LA TARARA: Hacemos teatro para sacar a la luz lo que está oculto y «liarla» en un escenario, es un medio perfecto
¿Cómo surge la obra que presentáis en Espacio Labruc?…
Todo lo que hacemos nace con la idea de contar la realidad que nos rodea llevada al extremo, convirtiéndose en deformidad. Ese es nuestro principal interés. Nos inspiramos en casos de violencia real o temas oscuros de la sociedad. Sin ningún objetivo moral, solo como entretenimiento. En este caso hablamos de una familia desestructurada.
¿De qué referentes estéticos o temáticos os habéis nutrido para este trabajo?…
Somos unos mitómanos. Hay muchos referentes que nos obsesionan: Tadeusz Kantor, Samuel Beckett, Sarah Kane, John Waters, David Lynch, Harmony Korine o David Bowie, pero también nuestras abuelas o la prensa rosa. La conclusión a la que siempre llegamos es que la violencia de la realidad supera al teatro, el teatro es ficción.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que os embarcáis?¿Qué os anima a participar en ellos?…
Tenemos un enorme afán por contar la parte cruda de la vida, queremos mostrar lo peor de las personas. Nos interesan los casos más exagerados. Trabajamos pensando en el cine, la moda, la fotografía, el arte y en personajes como Marilyn Monroe o Sara Montiel, nuestros ideales de belleza. Todo surge de la curiosidad y las ganas de contar.
¿Cómo fueron vuestros inicios en el teatro?… ¿Cuál ha sido la evolución de vuestro trabajo?¿Cómo son los procesos de creación?…
Al principio éramos tres raros que descubrimos que pensábamos igual y teníamos la misma pasión por hacer un teatro fuera de lo convencional. Realizábamos piezas de teatro-danza y teatro de la crueldad de quince minutos en todo tipo de espacios. Nos interesaba el futurismo o la vida de Coco Chanel. Funcionamos muy bien entre nosotros, así que empezamos a pensar seriamente en hacer una compañía que englobara todo lo que nos interesa estéticamente. Siempre hemos colaborado con otros artistas, actores o bailarines como Chan Chia-hao, un amigo nuestro taiwanés que baila con bata de cola.
Así se conformó La Tarara con; Iván Fernández, Carlos Agudo, Marie Delgado, el escenógrafo Jose W Paredes y Ana Rocío Dávila como vestuarista. El Niño Adefesio es nuestra primera pieza de una hora y consideramos que representa a la perfección todo lo que somos y lo que queremos. Nos ha llevado a conseguir premios como mejores actores, mejor obra y mejor iluminación en festivales internacionales de México y Varsovia.
¿Por qué hacéis teatro?…
Hacemos teatro para sacar a la luz lo que está oculto y «liarla» en un escenario, es un medio perfecto.
¿Proyectos?…
Actualmente estamos de gira por España con «El Niño Adefesio» junto al actor Ricardo Mena. Tenemos una pieza de 15 minutos que estamos moviendo por distintos espacios no teatrales; «PORN, La Tragedia de la Mujer Cerda», sobre una chica que decide dedicarse al porno para poder operarse su cara de cerda y ser feliz y estamos preparando una nueva obra ; «BRATISLAVIA», sobre el mundo vampírico y las clínicas abortivas, «todo muy vintage».
Seguramente vendrán mañana en el Teatro Alhambra de Granada
El Teatro Alhambra inaugura el 2016 con la programación de un montaje local de calidad, a
cargo de la compañía La Bohemia, dirigida por Carmen Ruiz- Mingorance. El texto de Esther Pérez
Arribas se encuentra inspirado, según reza en el programa, en textos de Samuel Beckett, que la
autora transforma y retuerce hasta centrar un tema de especial relevancia en nuestra historia
reciente: los muertos por los paseíllos de la Guerra Civil. La premisa inicial es tremendamente
sugestiva, pues a lo largo de la puesta en escena el espectador asiste a la recreación de una serie
de diálogos imposibles entre muertos de la contienda que yacen enterrados en fosas comunes sin
que nadie les haya encontrado ni identificado todavía.
Bien asentada en la tradición del absurdo, y apoyándose en la reiteración obsesiva y la
angustia desde la incomunicación, la obra tiene la capacidad de conmover en su profunda tristeza,
y en el carácter tremendamente incomprensible de los diálogos que intentan mantener sus
personajes. La atmósfera creada por los sucesivos parlamentos es un curioso mosaico de dejà vus
que consiguen emocionar al espectador. Con dos personajes sólidamente dibujados (Cipri y Pepa,
de cuyas vidas anteriores a la contienda llegaremos a saber retazos) y otros dos algo más
desenfocados y confusos, el cruce de parlamentos imposibles es exitoso a la hora de mostrar la
tragedia de la imposibilidad de descansar cuando se ha muerto en un conflicto como el de nuestra
Guerra Civil y en las circunstancias de injusticia y agravio en las que tantos lo hicieron.
Hay muchos factores a favor a la hora de disfrutar el montaje: la impresionante
escenografía, llamativa y muy bien pegada al texto (trabajo de Juande Martín) y la interpretación de
las dos protagonistas, Cristina Carrascosa e Inma González. La dirección de Carmen Ruiz-
Mingorance sabe ser sobria en el dolor, y dosifica de una manera muy acertada la tensión de un
texto rotundamente trágico.
Rafael Ruíz Pleguezuelos
La voz de nunca dentro de Territorio Danza en Cuarta Pared
Samuel Beckett y “Esperando a Godot”. “Esperando a Godot” y Samuel Beckett. Obra repetidamente representada y que, sin duda, cabe en nuestra lógica esperar que se siga representando. Misma pregunta, sin obsolescencia programada, planteada una y otra vez en cada función, cada país, cada época: ¿a qué estamos esperando?
Hemos tenido la gran oportunidad de plantearnos de nuevo y novedosamente esta eterna cuestión en la duodécima edición de Territorio Danza, en la Sala Cuarta Pared, con “La voz de nunca” (de Luz Arcas y Abraham Gragera). En La Phármaco, capitaneada por la coreógrafa Luz Arcas, se han propuesto quitarse el bombín y bailar a Samuel Beckett, entre otras cosas, puesto que el espectáculo total es el sello personal del trabajo de la premiada compañía.
Estragón (Luz Arcas), Vladimir (Begoña Quiñones), Lucky (Ignacio Jiménez) y Pozzo (Juan Manuel Ramírez), hacen eco del texto original con sus cuerpos duros, blandos, quebrados, conectados, desconectados, repetitivos, insistentes, inertes, balbuceantes… Visibilizan y revelan lo absurdo como trágico y fulminantemente cierto. Al mismo tiempo, un piano puntillista en directo (Carlos González) toma como punto de partida el “Claro de Luna” de Beethoven y la “Sonata para viola” de Shostakovich para poner en tela de juicio las fronteras instrumentales talladas por algún lutier que, por qué no, probablemente fabrique pianos mientras espera (¿a qué?). El resultado de esta ceremonia escénica es una interpretación de “Esperando a Godot” con un volumen expresivo más grueso de lo habitual que confirma el acierto de canalizar la paradójica y exigente demanda de acción de la espera a través del cuerpo, la música y la palabra.
A pesar de los intensos 60 minutos de función, se deja sentir puntual – puntillista – mente el tedio que, en general, acostumbra provocar esta obra en uno u otro momento por la propia naturaleza del planteamiento de Beckett. ¿A qué esperaba él mientras escribía?
Una vez más, con toda la necesidad del gesto, se subraya el absurdo de llamar absurdo a lo que realmente es un modo de vida basado en la ocurrencia como interrupción de una establecida no ocurrencia. La vida por defecto como una secuencia aleatoria de eructos provocados por la indigestión de la espera.
Bárbara Nita.
Sol Picó en Madrid en Danza
«Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor.» Samuel Beckett
Inaugurando el Festival Madrid en Danza, la Sala Cuarta Pared acoge el nuevo espectáculo de Sol Picó, que celebra el 20 aniversario de su compañía con un collage de fragmentos de algunas de sus piezas más representativas: D.V.A (Dudoso valor artístico), 1999; Bésame el cactus, 2000; Paella Mixta, 2004; El Llac de les Mosques, 2009; y Memòries d’una puça, 2012.
Todo lo que sube tiene que bajar, y Sol Picó, que ha estado en lo alto, no habla de la caída, del miedo, del fracaso; nos pide que fracasemos con ella, que nos quememos con ella, pero todo con un gran sentido del humor que atraviesa el montaje de principio a fin, con diferentes lenguajes y recursos escénicos.
La coreógrafa y bailarina alicantina es una superviviente que, a pesar de la situación actual de la Danza en nuestro país, sigue luchando, llenando teatros y arrancando ovaciones del público. Y es que, aunque a veces pesen las alas, con turbulencias también se puede volar.
Jorge Azcona
Álvaro del Amo nos habla de sus experiencias en el teatro…
Hablános de tu experiencia en el teatro…
Siempre me ha interesado el teatro, quizá con mayor fuerza que
otras actividades (novela, cine, crítica), a las que también me he
dedicado. Si ha habido una «trayectoria», su dibujo ha sido
zigzagueante e intermitente en su variedad. Dirigí una colección de
teatro en la editorial «Cuadernos para el diálogo», he traducido a
Harold Pinter, Eugene O´Neill, Tom Stoppard, entre otros; he dirigido a
Samuel Beckett y obras mías, estrenado «Geografía», «Motor», «La
emoción», y «Lenguas de gato». También una versión de La Orestiada de
Esquilo. Soy crítico de ópera del diario «El Mundo».
¿Cómo surje el proyecto de Amantes?…
El proyecto de «Amantes» surgió a propuesta del director de la
película Vicente Aranda; se trataba no tanto de hacer una versión
cinematográfica del guión, sino de escribir una obra teatral; la misma
historia en otro medio.
¿Es importante tener colaboradores habituales?…
Para tener colaboradores habituales es preceptivo que exista
continuidad, pero siempre se percibe una cierta línea de fondo, donde
las personas próximas se mantienen de un modo u otro, además de
colaboradores más jóvenes que surgen con nuevo ímpetu.
¿Qué proyectos tienes en preparación?…
Mi proyecto teatral más inmediato consiste en una «dramaturgia»
sobre zarzuelas de alrededor de 1850 («Catalina», «El diablo en el
poder», «El dominó azul»), que se estrenarán, en versión concierto, en
el Teatro de la Zarzuela en el mes de junio de este año.
¿Hay algún proyecto que te gustaría llevar a cabo?…
Me gustaría ver representada mi obra reciente «Los tres», y también
«Correspondencia», ya con más de tres décadas encima.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
Los recortes e impuestos feroces parecen diseñados para acabar con
la vida del teatro, que ha reaccionado con tanto vigor que, en cuanto
variedad, creatividad y dinamismo, está mejor que nunca.
¿Qué obra te ha interesado últimamente?…
Ha sido un auténtico placer ver a mi amigo el gran Emilio Gutiérrez
Caba el pasado verado en la obra «Poder absoluto», escrita y dirigida
por Roger Peña Carulla.
¿Qué obra tienes en mente escribir?…
Tras el estreno de «Amantes», quiero escribir una obra sobre la
relación íntima entre dos hermanos.
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