JAVIER LARA: El teatro no tiene que hacer preguntas que ya sabe para que el público piense y las responda, sino que debe ser un lugar con forma de pregunta.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?… Empecé a hacer teatro en la universidad, cuando estudiaba filología inglesa. Me encontré con un grupo de gente muy talentosa y montamos IN VITRO TEATRO, que aun sigue. Mi primer papel fue Puck en El sueño de una noche de verano de Shakespeare. Lo que yo sentí en ese montaje fue definitivo para lo que hago hoy.
¿Realizaste otras facetas además de la actuación? En el inicio no. Después… después sí.
¿Qué es el teatro para ti?… Es la forma de expresar mi visión del mundo, lo cual te avoca a una forma de vida muy particular. El teatro es mi forma de vida, que se dice.
¿Por qué haces teatro?… Ahora no sabría no hacerlo. Al principio no tenía la experiencia suficiente para analizar porqué el teatro tiraba de mí, me dejaba llevar por el imán; y después cada vez que me lo he preguntado, la respuesta se ha ido matizando, aunque el sentimiento sé muy bien donde se encuentra. Ahora mismo, te diría algo así: Yo creo que forma parte de mi genética, de lo que se ha construido como mi identidad, que por alguna extraña y mágica razón la intuición me ha llevado al sitio donde descubro cosas que jamás descubriría si no me dedicara al teatro.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?… Intensa, caótica y muy coherente. Mi principal tarea ha sido la que junto a mis compañeros, Carlota Gaviño, Leticia Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro y José Padilla, generamos fundando la compañía Grumelot, que por cierto, este año hacemos diez años y estamos preparando algún evento homenaje a nuestra cabezonería y constancia. Y personalmente, he trabajado con gente que me ha dado grandes oportunidades, con la que he vivido experiencias realmente maravillosas, y otra con la que no tanto. No sé, trabajar con Alfredo Sanzol, Carlos Aladro, Pablo Messiez, incluso, fíjate lo que te digo, Gerardo Vera, Jorge Lavelli, y ahora, José Luis Gómez. Diferentes generaciones que se prestan a entenderse para comunicarse hoy, con las personas que hoy se acercan al teatro.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?… Yo creo que, primero de todo, el teatro se tiene que quitar de encima la responsabilidad de ser útil para la sociedad de hoy, así quizá, como consecuencia cale más profundamente en las personas que forman esa sociedad, de la cual también forma parte el teatro. La función concreta se va definiendo sola si realmente nos comunicamos mirándonos a los ojos, sin preguntarnos porqué lo hacemos, sintiendo realmente desde dónde nos hablamos. A ver si me explico, y termino así: para mí, el teatro no tiene que hacer preguntas que ya sabe para que el público piense y las responda, sino que debe ser un lugar con forma de pregunta. Ahora estoy sonriendo. Es un misterio. No sé si estoy preparado para responder a esto.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?… MI PASADO EN B, el reto más importante de mi vida y el montaje desde donde más profundamente he sabido hablar, desde donde el impulso creativo ha sido más fuerte y claro. Es una historia cuya razón de ser es la ficción de la memoria. Una historia personal y particular, escrita e interpretada por mí; y dirigida y comprendida por Pietro Olivera. He estado de gira con MARIBEL Y LA EXTRAÑA FAMILIA, de Miguel Mihura, dirigida por Gerardo Vera, y con ese pedazo de vendaval escénico que es Lucía Quintana, además del resto de maravillas del reparto. El DON JUAN TENORIO que se monta cada año en Alcalá de Henares, dirigida por Carlos Aladro, donde me vestía de Don Luis Mejía, en compañía de Fernando Cayo y el resto de maravillas del reparto. EL 37 de José Padilla, para STORYWALKER, un extraordinaria inciativa de KUBIK FABRIK que lleva el teatro a la radio, al audio, acompañado por María Adánez y Lucía Quintana. LOS BRILLANTES EMPEÑOS, un trabajo fruto de seis meses de investigación a partir de los clásicos, con los miembros de Grumelot, más Rebeca Hernando, Mikele Urroz y José Juan Rodríguez; y Pablo Messiez, que estrenamos dentro del Festival de teatro clásico de Almagro, en el corral de comedias. Tengo que decir que nunca antes se había desnudado completamente nadie en ese histórico escenario. Y ENTREMESES de Cervantes, con el Teatro de La abadía dirigido por Jose Luis Gómez.
Háblanos de ellos… Para no extenderme mucho, sólo decir que a esto me refería cuando definía mi trayectoria como intensa, caótica y coherente: Aunque no todos los años son como este en cuanto a cantidad de producciones, siempre he intentado no estar parado; aunque aparentemente nada tiene que ver el Tenorio con MI PASADO EN B, por ejemplo, o cualquiera de las otras entre sí, siempre trato de hablar desde el mismo sitio, o mejor dicho, de buscar el sitio desde donde hablo, más allá de cuestiones de genero o estilo, de ser yo ahí. Quizá, el trabajo que más haya dado coherencia a este caos, haya sido LOS BRILLANTES EMPEÑOS. El reto de ser yo ahí, de estar ahí, en ese mundo tan particular que se fue creando poco a poco, en función de lo que nuestros cuerpos respiraban de esas palabras de Lope, Calderón, Quevedo, Tirso, etc. Según las premisas que Pablo Messiez nos ofrecía, según nuestras inquietudes como compañía y guiados por la sensibilidad de Pablo. Esta producción ha sido quizá la que más se acerque a lo que me preguntabas arriba, la que más responda, dentro de las que he hecho este año, a cuál debe ser la función del teatro para con la sociedad actual. Un lugar de encuentro de voces que se descubren a sí mismas en grupo, creando un espectáculo vivo, alterable con los días, que no está cerrado, que lo comparte con un público que consciente o no lo va modificando. De esta relación de comunicación creo que sale algo útil para las personas.
¿Cómo surgió tu participación en los ENTREMESES?… Hice el Taller de la palabra que organizó el Teatro de La abadía, con José Luis Gómez, Vicente Fuentes y Ernesto Arias. Allí decían que no era un taller para trabajar en la casa sino para familiarizarnos con el trabajo de la palabra. Yo tengo que reconocer que mis energías estaban totalmente enfocadas en poder formar parte de alguno de los elencos de La abadía. Trabajé mucho y se lo pedí tanto a San Juan de la Cruz como a José Luis Alonso.
Háblanos de este trabajo… Una vez dentro del elenco de Entremeses, mi trabajo ha sido, por un lado hacer un cursillo acelerado de cómo entendían en la casa, el director y esos actores, los conceptos que yo había trabajado en otros lugares, y hacerme agua con ellos, sin dejar de hacerlo como yo siento, desde donde se me impulsa a mí. Por otro lado, ponerme al servicio de un montaje, de unas energías, que ya fueron generadas hacía 18 años, cuando yo aun era un chavalín. Beber del limbo de la historia de ese montaje y meterme de lleno en ello para defenderlo. Carlota Ferrer también me ha ayudado mucho a hacerlo. Escuchar, reflexionar, y opinar; y jugar. Ahora mismo básicamente lo que hago es disfrutar jugando con mis compañeros y con el público que viene todas las tardes a verlo.
¿Cómo creas tus personajes?¿Tienes un método?… Con la imaginación y con el cuerpo. Tengo método, sí. Una mezcla de todo lo que he sentido que me hacía descubrir algo escondido o desconocido dentro de mí. El método de mirar afuera, incluso con los ojos cerrados. El método de que después de haber imaginado mucho, sólo tienes que ponerte ahí, estar atento y confiar en quien te acompaña y darle tu confianza. Cada trabajo va a coger de tí lo que necesita, y tu intuición te va a pedir lo que te falte.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?… Destruyéndolo. No digo nada que alguien no sepa. Hay personas que no sólo no piensan en la utilidad del teatro en la sociedad de hoy, sino que creen que debe ser inutilizado. Aunque, como leí que decía Declan Donnellan, déjame que lo miro en el libro: «Aunque todos los auditorios fueran arrasados hasta sus cimientos, el teatro sobreviviría, porque el ansia que tenemos de actuar y que nos actúen es innata… el teatro no puede morir antes de que el último sueño haya sido soñado.» Espero que no tengamos que llegar a eso.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?… LA CALMA MÁGICA de Alfredo Sanzol ¿Por qué?… Por su valentía tanto temática como formal, porque no hace más concesiones de las necesarias, y porque Alfredo es una buena persona que se estruja el ser para comunicar cosas, de forma aparentemente sencilla, que todos sabemos pero que pasamos por encima. Halla lo sagrado en la anécdota.
¿Proyectos?… Gira de ENTREMESES, alguno que no se puede decir, y escribiendo mi segunda pieza: EL GRAN SCRATCH. También sobre la ficción de la memoria pero no exactamente de mi memoria.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Una vez le oí decir a Marcel Marceau que él le había oído decir a Orson Wells que Suiza era un país intrascendente artísticamente, porque como siempre había permanecido neutral en las guerras no había tenido necesidad de expresarse, ni había tenido visión de cambio de ninguna crisis. No es exactamente lo que dijo aunque yo lo recuerde así. Me acaba de llegar un WhatsApp: reunión de Grumelot.
Lebensraum (Espacio Vital) de Jakop Ahlbom en el Festival de Otoño a Primavera
La última creación de Jakop Ahlbom es una pieza arrebatadora que saca a escena a dos hombres que viven en un espacio reducido y deciden incorporar a su mundo a una criada mecánica. Pero el robot resultará tener opiniones propias y la tensión y el ritmo irán creciendo sobre las tablas mientras el espacio se va haciendo cada vez más y más pequeño. Y, todo ello, aderezado con la fabulosa música en directo sobre las tablas de la banda holandesa Alamo Race Track. La sala José Luis Alonso del Teatro de la Abadía se ha convertido durante unos días en un gran teatro de autómatas. El decorado de este montaje es la reproducción de una habitación en la que el tiempo se quedó detenido décadas atrás. Y ese transcurrir de años ha ido construyendo hilos ocultos que darán vida a los personajes que en ella habitan, seres que ya han dejado su parte humana para que aparezca la mutación hacia lo que ahora entendernos como robots. No hay lenguaje como comunicación, los gestos y peripecias físicas son el vínculo que les une. Es como si nos mostrasen la involución de la especie hacia comportamientos parecidos a los de las máquinas. Hay dos planos muy interesantes en la pieza, la parte musical perfectamente integrada en la propuesta y la interpretación gestual, rayando la genialidad, de los tres intérpretes.
Adolfo Simón
Francisco Vidal nos habla de su larga trayectoria como actor y director
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Empecé en el Teatro Universitario a los 17 años. Gané un premio de interpretación y se marcó mi destino. A los 18 comencé a trabajar con Miguel Narros y William Layton como profesores. Y a los 24 estrenamos “El proceso por lasombra de un burro” de Durretmatt, dirigida por José Carlos Plaza. En 1991 abordé también la dirección con “La isla” de Athol Fuggard. Fué motivado por un bache como actor y ya llevo más de 30 obras. Me apasionan las dos cosas por igual. Pero cuando soy actor me olvido por completo que soy director y me mantengo muy disciplinado.
¿Qué balance harías sobre tu larga trayectoria como actor, director y pedagogo?…
Ha sido un camino largo y bueno. He tenido la suerte de trabajar mucho y casi siempre en cosas interesantes. He estado siempre aprendiendo y oyendo a muchos a los que admiro. Y poniendo en duda muchas cosas para cambiarlas o reafirmarme. Y en el camino estoy, sigo haciéndolo. Tratando tambien de transmitir mis experiencias…y mis dudas a las generaciones más jóvenes.
¿Qué diferencia hay para tí del teatro que se hacía en tus principios al que se hace hoy en día?
Había mucho trabajo. El público estaba preocupado por la cultura. Por la última obra, por el último libro, la última película. Pero a los jóvenes les costaba mucho entrar en la rueda profesional. Sin embargo hoy se encuentran mejor preparados, son más responsables y buscan la excelencia. En cuanto a directores teníamos a José Luis Alonso, Miguel Narros, Adolfo Marsillach… Y productores con ánimo de riesgo. Estábamos al día de las obras más importantes internacionalmente. Y había muchos autores españoles que estrenaban. Lo peor era la censura, pero se intentaba pasar por encima. Hoy los autores estrenan poco, salvo alguna figura, salvo en las salas alternativas, y el riesgo está limitado a ellas que alimentan los deseos de un teatro distinto.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que teembarcas? ¿Qué te anima a participar en ellos?…
Pueden surgir por muchas razones. Sobre todo por mi creencia de la obra, poque despierte mi emoción o mi humor, o las dos cosas unidas, porque el estilo que más me gusta es la tragicomedia. Porque sea actual, o despierten cosas actuales, pues el teatro como museo no me atrae. Sigo con el equipo posible y la posible financiación. Muy complejo.
¿Cómo surgió tu participación en Napoles millonaria?…
Siempre he sido un gran admirador de Eduardo de Filippo.Cuando cayó en mis manos la obra me impactó y me divirtió, y desgraciadamente, era muy actual. Había un problema, once actores. Pero no podemos dejar de conocer obras importantes por la extensión de su reparto. Lo más dificil fué conseguir su estilo. Y el trabajo con los actores fué muy gratificante.
¿En qué proyectos has participado en el último año?…
He participado en TV. Pero en teatro ningún otro.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
He acabado de montar una obra sobre la memoria histórica:
“El valle de los cautivos”. Otra vez con el Teatro del Laberinto, que irá a principios de temporada. Es de un autor nuevo, Pedro Martín Cedillo. Magnífico y con mucha magia. Va a sorprender. También preparo “El zoo de Cristal” de Tennesee Williams para el productor Eduardo Galán y “En manos del enemigo” de José Luis Alonso de Santos para Enrique Salaberría. Tambien me interesa una obra de Noel Coward, “La vida manda”.
¿Qué obra te hubiera gustado hacer y no pudíste?…
Hay muchas: Rey Lear, Los bandidos, los últimos Arniches; aunque hice “El Sr. Badanas” y miles más. Mi ideal sería que me tocase la lotería y producir 10 obras al año, 5 de las grandes obras internacionales y 5 de autores contemporaneos españoles. Pero me temo que me voy a quedar con las ganas.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. A los proyectos del teatro? Sobre todo a que hay que ir sobre seguro. No caben riesgos. Si el teatro es un negocio limitado, a no ser que tengas un enorme éxito, ahora no hay casi salida.
¿Qué montaje que hayas visto ultimamente te ha interesado? ¿Por qué?…
“Ahora empiezan las vacaciones” de Strindberg, en La casa de la portera. Por la versión de Paco Bezerra, llena de inteligencia; por su dirección y sus actores. “El duelo” de Chejov, por una compañía procedente de Rusia, por su manejo de la teatralidad y el espacio…Dirección y actores. Y ayer mismo “Dionisio Ridruejo” por la complejidad de la obra de Ignacio Amestoy, que nos habla de una manera adulta, por la dirección de Juan Carlos Perez de la Fuente, su escenografía y expresividad teatralidad y mucho, mucho por los actores. El director de Strindberg es Luis Luque. No nombro a los actores porque son muchos y muy buenos. Todos estan magnificos y se puede ver por Internet.
¿Alguna sugerencia para seguircreando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
Hay que seguir haciendo teatro donde sea y como sea. El público se lo merece y nos necesita. Y nosotros no sabemos vivir sin él.
Exposición: El autor y su tiempo… homenaje a JAIME SALOM
-La entidad inaugura la exposición ‘El autor y su tiempo’ que muestra el legado que el prolífico dramaturgo cedió a la Sociedad de Autores antes de fallecer.
-Antón Reixa, presidente de la SGAE, firmará un convenio con su viuda, Montserrat Clot, en cumplimiento con la voluntad del creador catalán.
La Fundación Autor homenajea a Jaime Salom el próximo 8 de abril en la Sala Berlanga de Madrid
Un coloquio, con Ricard Reguant y Juan José Alonso Millán, moderado por Antonio Onetti, presidente de la Fundación Autor; y la lectura dramatizada de fragmentos de algunas de sus obras, completan los actos conmemorativos
La Fundación Autor de la SGAE homenajeará a Jaime Salom (Barcelona, 1925-Sitges, 2013) el próximo lunes, 8 de abril en la Sala Berlanga de Madrid (C/Andrés Mellado, 53), a partir de las 19:30 con un conjunto de actos que pretenden recordar al dramaturgo recientemente fallecido a los 87 años de edad ( entrada libre hasta completar aforo).
La exposición permanecerá abierta hasta al 28 de abril
La entidad inaugura la exposición Jaime Salon: el autor y su tiempo, que exhibe el legado que el prolífico autor ha donado a la SGAE. Comisariada por Amaya de Miguel y Tato Cabal incluye libretos, manuscritos, cartas y fotografías, entre otros objetos íntimos que forman parte de la vida de un hombre minucioso y detallista, testigo inconformista de su tiempo. La muestra permanecerá abierta hasta el 28 de abril.
El presidente de la SGAE, Antón Reixa, firmará un convenio con la viuda de Jaime Salom, la actriz Montserrat Clot, en cumplimiento con la voluntad del creador catalán, quien antes de morir cedió su patrimonio teatral a los autores para que lo conserve y custodie el Centro de Documentación y Archivo (CEDOA) de la SGAE.
La apertura de la exposición dará paso a un coloquio sobre Jaime Salom en el que participan Juan José Alonso Millán y Ricard Reguant, moderado por Antonio Onetti, presidente de la Fundación Autor. El homenaje se completa con una lectura dramatizada de fragmentos de algunas de sus obras ( La casa de las Chivas, La playa vacía, El corto vuelo del gallo y El señor de las patrañas), dirigida por Juanjo Granda e interpretada por Amparo Pamplona, Paula Iwasaki, Juan Mesenger y Álex Larumbe.
Acerca de Jaime Salom
Jaime Salom nació en Barcelona (25 de diciembre de 1925), donde estudió la carrera de Medicina especializándose en Oftalmología, profesión que ha alternado durante mucho años con su actividades literarias. A lo largo de su carrera estrenó más de cuarenta obras, entre las que destacan El baúl de los disfraces, La casa de las chivas, que batió todos los records de permanencia en cartel; Los delfines, Tiempo de espadas, El corto vuelo del gallo, El señor de las patrañas, esta última convertida en un musical estrenado con el título La lluna de Valencia (La luna de Valencia); Casi una diosa, Una hoguera al amanecer, que ha sido vertida al cine en México, El otro William, Una hora sin televisión y, últimamente, su gran éxito: Las señoritas de Aviñón, estrenada en España, México y Estados Unidos.
Sus obras se han traducido al francés, inglés, alemán, griego, portugués, italiano, eslovaco, rumano, flamenco y árabe, y se han representado en gran cantidad de países europeos y americanos. De ellas se han hecho también versiones para el cine y la televisión en España, México, Alemania, Bulgaria y Checoslovaquia. Asimismo, ha publicado tres novelas (Editorial Planeta).
Los textos de Jaime Salom han sido dirigidos, entre otros, por José Luis Alonso, Ángel Montesinos, José Mª Loperena, Manuel Manzaneque, Cayetano Luca de Tena, José Tamayo, José Osuna, Ismael Merlo, Alberto González Vergel, Javier Escrivá, Miguel Narros, Alberto Closas, Ricard Reguant, Manuel Galiana, Manuel Canseco…
Ha conseguido numerosos premios, entre ellos, el Nacional de Literatura, el Fastenrath, el Álvarez Quintero, el Espinosa y Cortina (los tres últimos otorgados por la Real Academia Española), el Ciudad de Barcelona y tres veces el de la Crítica de Madrid.
El maestro Salom también ha sido miembro del Consejo de Teatro del Ministerio de Cultura hasta el año 1995 y Presidente de Honor de la Asociación de Médicos Escritores Españoles y académico de la Real Academia de Medicina de Asturias y León y de las Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.
Jaime Salom fallecía en la madrugada del 25 de enero de 2013, en la localidad de Sitges (Barcelona) a los 87 años. Era el socio número 14.759 de la Sociedad General de Autores y Editores, de la que era Consejero de Honor desde el año 2001. Su obra dramática, adscrita a la Sociedad, supera las 110 piezas.
Fue el pasado mes de diciembre cuando Jaime Salom legó sus obras al Centro de Documentación y Archivo (CEDOA), que la SGAE tiene en Madrid. El autor, sintiéndose mal de salud, decidió trasladar su residencia a Barcelona. Antes de hacerlo, donó su producción teatral a los autores para que sea la SGAE quien conserve y custodie su patrimonio dramático.
El célebre dramaturgo publicó sus últimas obras en la serie Teatro Autor de la Fundación Autor de la SGAE. Concretamente: El señor de las patrañas, 1992; Una hoguera al amanecer, 1994; Casi una diosa, 1994; Mariposas negras /Una noche con Clark Gable, 1995; La trama, 1997; El otro William, 1998; Más o menos amigas/Una hora sin televisión, 2001; Las señoritas de Aviñón, 2002; y Esta noche no hay cine/La pecera y el mar, 2009.
Javier Artiñano, el gran diseñador de vestuario y escenografía, nos habla de su larga experiencia en el medio artístico.

Javier Artiñano, el gran diseñador de vestuario y escenografía, nos habla de su larga experiencia en el medio artístico.
¿Cómo fueron tus inicios en el diseño de vestuario?…
Desde muy pequeño tuve una gran afición por el dibujo. También, en mi adolescencia, me interesé mucho por la historia y como consecuencia, del cine histórico…mis motivos principales de los dibujos eran esos temas. Cuando tuve que plantearme un poco mi futuro pensé que querría intentar abrirme camino con algo relacionado con el dibujo. Estuve trabajando en una editorial y en una empresa de publicidad, como me gustaba mucho el teatro, pensé que quizás podría hacer escenografías y vestuario para ese medio. Supe de una academia en la que Francisco Nieva impartía esas materias y me matriculé. En esa escuela, una compañera me comentó que ella colaboraba con el grupo teatral Los Goliardos como escenógrafa y figurinista pero que tenía que dejarlo pues le había salido otro trabajo y me preguntó si me interesaba sustituirla, por supuesto le dije que sí y de este modo empecé a colaborar con dicha Compañía. En este grupo conocí al director teatral Ramón Ballesteros que por aquel tiempo era ayudante de dirección de José Luis Alonso en el Teatro María Guerrero, le habló de mi y fue precisamente José Luis quien me dio mi primera oportunidad profesional al encargarme el diseño de vestuario de la obra La Hora de la Fantasía para la Compañía de Irene Gutiérrez Caba. Más tarde, trabajando para el teatro, me surgieron oportunidades de hacer cine y televisión.
¿Lo has compatibilizado con otros trabajos?…
Aparte del tiempo ya mencionado en que trabajé para una editorial y en la agencia de publicidad no lo he compatibilizado con ningún otro trabajo.
¿Qué balance harías sobre tu larga trayectoria?…
El balance no puede ser más positivo, he participado en más de cien montajes teatrales entre escenografías y vestuario, he diseñado los figurines de más de cuarenta películas, varios programas y series de TV; algunos de estos trabajos han tenido mucho éxito y he recibido varios galardones, entre ellos seis Premios Goya de la Academia.
¿Qué diferencia hay para ti a la hora de diseñar un traje para cine, tv o teatro?…
Entre cine y televisión no veo grandes diferencias. De hecho toda la televisión en la que intervenido era filmada por lo que para mí, era cine, solo que se pasaba por televisión. Para el teatro si hay diferencias pues los trajes se ven a una distancia y los detalles hay que realzarlos para que puedan apreciarse a esa distancia. También, en mi opinión, el teatro permite ser más creativo e imaginativo.
¿Cómo te surgen las ideas?…¿Cuánto margen te dejan para crear durante los procesos?…
Las ideas me surgen cuando leo los textos…Obras de teatro, guiones de cine o TV. Después, en las conversaciones con el director, buscamos la línea en la que queremos trabajar, más realista o imaginativa. Por supuesto también hay un periodo de documentación de las épocas a través de cuadros de pintores contemporáneos o fotos, si las hay de la época a tratar.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
En el último año solo he intervenido en el montaje de la obra Los habitantes de la casa deshabitada dirigida por Ignacio García que actualmente está de gira por España.
¿Te ha tentado alguna vez desarrollar otras facetas más allá del diseño de vestuario?…
Aparte de las escenografías no me ha interesado desarrollar ninguna otra actividad pues mi profesión es mi gran pasión.
¿Cómo surgió la exposición que han realizado sobre tu trabajo?…
Como el Centro Cultural Mira está situado en Pozuelo de Alarcón y en este mismo municipio está la Escuela de Cine, el centro se puso en contacto con el entonces director de dicha Escuela, Fernando Méndez-Leite, para que les sugiriese un tema para una exposición sobre algo relacionado con el cine y él les propuso mi nombre.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Actualmente no tengo ningún proyecto entre manos. En los últimos tiempos no tengo muchas ofertas. En cine no abundan los proyectos para los que me solían llamar y para el teatro no me suelen llamar muy a menudo. De cualquier forma asumo sin ninguna tristeza que también hay un cambio generacional y mi tiempo ya ha pasado.
¿Crees que los recortes y el aumento del I.V.A. van a afectar a los proyectos de teatro?…
Imagino que si pues las compañías de teatro tendrán menos márgenes de gasto.
¿Qué montaje has visto últimamente que te haya interesado?¿Por qué?… Por una serie de circunstancias personales que sería largo explicar no he ido al teatro últimamente por lo que no podría contestar a esta pregunta, si veo bastante TV y me ha parecido muy interesante el nivel del vestuario de Gran Hotel, serie española y de Imperium.
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