Velasco y que acaba de volver a la cartelera madrileña, a El umbral de Primavera, todos los viernes de Mayo. Un emotivo homenaje a los cómicos y al teatro.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
No me da mucho la cabeza para pensar en nuevos proyectos ahora. Me ha llegado algún texto que tengo pendiente leerme pero hasta otoño no me planteo nuevos proyectos. Creo que es bueno oxigenarse, dedicarme plenamente a todos los montajes en los que tengo la suerte de estar trabajando ahora y dejar que lleguen nuevos aires.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?… Terriblemente. A consecuencia de los recortes y de un IVA desproporcionado, cada vez existe más precariedad y el tejido profesional es difícilmente sostenible. Confío que las conversaciones que se llevan manteniendo desde hace tiempo para regular el tema del IVA cultural sean satisfactorias y que lo veamos pronto. No obstante, el daño está hecho y tristemente se ha perdido gran parte de un trabajo de muchos años y de muchas personas, no solo en las grandes ciudades, sino a nivel de giras y producción teatral en focos alejados de Madrid y Barcelona.
¿Qué te parece la iniciativa de Surge Madrid?… Toda iniciativa que promocione el teatro me parece positiva. Con este festival en particular, y con el despliegue masivo de estrenos que anuncia me siento más escéptico. Me pregunto si realmente creará público para el teatro alternativo madrileño, es decir, si conectará con el público que habitualmente o el resto del año no es asiduo de las salas alternativas, o si solo hará que el público habitual se tenga que multiplicar para ver más obras en un mes. Para mí ahí radica el éxito de un festival con estas características. Que trascienda al público que de otra forma no iría a (o no conoce) las salas alternativas.
¿Cómo ves la situación teatral en estos momentos en nuestra ciudad?…¿En nuestro país?… Muy fértil e ilusionante a nivel creativo pero preocupante en términos de sostenibilidad y apoyo Institucional.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?… Me vienen a la cabeza «Un buen día», de Dennis Lumborg, un monólogo protagonizado por Bruno Ciordia que estuvo en El Sol de York y que me pareció un soberbio trabajo de construcción de personaje, de capas y de pincelada fina para un texto demoledor; la versión de «El caballero de Olmedo» que ha dirigido Lluís Pasqual, que tuve ocasión de verla en el Pavón hace un par de meses, por su minimalisto elegante, la musicalidad y la frescura en la propuesta; y por último «Entre Actos», una historia de amor de dos mujeres que está en La casa de la portera, y que me pareció la definición perfecta de sutilidad y sensibilidad en el trabajo, con el público a un palmo de distancia. Muy recomendables las tres.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
Mucho amor, paciencia, esfuerzo, sacrificio y deseo de seguir haciéndolo, le pese a quien le pese.
Los componentes de Ricci/Forte nos hablan de la filosofía de su trabajo el día de su presentación en Casa Encendida-Escena Contemporánea
Balance de vuestra trayectoria…
Las sumas, los balances, son actitudes ego-referenciales que dejamos pendientes para el momento de retiro en la montaña encantada. Hay demasiadas ocasiones de reflexión que el Hoy nos escupe encima como para sacrificarlos hacia un análisis personal de ruta. El proyecto Ricci/Forte – desarrollado en el 2006 como ensemble – avanza en continua metamorfosis, enfocando, en cada etapa, las modalidades del viaje: la investigación trasversal sobre el cuerpo emotivo contemporáneo junto a una visión que transfigura la realidad minima en la que nuestra existencia está envuelta para exaltar una mirada diferente, que pone la fantasía como un baluarte que hay conquistar, cueste lo que cueste.
¿Cómo surge el proyecto que presentáis en Escena Contemporánea?…¿De qué va la obra?…
Macadamia Nut Brittle surge desde las cenizas de un evento luctuoso privado. En las consideraciones preliminares del proyecto, comenzado con las lecturas de Dennis Cooper sobre los limites que hay que superar para calmar un sufrimiento y amortiguar los reflejos hasta la auto-destrucción a través del sexo, nos encontramos involucrados en primera persona con el tema de la perdida. Qué queda y como sobrevivir cuando alguien que ha formado parte de ti te abandona? Nuestras madres, afectadas por el cáncer se apagaban en una cama de hospital y la investigación ha cogido un camino que intentara obtener respuestas sobre aquello que queda de la esencia de un amor, cuando esto materialmente se extingue. Como se sobrevive a un tsunami de tales proporciones.
Macadamia Nut Brittle, nombre de un celebre helado, se ha convertido en la metáfora de esta aventura que es la Vida, en la que – exactamente como los helados – nos derretimos y nos solidificamos en formas distintas cada vez para gustar a los demás: en cada abandono nos recompactamos y volvemos a encontrar esa sonrisa para resistir. No hay crueldad o al menos, si está presente, existe porque de por si es tremendamente brutal lo que nos rodea: la dificultad de comunicación, los sueños rotos, el amor. Las series tv, los dibujos animados se convierten de esta manera en nuestros amigos, aquellos que nunca te abandonan cuando todo el mundo se aleja de ti. Los personajes de las tele-series se transforman en nuestra balsa salvavida que, junto a una excesiva y casi maniática colección de relaciones sexuales inútiles intentan llenar ese abismo debajo del esternón en que nos hemos transformado.
¿Cómo fue el proceso dramatúrgico y de montaje de la obra?…
“Cada hombre es un abismo, da vértigo si se mira en su interior.” (Georg Büchner). Ha comenzado por la elección de las personas. Al lado de un elemento estable y solido del proceso, Anna, le hemos acercado tres nuevos performers (Giuseppe, Andrea y Fabio) que desde entonces son fundamentales para cada proyecto. Pero en 2009 se acercaban por primera vez a nuestro mundo, hecho de improvisaciones y caídas en el vacío sin red de seguridad. Justo desde esta desestabilización hemos avanzado vendados hacia un periscopio-sonda del bagaje emocional individual, en búsqueda de una huella para dejar encima del escenario que estuviese lo más cerca posible de la experiencia personal, sin esconderse detrás de las armaduras de los personajes que hasta ese entonces los tres chicos habían encontrado. La fragmentación, las visiones que explotaban durante el periodo de ensayos y que se entrelazaban con los conceptos-guía en un primer momento los han aturdidos pero lentamente se ha ido componiendo un lenguaje sensorial que ha amplificado el sentido de hacer teatro.
¿Conoces la obra de otros creadores contemporáneos en España?…
Excepto a Rodrigo Garcia, Calixto Bieito, Angelica Liddel, Alex Rigola y Lluís Pasqual, cuyos trabajos tuvimos ocasión de conocer en varios festivales internacionales, no hemos tenido la ocasión de sumergirnos en los fermentos de la investigación contemporánea de este País.
¿Qué opinas de la programación de Escena Contemporánea XIII?…
El Festival goza de una estupenda reputación y las elecciones hechas por su actual director artístico Salva Bolta en esta ultima edición declaran una mirada curiosa hacia Europa y una voluntad de mantener contacto con las instancias de un continente que, a pesar de la crisis económica, sigue produciendo excelentes resultados. Con los recortes a la Cultura que están matando al espectáculo en vivo, participar en este festival es, ademas del perfil artístico, el testigo de una resistencia activa. También debemos agradecer por esto al Instituto Italiano de Cultura de Madrid.
¿Qué función crees que ha de tener hoy la creación contemporánea para la sociedad en la que vivimos?…
Germinar dudas, provocar reflexiones con un ritmo de absorción gradual. Sintonizarnos con el tiempo presente probando a rascar el estado soporífero intelectual y ético en los que flotamos desde hace tiempo inmemorial.
¿Qué te motiva o inspira para realizar proyectos que mostrar en vivo?…
Afloran como burbujas ulcerosas a la superficie, piden atención. Las inspiraciones, las sugerencias, las necesidades de construir una selva de señales para decir en voz alta aquello que demasiado a menudo se susurra en una botella. Nos gusta más bien un teatro sabroso y especiado como la sopa de las brujas que un caldito soso de los teatros de tapicería.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro para la escena alternativa?…
Ya han metamorfoseado pesadamente la escena teatral contemporánea. No creemos que la solución o una progresiva vuelta de tortilla a las cosas aparezca en tiempos breves. Está claro que los innumerables recortes a las subvenciones han obligado a muchas estructuras a volver a reorganizar sus propias temporadas en términos mediocres, para no ahogarse. Esto ha llevado también al cierre de espacios y manifestaciones que han castigado a los grupos que, como nosotros, se mantienen sin ninguna ayuda estatal. Es un mal y una regresión nacional, que empuja a los jóvenes a intentar re-dimensionar su propio afán de hacer proyectos en favor de una posible visibilidad, siempre más quimérica, y una mercantilización del pensamiento.
¿Cómo ves la creación contemporánea en el lugar donde trabajas?…
Es fascinante e inaguantable como mirar un eclipse permanente de sol. Aparte de algunos guardianes, el cementerio se llena de lapidas cada día. Demasiados fallos: la vieja investigación de los años pasados ha monopolizado algunas regiones y puesto en trinchera a viejos críticos detrás del polvo de una investigación conceptual anacronistica, que boquea debajo de una cortina de oxigeno absolutamente auto-referencial. Los jóvenes críticos que hacen germinar un blog cada día como las setas después de un aguacero, creen abrirse camino adoptando los vicios de quienes los han precedido, no por ultimo el itálico defecto de los compañeros de meriendas que celebran bacanales para parientes y amigos de botellón. Ese “Bel Paese” que nunca se ha movido de las imágenes de las películas de Germi. Solo que en ese entonces todo era más genuino, sincero, ahora todo está envuelto por un hipócrita velo radical de izquierdas que empequeñece aun más. En este pantano hay algunas informaciones que estimamos y que intentan mostrar su propia visión La fatiga es titánica, y en esto no podemos hacer otra cosa que sentirnos participes ya que la vivimos cada día sobre nuestra piel.
¿Alguna idea para seguir creando en tiempos de crisis?…
Darnos cabezazos para impedir al caos de desperdigarnos en las tinieblas de la insensatez cómoda de nuestro país. Obstinados y armados, hemos testimoniado nuestra receta para tiempos de crisis montando un trabajo con 16 performers en escena, IMITATIONOFDEATH, que hemos estrenado el pasado noviembre en el RomaEuropa Festival. Cuando todo el mundo te sugiere preparar monólogos de fácil comercialización, ya estás hacia el “faldistorio”. Lucidez y honestidad de intentos + una desvergonzada pureza de mirada son las armas que utilizamos en contra de la horda barbara que empuja detrás de nuestras puertas: desvanecerá en su propia inconsistencia. Darnos cabezazos para impedir que el caos nos desperdigue en las tinieblas de la insensatez cómoda de nuestro país.
¿Proyectos?…
Continuar mirandonos en el espejo, sonriendo por haber conseguido entender, otra vez, adonde no queremos ir.
Más info de la Compañía en:
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