CECILIA SOLAGUREN nos habla de sus proyectos para la escena
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Pues creo que mi pasión por este oficio me viene de familia. En mi casa el arte siempre ha estado muy presente. Mi madre ha tenido una escuela de música y danza en Bilbao durante 25 años, mi padre es un lector empedernido, escribe poesía ahora que es dueño de todo su tiempo, y mis hermanos se dedican a las música. Tengo recuerdo de hacer teatro en verano, en Murguía, una obra de teatro que escribía mi padre y dirigía mi madre, y participábamos todos los jóvenes de Vitoriano, un pueblito de Alava, y era un gran acontecimiento. Curiosamente me ponía muyyy nerviosa y a veces no salía al escenario, y creo que esa responsabilidad que tenía ya de pequeñita, presagiaba que mi interés por el teatro era muy grande.
Ya con 18 años, mi madre me “empujo” a hacer un taller en Canet de Mar con Comediants, verano del 89, un mes de vivencia y trabajo con Comediants y a partir de ahí decidí ir a la RESAD. Y hasta hoy.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria en la interpretación?…
Positivo. A veces pienso que hacer teatro me ha salvado y me ha enseñado a vivir de manera mas consciente. Es una profesión complicada donde te pones a prueba constantemente, y hay que aprender a vivir así. Siento que he trabajado en sitios muy diferentes, personajes muy distintos con gente muy variada y mi crecimiento personal va muy ligado a lo que voy haciendo en un escenario. Hay mucho por hacer y pelear.
¿Qué sentido ha de tener el teatro para la sociedad en la que vivimos?..
Debería ser una brújula, un espejo de lo que es nuestra sociedad. El teatro debe ser un lugar donde se pueda observar los comportamientos humanos de manera libre. El teatro debe tomar el pulso a nuestra sociedad y servir para “vernos” reírnos y tomar nota de cómo estamos. Una especie de terapia colectiva.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
De muchas maneras diferentes. En ocasiones los proyectos parten de “cerca”. Yo he puesto en marcha algún proyecto propio, como productora y actriz, el último Vitalicios, de Sanchis Sinisterra. Me han llamado para participar en proyectos únicamente como actriz. A veces caes de rebote en algún proyecto, otras por prueba…Muchas maneras, aunque es verdad que cada vez tengo mas impulso para hacer cosas propias, tengo mas claro que es lo que quiero contar y como lo quiero contar.
¿Cómo surgió tu participación en Verónica?…Háblanos de este proyecto y tu trabajo en él…
El proyecto nace de Carlos Molinero, guionista y Ana Villa, actriz. Ellos me llamaron para participar en Verónica. Carlos escribió un texto estupendo de cuatro amigas y a mi me tocó un personaje precioso, una “hermana teresiana” con secretos…Ellos empujaron hacia delante el proyecto. Entro Gabriel Olivares en la dirección junto a Carlos, “El reló” en la producción y todo se puso en marcha. El equipo se completó y nos pusimos a trabajar.
Es una función de teatro de terror. Un genero muy común en el cine pero en teatro…estamos abriendo camino!. Hay alguna obra de terror, pero está es nueva nueva. Estamos investigando mucho sobre las técnicas y recursos para provocar miedo. Es muy parecido a la comedia, es algo muy fino, el terror como el chiste, están en algo muy técnico y en conocer bien cuando y como tienes que actuar para conseguir lo que quieres. Todo un mundo. Estoy aprendiendo mucho.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
He puesto en marcha, junto con un gran equipo, una obra de Sanchis Sinisterra que se llama Vitalicios. Dirigida por Yayo Cáceres y con Ricardo Reguera y Candela Fernandez, y yo de actores. Un proyecto propio que espero que nos de muchas alegrías mas. También acabamos de terminar un poema recitado de Sylvia Plath, dirigido por Jesús Cracio en interpretado por Vicenta N´dongo, Violeta Pérez, Celia Laguna en el piano y yo. Un espectáculo muy delicado, emotivo y necesario.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Verónica, Vitalicios y un par de obras de teatro que queremos poner en marcha en breve.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Está afectando mucho, sin ninguna duda. En otros países este iva es 0 o es mínimo. Eso facilita mucho las cosas. Facilita las cosas y te das cuenta de que las administraciones “cuidan” a sus actores y sienten que son necesarios. Y que las características de nuestra profesión son muy concretas y específicas.
En nuestro país, siento que hay un descuido y una falta de conocimiento de nuestra profesión por parte de la administración, enorme. Nosotros no trabajamos todos los días, ni todos los meses, a veces estamos años sin trabajar!!! Nuestra profesión es así, y en base a esas características debería configurarse las maneras para poder seguir ejerciendo nuestra profesión con dignidad y con dedicación.
Y no es pedir demasiado, es pedir que nos dejen hacer nuestro trabajo sin ponernos piedras en el camino.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Un trozo invisible de este mundo, con Juan Diego Boto. El está impresionante, y lo que cuenta es muy necesario. La escenografía de Carlos Aparicio y Mencheta es brutal. Está contado con inteligencia, talento, humor y mucho conocimiento de lo que está manejando. Un placer, emocionante. Es de estos espectáculos que te dejan “eco” para siempre.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
Unirnos, unirnos y unirnos. Ahora mas que nunca los equipos son necesarios. Dentro de la escena y fuera. Dentro, para desarrollar proyectos interesante y comprometidos, donde haya diversidad de opiniones para llegar a lo bueno. Y fuera de los escenarios, para no dejar que nuestros derechos se vean pisoteados, y hagamos que nuestra profesión sea fuerte y con buena voz.
Yayo Cáceres nos habla de sus trabajos de composición y dirección
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la dirección?…
Me inicié trabajando en Andamio 90 en un proyecto que se llamó «Los que vienen» que eran actores y directores consagrados junto a alumnos de la escuela y contaron conmigo. Luego vino Mariana Pineda con Virginia Lago, La borra de la yerba con Mabel Manzotti y asi hasta hoy. Ya había hecho teatro vocacional en mi pueblo (Curuzú Cuatiá) desde los 15 años o asi y había estudiado previamente teatro para niños en la escuela de Hugo Midón. Como músico ya había debutado profesionalmente junto a Teresa Parodi en 1985 y asi junté ambas profesiones, (que siempre van de la mano) hasta que un día vine a hacer Imprebis a España y conocí a los Ronlaleros y nos pusimos a trabajar para hacer teatro con música en directo y humor que es lo que hasta hoy nos mantiene juntos.
¿Tu trabajo en el teatro lo has compatibilizado con otros trabajos?…
Muchas veces si. En vez de trabajar como actor en cosas que no me gustaban, preferí ser taxista o trabajar en el puerto. Di clases también en unos colegios para chicos con problemas de aprendizaje y ahi aprendí cosas de las mas importantes de mi vida. Sin duda la docencia es una de las profesiones mas altas que existen. Creo que, de ser posible solo hay que hacer proyectos que lo llenen a uno para no dejar nunca de amar esta profesión. Una vez en el taxi llevé a una mujer dueña de un teatro donde trabajaba Mabel Manzotti, años despues coincidí con ella en casa de Mabel…cosas de esta vida,
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…
Pues creo que soy un tipo afortunado. Creo tambien que nunca coincide lo que has planeado con lo que luego resulta que es, pero si logramos que coincida gran parte de lo planeado con lo vivido, está todo bien. Tengo bienestar espiritual y estoy donde quiero estar y con quienes quiero estar. Que me llama Lluis Homar para que actúe con él? Pues allá iré de cabeza, pero digamos que hago mi vida y mi profesión con respeto y honestidad y creo en el trabajo como punto de partida y de llegada.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
Soy bastante hiperactivo con lo cual amo estar metido en cosas que me gusten. Compongo muchas canciones para Ron Lalá y para grabar mis cds de chamamé que es la música de mi tierra. Con Ron Lalá tenemos nuesrtra dinámica de trabajo y acción y nos va bastante bien. Con los demás proyectos que aparecen, aplico la «teoría de las 3 P » y en base a eso decido si embarcarme o no.
¿Cómo surgió Vitalicios?…Háblanos de este proyecto y del proceso de creación…
Esta pregunta creo que te la podría contestar mejor alguno de los chicos, pero surge por iniciativa de los actores que a su vez se ponen en contacto con Sanchis que saca del cajón Vitalicios y bueno…aqui estamos. El proceso de creación creo que ha sido interesante y hemos aprendido mutuamente que en el fondo es de lo que se trata. Trabajamos de manera bastante diferente los actores y yo, con lo cual encontrar esa sintonía del «como» resulta apasionante siempre. Por lo demas creo que para dirigir hay que saber esperar….siempre llega mediante el trabajo aquello que hace falta.
¿Ha sido importante tener unos colaboradores habituales en los equipos artísticos y técnicos?…
Es fundamental, aunque no ha sido el caso de Vitalicios donde partimos con un equipo que no venía de mi mano. En Ron Lalá si que tenemos un equipo creativo que espero dure muchos años.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
He grabado un cd que se llama AGUA (está en las redes), hemos montado En un lugar del Quijote en coproducción con la CNTC, he mantenido mis talleres de interpretación y dirigí Vitalicios.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Muchos…un tío mío decía que el hombre tiene la edad de sus proyectos y me encanta. El movimiento permanente. Por ahora nada de quietud y de gente sin humor.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Creo que es obvia la respuesta, pero creo que es bueno decir algo en lo que siempre insisto, La educación y la cultura no son un gasto, son una inversión en la gente que es lo mas importante que tiene un pais. Tambien quiero decir que es un momento ideal para hacer cosas, sacar fuerzas y recursos de donde se pueda, el ser humano no puede vivir sin la magia del arte.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
«Un trozo invisible de este mundo». Me ha conmovido y Botto me ha parecido un actor maravilloso. No lo había visto nunca en teatro y debo decir que me ha ganado. Mas allá de mi propio exilio, económico en este caso; creo que es un espectáculo que habla de un tema delicado y sin una visión maniquea del asunto. La inmigración es imposible de detener, es como ponerle muros a un monte, somos hijos de la cruza y bienvenida sea si aprendemos a vivir con el otro, a abrirnos a su cultura y los que venimo, a vivir de lleno en el pais donde comemos y con su gente.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
Mi verbo preferido es HACER. Encontrar las maneras y no las excusas.
Mariano de Paco nos habla de sus proyectos como director de escena
¿Cómo surge el proyecto de Hombres de 40?…
El proyecto surge de mi colaboración con el dramaturgo Eduardo Galán. Eduardo tenía en mente escribir una obra actual, que tratase conflictos y temas contemporáneos (suele hacerlo en todo su teatro) y que además entretuviera e hiciese disfrutar al público. Estaba el precedente de “La curva de la felicidad”, pero no quería una segunda parte de la curva sino un nuevo texto que, quizá, si pudiera mantener el estilo del anterior. Luego, como suele pasar en estos casos, “Hombres de 40” tomó carne y vida propia y se convirtió en una comedia autónoma sobre la superación, la esperanza y el espíritu positivo.
¿Hubo ocasión, durante el proceso, para que los actores aportasen ideas en la dramaturgia y la puesta en escena?…
Tanto Eduardo como autor como yo como director tenemos una forma de trabajo que siempre admite y recibe con interés las ideas de todos los integrantes del equipo. La dirección marca un camino a través del texto que posteriormente los actores engrandecerán con su buen hacer y su talento. Somos creadores extremadamente dialogantes y creo que eso es muy positivo para el resultado final del espectáculo. Eso sí, con las ideas y los criterios claros y definidos. En este caso hemos contado con un excepcional elenco de actores encabezado por Roberto Álvarez que pronto exprimieron hasta la última de las posibilidades del trabajo. Los ensayos con Roberto, Diana Lázaro, Santiago Nogués y Francesc Galcerán han sido en esta puesta en escena una experiencia creativa altamente gratificante.
¿Hay algún referente técnico o estético del que has partido para esta puesta en escena?… Háblanos de ello…
Me ha influido mucho el mundo y la estética del boxeo. La obra se desarrolla en un antiguo gimnasio de barrio. La luz, las texturas, los colores y los ambientes de este tipo de lugares crean un género en sí mismo. Desde un punto de vista más emocional, el afán de superación, la mirada positiva de la vida que supone levantarse tras recibir el golpe, la lucha y el combate como deporte han estado en todo momento en la base referencial que ha conformado la puesta en escena de esta comedia.
¿Cómo ha sido el proceso de creación?…¿Qué has querido contar desde la dirección?…
Ha sido un proceso intenso, atractivo y divertido en el que he intentado huir de estereotipos y crear personajes de carne y hueso a partir del texto de Eduardo Galán. El objetivo era que el espectador pudiese contemplar con una sonrisa a los personajes, sus aciertos y desmanes, pero también (esto era importante) que pudiera identificarse con determinadas facetas de todos y cada uno de ellos. Todos son reales. Con la dirección intento contar que no hay verdades absolutas, que no todo es negro ni blanco, que de nada sirve tirar la toalla y lamentarse. Y que cuando hay un verdadero problema, los pequeños conflictos con los que vivimos y damos sentido a nuestra vida se desvanecen de inmediato. Hoy más que nunca tenemos que luchar por nuestros objetivos e intentar alcanzarlos. No perdamos los ideales ni los sueños porque también (o quizá sólo) a través de ellos alcanzaremos la felicidad.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como director?…
Cada trabajo me enfrenta a nuevas dificultades de cuya resolución suelo aprender. Tropiezo mucho, tanto en la vida como en el trabajo, (y quiero seguir haciéndolo porque crezco con ello) pero no suelo tropezar en dos ocasiones con lo mismo. Creo que este es mi mejor trabajo hasta el siguiente y lo creeré del siguiente hasta que llegue el próximo (estoy muy feliz de poder trabajar con pasión en lo que me apasiona).
¿Qué espectáculo has visto últimamente? ¿Qué te pareció?…
Me han gustado mucho los dos últimos trabajos de Sergio Péris-Mencheta. “La Tempestad” y “Un trozo invisible de este mundo”.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes a la escena?…
Creo que están afectando dramáticamente y confío en que pronto se busque una solución a este grave problema para todos los que trabajamos en este sector.
¿Proyectos?…
Muchos. No puedo quejarme. Acabo de estrenar “El Caballero de Olmedo” de Lope de Vega, con adaptación de Eduardo Galán en Santander. Un espectáculo coproducido por el Teatro Fernán Gómez con la colaboración del Teatro Español y el Palacio de Festivales de Cantabria. Para 2014 voy a seguir colaborando con Eduardo Galán. Si todo va bien dirigiré una Comedia de Lorenzo Píriz-Carbonell y otra de Daniel Pérez. Ernesto Caballero ha tenido la amabilidad de llamarme para dirigir un espectáculo en CDN y voy a codirigir un espectáculo con Albert Boadella en el Canal. Estoy absolutamente encantado.
Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis…
Pues como se dice en “Hombres de 40”: Pelear, pelear y levantarnos cuando nos tiran. Vivir, tirar para adelante… “Ale hop”.
Luis Araujo nos habla del proceso de creación de Kafka enamorado y de su experiencia como autor.
¿Cómo surgió el proyecto de Kafka enamorado?…
Surgió de la coincidencia del interés en Kafka que teníamos José Pascual y yo y que contagiamos inmediatamente a Ernesto Caballero. El me había preguntado sobre qué material no dramático podría escribir una adaptación interesante y yo le hablé de la biografía de Kafka. Ernesto quería que lo dirigiera Pascual y, cuando hablamos con él, resultó que tenía mucho interés en el ensayo de Canetti que relaciona la vida amorosa y la obra de Kafka. Así que la confluencia de interés era evidente.
¿Cómo ha sido elegida para formar parte de la programación del CDN?…
La propuesta partió del propio CDN, si bien el tema lo propusimos nosotros, fue Ernesto Caballero quien nos convocó a José Pascual y amí para que hiciéramos algo juntos.
¿De qué va tu texto?¿Has podido seguir el proceso de creación del montaje?…
El texto narra los amores de Kafka con Felice Bauer y su trasunto en la vida del autor y en su obra literaria. Cuenta cómo Kafka llegó a ser quien fue gracias a su relación con esta mujer.
José Pascual me ha pedido que participara activamente a lo largo de todo el montaje y así ha sido. Si bien yo entregué mi texto al CDN en diciembre de 2012, luego me he incorporado al equipode montaje de forma totalmente desinteresada y he participado activamente en todo el proceso.
¿Qué lectura escénica han hecho en la puesta en escena sobre tu texto?…
El texto plantea una serie de desafíos a la puesta convencional que Pascual ha sabido leer con mucha inteligencia. Sin embargo, preferiría no desvelar todo eso a la gente que aún no la ha visto. Creo que va a sorprender y espero que sea positivamente. Sí te puedo decir que no es una dramaturgia al uso, que los conceptos de tiempo, espacio, avance narrativo o tensión dramática juegan desde la bússqueda de nuevos parámetros y puntos de vista.
¿Qué balance haces de tus últimos proyectos como autor?…
Me siento progresivamente consolidado, no tanto en el terreno del entramado de producción, que me ignora como a casi todos los autores actuales, sino desde el punto de vista creativo y artístico. Siento –y no sé si me estaré equivocando, nunca hay que descartar tal posibilidad- que cada día escribo mejor teatro y con mayor audacia en la forma de hacerlo. Siento que voy despejando el horizonte al que me dirijo como creador. Y lo digo así, porque como profesional vivo al borde de la miseria.
¿Cuál ha sido tu evolución como autor?…¿Estás escribiendo algún texto ahora?…
Sería demasiado largo intentar exponer aquí todo el proceso que he seguido a lo largo de mi vida. Sí te diré que creo haber ido despojando mi dramaturgia de materiales adherentes, buscando la esencialidad y al mismo tiempo la investigación formal y estructural. Reivindico la literatura en escena y creo que la consideración generalizada de que la literatura lastra la escena es una antigualla hoy superada. Otra cosas es que hay literatura escénica y litertatura no escénica, pero la fobia generalizada a la literatura en el escenario empobrece nuestro teatro: lo banaliza.
Tengo varios proyectos en mente, pero ahora mismo estoy todavía absorbido por el montaje de “Kafka enamorado”. No me siento demasiado animado a escribir, la verdad. Me gustaría muchísimo hacerlo si fuera posible vivir de mi trabajo sin renunciar a mis criterios de calidad. Esto hoy en España es imposible.
¿Cómo ves el panorama teatral en nuestro país?…¿En nuestra ciudad?…
Pues muy preocupante. Por un lado hay una creatividad enorme que brota por todas partes y, por otro, un intento permanenete de taponar esa creatividad y cegar sus manantiales en pro de una cultura de museo. Parece que las instituciones consideran que solo es cultura lo que tiene más de un siglo. Pero la cultura escapa como el agua, si le cierras el cauce abre otro. Hasta las porterías de las casas se están convirtiendo en teatros cuando la oferta de la cartelera empieza a parecer cada vez más una vulgar parrilla de televisión.
¿Crees que el aumento del IVA y los recortes perjudicarán al teatro?…
Sin ninguna duda: es un auténtico atentado a la razón y a la inteligencia de nuestra sociedad, a la que, por otra parte, perjudica económicamente. Las recaudaciones bajan, los productos se simplifican, los costes se reducen, la calidad desciende… caminamos hacia la zafiedad por la acción de quienes se supone que deberían velar por nuestro bienestar y nuestra expansión espiritual y cultural.
¿Qué obra has visto últimamente que te interesase?¿Por qué?…
“Un trozo invisible de este mundo” o “La anarquista”. Son piezas vivas, hablan a la sociedad de hoy, desvelan la costra de falacia de las versiones oficiales de la realidad. El teatro debe manifestar lo invisible.
¿Alguna idea para seguir creando en estos tiempos de crisis?…
Sinceramente, no. Ya no sé qué más intentar. ¿Me puedes dar alguna idea tú?.
Un trozo invisible de este mundo en el Matadero de Madrid
Un trozo invisible de este mundo en el Matadero de Madrid
Este espectáculo compuesto de cinco monólogos escritos por Juan Diego Botto y dirigido por Sergio Peris-Mencheta llena el patio de butacas de risa nerviosa en muchos momentos…Esa risa que no se sabe nunca si es fruto del relajo o del horror. Se nota que el autor sabe lo que subyace en cada texto, lo que hay en la otra cara de la moneda de los mismos, gracias a ello los interpreta de manera convincente; aunque hubiera sido interesante ver a otros actores dando cuerpo a alguno de los personajes, la presencia de Botto se instala en casi todo el montaje y por momentos se contaminan unos textos de otros…es un respiro que aparezca Astrid Jones en el ecuador de la propuesta. Sergio Peris-Mencheta instala una cinta transportadora de maletas de cualquier aeropuerto para crear una metáfora escénica en la que los cuerpos son maletas y estas cobran vida e identidad. Todo el material junto genera un vértigo teatral interesante y comprometido sobre todas esas dudas que nos asaltan día a día tras leer las noticias sobre «los otros», esos que invaden «nuestro territorio» impunemente. Estas propuestas de teatro de contenido que se instala en un formato espectacular, es útil y necesario para mucho público, que de otro modo, no se acercaría a escuchar las historias de estos emigrantes sin rumbo.
Adolfo Simón
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