«24 horas en la vida de una mujer» en el Teatro Infanta Isabel
Después de su rápido paso por el Teatro de La Abadía, podemos volver a disfrutar de este pequeño caramelo escénico que tanto placer nos ha dado. Silvia Marsó se empeñó en producir este montaje, basado en la obra homónima de Stefan Zweig, después de ver su estreno en París y le ha salido una pequeña joya que se adapta perfectamente a su formación y carrera escénica sólida y con una calidad insuperable que completa gracias a rodearse de profesionales como el director Ignacio García y los actores Felipe Ansola, Germán Torres y Gonzalo Trujillo. Un montaje, sencillo e intimista, con música en directo bien interpretada, creado para dar protagonismo a los actores y a la música e interpretación, haciéndonos disfrutar de este musical de cámara que nos sumerge en la vida de una mujer durante veinticuatro horas, una mujer que ante un desafío amoroso, tiene que vencer las conveniencias sociales y seguir su propio instinto, apostar, sin importarle qué puedan opinar de ella y qué consecuencias pueda tener y que nos hace reflexionar sobre nuestra vida…¿De verdad estamos viviendo la vida que queremos o la que nos quieren imponer los demás?
Luis Mª García Grande
José Luis Alcobendas: «Mantenernos siempre activos y alerta»
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Era estudiante de 3º de BUP en un colegio de curas del barrio de Hortaleza. Tenía quince años cuando, de mutuo acuerdo con el profesor de Historia, decidimos no hacer una lectura dramatizada sino representar en el teatrito del colegio Las meninas, de Antonio Buero Vallejo. A mí me tocó hacer de malo, el Marqués. Nos entusiasmó tanto la experiencia que decidimos montar otra obra más y otra y otra… Durante siete años estuvimos mostrando nuestros trabajos en centros culturales, institutos y colegios. Licenciado ya en Veterinaria, tocaba disolver el grupo y dispersarnos. Alguien me sugirió presentarme a las pruebas de ingreso en la RESAD. Lo hice y me admitieron. Allí me encontré con Ángel Gutiérrez con el que descubrí el «Teatro de Arte» y que se convertiría en mi maestro.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria en teatro?…
Bueno, lo que en principio pudiera parecer una vocación por descubrir, tardía y peregrina, se convirtió en mi vocación que es la que me ha mantenido y me mantiene fiel a un compromiso y apegado a una tarea exigente, gratificante aunque, por momentos, decepcionante y penosa pero siempre necesaria y hermosa.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas? ¿Qué te anima a participar en ellos?…
Todo lo que he hecho en teatro procede de ideas y proyectos de terceras personas, propuestas que acepto. Los actores tenemos mucho de mercenario. Yo, alguna idea y algún proyecto tengo pero pendientes de materializar. Me preocupa la salud del ser humano y el grupo. No puedo mirar para otro lado y como considero que el teatro es, como tal, un servicio a la sociedad, pongo todo mi esfuerzo y toda mi fe, sobre todo, en aquellos proyectos en los que el teatro resulta ser un medio para la reflexión, para formar conciencias, para dar luz, un bálsamo, un aguijón, un espejo donde vernos ridiculizados, una tribuna donde elevar la voz…
¿Cómo surgió tu participación en Un hombre con gafas de pasta? Háblanos de tu personaje…
Inge Martín que es una actriz muy valiente se decidió a producir este espectáculo. Un buen día me llamó y le dije que sí. Me sorprendió el texto de Jordi Casanovas. Una historia curiosa, intrigante y crítica presentada en un género teatral desconcertante porque es una mezcla explosiva e inesperada de varios géneros lo que sacude al público y le obliga a hacer un viaje de vértigo.
En Un hombre con gafas de pasta yo soy el hombre con gafas de pasta, Marcos Sarasate. Este hombre, poeta, intelectual, animal de tertulias, galerías de arte, inauguraciones, cenas honoríficas, presentaciones y eventos varios, alimenta su ego con la admiración y la envidia que provoca a su alrededor. Son personas muy dañinas, vampíricas, porque roban la energía de los incautos y generosos, sobre todo. En la historia que presentamos, este ser atractivo/odioso se encuentra con tres víctimas que intentará no desaprovechar: una ingenua y desarmada Aina recién golpeada por la ruptura con su chico y una alegre pareja, Laia y Óscar, con un hijo en camino.
¿Cómo creas los personajes? ¿Tienes un método?…
No sé si «método» Lo que tengo es una cocina donde me monto mis platos pero sin recetas. Después de más de veinte años dedicándome a esto he ido llenando el saco con cursos, talleres, ensayos, consejos, advertencias, experimentos y funciones con público. Cuando empiezo un proceso de ensayo me siento totalmente vacío, frágil, con una sensación de estar situado al borde del abismo, como de recién nacido. De verdad, es la sensación de no saber nada. La lectura atenta del texto es la que me da toda la información que se enriquece con la visión del director y de la del resto de compañeros. A partir de ahí, comienzo a hacerme con herramientas y sostenes con los que crecer y sentirme poco a poco más seguro. Necesito comprender qué es lo que pasa en la obra, por qué actúa cada personaje como actúa, que sucede en cada escena, etc. Cuanta más información obtenga mejor. Tras este análisis previo, absolutamente racional, dejo la cabeza en la mesa, me levanto, nos levantamos y nos confrontamos en escena donde dejamos que se produzca lo espontáneo y sorprendente, el conflicto, la pasión, la animalidad, los afectos, el humor, la magia.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
Desde hace más de una año y hasta este mes de junio he participado en un Julio César de W. Shakespeare dirigido por Paco Azorín. Pasé en octubre por el CDN con el montaje de Doña Perfecta dirigida por Ernesto Caballero y desde el 7 de abril que estrenamos en la Pensión de las pulgas con Un hombre con gafas de pasta, escrita y dirigida por Jordi Casanovas.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Pues aparte de Un hombre con gafas de pasta que esperamos tenga una larga vida, participo en un proyecto en torno a la figura de El Greco a punto de estrenar (28 de junio en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Cáceres): El Greco y la legión tebana, dirigido por Ignacio García.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del IVA a los proyectos de teatro?…
Pues viendo las medidas tomadas por el gobierno con respecto al teatro en particular y a la cultura en general, se diría que pretenden exterminarnos. Nos están haciendo sudar sangre. Compañías que tienen que echar el cierre y proyectos simplemente inviables por ese mordisco que supone el IVA. Esta penosa situación nos trae ruina, precariedad, inseguridad, pérdida de calidad, incertidumbre, espantada de público, paro… Pero como alguien dijo, el ministro de turno, el gobierno de turno, pasarán, el teatro quedará. Defendemos algo que tiene el peso y la trascendencia de siglos. Esa fuerza enorme es la que nos sigue impulsando y animando día a día. Pero, joder, que mal nos lo están haciendo pasar.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente te ha interesado? ¿Por qué?…
El Misántropo de Molière en versión y dirección de Miguel del Arco. Un vivo retrato donde vernos con perplejidad los hombres y mujeres del siglo XXI, con nuestros anhelos, nuestras miserias, nuestras contradicciones, nuestras ilusiones y frustraciones.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
Perseverancia y fe. Mantenernos siempre activos y alerta, que la oferta de trabajo nos pille bien dispuestos para la creación. Y si la oferta esa no llega, propiciarla, provocarla. Y a pesar de la falta de dinero, de espacio, de tiempo, no descuidar nunca la calidad, la excelencia en todo lo que hagamos, el rigor y la exigencia evitando la autocomplacencia.
Pepe Corzo nos habla de su trayectoria como diseñador de vestuario
¿Cómo fueron tus inicios en el diseño de vestuario?…
Empecé como diseñador de modas experimental en Lima allá por los años 90, trabajando como diseñador de vestuarios para espectáculos de teatro -danza experimental y al mismo tiempo creando colecciones que presente en desfiles en Alemania, USA, Buenos Aires, etc.
¿Lo has compatibilizado con otros trabajos?…
Hace muchos años que lo comparto con mi trabajo de Director de Arte publicitario para comerciales de televisión, actividad que me gusta mucho.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…¿Qué proyectos destacarías?…
Yo me siento muy satisfecho con mi trayectoria laboral, ya que mi profesión me ha llevado a lugares inimaginables trabajando en proyectos fantásticos con gente muy interesante, destacaría muchos de mi proyectos que he realizado en España, debido a lo significativo que es para mí, vivir en Lima y sin embargo poder estar dentro del circuito Español de teatro, zarzuela y opera con proyectos como «El rey que Rabió» en el Teatro de la Zarzuela, «Los cuentos de Hoffmann» para la opera de Las Palmas de Gran Canaria, «Celebración» para el Centro Dramático Nacional de España y ahora «Marina» de nuevo para el Teatro de la Zarzuela.
¿Qué diferencia hay para ti a la hora de diseñar un traje para cine, tv o teatro?…
La diferencia va de acuerdo al concepto del proyecto, no importa si es para tv, teatro o cine, lo más importante es la propuesta visual.
¿Cómo te surgen las ideas?…¿Cuánto margen te dejan para crear durante los procesos?…
Las ideas surgen en base a la investigación, tanto de imágenes como de materiales y técnicas, mis proyectos siempre son resultados de búsquedas de nuevos experimentos con materiales y conceptos. Normalmente no me dan ningún tipo de limitación en el proceso creativo, cuando me llaman saben que mi trabajo es muy experimental y están buscando eso.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
El último año me he concentrado en el proceso de creación de «Marina» y he realizado la dirección de arte de más de 60 comerciales de tv y catálogos fotográficos de moda.
¿Te ha tentado alguna vez desarrollar otras facetas más allá del diseño de vestuario en la escena?…
Hace algunos años que ya vengo diseñando también la escenografía de algunos espectáculos, cosa que me encanta!!! y vengo perfeccionando.
¿Cómo surgió el proyecto de Marina?…Háblanos del proceso…
Recibo la propuesta de parte del director Ignacio García y del Teatro de la Zarzuela hace como un año, ha sido una experiencia fantástica, hemos tenido varias reuniones durante el año en las cuales fui presentando mis propuestas, que fueron muy bienvenidas; finalmente fue un experimento novedoso que hemos realizado con la ayuda de fabricas textiles de lavados industriales, tratando el vestuario con químicos, óxidos, enzimas etc. para lograr efectos de desgaste y de luz y sombra en el vestuario.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
A mi regreso a Lima me incorporaré a la producción de un un nuevo programa de tv como director de Arte, voy a estrenar en Junio el espectáculo Perú Jaja 2013, una comedia sobre la historia del Perú, en la que he diseñado un vestuario y escenario muy lúdico, y para fin de año probablemente diseñe el vestuario y escenario para La Flauta Mágica en el Gran Teatro Nacional del Perú y para el Ballet «Alicia en el país de las maravillas».
¿Crees que los recortes y el aumento del I.V.A. van a afectar a los proyectos de teatro?…
Me imagino que sí.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente que te haya interesado?¿Por qué?…
Me encantó el vestuario y escenario de la zarzuela «El Juramento» que vi en el Teatro de la Zarzuela».
¿Qué momento está viviendo el teatro en tu país?…
El Teatro en Perú, así como la vida cultural esta en un momento de desarrollo, evolución y crecimiento, cada vez se invierte más en espectáculo y cada vez se consume más teatro.
Javier Artiñano, el gran diseñador de vestuario y escenografía, nos habla de su larga experiencia en el medio artístico.
Javier Artiñano, el gran diseñador de vestuario y escenografía, nos habla de su larga experiencia en el medio artístico.
¿Cómo fueron tus inicios en el diseño de vestuario?…
Desde muy pequeño tuve una gran afición por el dibujo. También, en mi adolescencia, me interesé mucho por la historia y como consecuencia, del cine histórico…mis motivos principales de los dibujos eran esos temas. Cuando tuve que plantearme un poco mi futuro pensé que querría intentar abrirme camino con algo relacionado con el dibujo. Estuve trabajando en una editorial y en una empresa de publicidad, como me gustaba mucho el teatro, pensé que quizás podría hacer escenografías y vestuario para ese medio. Supe de una academia en la que Francisco Nieva impartía esas materias y me matriculé. En esa escuela, una compañera me comentó que ella colaboraba con el grupo teatral Los Goliardos como escenógrafa y figurinista pero que tenía que dejarlo pues le había salido otro trabajo y me preguntó si me interesaba sustituirla, por supuesto le dije que sí y de este modo empecé a colaborar con dicha Compañía. En este grupo conocí al director teatral Ramón Ballesteros que por aquel tiempo era ayudante de dirección de José Luis Alonso en el Teatro María Guerrero, le habló de mi y fue precisamente José Luis quien me dio mi primera oportunidad profesional al encargarme el diseño de vestuario de la obra La Hora de la Fantasía para la Compañía de Irene Gutiérrez Caba. Más tarde, trabajando para el teatro, me surgieron oportunidades de hacer cine y televisión.
¿Lo has compatibilizado con otros trabajos?…
Aparte del tiempo ya mencionado en que trabajé para una editorial y en la agencia de publicidad no lo he compatibilizado con ningún otro trabajo.
¿Qué balance harías sobre tu larga trayectoria?…
El balance no puede ser más positivo, he participado en más de cien montajes teatrales entre escenografías y vestuario, he diseñado los figurines de más de cuarenta películas, varios programas y series de TV; algunos de estos trabajos han tenido mucho éxito y he recibido varios galardones, entre ellos seis Premios Goya de la Academia.
¿Qué diferencia hay para ti a la hora de diseñar un traje para cine, tv o teatro?…
Entre cine y televisión no veo grandes diferencias. De hecho toda la televisión en la que intervenido era filmada por lo que para mí, era cine, solo que se pasaba por televisión. Para el teatro si hay diferencias pues los trajes se ven a una distancia y los detalles hay que realzarlos para que puedan apreciarse a esa distancia. También, en mi opinión, el teatro permite ser más creativo e imaginativo.
¿Cómo te surgen las ideas?…¿Cuánto margen te dejan para crear durante los procesos?…
Las ideas me surgen cuando leo los textos…Obras de teatro, guiones de cine o TV. Después, en las conversaciones con el director, buscamos la línea en la que queremos trabajar, más realista o imaginativa. Por supuesto también hay un periodo de documentación de las épocas a través de cuadros de pintores contemporáneos o fotos, si las hay de la época a tratar.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
En el último año solo he intervenido en el montaje de la obra Los habitantes de la casa deshabitada dirigida por Ignacio García que actualmente está de gira por España.
¿Te ha tentado alguna vez desarrollar otras facetas más allá del diseño de vestuario?…
Aparte de las escenografías no me ha interesado desarrollar ninguna otra actividad pues mi profesión es mi gran pasión.
¿Cómo surgió la exposición que han realizado sobre tu trabajo?…
Como el Centro Cultural Mira está situado en Pozuelo de Alarcón y en este mismo municipio está la Escuela de Cine, el centro se puso en contacto con el entonces director de dicha Escuela, Fernando Méndez-Leite, para que les sugiriese un tema para una exposición sobre algo relacionado con el cine y él les propuso mi nombre.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Actualmente no tengo ningún proyecto entre manos. En los últimos tiempos no tengo muchas ofertas. En cine no abundan los proyectos para los que me solían llamar y para el teatro no me suelen llamar muy a menudo. De cualquier forma asumo sin ninguna tristeza que también hay un cambio generacional y mi tiempo ya ha pasado.
¿Crees que los recortes y el aumento del I.V.A. van a afectar a los proyectos de teatro?…
Imagino que si pues las compañías de teatro tendrán menos márgenes de gasto.
¿Qué montaje has visto últimamente que te haya interesado?¿Por qué?… Por una serie de circunstancias personales que sería largo explicar no he ido al teatro últimamente por lo que no podría contestar a esta pregunta, si veo bastante TV y me ha parecido muy interesante el nivel del vestuario de Gran Hotel, serie española y de Imperium.



























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