«Solitudes» en el Fernán Gómez

La compañía vasca Kulunka Teatro nos vuelve a presentar Solitudes en el Teatro Fernán Gómez, su segundo montaje tras el aclamado André y Dorine. El drama y la comedia se combinan de manera sutil, dando a las máscaras vida propia, recrean sentimientos y emocionan a través de la gestualidad del cuerpo. Una experiencia teatral que nos hace dudar de nuestras percepciones viendo expresiones en un rostro inerte.
En este espectáculo se habla de la soledad, de la amargura de no ser comprendido y de la amargura de comprender cuando ya es tarde. La escenografía, sencilla pero sugerente,nos sumerge en un viaje sin palabras que sorprende, conmueve e invita a la reflexión sobre la vida y las relaciones humanas.
Luis Mª García Grande
José Dault. Actor y productor de Kulunka Teatro.
¿Cómo fueron vuestros inicios como Kulunka?…
Kulunka Teatro se creó en 2010 por Garbiñe Insausti y José Dault, dos jóvenes actores formados en la Resad.
Creamos la compañía para producir nuestro primer espectáculo «André y Dorine», que se estrenó en Octubre del 2010, y con el que llevamos 4 años de gira por más de 20 países.
Para ello contamos con un equipo de colaboradores de lujo, el actor Edu Cárcamo, las escenógrafas y vestuaristas Laura Eliseva Gomez e Ikerne Jimenez, la ayudantía en dirección de Rolando San Martín,
el director Iñaki Rikarte y la música de Yayo Cáceres.
¿Realizasteis otras facetas además de la actuación?…
Pese a nuestra formación, puramente actoral, tuvimos que aprender labores de producción y distribución del espectáculo: herramientas que, rara vez, forman parte del aprendizaje de un actor,y que son indispensables en la aventura de la autogestión. Las muchas horas de ensayo en la sala se vieron y se siguen viendo acompañadas
de muchas horas de trabajo frente al ordenador en casa.
¿Qué es el teatro para vosotros?…
Un lugar en el que la necesidad de contar historias se junta con la necesidad de escucharlas.
¿Por qué hacéis teatro?…
Precisamente por esa necesidad de contar historias que diviertan, emocionen y hagan sentir a quien las escucha.
¿Qué balance haríais sobre vuestra trayectoria?…
El balance ha sido sin duda positivo. Hace casi cinco años, cuando estábamos descubriendo la historia de «André y Dorine» en nuestro pequeño local, jamás pensamos que llegaríamos a recorrer más de 20 países, o a hacer temporadas en China o en Estados Unidos. El éxito de «André y Dorine» nos ha permitido además fantasear con una idea que poco a poco se esta convirtiendo en realidad: la creación de un equipo estable de trabajo.
¿Cuál ha sido el recorrido de la Compañía?…
El recorrido de la compañía y el de «André y Dorine» van de la mano.
Kulunka Teatro se creó para dar vida a «André y Dorine». En estos cuatro años de gira hemos realizado casi 300 funciones, 2 temporadas en Madrid (agotando localidades), visitado 23 países, tan diversos como Estados Unidos, Rusia, China, Nepal, Francia, Argentina, Ecuador, Chile, Inglaterra…algunos de ellos como China, Turquía, Colombia o Estados Unidos en varias ocasiones.
¿Qué balance y evolución habéis hecho?…
Este ha sido nuestro primer espectáculo de máscaras y nos ha abierto las puertas a un lenguaje nuevo sin fronteras cuya capacidad de comunicación no entiende de limites culturales ni idiomaticos.
Un lenguaje con el que tratamos historias esenciales y por lo tanto universales. «André y Dorine» nos ha hecho sentir que nuestro trabajo es útil al espectador, le divierte, le emociona, y le hace sentir.
Como compañía queremos seguir en esa linea, tanto en los trabajos que realizamos con máscara como en los de texto.
¿Qué función creéis que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?…
El teatro es un narrador de historias, tan diversas tan distintas unas de otras que es difícil adjudicarle un único papel en la sociedad.
¿En qué proyectos habéis participado durante el último año?
Además de la extensa gira de André y Dorine, hemos estrenado el segundo espectáculo de mascaras de Kulunka Teatro, en co-producción con EszenaT (Teatro Victoria Eugenia y el Theatre National de Bayonne), en la Feria de Donosti en el Teatro Victoria Eugenia.
«Solitudes», es un espectáculo cuyo argumento reposa sobre eterna duda de si «Nunca es tarde» o si «tarde es nunca». Habla de las oportunidades perdidas, de la soledad y de la importancia de las cosas pequeñas. También nos hemos lanzado a producir un espectáculo de texto, «Taxidermia de un Gorrión», de Oscar Galán. Una interesante reflexión sobre la necesidad de los mitos en nuestra sociedad, a partir de la figura de Edith Piaf. Un espectáculo dirigido por Fernando Soto e interpretado por Alberto Huici, Lola Casamayor y Garbiñe Insausti
¿Cómo surgió la obra que presentáis en el Teatro Fernán Gómez?…Habladnos del proceso de creación y su evolución durante las funciones…
«Acabas de cumplir 82 años. Has encogido seis centímetros, no pesas más de 45 kilos y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace 58 años que vivimos juntos y te amo más que nunca». Así comienza «Carta a D», una maravillosa carta en forma de libro que el filósofo y periodista André Gorz escribe a su mujer, Dorine, pocos meses antes de que los dos apareciesen muertos en su casita de Vosnon, en Francia. No hubo dudas de que se trató de un suicidio compartido. La belleza de las palabras que aparecen en el libro sembró en nosotros la necesidad de contar una historia de amor en la vejez, no la biografía de los «André y Dorine» originales, sino nuestra propia historia. Mantuvimos los nombres de los personajes como homenaje.
El proceso fue relativamente corto, precedido de un tiempo de sensibilización (más que de investigación) con el tema, tras el cual reunimos al equipo en el local de ensayos en busca de la historia. Exploramos las capacidades y limitaciones comunicativas del lenguaje de la máscara. Fue nuestro primer montaje de máscaras y toda una aventura, pero en poco más de dos meses de intensivas jornadas de ensayos estrenamos la obra. Han pasado 4 años de gira y 300 funciones, y seguimos trabajando siempre que podemos en mejorar la obra, en ser más eficaces en la dramaturgia y más limpios y exactos en la partitura de acciones físicas y emocionales que componen «André y Dorine». Es una búsqueda que no tiene limite.
¿Cómo creáis los personajes?…¿Tenéis un método?…
Las máscaras son realizadas por Garbiñe Insausti y son determinantes para abordar el carácter del personaje, este proceso suele ser muy intuitivo. En ocasiones, es Garbiñe la que se adapta a la situación y crea un personaje acorde al contexto, y otras veces el carácter del personaje surge de la propia máscara. Nuestro proceso ha sido en todo momento muy intuitivo, sin otro método que el de «prueba y error».
¿Cómo creéis que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…¿Y a las giras?…
Es obvio que el 21% a la cultura ha afectado gravemente a todos, tanto a espectadores como a empresas. Y lo peor de todo es que aparentemente no ha cosechado los resultados recaudatorios que pretendía. Es una medida que asfixia a la industria cultural y que sólo se justifica desde cierto afán revanchista hacía la plataforma de la cultura contra la guerra de Irak, y el apoyo que algunos miembros de la industria hicieron a la campaña de Zapatero. Es triste que a menudo sólo nos equiparemos a Europa en lo malo y rara vez en lo bueno. Ninguna de las grandes potencias europeas tiene un impuesto sobre la cultura tan elevado.
¿Qué montaje que hayáis visto últimamente, os ha interesado?¿Por qué?…
Me gustaría destacar, «Un Trozo Invisible de Este Mundo» de Juan Diego Botto, dirigido por Sergio Peris-Mencheta. Por tratarse de una forma de teatro útil, que emociona y divierte. Un teatro que te hace sentir, que te remueve por dentro. Quedé especialmente impactado por la magistral interpretación de Juan Diego.
¿Proyectos?…
Este año «André y Dorine» prosigue con su gira dentro y fuera de España. Volvemos a Mexico, Alemania, China, y haremos una temporada de tres semanas en Los Angeles, Estados Unidos. Y pronto empezarán a caminar también nuestros dos nuevos proyectos, «Solitudes» y «Taxidermia de un Gorrión».
RAKEL CAMACHO nos habla de su proyecto Lucientes
¿Cómo surge el proyecto de Lucientes?…¿De qué va la obra?…
Amo a Goya, como tantos. Cuando descubrí Los Caprichos de Goya, hace años, sin que nadie me los mostrará en escuela alguna, quise estudiarlos, investigarlos; ví en ellos acción, verdad, sátira, humor, dolor de España, esperpento y poesía, pero sobretodo, una sociedad despiadada y deshumanizada. Comparto tanto esta visión del hombre que un día, contemplando la portada de un libro de Susan Sontag titulado «Ante el dolor de los demás» cuya imagen es el grabado de la serie desastres de la guerra titulado por Goya «Tampoco», nació la idea de crear una obra a partir de los grabados, pero en especial Los Caprichos Goya.
LUCIENTES plantea un recorrido por la idiosincrasia española a partir de una selección de los Caprichos, cuya propósito es:
«Ridiculizar los errores y vicios comunes en toda sociedad y consagrados por la autoridad, la ignorancia y el interés», expone el propio Goya.
La acción transcurre la última noche de Goya en la Quinta del sordo, antes de exiliarse a Burdeos.
El proyecto no es una biografía del artista, como muchos desearían, sino una creación escénico-poética basada en la fuerza de las imágenes que nos evocan sus Caprichos hoy, en un momento de sinrazón donde los monstruos cobran vida.
La obra no se basa en un argumento al uso, sino en una estructura fragmentada por capítulos independientes, cuyo hilo conductor es la obra de Goya y las reflexiones del artista. Se trata de un esperpento contemporáneo en el que lo que impera es la estimulación del espectador, las sensaciones y las emociones provocadas por lo que ve y escucha.
¿Hiciste algún tipo de búsqueda o documentación sobre el tema antes de empezar a dirigirla?…
Partamos de que Goya es infinito y necesitaríamos toda una vida para estuadiarlo al completo.
Nuestro proceso se ha basado fundamentalmente en una exhaustiva documentación de los Caprichos de Goya creando un puente con noticias actuales españolas, unas más reconocibles como es el caso de los dashaucios y los problemas de la educación española (algo que preocupaba bastante a Goya hace doscientos años y que sigue sin resolverse. Caprichos: Trágala Perro y Si sabrá más el discípulo), y otras más desconocidas. La relación de las noticias con los Caprichos fue muy directa y fácil, esto resultaba asombroso. Partiendo de esta simbiosis capricho-noticia, pasamos a trabajar mediante improvisaciones y creaciones a partir de tema e imagen, sin perder de vista lo que Goya denunciaba y ridiculizaba hace 200 años con su obra artístico-satírica.
¿Cómo ha sido el proceso de puesta en escena?…¿Con los actores?…
En la sala de ensayos se contaba desde el primer día, con elementos que ayudasen a crear los personajes de cada capricho, la esencia española, la tradición, la animalización del hombre, y un largo etc, así como el trabajo con luces y sombras.. siempre se ha tenido en cuenta la idea de ruptura entre una escena y otra, evitando la continuidad también en cuanto a género, pues a una escena cómica le sigue una más dramática, y a esa dramática le sigue una más poética, después una coreografía… en algunos momentos se alcanza el carácter de show cabaretero que tanto me atrae como directora. También es un espectáculo puramente brechtiano, pero esto se fue forjando, pues inicialmente no era la premisa de más valor.
Los actores no podían ser actores al uso, pero tampoco la escenógrafa ni el iluminador, ni la vestuarista ni el músico en escena, pues ha sido una creación colectiva en la que jugaban un papel fundamental la imaginación y la valentía de cada miembro del equipo. En el proceso de creación había una libertad que aterra a muchos actores, pero los actores de Lucientes han creado y luchado como merecía el proyecto. Esto no siempre pasa, los actores necesitan que se les diga qué hacer, y yo como actriz, como huyo de eso, pues no hago a los demás lo que no quiero que me hagan a mí. No ha sido nada fácil porque todo lo que concierne a crear y seleccionar creación, es complejo, pero también hace que la implicación y pasión del equipo por el proyecto sea mayor, pues sus miembros lo sienten suyo. Para llevar a cabo un proceso así, otro de los requisitos fundamentales es la confianza enre actores y dirección y viceversa, pues se trabaja de una manera pura y visceral.
¿Qué balance haces de tus trabajos como directora?…
Generalmente esto muy orgullosa de mis trabajos, porque son verdad y están en mí. En el caso de Lucientes todavía es mayor la satisfacción(me declaro mitómana de Goya), sobre todo cuando detectas tantos obstáculos y falta de confianza alrededor y luego observas como alucina el espectador, y viaja, y siente. Esto no tiene precio. No hay persona que lo haya visto que no haya vivido la experiencia Lucientes, claro que, queda todavía mucha gente por verlo, y hay de todo en la viña . Eso sí, tras el estreno, puede hablarse de éxito.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Para mí hacer teatro hoy es una lucha por la cultura, por comunicar. Por acercar la cultura a todos los espectadores, porque todos disfruten y crezcan.
Considero que el teatro que se haga hoy tiene que ser necesario,un medio que eduque y conciencie a la sociedad que no está reñido con que este medio divierta y entretenga (Lucientes es muy divertido a veces). Hasta que no se convierta la cultura en algo imprescindible para una sociedad, el ciudadano no verá lógico emplear 15 euros en una función de teatro. Esto es doloroso, sobre todo cuando una copa que se bebe en media hora, cuesta 7 euros. Pero de esto ya hemos hablado muchas veces.
También en este sentido del teatro como hecho cultural (a veces artístico) y necesario para el desarrollo y la humanización de la sociedad, propongo y ofrezco con LUCIENTES un teatro que une disciplinas artísticas como la danza, el teatro, la música en escena y los audiovisuales, además del supercabeza de cartel: GOYA, un artista imperecedero e infinito, arte y cultura en estado puro. Ni creo ni le veo ningún sentido a los espectáculos caducos y obsoletos en los que se dirige el tráfico de actores y muebles, que a menudo están carentes de contenido. La falta de contenido, de sustancia, no la perdono.
La cultura está por los suelos, y es responsabilidad nuestra resucitarla, llevarla a todos los ciudadanos a través del teatro y resto de disciplinas.
¿Qué te motiva para llevar a cabo un proyecto teatral?…
Generalmente me dejo llevar por la poesía de las imágenes y el contenido que evocan. Me ocupo de trabajar la tragicomedia y el estilo expresionista, pero sobretodo decir algo al espectador, directo y sin tapujos, quizá algo que ya sabe, pero que hay que reforzarle para que despierte del letargo social en el que estamos.
Otro gran motivo es el trabajo en equipo, las personas con las que se cuenta en cada proceso es algo fundamental para el director y el proyecto, el equipo hará que todo sea una maravilla… o que se llene de mierda.
Pero lo que más valoro, sin duda, es la libertad creadora que me supone un trabajo, detesto pasar por aros establecidos y la autocensura.Considero que arriesgo con la mente y el alma.
¿Cómo está afectando la subida del I.V.A. y los recortes en las ayudas al teatro?…
Estupendamente. La Intemerata tiene 4 años de vida y nunca ha recibido una ayuda (lo cual comprendo porque en este país hasta que no se cumplen los 50 se sigue siendo director/a novel), y por supuesto ahora menos, pese a estar llevando a cabo un proyecto que tanto interesaría apoyar a España. Pero sólo en Zaragoza nos están apoyando y tratando realmente bien.
En Madrid con tantísima oferta y tan poca demanda de Artes Escénicas es más difícil pero en Teatro del Arte de momento nos va bien.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Lo último que he visto fue en Valencia, El rayo colgado, de Francisco Nieva, que me apasiona y dirigido por Juan Dolores Caballero. Me pareció un buen montaje y excelente trabajo actoral.
¿Cómo ves el teatro en nuestro país, en Madrid?…
Regulero tirando para mediocre. Aunque de repente se ven cosas estupendas como André y Dorine.
Siempre están conviviendo los dos circuitos, el off y el on sin atender a la esencia que define a cada uno, pues el off lo es porque no le queda otra y el on a veces es para mear y no echar gota. En el off se ven cosas más interesantes que en los grandes teatros, a veces hay un riesgo. Por otro lado, El viaje a ninguna parte en CDN me encantó. Hay una buena propuesta por parte de Ernesto Caballero con Festivales como una Mirada al mundo.
Por otro lado, como directora, pediría el mismo apoyo para los jóvenes directores que tienen los jóvenes dramaturgos. Es lo que más echo en falta. A veces creo que no se sabe todo lo que supone dirigir, y me molesta.
¿Proyectos?…
Uno de los proyectos es 2, 4, 1 que está en proceso embrionario. 2, 4, 1 es teatro documento y trata el movimiento social de la insumisión en España. El título se debe a la condena por insumisión: 2 años, 4 meses y un día.
Otro proyecto es El año que mi corazón se rompió, de Iñigo Guardamino. Premio Leopoldo Alas del Festival Visible de Sgae.
Y muchísimos proyectos más, ¡será por proyectos!. Haría otros 5 o 6 espectáculos sobre Goya… esta es la verdad.
André y Dorine de Kulunka Teatro en Kubik Fabrik
Es un placer ver el trabajo que hace una Compañía para prolongar la poética y estética de los precursores Family Plot. Kulunka Teatro toma el testigo de esta prestigiosa compañía de máscaras y silencio para contarnos una historia con la misma sencillez y contundencia. André y Dorine es el canto a un gran amor, el que sienten estos dos personajes al final de su trayecto vital. Tres actores realizan vertiginosos cambios para que un grupo de personajes nos vayan narrando con gestos y detalles la perdida de memoria de una historia que culmina es una imágen impresionante…el entierro de Dorine, materializado, tan solo, al dejar la funda del violoncello sobre el suelo. Un trabajo preciso y preciosista.
Adolfo Simón
Debe estar conectado para enviar un comentario.