Mario Tardón: Para mi el teatro es un lugar sagrado, mucho más grande de lo que yo seré jamás.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Mis inicios fueron de lo más maravillosos. Yo emepecé a estudiar en la ESAD de Murcia y el primer año ya conseguí trabajo en varias compañías conduciendo la furgoneta, llevando el sonido o tirando luces. Fue un año maravilloso en el que me conocí un montón de festivales de verano a los cuales acudía como técnico y me dedicaba a toda la trastienda teatral. No fue hasta un par de años después que los visité ya como actor. Y siento que fue una escuela maravillosa. Muy difícil es que yo esté fuera de foco en algún momento.
¿Qué es el teatro para ti?…¿Por qué haces teatro?…
El teatro para mi es un oficio. Mi oficio. Lo que me da de comer, por lo tanto como tal lo trato. Con respeto y honestidad. Como edificio, para mi el teatro es un lugar sagrado, mucho más grande de lo que yo seré jamás, por ello siempre que piso un escenario me siento un priviligiado. Muchas veces pienso “Ojalá no se corra más la voz, que como todo el mundo se enetre de lo guay que es esto, todos van a querer hacer teatro”.
Hago teatro por que me apasiona y por que me da la posibilidad de conocer gente con mis mismo intereses. Es muy reconfortante conocer a personas que le dedican el mismo esfuerzo y pasión a lo mismo que tú.
¿Qué balance haces de tu trayectoria?…
Mi trayectoria como tal creo que es bastante disparatada. Me dan envidia las personas han decidido, que han podido “elegir”. Mi carrera se ha basado únicamente en la supervivencia. Pero no te creas, eso ha sido finalmente muy positivo. Jamás miraré mal a ningún compañero por el trabajo que desempeñe (lo he hecho todos, créeme) y como superviviente he tenido que aprender sí o sí..por lo tanto, al final, creo que soy un afortunado.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?…
Para mi, en mi humilde opinión, creo que el teatro que hace falta es mayoritariamente entretinimiento. Mejor entretenimiento. Es que si me apuras te diría que no hace falta cultura si no ocio. Y paso a explicarme. Por el mero hecho de subirse a un escenario, un señor o una señora no está haciendo arte o cultura. Para ello ha de ser una persona muy inteligente, con mucho bagaje y experiencia y dominar el arte teatral a fondo. Entonces sí. Un señor experimentado leyendo un prospecto de Bisolvón encima de un escenario es puro arte. Ahora, lo que el público (en su mayoría) demanda y lo que la gran masa de la profesión le da (no nos engañemos) es ocio, es distracción ..Y A MUCHA HONRA. Sólo unos afortuados son capaces de hacer cultura. Y yo ante ellos me quito el sombrero. Lo que sería maravilloso y creo que sería positivísimo para la sociedad actual sería que esos genios fuesen capaces de hacer arte, remover conciencias y a la vez ser éxitos comerciales y abarrotar los teatros de Madrid. Ese es el teatro que nos hace falta en Madrid. Esa es mi opinión.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…Háblanos de ellos…
En este último año he participado en “La ciudad oscura” de Antonio Rojano, dirigida por Paco Montes enclavado dentro de Escritos en escena. Un trabajo maravilloso pero que sólo tuvo 10 representaciones. Me dio mucha pena, la verdad.. Después estrené para SURGE una obra escrita por la excelsa Cristina Redondo y dirigida por el maravilloso Fernado Soto llamada “Delirare”. Un crucero del cual nunca quiero bajarme pero que debido a su propuesta formal arriesgada es digficil que zarpe. En verano comisioné la sección audiovisual en el festival Frinje en Matadero y conseguí programar a gente muy chula a la cual admiro. Luego volví a mi casa por un tiempo, que es Microteatro por dinero, donde siempre me acogen con gusto y me tratan con amor. Más tarde involucré en el proyecto más importante de mi vida y me salió redondo: mi boda. Y como viaje de novios, mi esposa Jimena La Motta y yo estamos cada día de martes a domingo en el Fernán Gómez actuando juntos. ¿Suena bien, verdad?.
¿Cómo surgió tu participación en Stockmann…?…Háblanos de este trabajo…
Yo soy muy amigo de Oriol Tarrason, director de la compañía catalana Les Antonietes. Nos invitó a ver el estreno de Stockmann hace dos años a Barna y allí que fuimos. Nos flipó. Un año más tarde estuvo representádola con el elenco original en Matadero dentro de Fringe14 y allí recibió muy buenas críticas y empezó su periplo para traerla a Madrid. Debido a lo largo del proceso y a la dificultad de producción pensó que lo mejor sería crear otro elenco residente en Madrid y ahí fue cuando me lo propuso. Obviamente lo pensé un nano segundo.
El trabajo de Stockamnn ha sido un proceso diferente pero enriquecedor. Ensayamos durante todo agosto sin descando para dejar la obra lista a finales de mes. Hicimos unas cuantas previas y lo dejamos en Septiembre. Cada uno hizo sus planes, bodorrio incluido, y la úlitma semana de mes volvimos con las pilas recargadas y retomamos la obra. Ese parón que puede parecer una pérdida de tiempo hizo que la obra se aposentase y creciese en intensidad y matices.
¿Cómo creas tus personajes?…¿Tienes un método?…
Para crear personajes, lo más importante, para mí, es saber lo primero, el calzado que van a llevar. Y a partir de ahí comienzo a crear. Es como que necesito saber las bases, las columnas sobre las que apuntalaré toda la construcción. Ya ves tú que cosa más simple, pues a mi me ayuda muchísimo. En ello influye, por supuesto, que yo empecé a estudiar interpretación a través del cuerpo y del clown.
¿Cómo están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Pues negativamente claro. Lo del IVA por mucho que me lo explican no lo acabo de entender. Pero vamos, ni aunque me lo expliquen como si fuera un niño de cuatro años. Al final, lamentablemente , llego a la conclusión de que es un tipo de venganza extraña y miserable. Así que como tal, la acatamos. Como un yugo, como una carga. Y los recortes y la política de austeridad me parece una huida hacia delante en busca de los resultados más ruines y miserables que se pueden ansiar: réditos electoralistas, trucaje de cifras, ayudar a los propios y no a los extraños.. Vivimos en épocas confusas y más vale estar tranquilo porque como esto estalle, no sé donde nos va a colocar, la verdad.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Yo recomendaría a todo el mundo que vea “Constelaciones” ahora mismo en los Luchana. La entrega de Fran Calvo e Inma Cuevas es entera y te hacen viajar a través de su historia con mucho amor y pasión. Además lo dirige el maravilloso Fernando Soto, así que qué más se puede pedir. Otra opción más que entusiasmante es la obra “Todo irá bien” del gran Jose Manuel Carrasco en el teatro Lara. Una historia pequeña que cuatro actores levantan con pasión y que a mi me saltó las lágrimas y me arrancó carcajadas a partes iguales.
¿Proyectos?… Pues bueno, no muchos, pero sí muy emocionantes. En diciembre ruedo en “The promise” una producción internacional protagonizada por Christian Bale y Oscar Isaac la que será ya mi cuarta participación en una gran producción americana. Y alguna cosa más que aún no puedo contar. Pero vamos, no por nada, si no por que todavía no sé si saldrá.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
¿Qué hay más bonito que seguir haciendo lo que te apasiona en tiempos de crisis? Piensa, cuando estés echo polvo y sin ganas de seguir, que tranquilo, si has llegado hasta aquí.. ya sólo puede ir a mejor. Fuerza compañero.
«Constelaciones» en el Teatro Lara

Imaginen que pudieran repetir ciertas cosas que les han sucedido en su vida y darle un nuevo matiz, una nueva orientación. Esas situaciones donde después hemos pensado: qué mal lo he hecho, ahora lo haría así… Situaciones que, incluso, nunca han existido realmente, solo en nuestra cabeza. Constelaciones nos habla de nuestras relaciones, del amor y de la posibilidad de repetir una misma escena infinitas veces pero con distintos resultados…una cuestión de física cuántica, al fin y al cabo…
Nick Payne nos introduce en un mundo desconocido a través de su obra, un mundo imaginario y un entramado dramatúrgico que juega con el trabajo actoral de interpretación y que ofrece una golosina a directores y actores porque les da la posibilidad de expresar registros infinitos en una sola actuación. Fernando Soto se ha lanzado a la montaña rusa emocional que supone dirigir esta obra con soltura y muy buen resultado.
Fran Calvo e Inma Cuevas, reciente premio de la Unión de Actores como actriz secundaria, se lanzan al abismo que crea este texto con una total naturalidad y soltura que demuestra sus tablas y que hace brillar como estrellas a los personajes que deambulan por el universo de las emociones y del amor.
Una propuesta poética, luminosa y creativa que nos provoca una excitación de nuestra mente y que se ha prorrogado otro mes en el Teatro Lara, para que puedan salir a volar por el universo interestelar de las emociones.
Luis Mª García Grande
El feo de Marius Von Mayenburg en el Teatro Lara
Estoy cansado de oír que los espectáculos en los que el público se ríe, no suelen ser inteligentes ni interesantes, estoy cansando de defender que el humor es una de las cosas más difíciles de escribir, dirigir e interpretar. Pero bueno, tampoco voy a tratar de convencer a esos que cuando sueltan la lagrimita sienten que les han ofrecido un espectáculo importante. Prefiero llorar de risa cuando me encuentro con una propuesta ingeniosa, ágil, ácida, transgresora…Y El feo lo es, es un texto trepidante que no deja espacio al relajo y si además, está montado como lo ha hecho Paco Montes, en el Hall del Teatro Lara, pues más placer para los sentidos. Ah! y para que todo esto sea una delicatesen, ha de haber un reparto juguetón y enloquecido como es el compuesto por Óscar de la Fuente, Rebeca Valls, Mario Tardón y Fran Calvo. Vayan a ver esta función y rían sin prejuicios.
Adolfo Simón
Constelaciones de Nick Payne en Kubik Fabrik
De vez en cuando la vida…nos besa en la boca…nos invita a tomar café y es tan bonita que da gusto verla… Estas estrofas son de una canción de Serrat y si, de vez en cuando el escenario nos reconcilia con la vida, con la belleza…A los que somos adictos al patio de butacas, nos supone un balón de oxigeno experiencias como la de Constelaciones y digo experiencias y no obra de teatro porque creo que es más lo primero, aunque tiene mucho de lo segundo. Hay espectáculos que te mantienen entretenido, otros te interesan en una parte u otra de la propuesta y los hay que se van contigo, que se cuelan en tu imaginario y montan las tienda de campaña en un rincón de tu corazón para siempre. Constelaciones es un texto endiablado y emocionante, para un actor es un viaje laberíntico en el que hay que estar volviendo sobre los pasos que se dan y dar saltos hacia adelante constantemente, buscando esa salida que tal vez no existe. Aunque no tiene una estructura convencional, si la propuesta de dirección y actores es inteligente y sensible, se entreabren puertas para que el espectador se cuele y haga del trayecto escénico una experiencia personal profunda. Cuando termina la obra, la sensación es de bajar de la montaña rusa, allí arriba, hemos reído, llorado y sentido mil emociones. El texto habla de la vida de manera muy sencilla, desde lo que se construye o destruye cuando nuestra cabecita empieza a perder fuelle. Un texto interesante siempre sobrevivirá a cualquier propuesta pero hay obras que si no son bien leídas en escena quedan malditas en el cajón del autor. Esta pieza es contemporánea y actual y está dirigida con bisturí fino y aplomado por Fernando Soto en un espacio sencillo y evocador…y sobre todo, está interpretada por Inma Cuevas y Fran Calvo como si fuese un trozo de su vida, como si se hubieran levantado una mañana y de su cuerpo hubiera fluido ese micro mundo mágico, en el que se encuentran para cruzar identidades muy diferentes, que pueden cohabitar en una constelación propia. Estén atentos a la cartelera y acudan cuando se ilumine esta deliciosa galaxia, me lo agradecerán.
Adolfo Simón
Tape de Sthephen Belber en La pensión de las pulgas
La venganza es un plato que se sirve frio pero a veces, si se recalienta demasiado puede ser indigesto y terminar haciendo más daño a quién lo sirve que al comensal al que va dirigido. La Canoa teatro ha presentado este texto dirigido por Bruno Ciordia e interpretado por Fran Calvo, Jano Sanvicente y Yolanda Vega en los salones de La pensión de las pulgas. En un primer espacio nos sitúan en el pasado, en el origen de un momento de locura de juventud que traerá sus consecuencias. Después, nos trasladan a lo que es la habitación de un hotel donde transcurrirá el resto de la acción. La pieza es teatro-teatro, un solo espacio, un tiempo real y el encierro de los personajes ante los ojos de los espectadores que iremos descubriendo poco a poco las estrategias del que se considera el cazador de esta aventura y que al final, se convertirá en un cazador cazado. Pero, hasta que llega ese momento, vivimos paso a paso el descubrimiento de lo que ocurrió o tal vez desean los personajes que ocurriese. Es curioso comprobar cómo el tiempo coloca las cosas en otro nivel de percepción y nada fue realmente como se recuerda, por mucho que uno desee reafirmarse en sus argumentos. En estas propuestas cerradas y a un palmo de la respiración del público es donde se miden los actores para demostrar que son capaces de mantener firme el viaje ficcional de una historia, capitaneados por un director con las ideas claras.
Adolfo Simón
Debe estar conectado para enviar un comentario.