Piezas de otro mundo por ti en Microteatro por dinero
Microteatro por dinero se ha convertido en uno de los formatos más imitados escénicamente en los últimos tiempos. La ciudad de Madrid y otras del país están trufadas de piezas breves que se muestran en recónditos espacios. Este mes, Microteatro por dinero ha tenido el tema de «Por ti» como estímulo para las historias que han representado en su peculiar teatro. Acudir a Microteatro es una experiencia que siempre depara satisfacciones…Se descubre un autor o una directora…Se ve por primera vez una intérprete desconocido que tiene energía y magia…Y sobre todo, se encuentra uno, allí, a profesionales de larga trayectoria que se quieren medir con ese espacio mínimo en el que han de cohabitar con el público. En esta ocasión he transitado por piezas de la sesión de tarde y la golfa…
En la tarde he de destacar los trabajos de Juan Meseguer, Lola Blasco, Nancho Novo, Miquel Mars y en la golfa a Sonia Sebastián, Estefanía de los Santos, Rodrigo Poisón o José Ignacio Tofé…acompañados en todas ellas de un buen grupo de jóvenes promesas escénicas.
Todas las historias tenían algo en común, la necesidad de creer en algo externo que nos hará libres y nos llevará a la felicidad eterna, para ellos, los personajes no escatimarán recursos y locura que, al final, no les sitúa en ese tiempo de calma zen si no en una vida al borde del precipicio y la locura con terribles consecuencias, en algunos casos divertidas.
Adolfo Simón
Richard Collins-Moore: Cuando te sientas en una butaca es para que te levantes de ella alterado y/o dispuesto a reflexionar.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Empecé por el año 1993. En el ’92, haciendo un trabajo de animación en un barco crucero atracado en el puerto de Barcelona, conocí a dos actores (uno catalán y otro italiano, parece un chiste…) y decidimos formar una compañía de teatro. Nos llamábamos Los Los y creamos a lo largo de unos 8 meses y a partir de la improvosación – fuimos muuuuy lentos – un espectáculo que empezó a ganar premios y buenas críticas. Fue un comienzo muy afortunado, la verdad, aunque…
¿Realizaste otras facetas además de la actuación?
…dentro la compañía yo hacía «los números», es decir la parte de la contabilidad, y me encargaba del tema de la distribución. Vi ya desde mis inicios que eso de tener una compañía propia de teatro es una locura que requiere mucho esfuerzo, a pesar de «disfrutar» del IVA al 16%. Al cabo de cuatro años me quedé agotado y pasé a trabajar con la compañía Dagoll Dagom. Cuenta ajena, salario fijo mensual. Un sueño…
¿Qué es el teatro para ti?…
Vivir intensamente durante el tiempo que estás encima de un escenario.
¿Por qué haces teatro?…
¡Buf! Dios sabrá… Es algo así como una atracción fatal. No sabes bien por qué lo haces pero lo necesitas.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…
Siempre he dicho que soy el actor guiri más afortunado de España – siempre con los altibajos que sufrimos todos – pero aún así me han dado papeles de cierta envergadura dado mi perfil y estoy muy contento y agradecido. He hecho de todo, hasta un par de zarzuelas…
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?…
Esta pregunta parece invitar una respuesta sobre la capacidad revulsiva que tiene el teatro. La oferta teatral es amplia y responde a criterios que van desde la denuncia al puro entretenimiento. Cualquiera vale en cualquier momento y no soy nadie como para decir el teatro tiene que ser así o asá. Creo que lo esencial, al menos por lo que a mí se refiere, es que cuando te sientas en una butaca es para que te levantes de ella alterado y/o dispuesto a reflexionar.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?… Háblanos de ellos…
El último año ha sido el año de La Llamada que ha estado de gira después de su inesperado éxito en el Teatro Lara (al que hemos vuelto esta temporada para estar un buen rato más). Aparte de La Llamada hemos empezado un proyecto con la dramaturga María Velasco y el director Diego Domínguez, Infamia, una especie pseudomusical tragicómico sobre Oscar Wilde que parte de las actas judiciales del proceso al fue sometido el escritor.
¿Cómo surgió tu participación en la obra La llamada?…Háblanos de este trabajo…
Me llamó un día Javier Ambrossi (co-autor y co-director) al que conocí en la producción del Teatro Español de Beaumarchais a las órdenes de Flotats. Cuando me explicó lo que se me pedía (hacer de Dios que canta por Whitney Houston) me quedé como cualquiera se quedaría: extrañadísimo. Me presenté a la primera lectura con cuatro maravillosas actrices y con cierto sentimiento de incredulidad y salí de ella con una sonrisa de oreja a oreja pensando «¡A por ello, oiga!» Todos nos lanzamos a lo kamikaze y fíjate si teníamos razón… Siempre me dicen, «No sabía que cantabas». Y qué bien que ahora se sepa, porque es una pasión mía.
¿Cómo creas tus personajes?…¿Tienes un método?…
Poco misterio, la verdad. Se trata de créerselo. Si no me lo creo yo, ¿cómo voy a querer que me crean?
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Mal, mal, mal. Sin más. De todas maneras el gran problema sigue siendo que los ayuntamientos tienen mucha jeta a la hora de pagar.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Confieso que voy poco al teatro. Me vienen a la cabeza dos montajes: Sexpearemente de Sexpeare por su locura, su alegría, su personalidad propia e inconfundible, su amor incondicional por el teatro y su voluntad hacer de cada montaje suyo un acontecimiento insólito que te saca de tus casillas. Y El Tesorero, montaje de José Ignacio Tofé que vi en la Pensión de las Pulgas y ahora está a punto de estrenarse en El Teatro Lara. Una comedia con dos actores sobre el omnipresente caciquismo que nos invade la sobremesa a diario.
¿Proyectos?…
Hay Llamada para rato y a mover lo de Infamia, que puede que aparezca a prinicipios del 2015. Ya os diré…Se podrá ver en este mes de enero en Nave 73.
Dinero y poder en La casa de la portera
Todos tenemos un precio, todo se compra y se vende, es algo tan antiguo como la humanidad.
El dinero da poder y el poder pide contraprestaciones.
Vivimos tiempos donde solo vales por lo que tienes y eso pervierte a las personas.
Hay un programa doble perfectamente situado en el mismo día de programación en La casa de la portera que nos habla de todo esto, mirando al pasado reciente y haciendo una radiografía de la actualidad.
El tesorero de José Ignacio Tofé
Estamos cansados de leer en la prensa las mil y una fechorías que realizan nuestros dirigentes cuando han de administrar el dinero destinado al bien de la ciudadanía, curiosamente, casi nunca va destinado a los contribuyentes, se queda en el camino, en reparto de influencias entre amigos y familiares de quien corta el bacalao. Solo podemos especular entre las noticias, las declaraciones de los acusados y lo que a veces se vislumbra en los juicios. Y como la mentira es la moneda de cambio de estos tiempos, pues nunca sabemos realmente qué pasó y nos quedamos con la duda instalada en el cuerpo. En El tesorero, se nos permite entrar en la intimidad de los personajes que deciden y trafican con los presupuestos y los objetivos pensados para estos. Gracias a la torpeza de un ministro, podemos descubrir el nivel de necedad y perversidad que les mueve a los que manejan los hilos y toman las decisiones. Los unos por los otros, terminan demostrando que el ser humano es un pobre muñeco de cartón fruto de sus debilidades. Hay actores en escena, José Navar y Mario Tardón que juegan hasta el final para, con toques esperpénticos, hacernos disfrutar del mal trago de conocer los entresijos del poder.
Trinidad de Ana F. Valbuena
Isaac Chocrón fue un autor poco valorado mientras vivió, sus obras siempre han mostrado una visión diferente de la realidad, enseñando muchas veces que tras los personajes sencillos se esconden monstruos. En Trinidad se juega a la doble acepción de este nombre, por un lado, hay un personaje que se llama así y conforme avanza la trama, los seres que habitan un mundo creado como un traje a su medida, conforman una nueva trinidad de difícil existencia. Hay un interesante texto creado por Ana F. Valbuena a partir de Okey de Chocrón que traslada la acción a los sesenta-setenta del siglo pasado de nuestra sociedad franquista, con todo lo que suponía ser diferente entonces y los secretos que había que tener para existir. Vivir en un mundo creado para sobrevivir a la falta de libertad de afuera crea otras reglas de juego, a veces, muy peligrosas ya que se corre el riesgo de establecer toxicidad en las relaciones. Aquí también se instala un nuevo poder en la sombra del que siempre saca partido el más fuerte. Es curioso comprobar cómo, La casa de la portera, puede seguir alojando a seres de hoy en día metidos en sus despachos fraudulentos o a frágiles personajes sacados de revistas antiguas y mostrarnos su realidad de entonces, no tan diferente a la de hoy. Hay tres actrices deliciosas en Trinidad…Cristina Bernal, Marta Guerras y Lorena Toré dirigidas con sensibilidad y aplomo por Nacho Sevilla.
Salgo esta vez de esta sala imaginando a Rita Pavone dejando su corazón clavado con alfileres sobre la mesa mientras tararea Cuore.
Adolfo Simón
La hora golfa del Microteatro por dinero
A veces, se piensa, erróneamente, que en las programaciones paralelas en los espacios escénicos, habrá trabajos menores…Pues en este caso, lo que se puede disfrutar en las funciones golfas de Microteatro por dinero está a la altura del resto de las pequeñas joyitas del lugar…Este mes el tema ha sido…Por nuestros clásicos…y en el pack del viernes y sábado había caprichos escritos y dirigidos por profesionales de reconocida trayectoria como Felix Sabroso, Carlos Molinero, José Ignacio Tofé y Verónica Larios…y el plantel de actores también era espléndido…Cecilia Solaguren, Eleazar Ortíz, Ana Villa, Jorge Monje, Aixa Villagrán, Manolo Soto y Las Grotesqués.
Adolfo Simón
Historias del Chiscón(HdC) en La Casa de la Portera
¿Por qué no echar pimienta a la mayonesa?…¿Por qué no mezclar churras con merinas?…¿Por qué no sumar y componer un puzle sobre la realidad que vivimos o con la que se nos viene encima a partir de textos de diferentes autores?…¿Es un disparate?…Puede ser…¿Y?…¿Qué harías si te quedase un minuto de vida?…Pues seguramente vaciar toda la mierda que llevamos en la cabeza. Y ese parece ser el hilo conductor de esta propuesta, en la que han tenido que poner en sintonía muchas historias montadas por varios directores…Y han debido congeniar porque no hay nada extraño o en desequilibrio que haga pensar que allí hubo problemas de comunicación. Miguel Ángel Cárcano, Quino Falero, Rulo Pardo y Diego Sabanés dirigien algunas de sus propias historias o en el caso de Quino Falero, las que escribió Denny Horror, Carlos Molinero y José Ignacio Tofé. Y todo junto, una vez llevado al punto, se transforma en un caramelo acido pegado al paladar de la boca, si, reímos pero por momentos se nos queda la risa congelada porque estamos riendo de aquello que nos duele y no entendemos…De este mundo en el que somos extraños en un paraíso del que, otros, tienen la llave…De nuevo un acierto en este espacio que se multiplica sin derribar paredes y sin instalar grúas que muevan al público, ya lo consigue la imaginación y el buen hacer de los intérpretes. Y al final…un OSCURO dicho a plena luz…Por un momento pensé que saldría Gila y diría aquello de…»¿Está el enemigo?… Que se ponga.»
Adolfo Simón
Debe estar conectado para enviar un comentario.