El sueño de una noche de verano en el Matadero
Un clásico que nunca puede fallar, esta vez en su versión más desenfadada y divertida. Tras disfrutar recientemente con su montaje Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín Dario Facal vuelve a la cartelera. En este caso el sueño es literal y viene de la mano nuevamente de la compañía Metatarso Teatro Contemporáneo y de las frescas y siempre divertidas líneas del maestro William Shakespeare. A simple vista esto ya es más que suficiente para cautivar al público, pero si le añadimos un elenco de primera y una sutil dosis de ilusiones en 3D… El sueño se hace verdaderamente original. Son muchas las propuestas que ahora se muestran en la cartelera con motivo del 400 aniversario del nacimiento del escritor, pero sin duda la más esperada y arriesgada de todas es Sueño de una noche de verano. Y como no podía ser de otra manera Dario Facal nos deja boquiabiertos y sorprendidos una vez más. Acostumbrado ya a sus propuestas dónde los textos se fusionan con verdadera habilidad con innovadoras y contemporáneas exposiciones, eso sí sin perder de vista el original, esta vez nos cautiva con un pulso mano a mano entre lo simbólico y lo real donde las tres historias se entremezclan en un bosque lleno de comicidad. Un naturalista a la vez que ligero y amplio espacio escénico sirve de unión junto con una compañía con estilo y firmeza que hace que todos despunten. Unas auténticas explosiones de carcajadas completan la obra final dónde él elenco representa en ese momento la obra de los artesanos, que intención no le falta a la hora de representar con motivo de regalo de boda, aunque sus dotes actorales no sean lo mejor en ellos. Un apasionante viaje el que se vive en las naves del español que muestran sus entresijos escénicos antes de iniciar la función para inducir al público en una noche estival.
Pablo Cano

David Lorente: El verdadero arte siempre es combativo: si no lo es, no es arte.
¿Cómo surge el proyecto que presentas en La Pensión de las Pulgas?…
«El Grito del Contrabajo» surge a propuesta de mi gran amigo Roberto Drago, que andaba a
vueltas desde hacía mucho tiempo con adaptar la novela «El Contrabajo», de Süskind y probarse
en el difícil terreno interpretativo del monólogo. Roberto y yo ya habíamos trabajado juntos en
otros dos montajes y la verdad es que nos entendemos a las mil maravillas, y eso es algo que hay
que aprovechar siempre, con lo que cuando me lo propuso no me lo pensé.
Háblanos del montaje, del texto…
La primera premisa fue hacer de la novela teatro. Tras una primera adaptación de Roberto, nos
propusimos condensar al máximo el texto, sacando de la novela lo que denominábamos los «hits»
del personaje, es decir, las frases esenciales en lo referente sobre todo a su conflicto. No hay
nada añadido por nuestra parte. Nada. Todo lo que se dice está en la magnífica novela de
Süskind. En el género novelístico creo que no es tan importante, pero en teatro el conflicto es la
esencia, y al comprimir las setenta páginas de la novela hasta dejarla en nuestra adaptación en
siete, apareció el conflicto, apareció incluso otro personaje, podríamos decir, respecto al de la
novela. Un personaje mucho más disparatado y a la vez, me atrevo a decir, más interesante para
darle vida en un escenario.
Tras depurar de esta manera la novela, tanto Roberto como yo teníamos claro que en esta historia
tenía que participar Ernesto, hermano de Roberto, contrabajista, y también enamorado del texto
desde hacía años. Y a partir de su incorporación, nos pusimos a jugar con el asunto.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los actores aportasen ideas en la puesta en escena?
No sólo hubo ocasión, sino que fue desde el principio el objetivo. Entiendo que el actor es el que
manda, el que debe llevar en todo momento la iniciativa. Todos los que le rodeamos debemos
acompañar. Dirigir no es mandar, es escuchar.

¿Cómo ha sido el trabajo con ellos?
Somos amigos desde hace mucho. Nos conocemos muy bien. Concha Delgado y Miriam Reyes
también entraron enseguida en el proyecto, y entre los cinco nos propusimos sobre todo
investigar, aprender, y divertirnos. No se puede hacer buen teatro sin divertirse.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear esta propuesta?
La verdad es que no se me ocurre ninguno.
¿Por qué haces teatro?
Creo que es lo mejor que sé hacer para ganarme la vida, la verdad.

¿Qué balances haces de tus trabajos como director de teatro?
Sinceramente, no hago nunca ningún balance de mi trabajo. No le doy ni siquiera esa importancia.
Sí que es verdad que cada vez tengo más claro lo que he dicho anteriormente, que dirigir es
escuchar, todo lo contrario a imponer. El director tiene que conseguir que todos las personas que
participen en el montaje lo hagan de la manera más libre y creativa posible.

Háblanos de los más recientes
Hacía como tres años y algo que no dirigía teatro. Yo soy actor más que director. Me meto a dirigir
normalmente cuando alguien, como en este caso Roberto Drago, me propone algo que no puedo
decir que no. No sé valorar muy bien «mi trayectoria». No me hago mucho caso.

¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?
Pues creo que la función intrínseca de toda manifestación artística, es decir: serlo. Ser arte. El arte
es necesario en el sentido de inevitable, afortunadamente. Por mucho que se esfuerce, y a veces
se esfuerza con tozudez, el ser humano no puede vivir sin arte. Es imposible.

¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?
Es evidente para mí que estos gobernantes que tenemos no quieren Teatro. Es evidente.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
La primera que me viene a la cabeza es «El sueño de una noche de verano» que vi en Almagro
dirigido por Tim Robbins. Me fascinó.

¿Proyectos?
Estoy empeñado en dirigir «El Monstruo de los Jardines», una delicia de obra de Calderón de la
Barca, y vive dios que lo conseguiré.
¿Se pueden hacer propuestas combativas hoy en día?
Me pongo estupendo y digo: hacer arte es hacer preguntas. Hacer preguntas es cuestionar.
Cuestionar es, siempre, combatir. El verdadero arte siempre es combativo: si no lo es, no es arte.

Nuria Benet: El teatro es el arte en el que el contacto con el público es más directo
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Cuando era adolescente me debatía entre dedicarme a la interpretación o a la música. Shakespeare y el hecho de que en mi casa ya había muchos músicos me hizo inclinarme hacia el teatro. Mi debut profesional se produjo en Londres, donde fui a continuar formándome tras acabar la licenciatura de arte dramático en la RESAD. Al final, estuve formándome y trabajando en el Reino Unido como actriz durante doce años. Regresé cuando Jordi Milán, director de La Cubana, con quien había trabajado en una producción en inglés, me hizo una oferta que no pude rechazar y entré en el elenco de Cómeme el Coco, Negro.

¿Qué es el teatro para ti? ¿Por qué haces teatro?
El teatro es el arte en el que el contacto con el público es más directo. Es un arte, cuya obra está en continuo cambio y evolución, que necesita al espectador para poder alcanzar su forma final y que, dada su naturaleza efímera, sufre la paradoja de que cada momento que vive es momento que muere y esto le confiere una valía añadida.
Al disfrutar de esta íntima relación con la platea el teatro puede ejercer un efecto directo en los espectadores, puede despertar conciencias, movilizar, emocionar y, por qué no, entretener y divertir.
Si a todos esos elementos se le añade el placer que esa comunión entre escenario y auditorio me produce, será fácil comprender por qué he elegido el teatro como modo de vida y, efectivamente, eso es en lo que se convierte: tu vida.

¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?
He tenido mucha suerte a lo largo de mi carrera. Es cierto que uno solo puede subir al tren de la suerte si está en la estación, preparado y dispuesto para poder cogerlo. Es decir, creo firmemente en la formación, y estoy convencida de que parte de la razón por la que nunca me ha faltado el trabajo es por mi versatilidad; y esa versatilidad, aunque tenga algo de innata, es fundamentalmente resultado de mi afán por educarme y seguir formándome como artista.

¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?
El teatro, para poder sobrevivir, ha de entretener con productos de calidad que motiven a productores, compañías y púbico por igual a continuar manteniéndolo vivo. Tiene que haber montajes dirigidos a diferentes públicos, pero siempre intentando alcanzar la excelencia, tanto si es un producto meramente comercial, como si es un infantil o una obra más intelectual. No hay que educar al público, ni ser condescendientes con él, hay que movilizarlo, hacerle reír, llorar, pensar, analizar, olvidar, provocar… cualquier emoción es buena, pero ha de producir algún tipo de marca en el espectador para que salga tocado y quiera volver.

¿En qué proyectos has participado durante el último año? Háblanos de ellos
Llevo un par de años de mucho trabajo (¡toca madera!). Dada la precariedad laboral que existe acepto prácticamente todos los proyectos que me ofrecen e interesan; las compañías son conscientes de la situación actual y ofrecen cierta flexibilidad con las fechas, aunque también se está convirtiendo en algo habitual el compartir personajes.
Este último año he participado en: La Ópera del Malandro, de Chico Buarque, estreno absoluto en España del musical brasileño basado en la Ópera de los Tres Peniques de Brecht. Con él gané el Premio Garnacha a la Mejor Actriz de Reparto. Junto a Teatro Defondo, la compañía que produjo este musical, dirigida por Vanessa Martínez y producida por Pablo Huetos, estoy en otros dos montajes: Los Atroces, una creación colectiva basada en el mito de los de Átridas y en El Sueño de una Noche de Verano, una versión familiar del clásico de Shakespeare. También actúo en El Extraño Caso de la Marquesa de Vadillo, dirigida por Luis Crespo y producida por Teatro del Zurdo, compañía en la que también soy asidua y por cuyo montaje, La Ventana de Chygrinskiy, de José Ramón Fernández, obtuve el Premio Arcipreste de Hita a la Mejor Actriz. Además interpreto el papel de Maestra de Ceremonias en NOC, Un Auténtico Vodevil, dirigido por David Quintana, un cabaré original y muy divertido con el que llevamos tres temporadas en la cartelera madrileña. Por último, participo en el montaje celebración del vigésimo aniversario de Teatro del Astillero, dirigido por Luis Miguel González, titulado Los Charlatanes, una sátira de humor negro sobre el panorama social contemporáneo.
¿Cómo surgió tu participación en las obras que tienes ahora en cartel en Madrid?
Para La Ópera del Malandro hice cásting y a raíz de allí me convertí en miembro asiduo de Teatro Defondo.
Como he dicho, El Extraño Caso de la Marquesa de Vadillo, es mi segundo montaje con Teatro del Zurdo, la primera vez que trabajé con ellos, bajo la dirección de Luis Bermejo, fue gracias a que este vio mi trabajo en Cómeme el Coco, Negro y pensó en mí para su próximo montaje.
Para NOC fui recomendada por alguien que había visto mi trabajo en La Ventana de Chygrynskiy.
Y para Los Charlatanes también los miembros de Teatro del Astillero habían seguido mi trayectoria con Teatro del Zurdo.

Háblanos de estos trabajos…¿Cómo han sido los procesos?
Muy variados.
Con La Ópera del Malandro, al ser un musical con música brasileira, nos sumergimos en la cultura de este país – hasta tuvimos coaching in fonética brasileña.
En Los Atroces, la tarea titánica de adaptar en una hora y media una saga que comprendía una miríada de personajes e historias entrelazadas, hizo que el trabajo de mesa fuera intenso y extenso. Una vez que tuvimos el esquema narrativo comenzamos a improvisar cada escena, estas eran grabadas y la directora, Vanessa Martínez, las transcribía y daba forma.
El Extraño Caso de la Marquesa de Vadillo tuvo un proceso más “tradicional”. Al partir de un texto ya escrito, los ensayos se desarrollaron con normalidad, aunque la dramaturgia fue cambiando y evolucionando a medida que el espectáculo iba tomando forma.
Los Charlatanes también ha tenido un extenso periodo dedicado al trabajo de mesa. La obra es un amalgama de escenas que tocan diversos temas actuales y a lo largo del proceso hemos ido seleccionando las que mejor funcionaban, o bien a nivel teatral, o bien a nivel de coherencia de contenido.

¿Cómo creas tus personajes? ¿Tienes un método?
No tengo un método establecido, este va cambiando dependiendo del tipo de montaje y proceso de ensayos. Algo que sí que necesito tener claro es la imagen del personaje. Esta puede aparecer (aun a riesgo de que suene manido) en un sueño, o puedo ver al personaje sentado en frente de mí en un vagón de metro, o reflejado en las páginas de una novela, o en un cuadro, o simplemente me viene un flash visual o una sensación física y a partir de ahí se va construyendo. Sin embargo, creo fervientemente en que, tanto si se trabaja de dentro a fuera como de fuera a dentro, el personaje tiene que respirar, tiene que retorcérsele las tripas, tiene que acelerársele el corazón, en resumen, tiene que tener verdad.

¿Cómo crees está afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?
Muy negativamente. Si ya antes era difícil movilizar al público para que viniera al teatro, ahora el factor psicológico de la subida del IVA va totalmente en contra de nuestra industria. España es un país donde el ir al teatro todavía no forma parte intrínseca de la cultura, como ocurre en el Reino Unido. Ponerle más trabas a que esto ocurra es contraproducente para la cultura de nuestro país.
Es cierto que, en contraposición, los teatreros hemos sabido movilizarnos para sobrevivir; se han creado nuevos espacios (como La Casa de la Portera) y nuevos géneros (como el Microteatro) que son un grito de rebeldía ante lo establecido. Pero existe la multiprogramación a la que están avocadas las salas y el demasiado frecuente “a taquilla” que proponen las compañías está teniendo un doble efecto. Por un lado, la amateurización de la profesión: cualquiera puede hacer teatro con muy poco dinero y sin pagar a nadie, teatro que las salas contratan porque tienen que llenar todos sus horarios – en general, no existe un filtro de calidad o coherencia artística a la hora de programar. Y por otro lado, poca gente puede vivir del teatro, con lo que, o, haces como yo, y estás en tropecientos proyectos, o tienes un trabajo paralelo que te dé de comer y te impida comprometerte plenamente a los proyectos teatrales, o eres una niña bien a la que su familia le subvenciona cual mecenas florentino. Es absolutamente necesario introducir la ley del mecenazgo cultural para que con la introducción de capitales privados se pueda reavivar y dar a la cultura la importancia y lugar predominante en la sociedad que se merece.

¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?
La paradoja del actor es que cuando trabaja no puede acudir al teatro e interesarse por lo que está en cartel. Así que, por desgracia, últimamente no he podido acudir mucho al teatro. Lo último que vi y que me interesó profundamente fue Trilogía de la Ceguera de Maeterlinck en el CDN. Cada obra corta era dirigida por un director joven y, aunque mantenían una coherencia formal, eran muy diferentes entre sí. Me pareció una idea muy positiva para dar a conocer repertorio clásico y mostrar el trabajo de jóvenes artistas.
¿Proyectos?
Ya sabes lo que se dice de los proyectos… que si se habla de ellos se truncan… así que hago mutis elegantemente.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?
Estrujarse la mente y la imaginación para seguir creando espectáculos de calidad que reten e interesen al público; reivindicar unos mínimos para que nuestro gremio no sufra; plantarse ante una industria que cada vez exige más y da menos, sin perder de vista los enormes esfuerzos que hacen las compañías para llevar un montaje adelante; y no olvidar que el teatro embellece y mejora la vida, la sociedad y la cultura.
El sueño de una noche de verano de Yohangza Theatre Company dentro de Una mirada al mundo
Shakespeare el incombustible!…Sus obras han sido utilizadas para hacer óperas, ballets, musicales…y mil versiones textuales…A todo ello sobrevive, por eso debe ser el autor de teatro más importante de todos los tiempos. El festival del CDN, Una mirada al mundo que nos ha sorprendido año tras año con propuestas muy sugerentes y arriesgadas, se inaugura este año con un divertimento coreano de animación popular sobre El sueño de una noche de verano. Una obra que debería durar alrededor de tres horas, si se reduce a hora y media, algo importante debe quedarse por el camino. Si yo fuese de vacaciones a Corea, seguro que mi curiosidad me llevaría a entrar en uno de sus teatros y descubrir cómo se plantean ellos la poética de Shakespeare llevada a su trabajo rítmico y corporal, pero no sé si es lo más interesante que puede venir de ese país a nuestros escenarios. No sé qué pensarían si les llevásemos nosotros Fuenteovejuna con los personajes vestidos de fallera y comiendo paella. Bueno, esto ha sido el arranque, a ver qué pasa en el resto del Festival.
Adolfo Simón
Eva del Palacio y Fernando Aguado-Morboria: Cada uno de los trabajos realizados ha sido una maravillosa aventura.
¿Cómo surgió Morboria?…¿Cuáles son las premisas para seleccionar los proyectos de la Compañía?… De la necesidad de crear y mostrar el trabajo. Somos personas muy creativas e inquietas que no podíamos esperar a que sonara el teléfono. La calle: un campo de experimentación. Llevamos el teatro a todos los espacios : calles, plazas, cuevas, parques, bosques, discotecas, salas de fiestas , barcos, bares, televisión…
Los proyectos surgen de una manera natural y según las necesidades de expresar
(pueden ser ideas, imágenes, poemas, textos)…Pero en todos nuestros espectáculos siempre hay una gran dosis de juego y sorpresa.
El trabajo se desarrolla en dos partes: la parte plástica en el Taller de Morboria, creación de vestuario, caracterizaciones, atrezzo, efectos especiales …..Y otra fase de ensayos, trabajo de cuerpo, voz y puesta en escena , incluyendo todos los elementos que se han elaborado previamente. Para facilitar la composición de personaje y el trabajo con los objetos.
¿Qué balance hacéis de estos años de existencia de la Compañía?…
Poder vivir durante tantos años de esta profesión es un privilegio que no todo el mundo puede conseguir, lo valoramos como todo un éxito. Cada uno de los trabajos realizados ha sido una maravillosa aventura. La mayoría de las veces muy gratificante con mucho trabajo, sudor , risas y alguna que otra lágrima. Una Compañía de teatro es una familia y en Morboria de manera especial. Hemos pasado por momentos muy difíciles pero si hay un objetivo claro y te rodeas de personas a las que admiras y quieres, se superan los problemas. En 30 años, en Morboria ha participado muchos artistas, pero el equipo humano es prácticamente el mismo.
¿Qué evolución ha hecho la Compañía a lo largo de las diferentes producciones realizadas?…
La influencia del cine, el amor por la caracterización y el maquillaje, la danza ,el teatro y la pantomima nos hizo crearen nuestros comienzos historias cortas (con un máximo de 15 minutos ) La mayoría de las veces sobre fondo musical, con todo tipo de temas: Terror, gore, ciencia ficción, fantasía, aventuras, humor, surrealismo…
Esto nos dió la posibilidad de trabajar en nuevos espacios donde hasta ese momento nadie había hecho teatro… De los años 80 al 94 hicimos infinidad de acciones en calle y en espacios no convencionales con todo tipo de improvisaciones y performances, en discotecas, desde la mítica sala Rock ola a Jácara, Joy Eslava, etc…
Mucha creatividad y energía, cada semana creábamos nuevas historias y guiones unas veces escritos y otras improvisados con unas directrices establecidas y nos lanzábamos a la acción y al juego con el público. Había que tener mucho valor y ser muy temerario. Aprendimos a captar la atención del espectador y a sorprenderle sin bajar la guardia.
Trabajabamos con actores muy preparados en diversas técnicas tales, como la danza, la esgrima, canto, escalada que aplicamos a la escena, malabaristas, acróbatas…
Así, un día éramos gárgolas encaramadas en el tejado de un edificio que descendían reptando por sus paredes hasta encontrarse con los asombrados asistentes … otras, espíritus del bosque , un murciélago enloquecido entre efectos de fuego y humo se precipitaba lanzándose en tirolina desde el campanario de una iglesia sobrevolando las cabezas de los incrédulos vecinos …una operación a corazón abierto en el centro de la pista de baile de una discoteca sembraba el pánico entre los asistentes cuando un monstruo horripilante que salía de las entrañas del paciente y se precipitaba sobre los bailones. Ninfas desnudas surgían de las ondas de un rio y danzaban a la luz de la luna …Seres demoniacos hacían invocaciones diabólicas y aterrorizaban a todos los asistentes a un programa de televisión. Y todo esto, aplicando escrupulosamente el método de Stanislavsky, por supuesto, todo con mucha verdad, mucho estudio, muchas horas en el Zoo observando a los animales…y a los transeúntes…
Con los años necesitamos un poco más de “sosiego “y decidimos llevar a sala uno de nuestros más queridos espectáculos de calle “Piratas, corsarios y otros temerarios.”…Un montaje creado con mucho juego y trabajo a partir de improvisaciones e interacciones con el público en la calle. Una locura maravillosa, todos llevamos un niño dentro que quisiera jugar a ser pirata …escribíamos el resultado de nuestras aventuras callejeras y así día a día se fue creando el argumento que fue creciendo con acciones y canciones luchas y gamberradas . Fue la primera vez que tuvimos críticas teatrales, pues hasta entonces, en este país, donde existe tanta hipocresía y mediocridad por parte de las Instituciones, nunca, hasta hace poco, se han valorado Las Artes de la calle, si exceptuamos Cataluña dónde hay más tradición, por su cercanía con Francia donde realmente se valoran y existe una larga tradición y muchas compañías que se dedican al teatro de calle.
La crítica fue unánime, desde el ABC al País y se reconoce nuestra labor como actores y creadores.
La gran revolución es en el 94, el gran salto, nuestro primer clásico: “El burgués gentilhombre”, salto mortal con doble tirabuzón, sin red y mucho valor: diez actores y treinta y tantos personajes, todos vestidos de época, creados de la nada y sin ayudas de ningún tipo.
Llegan los premios en el Festival de Almagro y una gira estupenda, ¡por fin estábamos en el panorama teatral por la puerta grande y se aprecia nuestro trabajo…. Cosa que desde el principio hizo el público….
Con los años llegan otros clásicos, pero nunca hemos querido abandonar nuestra faceta en el Teatro de calle que es nuestro campo de pruebas y proporciona a nuestros actores no sólo la formación académica, que la tienen, sino ese punto de juego malicioso, gamberro,, insólito y descarado, valiente, temerario, sorpresivo y la energía especial que se establece en el vis a vis con el público.
La cuarta pared puede caer en cualquier momento si es que alguna vez existió…
¿Es importante tener uno colaboradores habituales en el equipo artístico y técnico?… A lo largo de los años puede decirse que trabajamos con el mismo equipo de artistas, debido al paso del tiempo hay nuevas incorporaciones de actores jóvenes que vamos preparando en nuestro estilo.
¿Os ayuda tener un espacio estable de trabajo para realizar los trabajos de creación?¿Se trabaja así con menos presión?…Poder contar con un espacio estable es vital para la creación, pero necesidad obliga, hemos pasado por todos los espacios imaginables: Mercado del Pescado, Funeraria (C.C. Galileo), Naves del Matadero (Legazpi –C. Danza), acuerdos del intercambio por una función, lo que resulta muy costoso para nosotros pues llevamos muchos actores, además es un horror trasladarse con todo el material que utilizamos.
¿Cómo es el trabajo con el equipo artístico durante e proceso?¿Hay una línea ética y estética de la Compañía?… Nuestra linea estética está clara desde el principio, nos alimentamos de la historia del arte, como pintura, música, el cómic, literatura fantástica, cine de aventuras y ciencia ficción…Y por otra parte nuestra línea ética consiste en dar lo mejor de nosotros en cada montaje y dejarnos l piel en cada función. Y sobre todos, disfrutar cada momento de la creación y cada instante frente al público. En definitiva, hacer de nuestra vocación una forma de vida y gozarla al máximo. A la hora de encarar un espectáculo, desde la primera idea hasta e día del estreno la dedicación es absoluta. No sólo somos actores Eva del Palacio y Fernando Aguado, sino que desempeñamos una larga serie de oficios artísticos junto a Ana del Palacio. De este modo, cuando el proceso se pone en marcha, a la vez que estudias el papel te adentras en la época en la que se enmarca el espectáculo, su arte, sus costumbres, su música y mientras trabajas en el Taller creando el vestuario, modelando una nariz, construyendo un atrezzo o practicando la esgrima o ensayando un coreografía o una canción.
Cuando termina la jornada y vuelves a casa sigues erre que erre. Esto es así: obsesivo.
El proceso es maravilloso y divertido y a la vez agotador, pero muy enriquecedor.
¿Se pueden realizar apuestas combativas y alternativas en estos tiempos de crisis?… Por supuesto que existen las apuestas, pero para Morboria resultan difíciles de mantener pues siempre como productora acarreamos una serie de gastos, locales, pagos ensayos, gestores, oficina, gastos S.S., etc
Derechos por los que hemos combatido estos últimos 25 años que dignifican nuestra profesión y que pretendo mantener a pesar de no ser una productora al uso, pues somos artistas, actores que obligados por las circunstancias hicimos empresa, en nuestra mente no está el forrarnos con lo que hacemos sino reinvertir en otros montajes y poder seguir con nuestra gente en esta maravilla de profesión.
Me cuesta crear falsas cooperativas que es lo que están haciendo los actores y creadores para subsistir, todos sabemos que es reparto de miseria, pero casi es la única manera legal de poder crear.
De momento tenemos encargos de eventos en calle y festejos…..que nos permiten reinvertir en teatro de sala.
En los últimos años hemos dejado los clásicos para reducir un poco el equipo. Hemos llevado a escena n Ghelderode y un Arrabal, procesos de creación gozosos y llenos de trabajo e ilusión pero la venta ha resultado ruinosa.
¿Tenéis espectáculos en repertorio?¿En gira?… En estos momentos tenemos y así ha sido a lo largo de estos últimos 25 años: Piratas y algunos espectáculos de calle que en una semana están pulidos y dispuestos, otros duermen.
Hemos llegado a temer en repertorio 4 clásicos: El avaro, El enfermo imaginario, El sueño de una noche de verano, La ventana Rojas (Rojas Zorrrilla) y varios de calle. En algunos meses interpretamos hasta cinco espectáculos con el mismo elenco. Una auténtica gozada al alcance de muy pocos.
¿Qué proyectos tenéis entre manos?… Seguiremos con los clásicos. Pero en este caso nos gustaría volver a los españoles, retomar el verso….hay que estudiarlo. También nos gustaría montar un espectáculo musical, con una buena banda en directo y mucha gente cantando y levantando la pierna. El espectáculo total.
¿Cómo os están afectando los recortes y el aumento del IVA a vuestros proyectos de teatro?… De una manera nefasta, para toda la profesión e aumento del IVA ha sido demoledor. El paro entre los acores es algo lamentable, pero no sólo eso…El hundimiento de las redes de teatros que se han vista reducidas a la mínimo expresión, los presupuestos para contratación en Ayuntamientos y Comunidades, amputados salvajemente y las políticas del “figurón” en las que se contratan “caras conocidas” o de “la tele”, han hecho que las oportunidades de trabajo para las gentes “sin rostro”, se vean reducidas al mínimo.
¿Qué montaje que hayáis visto últimamente, os ha interesado?¿Por qué?… “Al Señor Chen le gustan los dragones” y “Priscilla, reina del desierto”, el primero por ser un texto fantástico de Paco Becerra con unas interpretaciones soberbias y que te hace reflexionar sobre un fututo incierto y oscuro y el segundo por ser un espectáculo total, divertido, desenfadado y que te hace salir del teatro con alegría.
¿Cómo veis la realidad teatral de nuestra Comunidad y País en estos momentos?
La respuesta tiene que ver con una pregunta anterior. Las salidas laborales para las gentes del teatro se ven reducidas a pasos agigantados. Los cachés han mermado penosamente, y si vas a taquilla te expones a cualquier desastre; en nuestro caso el riesgo es descomunal, pues con doce personas en la compañía cada salida en estas condiciones es casi un suicidio. Además, al no tener en la compañía ninguna “cara conocida” somos víctimas de las nefastas políticas de programar “famosos” y la búsqueda de resultados económicos a toda costa. La ciencia, la educación y la cultura deberían ser una inversión en futuro.
La Comedia de los Errores en el Teatro Lagrada
Adaptar una comedia clásica siempre es difícil, porque resulta evidente que los mecanismos de conmover y crear tragedia son más estables en el tiempo que los de hacer reír. Cualquier persona que emprende la tarea de ofrecer un espectáculo de comedia contemporánea a partir de un texto clásico (en este caso es Lidio Sánchez Caro el director y versionador) debe hacerse consciente de que la clave del éxito se encuentra en saber incorporar ese humor actual que realmente conecta con el público, y asumir que por lo común tiene que superponerse, más que adaptarse, y además realizarlo sin traicionar la obra original. La otra alternativa posible es someterse a la raíz, venerar el texto y la época y crear una obra extemporánea, apta solamente para paladares sofisticados.
Lidio Sánchez Caro, en la propuesta que presentó en el Teatro Lagrada el pasado viernes, ha echado mano de muchos recursos a la hora de intentar acercar la obra al espectador contemporáneo: lo intenta desde el vestuario, la disposición escénica, la adaptación de diálogos, el movimiento agitado de escena y hasta provocar que los actores rapeen sobre el texto. Ha acertado en el aggiornamiento de los dos criados, ofreciendo unos graciosos que honoraban el tipo representado y se metían al público en el bolsillo desde el primer momento. En este elenco, uno tiene con frecuencia la sensación de que los actores más jóvenes parecen estar a punto de devorar a los más experimentados, permitiendo ver que algunos de ellos (Helena Lanza, Irene Soler) puedan tener una buena perspectiva futura.
La Comedia de los Errores es una obra de humor sobre equívocos deliciosa, que se pone en marcha a partir de una confusión de identidades -esa obsesión de Shakespeare-, donde ya está apuntada la transición a la animalidad de El Sueño de una Noche de Verano y en la que -otra constante del inglés- la confusión lleva a la diversión. Verla siempre es un placer más que recomendable.
Me permito un apunte final al respecto del montaje: no resulta difícil estar de acuerdo en que en el texto original han envejecido mucho más los mecanismos que arman la comedia (el equívoco al que he aludido) que la profunda, inagotable e impresionante lírica de sus textos. Harold Bloom, a quien por cierto citan en el programa de mano, ha dejado escrito que cualquier farsa acaba teniendo algo de metafísico. Ahí, en ese caos trascendente, podemos encontrar sin duda más modernidad que en el superadísimo juego de confusión de gemelos sobre el que gira La Comedia de los Errores. Esta adaptación ha puesto tanto interés en jugar con la primera que en ocasiones descuida el componente más perdurable de Shakespeare: la palabra y su valor.
Paco Montes: El teatro es un arma de destrucción o de construcción, poco masiva, pero muy efectiva
¿Qué es el teatro para ti?…
El teatro es un arma de destrucción o de construcción, poco masiva, pero muy efectiva.)/
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la dirección?…
Comienzo en 1985 en el taller de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla. Montamos una versión de El Sueño de una Noche de Verano. Después entró en un taller de Pepa Gamboa, donde elijo la música, llevo las luces, escribo y actuo, y más tarde dirijo. Montamos Fando y Lis, y escribo Tres Retretes, pieza basada en Comedia de Samuel Beckett. Esta experiencia moldea mi visión de enfrentarme al teatro, que concibo de forma global.
¿Qué balance haces de tu trayectoria?…
Tengo la sensación que comienza ahora. Es un estado de ánimo que me ha aportado el nacimiento de mi hija en septiembre de 2013.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
El inicio casi siempre está en la literatura, si durante la lectura las imágenes y las emociones me sacuden, hay un principio de proyecto. Luego intervienen muchos factores para que se transformen en realidad.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
El Feo, de Marius von Mayenburg, que surge de una lectura dramatizada de autores alemanes contemporáneos en el Teatro Español. Y Katiuskas, de Antonio Rojano, muestra del trabajo de los entrenamientos de Actoral Lab.
¿Cómo ha sido el trabajo con los actores?…¿Y en el espacio del Hall del Lara?…
Los ensayos con los actores de El Feo han sido, sobre todo, muy divertidos. Se crea una atmósfera de generosidad que potencia la expresión. Creamos un semimontaje en 9 días y el espectáculo en 10. No hizo falta más tiempo.
Cuando entramos en el Teatro Lara ya hemos rodado la obra en Teatro del Arte. Los ensayos en el hall van solos.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. en los proyectos de teatro?…
Las políticas del gobierno nos demuestran que en este país todavía quedan sectores que actúan movidos por el rencor y la envidia. El 21% de I.V.A. es una venganza.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Intentar ofrecer cada día más calidad.
Exposición: William Shakespeare dibujado en el Museo ABC
Pablo Márquez ha creado dos series de dibujos a partir de las obras La Tempestad y El sueño de una noche de verano.
Más info en: http://www.abc.es



















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