«Sócrates, juicio y muerte de un ciudadano» en las Naves del Español

Tenía ganas de rememorar de nuevo la vida de Sócrates, además iba entusiasmado porque iba a ver a José María Pou encarnado en su persona, tan venerable, tan consagrado, tan actor. Me encanta ver teatro a modo de tragedia clásica, disfrutar del discurso intelectual, de la oratoria, tal y como lo estudié y mamé en el Bachillerato… y resulta que, de repente se me cuela el siglo XXI de por medio y me encuentro a un Sócrates hablando de móviles y molestias…y, como se dice vulgarmente, se me bajó todo.
Y me pregunto si acaso estas frases tan fuera de lugar, tan displicentes, estaban en el texto original de Mario Gas y Alberto Iglesias o si se han colado por obra y gracia de un actor que no le tiene mucho amor a los pitidos electrónicos ni a las minipantallas brillantes tal y como ha demostrado en varias ocasiones públicamente. Porque si es así, por muy consagrado que estés y por la infinidad de seguidores que te veneren, no se puede saltar a la torera el texto del director, consagrado él también, al revés, habrá que seguirlo al pie de la letra e incluso venerarlo… Y, si fuese al revés, ni siquiera la sapiencia y oratoria de Sócrates sería la excusa para insertar tales disertaciones sobre la vida moderna del espectador de teatro en un texto digno. Sabemos cómo es el público y Sócrates también conocía al suyo…al que le llevó a la condena a través de esa falsa democracia.
Aún así, merece la pena ir, disfrutar del discurso original, de la vida de Sócrates y de la interpretación de los otros actores que intervienen en el montaje, de la escenografía pura y adecuada de Paco Azorín y dar unos cortecitos, editar y pulir ese «texto»-incluso digitalmente con tu móvil- para evitar adoctrinamientos banales ideados por abanderados del purismo, que no deben de darse en el lugar sagrado del teatro, a un público que, comprendiendo a Sócrates, también puede retuitear su sabio discurso y tomar las riendas de un smartphone tal y como Sócrates lo hizo de su vida: con honor, entereza y dignidad.
Espero que estos directores y actores disculpen mi atrevimiento y mi ignorancia supinas, basadas en un discurso pobre, con pocos argumentos, pero claro y humilde al fin y al cabo.
Luis Mª García Grande
Oficio de Tinieblas de José Ricardo Morales en el CDN
Se cierra el tríptico que ha dedicado el CDN a la obra de José Ricardo Morales. Tres materiales han sido trabajados en sendos equipos dentro del Laboratorio Rivas Cherif. En esta ocasión, la tarea se ha encomendado al director Salva Bolta que ha decidido convertir el texto de Oficio de Tinieblas en una experiencia para el público y seguramente para los actores Manuel de Blas y Amparo Pamplona. Los intérpretes se introducen en una cámara sellada donde se instalan en esas tinieblas a las que alude el título. Allí establecen un pulso vocal lleno de matices y vibraciones vocales. Con su voz en directo, consiguen transportarnos a mundo de ensoñación y pesadilla. Nosotros, seguimos ese viaje sonoro, sentados en la oscuridad que solo se diluye por las proyecciones de un material audiovisual inquietante. En el último instante, una caricia de la mujer sobre el rostro del hombre hace que la luz se instale un instante en nuestro cerebro. Una experiencia insólita.
Adolfo Simón
Exposición: El autor y su tiempo… homenaje a JAIME SALOM
-La entidad inaugura la exposición ‘El autor y su tiempo’ que muestra el legado que el prolífico dramaturgo cedió a la Sociedad de Autores antes de fallecer.
-Antón Reixa, presidente de la SGAE, firmará un convenio con su viuda, Montserrat Clot, en cumplimiento con la voluntad del creador catalán.
La Fundación Autor homenajea a Jaime Salom el próximo 8 de abril en la Sala Berlanga de Madrid
Un coloquio, con Ricard Reguant y Juan José Alonso Millán, moderado por Antonio Onetti, presidente de la Fundación Autor; y la lectura dramatizada de fragmentos de algunas de sus obras, completan los actos conmemorativos
La Fundación Autor de la SGAE homenajeará a Jaime Salom (Barcelona, 1925-Sitges, 2013) el próximo lunes, 8 de abril en la Sala Berlanga de Madrid (C/Andrés Mellado, 53), a partir de las 19:30 con un conjunto de actos que pretenden recordar al dramaturgo recientemente fallecido a los 87 años de edad ( entrada libre hasta completar aforo).
La exposición permanecerá abierta hasta al 28 de abril
La entidad inaugura la exposición Jaime Salon: el autor y su tiempo, que exhibe el legado que el prolífico autor ha donado a la SGAE. Comisariada por Amaya de Miguel y Tato Cabal incluye libretos, manuscritos, cartas y fotografías, entre otros objetos íntimos que forman parte de la vida de un hombre minucioso y detallista, testigo inconformista de su tiempo. La muestra permanecerá abierta hasta el 28 de abril.
El presidente de la SGAE, Antón Reixa, firmará un convenio con la viuda de Jaime Salom, la actriz Montserrat Clot, en cumplimiento con la voluntad del creador catalán, quien antes de morir cedió su patrimonio teatral a los autores para que lo conserve y custodie el Centro de Documentación y Archivo (CEDOA) de la SGAE.
La apertura de la exposición dará paso a un coloquio sobre Jaime Salom en el que participan Juan José Alonso Millán y Ricard Reguant, moderado por Antonio Onetti, presidente de la Fundación Autor. El homenaje se completa con una lectura dramatizada de fragmentos de algunas de sus obras ( La casa de las Chivas, La playa vacía, El corto vuelo del gallo y El señor de las patrañas), dirigida por Juanjo Granda e interpretada por Amparo Pamplona, Paula Iwasaki, Juan Mesenger y Álex Larumbe.
Acerca de Jaime Salom
Jaime Salom nació en Barcelona (25 de diciembre de 1925), donde estudió la carrera de Medicina especializándose en Oftalmología, profesión que ha alternado durante mucho años con su actividades literarias. A lo largo de su carrera estrenó más de cuarenta obras, entre las que destacan El baúl de los disfraces, La casa de las chivas, que batió todos los records de permanencia en cartel; Los delfines, Tiempo de espadas, El corto vuelo del gallo, El señor de las patrañas, esta última convertida en un musical estrenado con el título La lluna de Valencia (La luna de Valencia); Casi una diosa, Una hoguera al amanecer, que ha sido vertida al cine en México, El otro William, Una hora sin televisión y, últimamente, su gran éxito: Las señoritas de Aviñón, estrenada en España, México y Estados Unidos.
Sus obras se han traducido al francés, inglés, alemán, griego, portugués, italiano, eslovaco, rumano, flamenco y árabe, y se han representado en gran cantidad de países europeos y americanos. De ellas se han hecho también versiones para el cine y la televisión en España, México, Alemania, Bulgaria y Checoslovaquia. Asimismo, ha publicado tres novelas (Editorial Planeta).
Los textos de Jaime Salom han sido dirigidos, entre otros, por José Luis Alonso, Ángel Montesinos, José Mª Loperena, Manuel Manzaneque, Cayetano Luca de Tena, José Tamayo, José Osuna, Ismael Merlo, Alberto González Vergel, Javier Escrivá, Miguel Narros, Alberto Closas, Ricard Reguant, Manuel Galiana, Manuel Canseco…
Ha conseguido numerosos premios, entre ellos, el Nacional de Literatura, el Fastenrath, el Álvarez Quintero, el Espinosa y Cortina (los tres últimos otorgados por la Real Academia Española), el Ciudad de Barcelona y tres veces el de la Crítica de Madrid.
El maestro Salom también ha sido miembro del Consejo de Teatro del Ministerio de Cultura hasta el año 1995 y Presidente de Honor de la Asociación de Médicos Escritores Españoles y académico de la Real Academia de Medicina de Asturias y León y de las Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.
Jaime Salom fallecía en la madrugada del 25 de enero de 2013, en la localidad de Sitges (Barcelona) a los 87 años. Era el socio número 14.759 de la Sociedad General de Autores y Editores, de la que era Consejero de Honor desde el año 2001. Su obra dramática, adscrita a la Sociedad, supera las 110 piezas.
Fue el pasado mes de diciembre cuando Jaime Salom legó sus obras al Centro de Documentación y Archivo (CEDOA), que la SGAE tiene en Madrid. El autor, sintiéndose mal de salud, decidió trasladar su residencia a Barcelona. Antes de hacerlo, donó su producción teatral a los autores para que sea la SGAE quien conserve y custodie su patrimonio dramático.
El célebre dramaturgo publicó sus últimas obras en la serie Teatro Autor de la Fundación Autor de la SGAE. Concretamente: El señor de las patrañas, 1992; Una hoguera al amanecer, 1994; Casi una diosa, 1994; Mariposas negras /Una noche con Clark Gable, 1995; La trama, 1997; El otro William, 1998; Más o menos amigas/Una hora sin televisión, 2001; Las señoritas de Aviñón, 2002; y Esta noche no hay cine/La pecera y el mar, 2009.
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