PEDRO YAGÜE nos habla de su larga trayectoria como iluminador escénico.
¿Cómo surge tu participación en el proyecto del Laboratorio del CDN?…
Me llama Aitana Galán en representación del CDN para proponerme el proyecto. Tres textos diferentes del mismo autor, con tres directores diferentes, y tres propuestas diferentes… Me interesa desde el primer momento.
¿Qué balance haces de tu trayectoria como iluminador?…
El balance es muy positivo. LLevo casi veinte años vinculado al mundo del teatro, al mundo de la iluminación teatral. Mis inicios se remontan al Teatro Universitario de Murcia. El balance profesional ha sido muy bueno. Desde mis comienzos, cuando llego a Madrid, como técnico de luces en compañías privadas, pasando por mi estancia en el Teatro de la Abadía durante ocho años y ahora trabajando como diseñador de iluminación para diferentes directores. Es totalmente satisfactorio.
¿Cuáles han sido los proyectos para los que has realizado un diseño de iluminación en el último año?…
«Julio César» con dirección de Paco Azorín. He trabajado en la CNTC, realizando «El Lindo Don Diego» con dirección de Carles Alfaro. «Esperando a Godot» para el CDN con dirección de Alfredo Sanzol. «Días sin gloria» con dirección de Fefa Noya para el CDG. «No se elige ser un héroe» con dirección de Roberto Cerdá, producción de Mutis a Escena. Con la compañía Nao d´ Amores «Penal de Ocaña» con dirección de Ana Zamora. «Ejecución hipotecaría» de K Producciones, dirigido por ADolfo Fernández… Entre otros proyectos.
¿Cuando te llega la propuesta de un proyecto te dejan margen de creación o te piden lo que necesitan?…
Si. Es una combinación entre lo que te piden y lo que tu puedes aportar al proyecto. Considero que un proyecto teatral surge de una combinación de disciplinas artísticas que están coordinadas por el director. En lo que concierne a la iluminación intento aportar todo aquello que pueda ayudar al espectáculo en su conjunto.
¿A partir de qué creas los diseños de iluminación?…
Son muchos los factores que inciden para la creación de un diseño.
Comienzo el trabajo por una primera lectura del texto, una aproximación, llamémosle, limpia de intenciones, un dejarse impregnar por lo que el texto nos dice. De esta lectura se van a desprender las primeras impresiones generales, a la búsqueda de una perspectiva necesaria para más tarde, a posteriori, adentrarme en un análisis más profundo y pormenorizado.
El texto, de primeras, suele darnos un espacio y tiempo determinados que, en su interpretación, el director podrá modificar en mayor o menor medida. Será también el director el que establezca, sobre todo en el transcurso de las primeras reuniones de equipo, las pautas a seguir para mostrar lo que él defina como lo esencial del montaje. Partiendo de esta base, el devenir del proceso creativo se irá trazando en posteriores reuniones y, fundamentalmente, durante los ensayos, que para mi son esenciales para el trabajo de creación, y consistentes en lo que su propio nombre indica: ensayar, probar para desechar, y así poder encontrar los elementos artísticos que puedan confluir en la puesta en escena final. Los utilizo fundamentalmente, para hacer el guión o la dramaturgia de la luz que más tarde plasmaré en la puesta en escena, es decir, realizo bocetos de guión, una especie de story board, que durante el montaje iré perfilando hasta el mismo día de el estreno. En esta parte del proceso, el papel de la dirección artística es crucial para llegar al final del camino con una estructuración de imágenes e ideas subyacentes que estén al servicio de esa esencia del trabajo que mencionamos.
También la documentación, es decir, recabar la información que considero necesaria para el proyecto, supone uno de los puntos más importantes y divertidos a la hora de desarrollar el trabajo.
En sentido, suelo trabajar mucho con imágenes, sobre todo pintura, fotografías, y también con videos y películas que puedan estar relacionadas de alguna manera con el tema que trate el texto.
¿Qué iluminadores tienes como referencias?¿Por qué?…
Uno de mis primeros referentes cuando empece fue Robert Wilson, quizás por ese universo tan particular que crea en sus montajes, y que en un primer momento llama poderosamente la atención. Visualmente, siempre me han llamado la atención figuras como Vittorio Storaro, Gordon Williand, Gregg Tols, importantes directores de fotografía. Y en España, son referentes para mi trabajo maestros como Juan Gómez Cornejo o Francisco Leal. También lo fue el desaparecido Josep Solbes. Son las primeras fuentes en las que bebí.
¿Hay una carencia de formación a nivel iluminación en la profesión teatral de nuestro país?…
Creo que cada vez está mejor, se lucha para ello. Pero sí, es evidente que estamos muy lejos de disponer una formación adecuada y profesional en el sector del diseño de iluminación teatral.
¿Cuál ha sido tu formación en esta materia?…
Mi formación es y ha sido totalmente autodidacta. Como decía más arriba empece en el Teatro universitario de Murcia (estudiando Filología hispánica), y mis conocimientos los he adquirido a través de mi interés por aprender y por la práctica de mi trabajo, por la experiencia adquirida a lo largo de los años.
¿Qué iluminación has visto últimamente que te haya interesado?…
El último espectáculo de teatro que he visto ha sido «El viaje a ninguna parte», con iluminación de Juan Gómez Cornejo. Me gustó mucho su trabajo.
¿Están bien dotadas técnicamente las salas actualmente?…
Depende. Hay de todo. Pasas del todo a la nada. No existe un equilibrio, lo que implica que los montajes teatrales sufran fuertes adaptaciones para poder moverse.
¿Se nota la crisis actual en la demanda de iluminación?…
Si se nota, como creo que en todo. Seguimos trabajando pero las condiciones económicas y de infraestructura de montaje se han rebajado de manera considerable.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempo de crisis?…
Creo que lo importante en nuestro trabajo, tanto en tiempos de crisis como en cualquier otro, es no perder nuestra ilusión y amor por este oficio que considero una profesión tan digna como otra cualquiera, y a la que hay que dedicar todo nuestro esfuerzo.
¿Qué proyectos tienes entre manos?.
Ahora mismo estoy trabajando en el CDN en el Ciclo de José Ricardo Morales, y también en una ópera (coproducción del Teatro del Liceo y el Teatro del Canal), «La voz humana» con María Bayo y dirigida por Paco Azorín. También hay un proyecto para el Festival de Mérida. Para después del verano, una «Carmen» para el Teatro de la Zarzuela dirigida por Ana Zamora y un «Don Juan…» dirigido por Blanca Portillo.
Trátame como me merezco – Losdedae on the road – Madrid en Danza
¿Has soñado alguna vez que viajas en un camión con cabezas cortadas?…
¿Has soñado alguna vez que alguien te mira con un ojo enorme?…
¿Has soñado alguna vez que un perturbado te señala con el dedo?…
¿Has soñado alguna vez que alguien trepa por las paredes y te sonríe?…
¿Has soñado alguna vez que estás atrapado en la ropa de otro?…
¿Has soñado alguna vez que te dan la cabeza de tu vecino para que te la pongas?…
¿Has soñado alguna vez que un muñeco se ha escapado de su caja de música?…
¿Has soñado alguna vez que el mejor útero en el que esconderte está tapizado de terciopelo?…
¿Sueñas alguna vez?…¿Y bailas en los sueños?…¿En los sueños o en las pesadillas?…
Adolfo Simón
Ana Garay, escenógrafa y diseñadora de vestuario

Ana Garay ha realizado más de noventa trabajos diseñando escenografías o vestuario…Nos responde a unas preguntas en un momento de intensa actividad creativa…
¿Que proyectos has estado realizando en Quito?
Viaje por primera vez en febrero del pasado año invitada por el director asturiano Jesús Cracio para realizar la escenografía de la obra La casa de Bernarda Alba de Federico Garcia Lorca. La Compañía compuesta en su mayoría por antiguas integrantes del grupo de teatro Malayerba consiguió estrenar en el Teatro Nacionál Sucre de Quito.Allí conocí a Chia Patiño, su directora, quien me ha invitado a colaborar en proyectos posteriores producidos por el Sucre como Il Dipttico de Puccini…Sour Angelica y Gianni Schicchi y este último viaje para una nueva producción de West side story.
¿Como esta teatralmente aquel país?
Quito, se muestra como el centro neurálgico de producción del país. Ecuador ha estado de espaldas a la producción de teatro clásico durante mucho tiempo. Un siglo después el teatro ecuatoriano parece vivir un complejo proceso de transformación coherente al proceso de desarrollo que sufrió la sociedad durante el pasado siglo XX. De todas las voces y corrientes que se muestran cabe destacar la herencia del grupo Malayerba que se configuro a principios de los 80. Con este grupo, la espectacularidad y la militancia ideológica de las agrupaciones anteriores, ha sido sustituida por la necesidad de experimentar con nuevos lenguajes. El teatro de grupo experimental es la forma que mejor sintetiza la experiencia del teatro ecuatoriano. El actor ha incorporado a la palabra nuevos lenguajes que provienen de la danza, la pantomima y el circo.
¿Viste alguna propuesta interesante?
Tengo que decir que en está ocasión únicamente me he podido organizar escapadas a conciertos y espectáculos de danza programados por la propia Fundación Sucre. En su mayoría productos de importación latina: Bolivia, Colombia, Brasil, Chile…Ahí es donde radica la riqueza cultural de estos países. Lo permeable de su cultura les ha permitido en los últimos tiempos rutas de distribución abiertas.
¿Has conocido el trabajo de otros escenógrafos allí?
Tengo que decir que escenógrafos tal y como estamos denominados en España, no. Con quien si he podido contactar es con artistas plásticos que cultivan otras disciplinas y que se han mostrado con una curiosidad máxima en conocer el oficio. Hablo de Grafiteros, hay una asociación importantísima…escultores, pintores clásicos…y un largo etcétera de personas que cultivan la artesanía de los oficios vinculados a las artes.
¿Como se veía la realidad teatral española desde allí?
A penas hay conocimiento directo de la producción española. Coincidí en el Sucre con la programación de Pagagnini, espectáculo de Yllana y Desaparecido de Poe, pero creo que fue pura coincidencia.Todos somos conscientes del movimiento migratorio ecuatoriano de los últimos años a España y de que hay una vuelta de nuevo al país de origen debido a la crisis sin precedentes que estamos viviendo aquí. Esa es la información que ellos tienen… «No lo estáis pasando nada bien en España, no?…claro nosotros llevamos así desde hace lustros…» Ese es el comentario del pueblo en general. Hay que decir que una pequeña minoria tiene una cultura amplia de nuestro teatro que ya la quisiera yo para mi, tienen conocimiento de autores españoles que va desde los clásicos del siglo de oro hasta David Desola o Sergi Belbel, por ejemplo.
¿Que balance haces de tu trabajo en el último año?
Para mí el cambio de perspectiva laboral comenzó a finales del dos mil ocho. Desde entonces hasta ahora me he visto obligada a rediseñar mi sistema de trabajo intentando mantener los valores fundamentales de la creación y adaptarme a la economía de guerra, en fin…MENOS ES MÁS.
¿Que proyectos tienes para la próxima temporada?
La temporada se presenta llena de ilusiones depositadas en pequeños pero grandes proyectos. Vuelvo en un mes a Ecuador para estrenar una Lisistrata co-producida por las mujeres de la Bernarda y dirigida por un tipo increíble, Diego Aramburo, director boliviano muy, muy interesante. Con Daniel Veronese tomaré contacto para su adaptación de La gaviota de Chejov a Los hijos se han dormido en octubre, en el Matadero. En noviembre voy para México DF para realizar el diseño de escenografía del concierto de Reyli Barba: Bien acompañado. Concierto único lleno de cantantes latinos de primer orden. Tengo que decir que estoy muy nerviosa por tratarse de un género diferente a los que me he enfrentado hasta ahora. Al volver a España colaboraré con Suripanta, grupo extremeño muy querido, en su próximo proyecto De vacaciones de Miguel Murillo. Para principios del próximo año, un texto de Desola con dirección de Roberto Cerda producido por Mutis Escena. Y con el equipo del musical Pegados, Ferran Gonzalez y Victor Conde haremos una comedia…Fisterra.
¿Crees que va a cambiar el sistema de producción tras los recortes que se han hecho en cultura en nuestro país?
Obviamente ya ha cambiado. Tengo que decir que estoy hasta el mismísimo de ver a todo el mundo alojado en la pena. Necesitamos continuar y a mí me resulta muy difícil levantarme cada mañana mirando la cara de los que nos gobiernan. Si hay que ir a las barricadas, vayamos… YA !!!! pero dejemos de quejarnos y no desaprovechemos las oportunidades que nos da nuestro oficio de hacer teatro activo y no pasemos de puntillas por los textos y las propuestas.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en estos tiempos de crisis?
Dejar de mirarnos el ombligo y viajar para contrastar.
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