Ay! Carmela en el Teatro Galileo
Ay! Carmela de José Sanchís Sinisterra ya es un clásico. Recuerdo el primer estreno en el Figaro interpretado por José Luis Gómez y Verónica Forqué…¿Quién nos iba a decir que estábamos asistiendo a la que, seguramente, es la obra más representativa y representada de la transición española?. Desde aquella noche he visto múltiples versiones de la obra, aquí y fuera de España. Es incombustible, sigue sobreviviendo a montajes acertados o no…Al traslado al musical, al cine…Tiene algo en su estructura que no permite locuras al llevarla a escena. En esta ocasión, Pepe Bornás es fiel al texto, añadiendo tal vez, un toque de expresionismo en los personajes que les da un carácter sugerente. La instala en un escenario sin lugar reconocible, podría ser la realidad o la imaginación. Y Jacobo Dicenta y Elisa Matilla recrean de nuevo, con acierto, esos viejos amigos que son Paulino y Carmela. La memoria es frágil y como los seres del más allá, se va desfigurando poco a poco, es importante que este texto siga transitando por los escenarios, para que no se olvide que la historia es un bucle que vuelve a su lugar de origen.
Adolfo Simón
ELISA MATILLA nos habla de su pasión por la interpretación
¿Qué es el teatro para ti?… El intercambio de energía entre público y actor.
¿Por qué haces teatro?…Es el medio en el que me siento más cómoda y en el que tenido oportunidad de interpretar los personajes más interesantes.
¿Qué balance haces de tu trayectoria como actriz?…He tocado cine teatro tv , conedia y drama . Actriz multiusos.
Háblanos de tus últimos trabajo…
En tierra de lobos la prostituta borracha y descarada, y ahora La Carmela. Creo que es el personaje más bonito que me ha llegado. Su fuerza y fragilidad conviven en un corazón grandísimo.
¿Cómo surge el proyecto de Ay! Carmela?…
Fui yo la que me ofreci, me enteré que Pepe Bornas tenia el proyecto para montarla y le dije a mi amigo Javi Mora, amigo del director también, que le dijera que yo era su Carmela.
Háblanos de tu personaje…
Realmente hemos apostado por dos Carmelas diferentes, Carmela viva y Carmela muerta. La viva es madre, con carácter, espontánea y descarada. La Carmela muerta es hija, débil, borrosa, dulce e inocente. Es maravilloso poder hacer dos registros en un mismo personaje.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los actores aportaseis ideas en la puesta en escena?.
Pepe Bornas es un director que escucha mucho al actor…Muchísimo. Te deja probar todo y si le convence te lo compra.
¿Cómo ha sido el proceso creativo?…
Muy minucioso, hemos dado mil vueltas al texto. En los ensayos descubierto una dependencia entre Paulino y Carmela que aprovechamos para enfocar la historia de amor de esta pareja.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear tu personaje?…
La verdad…las tripas y la honestidad es mi referente.
¿Cómo preparas los personajes?…Como un niño con un juguete nuevo, no lo suelto durante el día y duermo con el. Luego lo desmontó para ver que tiene dentro y lo vuelvo a montar.
¿Cuál es tu método?. La verdad…es el único método que conozco.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?… Todas…entretener, divertir, enseñar, reivindicar, que el público escoja lo que quiere sentir cuando mira la cartelera y que tenga la oportunidad de poder verlo.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?… Puñalada, andamos heridos. Las producciones han dejado de ser rentables y es casi imposible vivir de esto, que es nuestra profesión.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?… Respetar los convenios y los derechos por los que mucha gente lleva luchando mucho tiempo. Esto no es una afición es una profesión de la que vivimos.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?… La vida resuelta, cuenta problemas actuales que llegan al público a golpe de carcajadas
¿Proyectos?… Continuar disfrutando de este regalo que es la Carmela y que pase por todos los teatros posibles .
Ay! Carmela, el musical en el Teatro Reina Victoria
Innovadora versión musical de la exitosa trágicomedia ¡Ay,Carmela! protagonizada por Inma Cuesta, Javier Gutiérrez y Marta Ribera Con temas originales de Víctor Manuel, Vanesa Martín, Pedro Guerra y el cancionero popular español, dirigida por Andrés Lima. No es de extrañar que el teatro estuviese lleno cuando fui a ver la función, seguro que el boca a boca hará que el público siga acudiendo de forma masiva para ver este musical español…Por fin se ha conseguido crear un espectáculo que no es la reproducción de un musical extranjero si no algo genuinamente español en el buen sentido de la palabra. La historia que se cuenta nos concierne y para ello se han elegido aquellos pasajes esenciales de la obra de José Sanchís Sinisterra. Y a ellos se han intercalado canciones que parece fueron escritas para esta fábula. Además no es un espectáculo prepotente como suelen ser los que se programan en la Gran Vía, todo está a la medida precisa para contar las aventuras de este familiar dúo que son Carmela y Paulino. Tanto el espacio escénico como la luz, el vestuario, los audiovisuales o la música en directo, acompañan a un equipo fantástico de actores que llenan de emociones diversas el escenario del Reina Victoria.
Adolfo Simón
Javier Gutiérrez nos habla de sus últimos proyectos en teatro como actor y productor.

Javier Gutiérrez nos habla de sus últimos proyectos en teatro como actor y productor.
¿Cómo surge el proyecto de EL TRAJE?…
Surge de las ganas de trabajar juntos Luis Bermejo y yo, y de la necesidad de hablar del momento actual que estamos atravesando (crisis, corrupción…). Para ello le pedimos a Juan Cavestany que escribiese un texto con esos ingredientes y que a ser posible fuese una comedia. A medida que iba escribiendo, nos dimos cuenta que era el director ideal para ponerlo en pie.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los actores aportaseis ideas en la dramaturgia y la puesta en escena?…
Sí, durante el proceso de ensayos iban apareciendo muchas ideas tanto desde la dirección como desde los actores, que ayudaban a entender mejor la historia que queríamos contar. En el trabajo de mesa previo se creó un clima de debate muy interesante. Cavestany tuvo una actitud muy humilde e inteligente, ya que en todo momento estuvo abierto a las propuestas de los actores por descabelladas que fueran, se probaba absolutamente todo. Lo que no funcionaba se caía por su propio pie. Y así consiguió que los actores nos sintiéramos parte importante de la creación en este proceso, gracias sobre todo a ese margen de confianza y respeto en el trabajo.
¿Hay algún referente técnico del que habéis partido los actores para crear los personajes?…
Desde la época de Animalario, en la que trabajamos los tres, hay un lenguaje común y una forma de hacer que compartimos. Juan nos dio una libertad total a la hora de componer los personajes. En mi caso tan solo me pidió hacer un tipo nada sofisticado, sino todo lo contrario, lo más reconocible posible. Un personaje como «El Pocero» como referente. Luis Bermejo dice que Cavestany en esta función da voz a personajes del extrarradio.
¿Cómo ha sido el proceso de ese «combate» escénico?…
Muy placentero. No tuvimos mucho tiempo para montar la función por compromisos anteriores, sólo veinte días, así que fue un trabajo muy intenso. Disfrutamos mucho, sobre todo testando la función en la sala Kubik, con vecinos del barrio.
Trabajas en televisión, cine…pero siempre que puedes vuelves al teatro…¿Es importante para ti?…
Siempre digo que el escenario es el lugar natural del actor. Y que medirse a diario con el público creo que le hace a uno mejor actor. No me importa el medio si la historia y el personaje son interesantes. Pero es cierto que en mi caso el teatro es una necesidad.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como actor en teatro?…
Muy positivo. De un tiempo a esta parte he podido elegir los proyectos. Por ejemplo en «Woyzeck», independientemente del resultado, tuve la oportunidad de enfrentarme a un personaje capital en el teatro, que me permitió trabajar algo muy diferente a lo que había hecho hasta ahora. En «Elling», pude combinar el drama y la comedia delirante en un montaje a medio camino entre lo comercial y lo alternativo. Y en «El Traje» queríamos, partiendo de un espectáculo muy sencillo, hacer un trabajo muy de actores. Y estamos satisfechos con el resultado.
¿Cómo ha sido la experiencia de producir teatro?…
Lo cierto es que le he cogido el gusanillo. Después de las experiencias de «Contraacciones» y «Elling», que fueron tan positivas, he repetido con «El Traje», en coproducción con Teatro del Zurdo. Sobre todo me interesa producir espectáculos donde el actor y la palabra sean lo más importante.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Entiendo que tiene que ser un espejo de nuestra sociedad, del mundo en el que vivimos. Y que puede entretener, divertir pero sobre todo debe invitar a la reflexión y a ser posible remover al espectador en la butaca. Prefiero que el espectador se sienta incómodo a que salga del teatro sin que le haya pasado nada, más allá de pasar un buen rato.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
La subida del IVA a la cultura me parece una auténtica salvajada. Además de sonarme a saldar cuentas pendientes por parte del gobierno del Partido Popular con la gente del cine y el teatro de este país por pronunciarnos en cuestiones políticas. Me emociona ver como los espectadores siguen, a pesar de esa subida brutal, acudiendo al teatro. Hoy en día, es una heroicidad levantar un proyecto al igual que acercarse a verlo.
¿Te preparas de manera distinta un personaje para tv, cine o teatro?…
Nunca dispones del mismo tiempo. Por eso prefiero el teatro, donde los procesos son más largos y donde el actor puede probar sin miedo a equivocarse. El cine es dinero, y si no lo hay eso quiere decir que tampoco hay tiempo paras ensayos. Es vital llegar y confiar en el director, además de tener clara la propuesta del personaje. Para eso ha tenido que haber con suerte algún ensayo o encuentros previos con el director, para ver cómo ve cada uno el papel. Y el mundo de la televisión ya es diferente. Mi experiencia es la de sálvese quien pueda, por eso le doy muchísimo valor a los buenos trabajos en la tele. Ahí, sí que el actor debe sacar al director que lleva dentro.
¿Cómo preparas los personajes?…
Hablar con el director es muy importante para mí. Que me dé su visión del personaje, referencias…Y a partir de ahí comienzo a trabajar. Le doy mucha importancia al vestuario, al aspecto externo y desde ahí trabajar lo interno. Suelo leer muchas veces el guión y procurar encontrar cosas nuevas en cada lectura. Y sobre todo estar muy abierto a indicaciones y pequeños hallazgos que vayan surgiendo en el trabajo.
¿Proyectos?…
Seguir con «El Traje» hasta diciembre. Después comenzaré a grabar nuevos capítulos de «Águila Roja» a la vez que ensayo el musical de «Ay, Carmela» que dirigirá Andrés Lima. Y tengo pendiente tres estrenos en en el cine, «A night in old México “ de Emilio Aragón, «Zipi y Zape y el club de la canica» de Oskar Santos y «Dos francos, 40 pesetas» de Carlos Iglesias.
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