Paseando de museo en museo
La casa-museo Lope de Vega se encuentra situada en el carismático barrio de las letras. Este lugar no solo organiza visitas guiadas por la estancia, si no que gestiona actividades paralelas como la ocurrida esta mañana. En este caso se tratada del acercamiento a uno de los primeros manuales referidos a las danzas de la época, llegando a recoger más de setenta tipos y normas estrictas en cuanto al protocolo que debía llevarse con rigurosidad. Una actividad de lo más curiosa, aunque no la única. La Casa América expone actualmente una propuesta llamada “Chaco Ra’anga“ que recoge un proyecto colectivo sobre doce viajeros de Argentina, Bolivia y Paraguay, dónde recorrieron el Gran Charco Americano. En este caso nos podemos empapar de un material altamente sensible y rico, pero también de una forma que invita al visitante a recorrer las salas con mayor expectativa. Una forma que traza un puente entre lo aborigen y lo tecnológico, donde los sentidos acaban cobrando protagonismo. A unos metros de distancia y ya empezada la tarde, podemos acercarnos al Palacio de Velázquez para acompañar a Esther Ferrer en una de las performas que realizará esta semana. Hoy hemos partido desde el Retiro para recorrer, parte de el mismo y la ciudad de Madrid. Durante dos horas se ha podido ver deambular a un grupo polifónico que causaba tal expectación que iban acompañados con las miradas sorprendidas los turistas. Si por el contrario no nos apetece deambular podemos optar por La Casa Encendida, dónde ahora mismo se puede visitar la exposición de Marcel Dzama “Dibujando una revolución”, que nos ofrece un amplio catálogo de técnicas que van desde el dibujo al video-performance, sumergiéndonos en su particular universo. Todo ello unido por la ironía, los disfraces, la violencia, el sexo, la muerte, la música y la danza; que se entremezclan para darnos reflexiones acerca de nuestro propio mundo actual. Por si fuera poca la carga de esta última opción, a unos pocos metros, en el Reina Sofía, podemos cerrar la tarde con la propuesta de Thiago Granato “Trança”. Se trata de una investigación y creación, sobre que ocurre cuando se rompe la barrera entre el yo y el otro. Una danza que teje las líneas entre las fuerzas internas, sentimientos y sensaciones, para darles cuerpo en escena. Un viaje por el tiempo y el cuerpo.
Patricia Jorge

Madrid, ciudad sin fin.
Dicen que Madrid es la ciudad que nunca duerme y no le falta razón. Si a uno le gusta transitar y dejarse embaucar por todo lo que esta ciudad puede ofrecer, sabrá que la pequeñez se queda en una mera idea. Un sábado del mes de noviembre es capaz de ofrecernos jornadas como la llevada a cabo por el “Coño’s Project” en la Tabacalera. Un día entero dedicado a actividades, conciertos, puestos, talleres, comida, arte y demás entretenimientos; para reunirnos en torno a la mujer y el papel que esta juega hoy en la sociedad. Avanzando y adentrándonos en la tarde, La NeoMudejar, otro espacio imprescindible, nos trae un visionado de vídeo-performance de la mano de Pancho López, que hace un recorrido por numerosas propuestas Iberoamericanas y abre la veda a la reflexión y el intercambio de opiniones sobre este modelo de arte. Si estos dos eventos no fueran lo suficientemente atractivos, cosa que resulta casi imposible, se puede optar por acudir a alguna de las salas de teatro alternativo que más esta resonando esta temporada, el Teatro Pradillo. Este espacio recoge numeras apuestas por la creación y la investigación a nuevos lenguajes. En este caso se trata de “Pickpocket” una arriesgada reflexión acerca de lo que podríamos denominar “cultura”. Un autentico pulso a la belleza y a la libertad, un cántico desafinado que resuena en el vacío. Sin nada que perder se adentran en una lucha más que reflexiva que no deja indiferente a vencedores o vencidos. Un gran cierre para poner punto y final a un sábado cargado de tanta variedad como opciones posibles.
Patricia Jorge

Cocina y narración Senegalesa
La comida es esa cosa tan común y necesaria del día a día que realmente poca son las veces en las que somos conscientes de lo que el comer conlleva consigo. A medida que nuestra civilización avanza y se endurece por el conocimiento y la llegada de la tecnología; la alimentación no podía verse ajena a sus efectos y es por eso que hoy día contamos con numerosas vertientes en cuanto a este tema concierne. Los bodegones en la pintura, la iconografía en el cine o la literatura, la experiencias gourmet o incluso la alimentación espacial… son corrientes de desarrollo que se han ido dando según el momento social de la época. Y es que la comida, indispensable para la vida, nos acompaña y acompañará por todo este absurdo viaje que va desde que nace el primer ser micro-biológico hasta que este se extinga en su totalidad.
En este caso, en pleno siglo XXI dónde los seres vivimos nos preocupamos por todo aquello que abarca la circunferencia de mi propio ombligo, tratando eso sí de estar a la ultima en tendencias alimentarias, olvidamos todo aquello que consideramos ajeno. Tratamos en muchas ocaciones el mestizaje como algo cool o alternativo, ¿quién no se ha pasado por los hindúes de las calles de Lavapies? ¿O por los mexicanos del Barrio de las Letras?. Ahora bien, me pregunto ¿cuantas personas son realmente conscientes de que el sencillo acto de comer lleva consigo mucho más que cubrir la necesidad nutricional?. Compartir una comida va de un acto social, de la unión de personas, que al rededor de una mesa, comparten durante un momento sus vidas. Personas de diferentes puntos del planeta, personas que arrastran su cultura allá a dónde van. Personas que preparan en sus recetas, la mismas que preparaban sus abuelos, los platos que marcan sus vivencias personales.
Cuando se juntan un mantero senegalés, un uruguayo cocinero, una madrileña feminista y una viejecita del portal de al lado; para prepara una cena, que cocinaran juntos y a posteriori disfrutaran; una se da cuenta de que las mayores diferencias ideológicas se reducen en saber si es la cantidad correcta de aceite. Una vez más, actividades como esta hacen que la conciencia se vuelva pregunta y que la reflexión invite a cuestionarnos si realmente las barreras están en las fronteras o en nuestras propias mentes.
Patricia Jorge

Nadie me lo ha contado; yo lo he visto

La vida, que está siendo razonablemente generosa conmigo en todo, también ha alfombrado con tejidos de diversos colores –que todo hay que decirlo– mi carrera teatrera. Esta ya larga trayectoria me ha permitido unas veces calzar zapatos de hebilla y otras acordonar zapatillas todoterreno, pero, ya sea con maleta o mochila, siempre me he sentido “gato con botas” tragando leguas y zancajeando de un lado a otro para asistir a jornadas, seminarios y congresos de pretendido fuste, y también a conferencias más de andar por casa… en España y fuera de ella, en universidades renombradas y centros culturales de presupuestos varios.

…Y cuando ya creía haberlo visto todo, el incesante ajetreo del “viaje a ninguna
parte” ha tenido a bien regalarme una sorpresa impagable: me ha dejado caer por Mira, un pueblecito, de alboradas de kikirikí y atardeceres sosegados, perdido no ya en la geografía conquense, sino yo diría más: engullido por la recóndita belleza de su propio entorno. Pero… ¿dónde está Mira?, ¿qué hay en Mira?

Acomódense a conveniencia, silencien los móviles y presten la atención requerida en casos como este: Mira –una de cuyas casas vio nacer hace medio milenio a Antón Martín– hoy está en un mapa inexistente, dibujado tan solo en la imaginación de Adolfo Simón. ¿Pinceles…? Los de sus férreas voluntad y constancia. ¿Pinturas…? Las de su inmenso amor al teatro…Y en Mira hay, hay… ¡No sé cómo describirlo! A ver… Yo diría que me he encontrado unos tarros de genuinos aromas escénicos, unos frascos que, al destaparlos, me han obsequiado con las fragancias del teatro en su estado más auténtico, con las esencias puras del carro de Tespis.

¡Cuánta sabiduría cabe en Adolfo, que no olvida sus orígenes y edifica sobre ellos…! ¡Cuánto amor al teatro y cuánto amor a su pueblo…! En ningún otro sitio he experimentado sensaciones como las vividas en su Centro Dramático Rural… Sí; he dicho bien: en “su” Centro…

Porque en él, entre sus desconchadas paredes, he descubierto la inmensidad del alma de Celia, de quien aseguran que en vida fue analfabeta de ortografías y gramáticas, pero su espíritu deambula por el teatrito –a imagen y semejanza del de don Ramón, de mi querido Pepe Martín Recuerda– al lado de Yermas, Belisas, Desdémonas y otras eternas inquilinas de la escena.

Porque en él, entre sus rincones de variopintos anaqueles, me he tropezado con el imperecedero recuerdo de Paulina, que, ceñida con el aura de la sencillez y la humildad que regalan los aires rurales, a partir de ahora también custodiará páginas de mi propia cosecha, personajes que mi musa ha tenido a bien regalarme.

Porque en él, a la puerta de este mundo recubierto de añil, no hay leones que vigilen “cosas”; porque la “cosa” que ha de ser guardada no se ve, va impresa en el interior de Adolfo, en el corazón del teatro. Bajo el dintel de entrada, sus jambas están flanqueadas por Celia y Paulina. Nadie me lo ha contado; yo lo he visto.

Mi lengua siempre contará que mi Federico, de la mano de Elena Bolaños y Matthieu Berthelot, se hermanó en «Ca de Celia» con tan ilustres anfitrionas; que en su biblioteca le di el primer abrazo a su descendiente Adolfo Simón; y que deambulando por el dédalo de callejuelas sellé con Dave Hitchcock una amistad cuyo origen se pierde, allá por las postrimerías de la pasada centuria, en el Ateneo madrileño.

Si Mira es teatro y Adolfo es teatro, yo, que he hecho del teatro uno de los ejes centrales de mi vida, al hablar de él no puedo olvidarme de la cuarta pared, de la línea imaginaria que separa la escena de ese patio habitado por quienes realmente dan aliento a los personajes: el público. Amantes del universo de Talía, como JJ, Lorena, Jenny, Coralys, Jackeline y Mendy, capaces de acompañar a Dave desde las Américas hasta este punto difuminado en la imaginación de Adolfo, en pos de un encuentro con el teatro desnudo, desprovisto de todo aditamento comercial, nos señalan –quizá sin pretenderlo– que el camino que hay que seguir es el de Mira. Porque Mira es el Teatro (sí, con mayúscula). Nadie me lo ha contado; yo lo he visto.
José Moreno Arenas
Albolote, 19 de julio de 2017.

Karenina Express en Fóra do Mapa
A principios de junio se celebraba en Ferrol el Festival de Artes Escénicas Fóra do mapa, que se caracteriza por la realización de actividades y espectáculos en lugares descontextualizados, abandonados o en desuso. En este contexto pudimos asistir al espectáculo de Adolfo Simón.
Karenina Express tuvo lugar en La espuma, una de las tiendas más antiguas de la ciudad. Había gran expectativa, se hizo un pase a mayores, aún así tuvo que quedar público fuera y Adolfo no defraudó.
Nos adentramos en la oscuridad del viejo ultramarinos y allí, sobre el mostrador una leve luz ilumina lo que parece una montañita de nieve. Con las manos a los lados y dejando su rostro en la penumbra vemos Adolfo Simón, cual medium esperando a ser invadido por el espíritu de la historia que nos contaría a continuación, a través de los personajes y los símbolos de sus relaciones, que van emergiendo de entre la nieve y de ese maravilloso libro de artista. Como si de un sueño se tratase, arropados por la música, viajamos por las pasiones que arden en la nieve.
Quince minutos después acaba el espectáculo y allí estamos todos. Inmóviles, como niños esperando que no se haya acabado realmente. Queremos ver todo lo que se ha utilizado aún más de cerca, nos cuesta salir y lo hacemos de mala gana. Ya fuera, comprobamos que nuestras miradas tienen un aire común, una chispa que delataba que habíamos estado expuestos a alguna clase de extraña magia.
Cristina Mariño

foto: Juanpa Ameneiros
Barro y masculinidad
Hace unos días, en Madrid, se presentaron dos experiencias escénicas no convencionales. En Conde Duque, se llevó a cabo una propuesta multidisciplinar para celebrar el solsticio de verano donde la danza, la videocreación y las artes plásticas se dieron la mano. Sharon Fridman, en Barro, concibió una experiencia sensorial donde la escena de convirtió en una construcción de volúmenes arquitectónicos de luz y sonido.
Y en Matadero Madrid, tras una serie de sesiones de investigación-workshop previo de una semana, conducidas por Sylvain Huc se llegó al resultado de Gameboy, realizado con intérpretes afincados en Madrid y bailarines provenientes de Toulouse y Barcelona, Gameboy ofreció la oportunidad de preguntarnos a nosotros mismos cómo pensamos la masculinidad, su carne, su piel y su presencia.
Adolfo Simón


De Sirenas, tormentas y naufragios en Fora do Mapa
“Lo barato sale caro”, dice el refrán popular. Cada vez que un espectáculo es gratis yo, francamente, desconfío. Acaso mis prejuícios se basan en que, como público, estoy harto de la buena voluntad, la improvisación sin contexto y las interpretaciones más o menos sesudas de acontecimientos escénicos irrelevantes.
Es por estas razones que me quedé muy sorprendido con el espectáculo “Jurni Jope”,
resultado del taller impartido por Adolfo Simón, dentro de la segunda eición del festival de artes escénicas de Ferrol Fóra do mapa.
El inicio fue un tanto inquietante: una larga cola de público esperaba su turno para
deambular por el interior ruinoso de un edificio decimonónico, sin más iluminación que velas y linternas. Por fuera el viejo cartel de la ferretería Santos, Suministros Navales, por dentro había de todo, máscaras de gas, cuentos infantiles, travestismo, fetichismo, bastante infancia, cantos de sirena y toda una colección de recuerdos propios y ajenos, que aparecían y desaparecían delante del público. Restos de un naufragio y de unos náufragos con los que era imposible no sentirse identificados.
La peculiar magia que tienen los universos privados, cerrados a nuestros ojos, pero
expuestos a la luz, donde cada quien y cada uno encuentra cuál es su posición exacta en ese cielo o infierno, que sin duda se merece. Deambular. Como en las catedrales, de imagen en imagen, de personaje a personaje o de altar en altar ya es sólo cuestión del público, que tiene que aportar el significado a esos enigmas vivientes que nos sugieren director y actores.
Sé que no es la primera vez que se realiza una instalación interactiva y viviente dentro del teatro contemporáneo, que a cada cual nos afecta, sorprende o disgusta un imaginario particular, pero éste era tan rico, oscuro y diverso, que pocos paladares podrían recorrerlo con indiferencia.
Al acabar el espectáculo, una brusca salida hacia la luz, donde todos somos muy listos y estamos acompañados de nuestras certezas y manías. Intentando definir lo que había visto, me quedé como un idiota leyendo el cartel, que afortunadamente rezaba “Muestra del curso Dramaturgia del espacio actoral, impartido por Adolfo Simón”. ¡Uf! ¡Qué alivio! Justo lo que había visto…
Volví contento a mi casa. Para mi, esa vieja ferretería ya siempre sería un nido de sirenas, tormentas y naufragios. Así lo recordaré…
Carlos Castrillón Doce




Fotos: Juanpa Ameneiros
El viaje a ninguna parte con parada en la cárcel
Siempre he dicho que me interesaba conocer por dentro una cárcel y un psiquiátrico. Hoy he podido visitar un centro penitenciario, tal vez, la visita al mundo de la locura sea para el final de mi propio viaje.
Visitar la cárcel es una experiencia curiosa, todo lo que vemos en las series o el cine queda minimizado porque el lugar, en sí, tiene una atmósfera muy inquietante. Hay una tensión en el aire que no desaparece hasta que se ve de lejos la torre de control.
La razón por la que he acudido, además de por mi curiosidad personal, ha sido para conocer a un grupo de presos que participan de sesiones de video-forum donde ven películas y las comentan después. De este modo, se crea un paréntesis en ese tiempo de pause que viven los internos.
¡La película en cuestión de esta sesión era El viaje a ninguna parte…Fantástico título para la ocasión! Ha sido muy interesante la visión que han expresado después sobre las circunstancias de la película, como, todo rebotaba sobre su periplo vital.
Ha sido una primera toma de contacto, tal vez haya otras visitas a posteriori, hay muchas historias humanas que contar en ese lugar…Hay teatro documento muy potente.
Adolfo Simón

Periferias escénicas
Me fascina cuando los creadores se saltan las reglas del escenario y se lanzan al hall de una sala o nos llevan de la mano al camerino…o nos suben a un bus y nos invitan a mirar la ciudad de otro modo…
Este fin de semana pasado he vivido tres experiencias muy curiosas… Dentro de Una mirada diferente…El Colectivo El Brote, Telmo Irureta y Naranja Imaginario nos invitaron a emocionarnos, reírnos y sorprendernos con su visión sobre el arte a partir de la fragilidad, la lucha y la belleza de lo que se considera correcto o no en la vida y el discurso combativo.
Como cierre de la edición de Surge, se han presentado un par de propuestas no convencionales, creadas dentro del marco de Actividades Transversas: Alifato, un viaje sobre camellos imaginarios por el barrio de Lavapiés trazando un mapa entre el pasado y el presente y Prácticas de la intimidad realizada por Antonio de Paco e Inés de la Iglesia en Plot Point. En esta última, el blanco, la comida y la sensorialidad ocupaban el espacio sin barreras de la escena.
Adolfo Simón


Entre las montañas del Olimpo
Ahora que ya he andado por las calles de Atenas, por la piel de Grecia…Como debe ser para poder decir…»Me perdí en sus calles» que es la mejor manera de conocer un lugar… Ahora que ya he cumplido uno de los sueños añorados: Grecia, la cuna del teatro!…Ahora toca volver a la realidad, a esa que espera a cientos de kilómetros, al presente…
Cuando dentro de un rato me asome por última vez a la ventana para ver el Partenón, iluminado, poderoso, sobreviviendo al paso del tiempo, mirando la humanidad como transita siempre entre guerras pensaré de nuevo sobre el sentido de los sueños, si cuando los haces realidad siempre terminan desenfocados.
En apenas unos meses he visitado esta ciudad dos veces, una de manera fugaz y otra a otro ritmo, con la posibilidad de conocerla más allá de la postal de referencia. No sé qué ha sido este lugar en otro tiempo, los libros cuentan historias mágicas, pero nunca sabremos si quien los escribió dijo toda la verdad. Hoy, este país, esta ciudad son bien representados por el Partenón como gran icono, ese espacio único rodeado de grúas que nunca se sabe si están construyendo o destruyendo. Esta es la sensación profunda que me llevo, no sé si lo que he vivido es un sueño o es la realidad del tiempo que nos ha tocado vivir.
He venido para mostrar mi forma de entender el teatro, en un lugar donde nació el teatro…¡Que atrevimiento!. Y me encuentro con un pueblo asustado, con la necesidad de gritar, pero cada vez que lo intenta, no sale sonido de su boca. Un lugar mítico donde lo más preciado son las ruinas. Y ahí está todo el mundo, orbitando alrededor de ello, sin posibilidad de cambiar esta idea en el ADN.
He contado mi idea del teatro y he sentido que podrían reconciliarse con el sentimiento profundo del teatro, pero el duro día a día les deja instalados en la máscara rígida.
Y veinte años después, he tratado de contar, desde otro lugar, lo que subyace en David & Goliat…a una sociedad que no quiere ver la realidad porque duele. Y tal vez hay que aceptar que el Partenón está rodeado de grúas y que habrá que esperar a que el tiempo le dé su lugar entre las montañas del Olimpo.
Adolfo Simón



«La la land»un tributo a la profesión de actor
Muchos pueden ver en La la land una película musical más, incluso la pueden tachar de convencionalista, tradicional y de coincidir con la línea que quiere imponer Donal Trump de recuperar las más férreas costumbres americanas a través del Hollywood de los años cincuenta. Pero este film de Damien Chazelle va más allá de eso, haciéndose preguntas sobre el oficio del actor, la inseguridad personal, el éxito, la lucha para conseguir un hueco entre esa marabunta de actorcillos que invaden Los Ángeles… Es la película del año por muchos motivos: su banda sonora, sus guiños al cine musical, la interpretación de Ryan Gosling y Emma Stone, la fotografía, … Incluso para los que no son seguidores de este tipo de películas enseguida les vendrá a la cabeza alguna otra que ya hayan visto…empezando por West side story, siguiendo por Un americano en París y continuando por Cantando bajo la lluvia…Porque la recuperación de escenas musicales con números de baile impecables y un colorido espectacular puede hipnotizar al más insensible.
Romántica sin caer en lo cursi, un ejercicio de creación original aunque aluda a otras películas, actual y clásica…una joya.
Déjense llevar por momentos inolvidables y emociones a flor de piel y sumérjanse en el mundo del jazz aunque sea por una hora y media…
Luis Mª García.

Sobre Tríptico Dadá en el Museo La Neomudéjar

¿Conoce la Neomudéjar?
¡Síii! Todo recto, y cuando llegue usted al Condis tuerce y camina de frente,
vuelve a torcer, hasta encontrarse con las antiguas dependencias del tren.
Y es que este periférico y vanguardista refugio artístico es reconocido por las gentes del barrio.
El arte instalado de forma inesperada, tejiendo redes entre cultura y diversidad social.
Cae la noche cuando llego al emblemático edificio…
La deconstrucción de un espacio,
la irrupción de lo nuevo, vomitado por lo viejo.
¡Este perturbador lugar está lleno de magia!
A la entrada del laberinto
instalaciones, exposiciones, experiencias multimediáticas,
el desapego de la objetualización del Ser
por un reduccionista y contaminado sistema,
reventando las costuras de lo convencional.
Arte in situ para voltear la contradicción.
Amabilidad, Lenin con amor,
y el divertido origen del mundo por Ikea,
susurrado por el guía del Hermitage,
son la antesala del espectáculo.
Se disuelve el espacio, luego el tiempo…
y el diminuto santuario- mesa me invita a soñar.

¡Siempre quise ser Karenina!
Unas temblorosas manos me emocionan.
Una, dos, … tres luces ¡Efímeras ilusiones!
Acompaño su dulce baile y compongo con ellas dos sinuosas montañas de mujer.
Lanzan los dados y en ese escenario teatral me abrazo a la fatalidad.
La música, voz de la Gran Creación, y el fin de las preocupaciones.
Cae la nieve y con ella un amor que crece.
¡Mis recuerdos y mi soledad!

Grandes olas de nieve presagian la victoria del mundo y mi derrota.
No saben amar, se alimentan de mis emociones,
y el miedo da paso a mi decadencia espiritual.
Mis pensamientos abonan el terreno del dolor.
No hago nada. Atrapada en la inmovilidad de ese universo blanco,
me percibo cubierta de esa hermosa, gélida y mortal nieve,
cae sobre mí y me cubre por completo…
Noche oscura, sin luna, la noche de todos los tiempos.
Millones de estrellas acompañan el silencio.
¡Es todo!
Me cuesta cambiar de escena… quiero seguir el viaje.
Los muertos que pueblan nuestros sueños
no podrían engañarnos, porque no esperan nada de nosotros.
De nuevo las generosas manos crean para mí universos infinitos hasta convertirme en Alice.
Soy feliz ataviada con una maraña de suave cabello.
Y vuelvo a la inocencia de mis cuatro paredes,
amuralladas de aventuras de papel que me devolvían la robada infancia.

Quiero salir de mis sombras,
escaparme de mi libro,
estirándome cual jirafa
para participar de las bellas, diminutas y cuidadas imágenes,
que la luz del actor me brinda.
¡Preciosísima con su pelo revuelto! Respiro con Alice.
Sueños de mariposa, repentinos e inconstantes amores de juventud,
redescubriendo los efímeros placeres del sexo.
El mundo parece limpio.
¡Renace la primavera en mí! Cuna de tierra.
Estar en guerra contra la humanidad…
Abandono los monstruos y los héroes.
No necesito ser salvada.
Me conmueve la elección del objeto.
¡Tan pequeña! Sin máscaras,
con su femenina y desnuda enredadera de oro…
Y se produce la magia.

La sutileza de una caricia humana atusando la quebrada cabellera del vívido objeto,
me obliga a tomar conciencia de mi propia fragilidad.
Entonces… yo hubiese vendido mi alma al diablo por esa caricia.
Llueve tristeza de perlas. Mis pies no caminan.
Entre el rojo y el violeta se halla la infinidad de lo invisible.
Cuéntame un cuento:
hay que abrir los ojos propios,
la hermosura es tres puñados de cenizas.
Nada puede ser logrado sin amor.
Siempre me interesó el mestizaje.
Y me sorprende la idea de un objeto,
como personaje capaz de vivir y morir,
de relacionarse tiernamente con un actor humano.
Sin saberlo, siempre me interesó la contemporaneidad
y la autonomía del teatro frente al texto,
la importancia de lo insignificante como epicentro en la dramaturgia.
Cada instante posee cualidades visuales que acarician mi corazón.
En mi intransferible y microscópico deleite,
viajé al interior de un sueño de libros de infancia
que me trasladaron a la inevitable kurukshetra,
para enseñarme a vivir.
Pongo voz a los mudos libros,
universos de las grandes soñadoras,
para decirle al gran ilusionista ¡Gracias!
Paloma Martín

Fotos de Mario Bastián
El público actor
Últimamente me estoy encontrando con propuestas escénicas donde se propone al público que sea el protagonista, pero no como en esas obras donde se le saca a escena para ponerse una peluca y hacer de coro en alguna escena cabaretera, no, lo que estoy viendo es una opción gracias a la cual, los espectadores son dramaturgos de la trama, generan estructura dramática y acciones que hacen progresar la propuesta como ocurría en la obra THE OLD IMAGE OF BEING LOVED presentada en el Festival Muscarium 2 de Portugal la semana pasada o la pieza estrenada este fin de semana en el Teatro Pradillo, COMIDA de NyamNyam. En esta instalación escénica, sin formalismos ni frontalidad… a primera vista quizás sólo una mesa llena de libros en permanente cambio, donde se van depositando objetos, acciones y alimentos de manera digresiva y casual, los asistentes son los que materialicen el corpus de la obra, con su elección o relación con los objetos y materiales.
Adolfo Simón

Un funambulista en Portugal

Viajar es la mejor manera para descubrir otras formas de vida y para conocerse uno profundamente. Siempre es tiempo para viajar, nunca es tarde y es interesante volver sobre paisajes recorridos en otro momento, se ven con otros ojos, se redescubren. Portugal es un país hermoso, lleno de lugares sorprendentes y de gente fantástica que, si se la conoce de cerca, no se la olvida nunca. Hace casi dos décadas viajé por primera vez al país vecino a trabajar, Lorca me llevó hasta Sintra para encontrarme con un grupo de actores y técnicos llenos de entusiasmo ante la posibilidad de crear una obra propia desde su historia personal, viajando al encuentro de un Lorca que viajase de manera imaginaria por el Barrio Alto de Lisboa. La experiencia fue muy poderosa y han tenido que pasar casi veinte años para descubrir lo que se sembró en aquella ocasión. Uno va haciendo y creando humildemente, dejando rastros en el camino sobre lo que el teatro es para mí y cómo ha de ser útil para la sociedad de nuestro tiempo. El camino se va recorriendo y aunque pensamos que tiene poca trascendencia lo que hacemos, en cualquier recodo del viaje, nos reencontramos con viejos conocidos que nos recuerdan que todo tiene, al final, sentido. He vuelto a Portugal para participar, en esta ocasión, con mi proyecto actual: Books en la Casa da Marioneta de Sintra-Agualva en el Festival Muscarium2 organizado por Teatromosca, en la segunda edición de una muestra que está creciendo rápidamente sin perder coherencia ni ética. Al frente de este Festival hay un equipo de enamorados del teatro, de personas que creen en el poder de la escena para transformar la sociedad de hoy; un grupo entusiasta y estupendo. En ese equipo hay varias personas que llevan las riendas: María Carneiro, Pedro Alves, Carlos Arroja y Pedro Silva, alguno de ellos fueron cómplices de aquella creación lorquiana. Han crecido, los muchachos que eran se han convertido ahora en hombres y mujeres que sueñan y pelean día a día por encontrar un lugar en el teatro lusitano. Y lo están consiguiendo, sin aspavientos, creando comunidad teatral y conectándose con otros profesionales y con la población portuguesa. Ha sido muy emocionante reencontrarme con estos artistas que tienen muy claro que han de trabajar codo con codo, día a día…por un teatro de hoy para una sociedad del mañana. He vuelto, seguramente, para aprender de esta experiencia que nada se hace en balde, que todo va creando poso y que solo hay que dar tiempo a las cosas y también, para compartir con ellos el momento actual de mi viaje creativo con esta pieza de teatro de objetos a partir de libros de artista que, de algún modo, me invita a reconciliarme con mis orígenes, con la coherencia de lo que hacemos para la escena y que, aunque me sienta muy frágil transitando como un funambulista por una cuerda de cristal, ahora sé que todo ha tenido sentido, cada paso, aunque pensase que era en caminos a ninguna parte, a algún lugar llegan, a veces…Al corazón de la bruma portuguesa.
Adolfo Simón

¿Tiene límites el arte de la creación escénica?
Esta pregunta parece que mueve a los organizadores del ciclo El lugar sin límites que se está llevando a cabo en el CDN y el Teatro Pradillo. Este fin de semana se han realizado, además, unos encuentros matutinos para que los artistas reflexionasen sobre los mecanismos y procesos de sus obras. Y en Contar para / sobre vivir 2 (El lugar sin límites), Edurne Rubio Barredo y Sergi Fäustino se convierten en dos caras de una moneda para presentar un programa doble con sus piezas de reciente estreno: Light Years Away de Edurne Rubio y Fäustino IV o Concierto para esfuerzo y sonido de Sergi Fäustino, ambas propuestas nos sumergen en la oscuridad y el no tiempo como punto de partida para que el público experimente sus límites.
Adolfo Simón

Cosas que se olvidan facilmente de Xavi Bobés en el Teatro Español
Hay experiencias escénicas que, aunque trates de explicarlas nunca lo consigues, primero porque son tan personales y especiales que nunca se encuentran las palabras apropiadas para describirlas. Después porque una cosa es lo que el artista quiere contar y otra cuestión es el eco que provoca en ti, por tanto…nunca se contaría la misma historia si no que se hablaría de la resonancia personal que se vive ante ese pequeño viaje en la Biblioteca del Teatro Español. Creo que cuando lean esta nota ya no quedarán entradas disponibles y me da rabia escribir estas líneas ahora y no haberlo hecho antes para decirles…»Corran, compren una entrada y déjense llevar…». Bueno, siempre cabe la posibilidad de que amplíen funciones o se la encuentren en algún festival que les pille de paso. Hay mucha gente que cuando ve una pieza para pocos espectadores piensa que es un esnobismo, que ya no se sabe que inventar para hacer ruido con la obra que se estrena, estoy de acuerdo que tanto en los montajes que duran muchas horas o en esos que son brevísimos, a veces hay mucho ruido y pocas nueces…pero aquí, Ay!…aquí lo que hay es todo eso que siempre vimos pero mirado desde otra perspectiva…Un viaje en el tiempo y la memoria, transitando aquellos paisajes que todos hemos visitado pero vistos con otros ojos. Ya sé que todo está inventando pero, a veces, hay algún lugar en nuestro imaginario que sonríe ante este tipo de propuestas, inteligentes y emotivas porque, al final…¿Qué es el teatro?…Una experiencia inolvidable…¿no?, pues esta lo es.
Adolfo Simón
Essencia, Festival de la Teatralidad en Cuarta Pared
Dentro de la programación de la primera edición del Festival Essencia que ha creado Cuarta Pared, se ha mostrado el trabajo en proceso dirigido por Julián Fuentes Reta sobre «Dioses, Teatralidad y rito». Una indagación sobre cómo, en el presente, se entiende la idea del mito, de la vejez y la guerra. Aunque el proyecto todavía está en proceso de creación, nos han permitido asomarnos a ese espacio privado que es la cocina de la construcción de un espectáculo. En esta ocasión, ya hay un boceto interesante sobre el que seguirán trabajando durante los próximos meses. Tras la muestra, un debate interesante se llevó a cabo entre público y artistas.
Adolfo Simón
AADK Spain en La Casa Encendida
Dentro de la inquieta y solida programación de Casa Encendida, de vez en cuando nos ponen en contacto con experiencias de creación poco convencionales. En esta ocasión han llevado a cabo un programa muy interesante con la denominación de Cartografías de la periferia al centro organizado por AADK Spain hasta el 30 de este mes.
En primer lugar, pudimos ver el documental 730 Días que nos mostró todas las experiencias de creación desde ámbitos diferentes…el espacio, el cuerpo, la materia, la música…Un recorrido por las diferentes fases en las que colectivos de distintas disciplinas se ubicaron en la población de Blanca en Murcia, auspiciados por el Centro Negra. En estos 730 días han llenado el lugar de creación contemporánea haciéndola convivir con los residentes del lugar, dejando su impronta en muchos rincones de este singular pueblo.
Tras la proyección asistimos a «Idiots» de Björn Säfsten, experiencia performática sobre la fragilidad del cuerpo y la materia. Un viaje sensorial en el que los intérpretes implican su cuerpo e imaginario en un juego de duplicidad y límites corporales. Un trabajo contundente, lleno de contrastes e imágenes poderosas.
Adolfo Simón
Conmemorando los 5 siglos de Santa Teresa
Una pulsión de tambor rojo sangre marca territorio alrededor del árbol que habita la Plaza de Felipe II en Madrid. Los redobles apuntalan los sonidos del entorno, que queda sumido en un atento y pesado silencio. Al tiempo que una masa negra avanza en procesión, una figura blanca emerge con esfuerzo de la misma. Liberada, es médium de la extasiada Santa Teresa de Bernini. Sitiada ahora por un negro muro de contención, exclama versos de la religiosa mientras lo recorre, logrando que algunas figuras negras dejen el luto y se sumen a su peregrinación.
Surge de nuevo la masa negra, pero esta vez abandona la plaza destilando una saeta. Junto con ella, una excitada piel de tambor agita el ambiente y lo dota de una densidad emocional más propia de Sevilla en Semana Santa que de Madrid en junio. ¿Acaso importa? El espacio-tiempo se agita y la marcada teatralidad de este tesoro barroco del s.XVII viaja por un agujero de gusano hasta el hoy, donde nos sigue impactando la luminosa misiticidad del “Éxtasis de Santa Teresa” a pesar de todo lo escrito, investigado, admirado y debatido sobre el tema desde entonces.
El mármol esculpido por Bernini emana una fuerza que simplemente es, independiente del tiempo y del espacio, y perpetua su influjo reverberando en puntos de apoyo a través de los siglos. En este caso, lo ha hallado en los alumnos de 1º de Interpretación de la madrileña escuela y sala de teatro Cuarta Pared, coordinados por Adolfo Simón.
Quique Rojas
Rodrigo García en el Lugar sin límites
Salí y me perdí por las calles de Lavapiés, tenía una sensación de pérdida de orientación extraña, como si hubiese aterrizado en otro planeta, como si viniese de otro lugar, atravesando el tiempo…¿Dónde había estado?…En esos paisajes agrestes y profundos que construye Rodrigo García en la escena. No ha podido arrancar mejor el ciclo de El Lugar sin límites que ha organizado Teatro Pradillo junto al CDN que con un tríptico alrededor de la figura de este creador. Arrojad mis cenizas sobre Mickey ha sido la primera piedra de este edificio en construcción, un territorio en el que entró la grúa de la censura para agrietar sus paredes al no permitir que se realizase una escena con animales. ¿Animales?…Animales torpes los que se quisieron abalanzar sobre la piel de la obra…Y…Animales monstruosos los que desfilaron por la escena diciendo palabras de fuego y realizando acciones de hielo. Sus performers son mediums modernos que realizan rituales contemporáneos conectados con los ritos más ancestrales…Allí estaban, para mostrarnos la miseria del presente y el futuro, ante los ojos atónitos de una familia ejemplar que se escondía tras los cristales de su coche último modelo. Rodrigo García escribe cada vez con palabras más afiladas, son dardos que lanza contra la pantalla del teatro y contra nuestro cerebro. Y propone situaciones y escenas llenas de violencia callada, de caricias agrias para mostrarnos que detrás de la máscara del confort y la modernidad está el mundo vacio y alineado.
Vago por las calles, atravesando semáforos en rojo y termino en la puerta de Pradillo para asistir al segundo plato de este menú ingesto, para quedarme suspendido en el silencio que se crea en la sala cuando el performer fuma mirando como el animal-víctima agoniza golpeando un micro suspendido en el aire, en la performance poética: Accidens. Un golpe seco corta la vida y el olor de la muerte, mientras es cocinado llena la sala…El tiempo suspendido, el silencio denso…la mirada perdida del performer mientras fuma, los pasos firmes hacia el público…el ruido al saborear la copa de vino o al morder la carne quemada nos remite al bestialismo más salvaje que habita en algún rincón de nuestra cabeza, en esos que fuimos hace no mucho en el corazón de las tinieblas…Al horror del hombre como verdugo de los demás…Al terror que genera la muerte atrapando la vida entre sus fauces…
La noche se llena de fantasmas y monstruos y acudo a la mañana siguiente al vermú que se hizo con Rodrigo en el Reina Sofía, donde dejó sus impresiones suspendidas en nuestros oídos, cuando le doy un abrazo al despedirme de él y antes de seguir repitiendo sus palabras en mí cabeza…recuerdo al Rodrigo que conocí hace treinta años camino de Cabueñes, y su mirada es la misma, la mirada de un niño atrapado en un animal herido…
Dijo…
sobre El cuerpo… La incomodidad… Materia y movimiento…no soy profesional del cuerpo.
sobre La palabra… Formación clásica… Lector de Beckett… ¿Como liberar el acontecimiento escénico de la palabra?… He realizado experimentos formales para encontrar el lugar de la literatura… He buscado que los actores no representen la palabra… Finalmente escribo en una pantalla para tener un acto íntimo con los espectadores…
sobre La música… Con la música ocurre lo mismo que con la literatura… Hemos buscado mucho… Al principio pinchábamos música… Después indagamos con el ruidismo… Y al final entiendo que el lugar de la música puede ser performatica… Recorrer un abanico de lo clásico a lo popular… Lo mal hecho da humanidad al trabajo…
sobre La violencia… Ya sabemos que es cuando te pasa en la vida… El teatro es un espacio protegido… Donde se transmite amor… Otra cosa es un ambiente de tensión y angustia…eso si me gusta… La violencia está en la calle…
sobre La Censura… No quiero caer aquí en contar anécdotas… Pero en Varsovia no pude hacer Golgota… Sentimos miedo por la reacción de la gente sobre un texto que no conocía… El público tenía que entrar a escondidas al teatro…
Sobre Irse de España… Podemos celebrar este Festival que empieza está interesando… Es un asunto de voluntad… El proyecto que finalmente estoy dirigiendo en Francia tiene un programa nada convencional… Porque la Ministra apostó por el riesgo… Porque consideró que es urgente… Porque es urgente… Estoy todo el tiempo tratando de explicar cuál es el sentido de lo que allí programo… Mucha gente teme a ese Centro Dramático… Y he de explicarles que es para ellos…
Sobre…¿Hay posibilidades?… Es complicado por los ajustes presupuestarios… He cambiado el nombre para que conecten con el teatro… «Humano, demasiado humano»… Allí no he encontrado gente interesada en la investigación… Resulta paradójico cuando allí se puede vivir del teatro… Aquí hay una gran irresponsabilidad al no apoyar a las nuevas generaciones… Espero que cambie de una puta vez…
Sobre El Exilio… No considero que viva en Francia… Ya me exilie una vez de Argentina a España… Mi casa está en Gijón… Me gusta el castellano y aquí tengo a mis amigos… No sé qué va a pasar, no me gusta planificar… Necesito vivir y que me pasen cosas…
Sobre La Paciencia… ¿Disponibilidad?… ¿Puede el publico… Al final de Golgota, dejar de lado su teléfono móvil para escuchar un concierto de música maravillosa?… No hay que caer en el tiempo de consumo de una obra… Lo pensamos para el placer…
Sobre Sus referencias literarias.. Muller, Berhart… Beckett… Robert Pinxon… Y los poetas… Las poetas sobre todo.
Sobre Los Retos… Lo más importante será la nueva pieza que voy a hacer con los actores en Montpelier y muy poco presupuesto…Tengo la sensación de algo con cuerpos y ruido generado por los performers… Igual no habrá palabra…No sé que voy a hacer y me gusta mucho esa sensación… Como si no hubiera hecho nada antes… Se llamara 4 porque van a ser cuatro actores, no hay presupuesto para mas…
Sobre El Teatro… Un espacio de libertad. Aunque pocos artistas se toman esa libertad para crear.
Sobre Los Procesos de creación… Escribo por las mañanas y ensayo por la tarde… Siempre que puedo alargo mi tiempo en la escritura… Si puedo elegir… Elijo estar con las palabras y los libros. Un acto de recogimiento y soledad…
Sobre La Representación… Para mí, los performers son lo más importante en el teatro… Trabajo con compañeros de viaje que pensamos parecido y tenemos una visión particular de las cosas… Les propongo algo y ellos lo llevan más lejos de lo que imagine en un principio…
Sobre El Futuro… Rapto del Serrallo de Mozart… Ópera en Alemania…junio 2016… Otro proyecto en la ópera de Montpellier… Rafael Sendo va a componer la música para un texto que voy a escribir por encargo…
Adolfo Simón
Confesiones de María de Soledad Oviedo, teatro dentro de un escaparate
Esta ciudad de Madrid nunca deja de sorprenderme, cuanto más se le ha puesto contra las cuerdas, más capacidad de reinventarse ha tenido, gracias, en parte, a los inquietos artistas que siempre buscan opciones diferentes para desarrollar su creatividad y mostrar su obra. Muchas fórmulas de teatro breve hemos visto ya en nuestra ciudad, creo que no hay un rincón donde se haya podido llevar a cabo una representación de formato diferente. Pero faltaba algo tan especial como lo que se está mostrando en el espacio El cinco de Velarde… Teatro en un escaparate. Si, ya sé que hace años, La Cubana hizo unas acciones performáticas en algunos escaparates de la Calle Preciados pero aquí es otra cosa. En este exquisito trabajo, hay varios planos poéticos, por un lado, el lugar es curioso, un espacio que tiene el aroma de otro tiempo para usos de hoy…Y en él, hay un gran escaparate que da a la calle, en el que sus paredes están tapizadas con una tela vintage que nos sitúa en un tiempo sin tiempo…y pretende recrear esas habitaciones de hotel recreadas para la secuencia de una película de David Lynch…Y ahí, como surgida de ese tapizado, una joven frágil que navega en una ensoñación donde sus recuerdos se mezclan con lo que ocurre en la calle, al otro lado del cristal. Esta peculiar propuesta es para un solo espectador, antes de entrar se nos facilita una pequeña maleta que será nuestro equipaje para ese momento íntimo con el personaje. Confesiones de María está interpretado por la propia autora y dirigido con delicadeza por Carmela Lloret… Pocas veces he tenido la sensación de ser el protagonistas de una historia, aquí, la joven te hace sentir que eres especial y necesario para que sus pensamientos existan…Tal vez en su cabeza. Y a la vez, los transeúntes van pasando por delante del escaparate y asisten, atónitos, a lo que pasa en el interior del escaparate, sin saber qué historia se está fraguando dentro. Creo que solo estarán unos días con esta propuesta, no dudéis en vivir la experiencia de ser voyeur y material mirado por otros. Más info en: escenasdeescaparates@yahoo.es
Adolfo Simón
“¡Es niña! o No despiertes el camino que duerme.” de Otso Kautto
Las transgresoras réplicas entre un padre (Manuel García) y una hija (Teresa Vallejo) construyen bajo los focos de La Casa del Lector y la dirección de Adolfo Simón, un arco dramático que refugia y estimula a un artista (Blas Nusier) armado con un lienzo en blanco. Dos personajes, junto con el performer, deambulan en coche sin más rumbo que el de su conversación. Con un fuerte aroma al “Lolita” de Vladimir Nabokov, infancia, sexualidad, descaro, roles familiares, impulsos freudianos y verdades sin tapujos ni vaselina se van materializando en papel, con Blas Nusier como médium.
En esta lectura dramatizada, la historia experimenta una evolución plástica de un inocente carboncillo a un pesado y voluminoso acrílico que empapa el papel hasta trascenderlo. El virginal pliego de inicio se abre de par en par al firme y palpitante arte de Blas Nusier. Éste embraga y acelera (nunca frena) en su trance creativo hundiendo sus pies descalzos en peluches y muñecas rubio platino, desnudas y tan expectantes como nosotros, los voyeurs. Con la atención a caballo entre el trabajo performático y el dramático, esta propuesta nos recuerda que el teatro, como el agua, como las pasiones y las necesidades humanas, se abre camino por donde sea, transformando sin remedio todo aquello que su humedad conquista.
A pesar de su origen finlandés, “¡Es niña! O No despiertes el camino que duerme.”, de Otso Kautto, se mimetiza con el calor veraniego que inunda Madrid sin posibilidad de huída, como la peste. Tras probar con diferentes juguetes, una de las muñecas, tan rubia y tan desnuda, es finalmente insertada por Blas Nusier en el centro empapado del cuadro, decapado y extasiado de pintura, que aún no comprende el curso de los acontecimientos desde sus tiempos de “tabula rasa” hasta la depravación de rojos y azules en que se ha convertido.
Descender a los infiernos de la psique es cuestión de segundos. O de casi dos horas si uno se entretiene en un violento revolcón de cuneta, palabras a pelo y caricias acrílicas.


















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