Dios K en el Matadero
Dios K con dramaturgia de Antonio Rojano basada en la novela Karnaval de Juan Francisco Ferré dirigida por Víctor Velasco e interpretada por Alberto Jiménez y Mona Martínez es un ave raris en la cartelera madrileña. Es ese tipo de propuestas escénicas llena de elementos interesantes para el público que va al teatro en busca de esa otra forma poética que no se centre en la superficialidad. Es una ocasión estupenda para entrenar al espectador inquieto con la posibilidad de afinar el gusto por una teatralidad donde pueda aportar su reflexión a partir de lo que se le propone en el texto y la escena. Es un montaje al que cuesta entrar porque empieza cuesta arriba y si lo que queremos es que nos entretengan adoptando una postura pasiva en la butaca, lo fácil es que desconectemos, pero si uno ejerce el derecho y la ocasión para formar parte del viaje creativo, entrará en una montaña rusa de la que no se bajará hasta el final. Los ídolos de barro que aspiraron a ser mármol son personajes muy sugerentes, tienen los elementos idóneos para crear buena ficción a partir de la realidad. Hay momentos en que uno ha de respirar hondo y otros en los que la respiración se acelera…Eso es teatro; un espacio para la reflexión y la emoción. Y, además, hay dos médiums excelentes llevando a cabo este ritual contemporáneo, ahí, a un metro de nuestro cerebro. Lo que no entiendo es porque se produce y programa un material así para estar en el último rincón del matadero, donde las bestias ya no respiran.
Adolfo Simón
Autores en el Centro: Francisco Nieva, Carolina Román y Antonio Rojano
Una iniciativa importante que está realizando el Centro Dramático Nacional es la edición del texto y documentación concerniente a alguno de los estrenos realizados en su sede. Los últimos en aparecer y que pueden ser adquiridos a través de la página web o en el hall de los teatros María Guerrero y Valle Inclán son el espléndido texto Salvator Rosa o el Artista de Francisco Nieva, Adentro de Carolina Román y La ciudad oscura de Antonio Rojano. Teatro contemporáneo y atemporal, piezas que demuestran el buen estado en que está la escritura dramática en nuestro país. Seguiremos informando de otros textos publicados.
QRLA
Paco Montes: El teatro es un arma de destrucción o de construcción, poco masiva, pero muy efectiva
¿Qué es el teatro para ti?…
El teatro es un arma de destrucción o de construcción, poco masiva, pero muy efectiva.)/
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la dirección?…
Comienzo en 1985 en el taller de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla. Montamos una versión de El Sueño de una Noche de Verano. Después entró en un taller de Pepa Gamboa, donde elijo la música, llevo las luces, escribo y actuo, y más tarde dirijo. Montamos Fando y Lis, y escribo Tres Retretes, pieza basada en Comedia de Samuel Beckett. Esta experiencia moldea mi visión de enfrentarme al teatro, que concibo de forma global.
¿Qué balance haces de tu trayectoria?…
Tengo la sensación que comienza ahora. Es un estado de ánimo que me ha aportado el nacimiento de mi hija en septiembre de 2013.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
El inicio casi siempre está en la literatura, si durante la lectura las imágenes y las emociones me sacuden, hay un principio de proyecto. Luego intervienen muchos factores para que se transformen en realidad.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
El Feo, de Marius von Mayenburg, que surge de una lectura dramatizada de autores alemanes contemporáneos en el Teatro Español. Y Katiuskas, de Antonio Rojano, muestra del trabajo de los entrenamientos de Actoral Lab.
¿Cómo ha sido el trabajo con los actores?…¿Y en el espacio del Hall del Lara?…
Los ensayos con los actores de El Feo han sido, sobre todo, muy divertidos. Se crea una atmósfera de generosidad que potencia la expresión. Creamos un semimontaje en 9 días y el espectáculo en 10. No hizo falta más tiempo.
Cuando entramos en el Teatro Lara ya hemos rodado la obra en Teatro del Arte. Los ensayos en el hall van solos.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. en los proyectos de teatro?…
Las políticas del gobierno nos demuestran que en este país todavía quedan sectores que actúan movidos por el rencor y la envidia. El 21% de I.V.A. es una venganza.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Intentar ofrecer cada día más calidad.
Fantasmas en verano
El verano no parece la época más propicia para que se llene la casa de fantasmas, siempre nos imaginamos que estos seres aparecen en noches de invierno, de luna llena y con mucha niebla. Pero los tiempos cambian y ahora hay fantasmas a cualquier hora y en todas partes; debe estar lleno el otro lado y no hacen más que visitarnos con cualquier excusa. La otra noche tomé ración doble de fantasmas y me provocaron risas, emoción y algo de vértigo…los lugares donde hicieron acto de presencia fueron La casa de la portera y La pensión de las pulgas, sitios emblemáticos llenos de energías peculiares…
Ascensión y caída de Mónica Seles de Antonio Rojano es un partido paranormal en el que la pelota de tenis nos lleva al esplendor del personaje y también a su declive. La pieza está estructurada como si fuesen los tiempos donde realizan el pulso los personajes para ver quién gana cada set-escena, las palabras del árbitro en off nos vamos indicando el cambio de lugar para sumergirnos en la mente de la tenista antes de dar un golpe a la pelota o en otros momentos donde nos encontramos espejismos fruto de la fiebre del éxito o fracaso de Mónica Seles. Víctor Velasco dirige de manera sencilla y efectiva esta peculiar mirada a la privacidad de un personaje que captó la atención mundial durante un tiempo y para narrar esos retazos de vida y memoria, hay dos actrices: Nerea Moreno y Rocío Marín que juegan a los cambios interpretativos con destreza y efectividad, haciéndonos creer así en las múltiples realidades que pueden existir en nuestro mundo.
Yernos que aman de Abel Zamora en La Pensión de las pulgas es un collage enloquecido en el que las mujeres están atrapadas en un mundo donde la emoción se ha quedado en pause. Da la impresión de que mueven los hilos de un guiñol roto y a pesar de esto, intentan una y otra vez dar al play de su corazón pero no consiguen que los hombres cambien la figura que necesitan sea proyectada sobre el día a día que comparten. Hay una madre que quiere volver a ser niña y un muerto que quiere volver a bailar…y un hada que no está dispuesta a conceder deseos banales. Esta obra arranca con cierta perplejidad porque no queda claro a dónde nos conducen los pasillos del lugar, pero poco a poco, las piezas empezarán a encajar y al final uno se reconoce en alguna vieja foto del álbum que hay escondido al fondo del armario. El reparto es de lujo…Marta Belenguer, Juan Caballero, Manolo Caro, Mamen García, Emilio Gavira, María Maroto, David Matarín, Mentxu Romero, Ramón Villegas y el propio Abel Zamora.
Adolfo Simón
José Padilla nos habla de sus últimos proyectos en el teatro

¿Cómo surge el proyecto de Sagrado Corazón 45? ¿De qué va la obra?
Supongo que ahora uno no puede permitirse el lujo de esperar a que lo llamen para ech¿Hiciste algún tipo de búsqueda o documentación sobre el tema antes de empezar a escribirla? ¿Cómo fue el proceso de escritura?ar un proyecto a andar, porque estaría condenado a no hacer nada. Tanto Eduardo Mayo como yo somos creadores, nos hemos hecho conscientes de ello y esta función lo prueba. A falta de propuestas, proponemos nosotros. A grandes rasgos la obra trata de cómo las crisis colectivas generan profundas divisiones en la intimidad, llegando incluso a derivar en violencia
Sí, la obra consta de tres historias en tres momentos de la historia reciente bien distintos: La Transición, la España de principios de los 90 y 2011. La trama está muy plegada a los acontecimientos que se dieron en esos momentos a nivel social, tuve que escarbar en la hemeroteca. Me sorprendió averiguar cómo todo tiende a la repetición…Según se iba conformando el texto tuvimos la enorme suerte de poder irlo escuchando en boca de los actores, eso nos daba indicios muy claros de qué funcionaba y qué no.
¿Cómo ha sido el trabajo de dirección compartido?
Muy cómodo. Eduardo y yo, creo, hemos sabido repartirnos el trabajo (concepción del espectáculo, trabajo con actores, etc…) y la puesta en común siempre ha sido muy sencilla. El cómo han ido fluyendo las cosas repercute en la puesta en escena para bien, o al menos eso espero.
¿Cómo llevas a cabo el trabajo de puesta en escena al ser autor-director?
Es algo que cada vez podemos ver más por aquí (ahí están los trabajos de Alfredo Sanzol, Miguel del Arco o Pablo Messiez, por ejemplo) pero que en Cataluña se hace desde mucho y de forma natural (Josep María Miró, Marta Buchaca, Jordi Casanovas…). Como escritor dramático siempre trabajo pensando en el actor, así que creo que este paso que acabo de dar era el lógico.
¿Opinas, como algunos autores, que no hay que publicar un texto hasta verlo estrenado?
No me he parado a pensar nunca en ello, la verdad. Si bien es cierto que una vez estrenado, uno puede detectar muchos factores a mejorar que el papel en bruto no te permite… Sí, quizá sea buena idea esperar a estrenar. Aunque yo soy un caso raro, estreno mucho, no publico nada.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como autor?
Como te decía, me siento muy afortunado de poder estrenar con asiduidad. Esta temporada, hasta la fecha, se han podido ver en Madrid cinco espectáculos con mi firma: una versión de Enrique VIII, En el cielo de mi boca, Amarradas, la dramaturgia que de La importancia de llamarse Ernesto hemos hecho Sanzol y yo y Sagrado Corazón 45. Quiero creer que esto responde a que, de un modo u otro, mi trabajo genera interés y que mis propuestas son válidas. A partir de ahí ya no hago más conjeturas, sólo que tengo que seguir trabajando, cada vez más y mejor.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?
En esto suscribo a pies juntillas las palabras de Adolfo Marsillach que podemos ver en la placa que hay en la fachada de la que fue su casa, frente al Parque de Debod: “No soy tan ingenuo como para creer que el teatro pueda transformar la sociedad, pero estoy seguro de que existe una posibilidad de ayudar a despertarla”. Creo que esta puñetera crisis nos ha dado conciencia de esto.
¿Qué te motiva o inspira para escribir teatro?
Hace poco leía un lúcido artículo del dramaturgo Antonio Rojano, hablando de las tormentas meteorológicas como inspiración para crear estructuras dramáticas. Yo mismo escribí una función a partir de aquella desastrosa erupción del volcán islandés, que paralizó el tráfico aéreo mundial. Pongo estos ejemplos para decir que casi cualquier cosa es susceptible de ser contada, si tienes ojo y le dedicas el trabajo suficiente.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes en las ayudas para el teatro alternativo?
Afectan muchísimo al teatro en sí. Al alternativo no digamos. Creo que José Ignacio Wert es el peor Ministro de Cultura que hemos tenido jamás y el hombre se está afanando en demostrarlo. Un reciente artículo de Marcos Ordóñez describe muy bien esta situación, se titula El eslabón más débil por si alguien quiere leerlo.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente? ¿Qué te pareció?
Varias. Ahora empiezan las vacaciones de Luis Luque y Paco Bezerra, un trabajo de orfebrería, emocionante y con pulso. Claudio, tío de Hamlet, interesante trabajo de dramaturgia, cambiar la perspectiva de quién cuenta la historia, con actores y dirección fabulosos. ¡Ah! Y El intérprete, con ese animal escénico que se llama Asier Etxeandía. Hay que verlo.
¿Cómo ves la autoría teatral en nuestro país en estos momentos?
Bullendo. Parece que esta situación nos ha afilado el ingenio o algo así, porque jamás vi mayor brote de creatividad que en estos tiempos. Coge la programación de Madrid o Barcelona, y ahora respira hondo porque no vas a dar abasto con tanto espectáculo bueno.
¿Proyectos?
Siempre. Voy a seguir dirigiendo mis textos, lo tengo claro. Y también voy a volver a actuar en breve. No tengo claro el orden aún, pero hacia allí voy.
María Velasco a punto de estrenar La ceremonia de la confusión nos habla de su trabajo como dramaturga
¿Cómo surgió el proyecto de La Ceremonia de la confusión?…
Con la que está cayendo en España, en lo que concierne a lo político y social, hacía tiempo me propuse hablar de los albores de nuestra “democracia”. Los sueños de aquellos que eran jóvenes cuando el dictador nos dejó, el referéndum para la nueva constitución y, a comienzos de los 80, con la movida cultural. Sus aspiraciones en contraste con la realidad actual…
¿Cómo ha sido elegida para Escritos en la escena?…
Envié un dossier a la convocatoria procurando el mayor rigor. Hubo muchos candidatos, porque esta iniciativa es pionera en el Centro Dramático Nacional. En Europa y, sin ir tan lejos, en Cataluña, ya se habían llevado a cabo programas similares, pero aquí era la novedad, y no se sabía qué criterios iba a valorar el jurado. Escogieron las propuestas de cuatro dramaturgos. Conozco bien a dos: Lola Blasco y Carlos Contreras, por eso deduzco que prefirieron autores de nueva cuna y de escritura más bien postdramática. Tanto Lola como yo habíamos participado de experiencias semejantes (para la integración del dramaturgo en el proceso creativo) en la Sala Cuarta Pared.
¿De qué va tu texto?¿Has podido seguir el proceso de creación del montaje?…
Un grupo de viejos amigos se encuentran en el velatorio. Ha fallecido el que era el líder del grupo de su juventud. Hacer el duelo, implica también despedirse de una época, de un pasado mistificado. La pareja del difunto, dos décadas más joven, es testigo de las contradicciones de una generación, la de la democracia. A él le corresponde tomar el relevo. La parte más “trascendental”, por así decirlo, viene edulcorada por el ambiente frívolo de la Movida (flashbacks), así como algunas versiones musicales de temas de los 80.
He estado presente en un porcentaje de los ensayos. He escrito y reescrito, pero no más que en cualquier otro proceso. En ese sentido creo que el programa de Escritos en Escena debe de reforzar la figura del “dramaturgista”: aquella figura que vela, hasta el día del estreno, por que se cuente la historia y se cuente bien.
¿Qué lectura escénica han hecho en la puesta en escena sobre tu texto?…
Creo que la propuesta de Jesús Cracio “barroquiza” más un texto ya de por sí formalista. A veces, ir a favor del texto es ir contra… y viceversa. La propuesta ha apadrinado, en cierta forma, la estética de la Movida. Esta es muy “poderosa”, engatusa; pero el público de hoy no reaccionará igual al eclecticismo y la tentación del kitsch.
¿Qué balance haces de tus últimos proyectos como autora…
Ha habido de todo: encargos, producciones propias, trabajos de creación colectiva… El teatro hoy es un cajón de sastre y a mí, como autora, me ha proporcionado experiencias muy distintas: desde un encierro con unas monjas carmelitas para documentar una obra sobre Santa Teresa de Ávila (Tiempo de caminar) al frenesí creativo (Lorca al vacío). Creo que lo interesante es estar abierto al mundo sin perder la voz propia…
¿Cuál ha sido tu evolución como autora?…¿Estás escribiendo algún texto?…
El primer espaldarazo me lo dio Cuarta Pared. Me becaron, y coordinaron el proceso de escritura de “Günter, un destripador en Viena”, que tuvo cierta repercusión después de que José Monleón la publicara en Primer Acto. Luego llegaron otras como “Los perros en danza”, “Nómadas no amados”, “Manlet”… Ahora tengo varios proyectos en ciernes con las directoras Sonia Sebastián y Rakel Camacho. Y estoy escribiendo narrativa, para depurarme.
¿Cómo ves el panorama teatral en nuestro país?…
Gris oscuro, casi negro, mientras las autoridades competentes sigan viendo la cultura como un bien de lujo y la gestión cultural esté en manos de personas que privilegian los intereses económicos por encima del humanismo. Ahora bien, en lo creativo, se hace notar cierta ebullición. El CDN, de la mano de Ernesto Caballero, comienza a asumir la responsabilidad de pujar por la dramaturgia contemporánea española; las salas alternativas se ven abocadas a la necesidad de llegar a un público más amplio (se acabó el “todo para el pueblo pero sin el pueblo”), y la proliferación de espacios no convencionales, pese a las limitaciones técnicas, augura un renacimiento cultural. La materia prima está; en el ámbito de la escritura, que el que mejor conozco, autores como José Manuel Mora, Alberto Conejero, Pablo Iglesias, Carlos Contreras, Lola Blasco, Zo Brinviyer, José Padilla, Antonio Rojano o Sergio Martínez Vila han demostrado con su poética que si son jóvenes (lo cual, biológicamente, ya es más que dudoso), no son célibes.
¿Crees que el aumento del IVA y los recortes perjudicarán al teatro?…
Estas “políticas bárbaras” han sido como un electroshock para los gestores y los creadores. Hecha la ley, hecha la trampa… El teatro va a tener que maridarse con la desobediencia civil.
¿Qué obra has visto últimamente que te interesase?¿Por qué?…
Me impresionó mucho “Autopsia”, de Jose Manuel Mora, dirigida y protagonizada por Fernando Soto. Hubo dos únicas representaciones dentro del Festival de Escena Contemporánea en la Sala Triángulo. Desearía que fueran más. Con una modestia de medios y recursos admirable se accedía, por el llanto y por la risa, a la filosofía, el amor al saber. La palabra hablada era poesía y los actores no tenían nada más que citarla. La plástica y el espacio sonoro eran hipnóticos. Salí de la sala como si hubiera estado soñando despierta… y, con la sensación, de que había crecido unos centímetros.
¿Alguna idea para seguir creando en estos tiempos de crisis?…
En una sola expresión, robada además a Enzo Cormann, “POELÍTICA”.
Paco Bezerra nos habla de sus proyectos.
¿Cómo surge el proyecto AHORA EMPIEZAN LAS VACACIONES?…¿De qué va la obra?…¿Cómo ha sido el viaje dramatúrgico de El Pelícano a tu propuesta textual?…
Luis Luque había pensado montarla, ya tenía los actores y todo, de hecho hasta había hablado con ellos y se lo había propuesto, así que me pidió hacer la versión y yo acepté. Podríamos decir que se trata de un encargo, como la obra anterior que hice con él, La escuela de la desobediencia. La obra va de una madre desnaturalizada que tiene muertos de hambre y de frío a sus hijos desde el día en que nacieron, y esto lo utilizo para hablar de nuestro presente. El viaje dramaúrgico ha partido de los personajes y conflictos del original, pero podría decirse que he reescrito la obra. He metido elementos nuevos y he eliminado a uno de los personajes. También me he inventado alguna escena que otra, la del final, por ejemplo, en la que creo que no hay ni una sola palabra escrita por Strindberg.
¿Hiciste algún tipo de documentación sobre el tema antes de realizar tu texto final?…
Partí de las lecturas del original, vi varias veces el Estudio Uno que interpretó en su día Irene Gutiérrez Caba y Tina Sáinz, y, a partir de lo que todo esto me sugirió, empecé a investigar sobre el hambre y el apetito. Entonces, descubrí una isla en la que nadie jamás había pasado nunca hambre, en el Pacífico Sur, Vanuatu se llama, el lugar con mayor calidad de vida de todo el planeta Tierra. Y eché la imaginación a volar a partir de ahí.
¿Cómo surge llevarlo a La Casa de la Portera?
Ya estaba en la propuesta de Luis, venía con el encargo, todo en el mismo paquete. Si yo no hubiese hecho la versión, él la hubiese estrenado igualmente en La casa de la portera.
Eres un autor premiado…¿Sirven los premios para que tus textos se visibilicen?…
Sí, pero para que se visibilicen los textos que no han sido premiados. Curiosamente, los textos que han ganado premios importantes no se han hecho, esos no se representan, se representan otros que me encargan, pero las obras que han ganado más premios aún no se han hecho.
¿Opinas como algunos autores, que no hay que publicar un texto hasta verlo estrenado?…
No, si yo pensara así ahora no tendría más que tres textos publicados, y dos de ellos versiones o dramaturgias de otras obras que no son mías, originales, entonces, habría publicado sólo Grooming. Además, si no se publican antes de estrenarse… ¿cómo llega el texto a manos de un director de escena? ¿Cómo puede montar alguien un texto si no está publicado? ¿O cuántas obras hubiésemos leído de Don Ramón del Valle-Inclán? Imagino que habrá dramaturgos que tengan contactos y que conzcan a productores y directores de teatros, pero si no conoces a nadie publicar es la única manera de que tu trabajo tenga cierta difusión. No, qué barbaridad, yo no pienso así, yo soy dramaturgo, escribo para la Literatura Dramática, no para la escena. Si mis obras se hacen, fenomenal, pero si no se hacen yo las voy a seguir escribiendo igualmente. ¿Por qué no iba a poder tener la gente acceso a leerlas?
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como autor?…
El balance ha sido positivo. He estrenado tres obras en el último año y medio, así que no me puedo quejar.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
La de siempre: la de plantearle preguntas al lector/espectador, no ofrecerle respuestas, la de hacerle dudar de lo que piensa, la de cuestionarle y ponerle en un dilema moral ante una situación determinada… Viene siendo así desde antes de que naciera Jesucristo. El teatro ha cambiado mucho, pero sólo en su forma, en el fondo, el teatro sigue siendo muy parecido al de hace más de dos mil años.
¿Qué te motiva o inspira para escribir teatro?…
El paisaje desértico de Almería, mi padre y mi madre, mi abuela, mi hermana, mi tía, mis vecinas y todo lo que sale por boca de estas personas que acabo de enumerar. Un pozo sin fondo.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
¿Y no está afectando ya?
¿Qué obra de teatro has visto últimamente? ¿Qué te pareció?…
Vi Alma de Dios, de Carlos Arniches y Enrique García Álvarez, con Cristina Marcos, Tomás Pozzi y Manuela Velasco, dirigida por Jesús Castejón, en el Teatro de la Zarzuela. Una maravilla. Me encantó. De hecho, creo que voy a escribir una Zarzuela, que es algo que los dramaturgos españoles no deberían haber dejado de hacer. La Zarzuela es lo más.
¿Cómo ves la autoría teatral en estos momentos en nuestro país?…
Pues muy bien, mejor que nunca, la veo tal que así: Alfredo Sanzol, Manuel Calzada Pérez, Sergi Belbel, María Velasco, Lluisa Cunillé, José Manuel Mora, Guillem Clua, Angélica Liddell, Carlos Be, Josep María Miró, Miguel del Arco, Juan Mayorga, Guillermo Heras, Jordi Galcerán, Luis García-Araus, Pau Miró, José Ramón Fernández, Marta Buchaca, Alberto Conejero, Lucía Vilanova, Antonio Rojano, Eva Hibernia, Gracia Morales, Zo Brinviyer, José Cruz, Jordi Casanovas, Juan Carlos Rubio, David Desola, Laila Ripoll… y se me olvidarán por lo menos ciento cincuenta más.
¿Proyectos?…
Me acaba de conceder el INAEM una beca para el Desarrollo de las Dramaturgias Actuales, creo que se llama, así que es la primera vez que me ayudan económicamente antes de escribir una obra y eso me alegra porque creo que han empezado a confiar en mí. Voy a escribir una obra que se llama El rescate del dragón.
Debe estar conectado para enviar un comentario.