«Cena con amigos», dirigida por Veronese en el Teatro Lara

A partir de un texto de Donal Margulies, Veronese nos sumerge en el drama de la vida. Nuestro recorrido vital nos lo construimos de la manera más sencilla posible, poniendo pilares en cada esquina para que nuestra alma esté bien asentada, para que nos rodee la gente que más queremos y para que nuestra pareja permanezca eternamente con nosotros… Pero todo se desmorona en cuanto uno de esos pilares se rompe… En Cena con amigos se nos presenta, a través de un texto inteligente, con recovecos y laberintos emocionales, esta posibilidad de que en nuestras vidas pueda resquebrajarse un cimiento y además, si se cuenta en una simple cena, se pueda extender la ruina a las personas que nos rodean como si de una gran epidemia se tratase. Una escenografía sencilla y unos actores correctos nos van a dar las pautas para recorrer una crisis imprevista.
En palabras de Veronese: «Como piezas de dominó la caída traerá una estampida que derretirá los cimientos de eso que parecía tan bien construido».
Se nos presenta una buena oportunidad para visitar el off del Teatro Lara y pasar por esta experiencia, aunque solo sea como espectador.
Luis Mª García Grande
Jorge Sánchez: El teatro ha de recuperar la belleza de lo inútil
¿Cómo surgieron los proyectos que habéis presentado en Madrid…?…Háblanos del proceso y del montaje de ellos…
Este año ha sido muy movido, con muchos estrenos y ahora reestrenos. La verdad que durante todo el 2014 nos fuimos embarcando en proyectos muy diferentes todos con un gran interés por proponerle al público madrileños materiales inquietantes, descontracturados pero, por sobretodo, que apostaran por lo que siempre hemos defendido: el trabajo actoral como motor escénico. Así estrenamos RAICES TRENZAS (Surge Madrid y Puerta Estrecha) un trabajo cien por ciento de búsqueda estética pero también queríamos abordar propuestas diferentes a las de nuestro propio imaginario y trabajo de compañía. Es por ello que nos propusimos dialogar con diferentes autores y si eran de distintas generaciones, mejor. Así fue el caso con LIBRATE DE LAS COSAS HERMOSAS QUE TE DESEO, un proyecto que presentamos al ETC de Cuarta Pared, pues desde hace años veníamos siguiendo la apuesta de esta casa por su impulso a las nuevas dramaturgias, y cuando leímos el texto de María Velasco nos pareció que podía ser una gran oportunidad para ello. Muy diferente fue lo que nos pasó con FAMÉLICA, que se gestó mucho antes, cuando en el 2013 Juan Mayorga vino a ver a nuestro OCUPA TEATRO y, ante la puesta en escena que en ese proyecto hicimos de un par de obras cortas de él, nos contrapropuso escribir una obra en simultáneo al proceso de ensayo.
Nunca pensé que todos irían a dar a luz de manera tan seguida y en marcos tan variados, casi no le hemos podido dar tiempo al público para que descanse de una y pueda ver la otra. Por suerte ahora toca reestrenarlos. Con LIBRATE del 1 al 8 de noviembre estuvímos en el Teatro del Barrio y con FAMÉLICA estamos los jueves en el Teatro Lara -sala principal.
¿Cómo ha sido el proceso de creación dramatúrgico?… ¿Cómo ha sido el trabajo con los intérpretes?…
Con Juan Mayorga para FAMÉLICA el proceso de escritura fue muy heterodoxo. Al principio sólo hubo una reunión de trabajo en el que convenimos más un ‘modus oparandus’ que un contenido. Hubo si, citas de autores que nos parecían pertinentes asociar en el trabajo al que nos disponíamos a atacar, pero nunca definimos nada. Sí, era clara la idea de que Juan escribiría en simultáneo al trabajo escénico que yo desarrollaría con los actores y que de vez en cuando nos enviaríamos información para dejarnos influir un espacio de creación con otro. Tras un par de meses, le presentamos a Juan un esbozo de esas primeras diez paginas escritas y nos entusiasmamos. Él siguió escribiendo y nosotros enviándole transcripciones de improvisaciones, ideas de puesta, de historia de personaje, etc. También nos pasábamos citas de películas, noticias de prensa, lecturas… A veces le enviamos vídeos que hacíamos en los ensayos… Todo para ir generando un imaginario en común. Llegó un momento que fue necesario chequear con público y ver como respiraba y nos dimos la oportunidad de presentar este primer esbozo en el Ateneo y hacer un ensayo con más de 150 personas que opinaron del material y que nos sirvió para seguir afirmando en la idea del proyecto. En esa época todavía no estaba todo el elenco definitivo pues en el proceso de escritura habían surgido muchos más personajes que actores con los que trabajábamos y en ese momento habíamos tomado la decisión de que los actores desdoblaran personajes, etc… Luego nos tomamos un tiempo y dejamos a Juan que cerrara la propuesta dramatúrgica. A partir de ahí ya comenzamos un trabajo más ortodoxo, definimos estética escénica, convocamos a los actores que nos parecía apropiado para el proyecto… etc…
En LÍBRATE, sin embargo, la obra ya estaba escrita y de lo que se trató fue de escuchar mucho a la autora y a partir de ahí ver qué lenguaje escénico nos estimulaba desarrollar.
En cuanto a RAICES TRENZAS es un proyecto que viene de hace más de 8 años en los que se fueron generando diversas experiencias dramatúrgicas y de puesta muy estimulantes que fueron generando diferentes materiales, ha estado dormitando unos seis años hasta que finalmente a principios del 2014 tomamos la decisión de materializarlo.
Con los actores, la idea siempre es buscar qué pueden aportar ellos, qué es lo que les interesa desarrollar en lo personal dentro del proyecto. Según la experiencia y los modos de producción esto puede tener más cabida o no. En estos tres proyectos en particular hemos tenido procesos bastante disimiles, pues en unos trabajamos sólo con actrices de la compañía (RAICES TRENZAS), en otros lo combinamos con varios invitados (LÍBRATE) y en FAMÉLICA si bien habíamos tenido alguna experiencia escénica con alguno de ellos, con todos prácticamente ha sido nuestro primer trabajo juntos. No obstante, no he variado mucho el planteo de ensayo, en ellos intento que sea el mismo contacto directo con los actores-actrices y el material en juego el que me vaya haciendo tomar decisiones. La idea siempre es encontrar entre los intérpretes una verdadera comunicación y sacar lo mejor de ellos para que en el momento de la representación la obra conecte con el público. Como director no me atrae imponer ideas ni gustos, me interesa más bien intentar genera un lenguaje propio de ese particular encuentro del equipo, una estética que incluso me sorprenda y atraiga aunque ello no quiera decir que necesariamente sea un lenguaje escénico novedoso.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear estas puestas en escena?…
Precisamente con LIBRATE lo que nos planteábamos era cómo trabajar un planteamiento autobiográfico desde una mirada ajena y desconocida… En principio esta era la típica dramaturgia que para radicalizar su propuesta lo que debería hacerse es que sea la misma misma autora y sus personajes ‘verdaderos’ quienes se interpreten así mismo. Eso o bien desarrollar una estética superadora que ‘ficcionalizara’ y, por ende, desarrollara una poética escénica que pusiera en el centro la historia y el tema más que al ‘yo’ de la autora.
Es así que empezamos a ver que podía ser pertinente asociar este proyecto a las indagaciones que en varios proyectos anteriores veníamos haciendo con audiovisuales (¿acaso lo multimedia ya no forma parte del cotidiano, de nuestro ‘naturalismo’?). No se trataba de ser ‘originales’ es más que evidente mencionar que desde los 60′ se viene instalando en el cine el diálogo entre realidad con ficción (Grande Herzog!!! El neorealismo italiano!!!) y qué decir de cuando en los 90′ con la llegada del digital se hicieron varias experiencias de ficción con muchos guiños de realidad («Los idiotas», «The Blair Witch Project» por citar algunas)… También eran tentadoras las infinidad de citas al cine documental y de pseudodocumentales que ya conforman todo un género cinematográfico en sí mismo. Tampoco se trataba de ser los primeros en trabajar audiovisuales en el teatro, ¡por dios! sino de ver hasta qué punto este soporte nos permitía mantener cierta sensación de vivo-enlatado del planteamiento escénico y generar una actuación tal que siempre fuera el trabajo ‘vivo’ de los intérpretes quienes pusieran en juego el imaginario del espectador… En LIBRATE también había necesidad de trabajar con música en vivo, la obra pone en primer plano eso de ¿qué es lo originario, de donde venimos, qué es lo extranjero? Desde hace años, indagando con colectivos de aquí y de latinoamérica siempre me ha parecido muy emocionante comprobar que en las músicas tradicionales (y en todas, pero en éstas se hace más evidente) hay tonalidades, sonoridades, ritmos tan similares que no sabes cuál es la que pertenece a dónde…. Me parecía que había que ponerse a trabajar con ello. Al respecto influencias escénica, tantas… de entre muchas quizás por mi admiración y respeto, deba citar a Alan Platel, su estética y sus planteamientos escénicos de trabajo coral son realmente de una sensibilidad y particularidad emocionante… Pero ninguna pretensión de hacer ni parecer.
En cuanto a FAMÉLICA, en un principio es más sencilla. Hubo en un momento la idea de desarrollar un juego parecido con el tema vídeos, pero luego sentí que debía apelar a la nada. Desnudar la escena, proponer una actuación en primerísimo plano y dejar que el texto discurriera. Que el público conectara directamente con el juego de la interpretación y que no hubiera ‘artificio’. En ese sentido creo que hay mucha más similitud con el trabajo de teatro de ‘actuación’ que se hace en Argentina.
RAICES TRENZAS, en cambio, es la más compleja de todas. Intentamos poner en el mismo nivel la actuación, la dramaturgia, la plástica, la musicalidad… Una verdadera apuesta estética que intenta dar cuenta de la complejidad de la vida, del tiempo, los sentimientos y del teatro.
¿Por qué haces teatro?…¿Cómo fueron tus orígenes en Argentina?…
Es difícil de explicarlo. Quizás sea porque un día en el jardín de infantes me tocó a mí hacer el ‘numerito’ y la gente se rió y aplaudió mucho y entonces sentí que había allí algo en mí que podía hacer sentir bien a los otros… No sé. Porque soy un obsesivo de lo imposible, porque el teatro atrapa y no te deja dejarlo…
Al principio fue eso pura actividad lúdica en el cole del pueblo, luego cuando tuve la oportunidad de ir a estudiar a la capital de provincia y quise probarme un poco más y al tiempo que estudiaba otras dos carreras (Periodismo y Filosofía y Letras) en la universidad me inscribí en el Conservatorio de Arte Dramático. Me fue bien. Al terminar todos los estudios me decidí por darle oportunidad al teatro, me fui a Buenos Aires y probé con varios de los grandes ‘maestros’ de allí y cuando descubrí a Ricardo Bartis ahí terminé de cerrar filas… Él me transmitió su enorme pasión por el teatro, sus conceptos tan agudos y particulares de la teatralidad, su manera de entender el juego escénico, el arte de la actuación… luego vino Daniel Veronese al que le encantó el trabajo de nuestra incipiente compañía de entonces y nos dirigió en su primer obra de actores, después me propuso trabajar con él en su compañía: El Periférico de Objetos y ahí conocí a Garcia Wehbi y su particular estética. Y vinieron las giras internacionales y conocer el teatro que se hacía fuera de Argentina, el comenzar a dirigir mis propias obras, consolidarme en la profesión… y ya no pude dejar de hacer teatro…
¿Qué balances haces de tus trabajos como director?…
Cada proyecto es un salto al vacío. Nunca sé muy bien como van a terminar. Por lo general mis obras generan cierto desconcierto con el público pues intento no repetir fórmulas o, al menos, no trabajar con los mismos elementos. Ello hace que cada experiencia sea como una suerte de ‘debut’. Creo que con cada montaje voy ganando en certezas pero al trabajar desde lo emocional, desde lo que me va generando cada proyecto nunca sé muy bien si lo estoy haciendo bien o no. Intento trabajar con lo que me divierte, me atrae y esa es la guía que me va haciendo tomar decisiones pero verdaderamente nunca estreno conforme con el resultado. Sólo las funciones, el contacto el público, el seguir delineando la obra durante el devenir de las representaciones me va reconciliando con lo hecho. Creo que es porque mis apuestas están íntimamente ligadas con el goce que los actores y actrices puedan experimentar con el material. A medida que ellos van disfrutando, yo me voy relajando y aceptando que ha tenido sentido el proyecto… Que lo he hecho bien. Ahí es cuando empiezo a pensar en un siguiente proyecto para poder meterme precisamente con aquello que he visto que puedo seguir perfeccionando o planteándome de otra manera.
También eres pedagogo…¿Cómo enfocas tu trabajo en los talleres?…
En los talleres trato de trabajar como si se tratara de un ensayo, los tomo como un tiempo de búsqueda. Planteo cuestiones técnicas y algunos ejercicios que provienen de escuelas muy diferentes, también hay dinámicas que ya no sé si tienen un origen o son puras invenciones mías. Lo cierto es que trato de ofrecer un marco de trabajo en el que el actor-actriz pueda transitar la escena desde la idea de sujeto creador. Actuar no sólo es ‘interpretar’ o ‘representar’ ya están bastante obsoletas esas ideas. Lo que propongo son una serie de ejercicios para que se puedan manejar varios niveles de discurso al mismo tiempo pues entiendo que la teatralidad es una sumatoria, es un hecho en el que se pone en movimiento una compleja red de asociaciones. No se trata sólo de hablar bien, de ‘sentir’, de saber intenciones, etc. Es mucho más que ello, es sobretodo imaginar, creer, tomar decisiones y poner en movimiento esa serie de coordenadas que están fuera de uno, están ahí afuera, en el espacio, en el tiempo, en el otro… Por ello incluyo dentro de la actuación mucho trabajo que tienen que ver con la dramaturgia y la puesta en escena… Actuar es hacer música, modelar, escribir en el tiempo…
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
El de recuperar la belleza de lo inútil, la pasión por lo complejo, de fascinar con la alegría de lo perplejo, de reivindicar la paradoja, de recuperar el encuentro, de valorar lo efímero, lo inclasificable… Un poco todo y nada, ¿no? Es que no creo que el teatro tenga que asumir una función determinada, ni pedagógica, ni ideológica… eso hay que dejárselo a la política, a las religiones, a las economía que todo el tiempo están levantando ‘verdades’ y generando guerras, desigualdades y malos tratos… El teatro tiene que ser de sus artesanos y no hay que pedirles más que honestidad y apasionamiento con su profesión, con sus temas, con sus obsesiones.
Que el teatro es una excelente herramienta para la educación, la política, para despertar sensibilidad social, etc… Sí y bienvenido! Pero se trata precisamente de eso: una herramienta, como lo puede ser el cine, la matemática, el bricolage, el deporte… pero eso es otra cosa. Que el teatro tiene que estar en los colegios, que los niños deben tenerlo como materia obligatoria (mucho más que religión) es cierto pues su práctica despierta que las personas sean más sensibles al otro, que pueden entender el mundo como una realidad dinámica, etc… claro que sí…
Pero el teatro tiene que deberse sólo así mismo y con ello, ya habrá cumplido función suficiente en esta sociedad…
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro en España?…
Es fundamental tener un Estado fuerte, sólido que tome partido y ‘partidas’ para la cultura y la educación. Apalear la actividad con este impuesto tan algo que achica las posibilidades de que público y artistas puedan encontrarse y generar pensamiento, intercambio de opiniones, intereses es condenar al pueblo a la pobreza. Y no sólo es pobreza intelectual sino económica. No veo cómo se pueda progresar en lo material si no hay educación y cultura. Por ello estoy convencido que lo elevado de este impuesto no hace más que confirmar los intereses opresores de los actuales gobernantes. Es cierto, por otro lado, que no todo el teatro ni todo los artistas deben ser medidos con la misma vara y que hay ‘mercado’ de varios gustos. Pero por ello, es que hay que tener un Estado interesado en participar activamente y no dejar a la cultura en manos del falso libre juego de la oferta y demanda. Ni a la cultura, ni a ninguna actividad… Pienso lo mismo cuando me pregunto por cómo pueden subsistir muchos pequeños comerciantes, fabricantes, agricultores, profesionales autónomos…
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Reikiavik de Mayorga, es significativa la apuesta de dirección del propio autor. Privilegia el trabajo actoral por el de su propio texto y eso es una salto de calidad enorme para la dramaturgia de este país. Ojalá más autores en España comiencen a dirigir desde la perspectiva que lo ha hecho Juan con su texto. La dramaturgia española volverá a gozar de buena salud. Pues qué mal le ha hecho a las letras y las artes 40 años de dictadura en las que mientras el mundo bullía hacia la mezcla, el dinamismos, la versatilidad aquí se cercenaba todo en celdas: autores a escribir en escritorios aislados de las salas de ensayos, actores a ser dirigidos sin poder tomar partido y opinión, directores a imitar fórmulas probadas y productores a generar públicos sumisos, fáciles… Y pensar que en los años 30 España exportaba talento al mundo… pero desde entonces todo cuesta tiempo… ya hace más de 40 años que se acabó la dictadura y todavía se siguen respetando acuerdos políticos de ‘transición’ Aquí se admirar el teatro alemán o argentino y no se piensa que en uno y otro país sus dictadores y militares han sido juzgados y condenados, que hay una memoria histórica, en fin!.
¿Proyectos?
Por ahora darle espacio a los que se han estrenado este año. Hay gira asegurada con Famélica el año que viene y seguro que aparecerán funciones para Raíces Trenzas y Líbrate. También hay cositas para ir sembrando para vaya saber cuándo dar a luz… Seguir creciendo en actividades con LA CANTERA… Después de muchos años de un lado para el otro, ya van casi tres sin movernos de España y empieza a volver el bichito de recuperar a las fantásticas persona con las que hemos trabajado en Argentina, en Francia en años anteriores… Ojalá logremos cerrar proyectos que nos vuelvan a unir…
¿Se pueden hacer propuestas combativas de teatro hoy?…
Hacer teatro ya es combativo sea cual sea la fórmula que se proponga. Pero creo que la pregunta va orientada a proponer estéticas por fuera de los términos reconocibles, medianamente establecidos. Todo lo que no esté ligado a cierta ‘comercialidad’ queda destinado a un par de presentaciones en espacios muy, muy determinados y apartados del público en general. Por suerte, España está cerca de Francia, Inglaterra, Alemania… que pueden darle cabida a estos proyectos. Aquí, a intentar participar en cuatro o cinco festivales (si ya no quedan menos) con presupuestos en franca caída y a pensar en otra cosa. Una pena.
¿Qué diferencia crees que hay en el teatro que se hace en Argentina con el que se hace en España?…
Aquí veo una gran profesionalidad. Actores, actrices, dramaturgos y dramaturgas con mucha, muchísima preparación. Hay unos conocimientos de técnicas, de conceptos, de historia de la teatralidad mucho más amplia que en Argentina. Es admirable. Y hay un talento monstruoso. Y si hablamos de nuevas generaciones aún más! Me quito el sombrero por ello. Argentina por su parte tiene actores de un talento prodigioso, pero es más como si ya se naciera con cierto ‘gen’ que por una gran dedicación al estudio. Allí, medio año de formación y ya se está actuando o escribiendo… Desde afuera es una de las cosas que más se admira pero ¡qué bien sería que a esa cuestión innata se la pudiera modelar con la formación y el interés por el perfeccionamiento de técnica que tienen los profesionales españoles!
En cuanto a dirección, me es difícil opinar… siento que por un lado se trabaja demasiado con la idea de la ‘representación’ y se busca ilustrar la idea de autor. Hay muchas propuestas en el que se menosprecia al espectador pues hay una permanente necesidad de ‘explicar’ lo que pasa. Se le tiene miedo a la ambigüedad y a dejar en manos del público la toma de partido. Por otro lado, la aceptación de que sólo la performance y el teatro físico pueden ser lo contestatario a esas fórmulas me parece que no han generado lenguajes escénicos superadores… Más bien ha aislado unos de otros. Pero está bien que haya esta tensión. Hay inquietudes y eso es lo que importa. En este aspecto, la dirección, mis últimos años en Argentina me han decepcionado, pues he visto cierto vacío de propuestas, se ha aceptado cierto ‘naturalismo despojado’ , se ha instalado una suerte de moda y los escenarios han perdido esa carga erótica que en los ’90 sorprendió y generó tanta admiración en esta parte del mundo. Claro, aún queda los actores-actrices para defender la pulsión de estas propuestas…
Aquí lo que me parece más deficitario está en las áreas de producción y distribución. Lo cierto es que durante años de bonanzas no se han querido asumir riesgos y no se han ido generando nuevos públicos. Y eso se nota ahora cuando las cosas no están tan fáciles. Tanto por programación como por el modo de subsidiar, el teatro se ha configurado como un arte paternalista, conservador… Y las nuevas generaciones no se reconocen en ello. En vez de pensar en el enorme potencial del público joven, se ha pensado en contentar al adulto formado ya en un gusto, a la tercera edad… Pero ¡cuántas personas mayores han ido a ver propuestas que precisamente no son nada ‘reconocibles’ y han salido entusiasmadísimas! Recuerdo en Vigo con NADAR ABRAZA al salir del teatro una familia entera esperando al equipo para decirnos que era la primera vez que iban al teatro y que nos daban las gracias porque habían disfrutado enormemente, que le habían entendido todo, que les había dado ganas de subirse al escenario… Y aquí en los despachos no habían ni siquiera abierto la carpeta de ese proyecto! En Argentina desde el Estado, pero también desde la empresa privada, se busca permanentemente ampliar y captar nuevo público. Allí incluso el periodismo tiene un espacio importante, incluso los mismos grandes medios tienen reservado un espacio para promocionar nuevos autores, nuevas propuestas… Esta diferencia es sorprendente. Allí ir al teatro forma parte al menos de una salida mensual… En este sentido no se puede comparar, son otras realidades, otros intereses sociales. El teatro allí es una actividad cotidiana, es muy común que después del trabajo mucha gente salga corriendo a por su cursos de Teatro. Una práctica cual deporte en el que no se busca más que mantenerse activo, pasar un rato divertido y hacer amigos y amigas… Y ese es público de teatro también…
A nivel del hacer, quizás la gran diferencia también sea la manera de enfrentar los proyectos creativos. No hablo del teatro comercial pues este es más o menos igual en todos lados. Sino del teatro de ‘autor’, el de búsqueda de lenguaje. Aquí veo que los profesionales buscan una ‘utilitariedad’ inmediata. Esto es en todos los estamentos (actuación, dirección, programación) Ser profesional tiene que ver con ‘cobrar’ (esto no es de ahora, de la crisis…Yo trabajo en España desde el 2002 y esa es la mentalidad, la forma de pensar la profesionalidad que por entonces ya encontré), el éxito debe traducirse inexorablemente en éxito económico. En Argentina también todos estamos muy preocupados por el dinero pero a la hora de abordar un proyecto escénico no pensamos en estos términos. Hacer teatro es parte de una apuesta de vida. Luego viene el dinero y si hay muchas funciones, mejor y si con ellas nos podemos comprar casas, autos, ir de vacaciones, etc… mejor que mejor… Pero no se considera, ni se exige a estos proyectos esta condición. Nos organizamos en cooperativas, el mismo sindicato de actores ya tiene pautada fórmulas de trabajo que permite exigirles a los proyectos comerciales lo suyo (ya sea de cine, tv. o teatro) y a las propuesta independientes lo otro. Allí también hay mucho cine sin presupuesto, o tv. y a ellos no se les reclama rentabilidad, sino que esté bien hecho. Que se juegue, que busque los límites, que no se deje ‘atrapar’… Y en esto hacen su aporte actores, actrices, técnicos, etc… Aquí cuando propones algo que no está dentro de lo ‘vendible’ o de ‘mercado’ te miran raro y te preguntan: ¿a donde vas a ir con ello?. En Argentina precisamente esa ‘rareza’ sería motivo de interés y generaría más propuestas, más gentes interesadas aportar y que sigas fortaleciendo esa línea de trabajo. A mediano y largo plazo yo entiendo que esta actitud también es la que genera posicionamiento y proyección interna y en el ámbito internacional.
Gloria López: Para mí el teatro ha sido una forma de relacionarme con el mundo
Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Comence con 8 años en el colegio… escribia obras que luego dirigia e interpretaba con mis compañeros de clase…donde estudiaba habia dramatizacion, con 14 años descubri una sensacion extraña, unica , que solo me podia brindar la interpretacion.
¿Qué es el teatro para ti?…¿Por qué haces teatro?…
Para mi el teatro ha sido una forma de relacionarme con el mundo, con mi entorno, ha sido y es una forma de vida, de descarga, de placer, de comunicacion de mi ser, de tocar un lugar a medio camino entre la conciencia y un lugar que no sabria como llamarlo.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…
Mi trayectoria me ha dado la oportunidad de trabajar con directores como Miguel Narros, George Tabori, Emilio Hernandez, Juan Pastor, Calixto Bieito, Alvaro Lavin, Daniel Veronese….y de formar mi propia compañia junto a May Pascual hace diez años. Los personajes que he podido interpretar han sido un descubrimiento, una sorpresa un chute de energia de vida, un juego teatral , un reto de creatividad donde he disfrutado muchisimo.
¿En qué ha cambiado el teatro de tus inicios a hoy?…
Ha cambiado ? El teatro sigue dividido entre el teatro comercial mas parecido a la television, por otro lado el teatro que emociona y el publico se olvida de estar en la butaca y esta tambien el teatro que busca hacer “algo trasgresor, distinto” y muchas veces solo se queda en el camino del narcisismo, otras veces nos deja con la boca abierta. Ese es su riesgo.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?…
En Barcelona, con la funcion “Cena con amigos” una chica dijo“ es la primera vez que lloro en el teatro”. El teatro para crear vinculo con el espectador necesita de la emocion, tocar , acariciar, golpear, sacudir, el trabajo intelectual no produce ningun movimiento si no va acompañado de la emocion.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…Háblanos de ellos…
De Gira con “Cena con amigos” por distintos lugares de España, siendo premiada en el Festival Nacional de Haro, junto a May Pascual como mejor actriz, y mejor direccion Daniel Veronese, tambien he participado en una pelicula, “Toro” junto a Luis Tosar y Jose Sacristan que se estrenara proximamente y pequeñas intervenciones en series de Television.
Cómo surgió “Cena con amigos”…?…Háblanos de este trabajo…
Cuando estabamos de gira con “La reina de belleza de leenane” el anterior espectaculo, en Uruguay, conoci a una directora que me hablo de esta funcion, inedita en España. La lei y hable con Veronese con el que llevabamos años hablando de ver si podiamos hacer algo juntos. Dijo que si y la aventura comenzó. La profundidad y la intensidad que Daniel ha dado a la obra ha sido decisivo para el resultado de la funcion. Daniel potencia lo que cada actor da, entra dentro de la persona y consigue que aporte lo mas personal y unico de si mismo.
¿Cómo creas tus personajes?…¿Tienes un método?…
Los huelo, del derecho y del reves por delante y por detras, los huelo y dejo volar la intuicion, dejo que me toquen, el personaje sale de mi, un actor como decia Philippe Gaulier no puede ser mas que su alma. El personaje sale del actor, de lo que es.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…Mal obviamente…
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Un monologo sobre abusos.. impresionante…escrito por la misma actriz…me enamore de ella, llore, no me movi, tenia magia… pocas veces ocurre algo asi. Ojala pueda contar con ella en la siguiente produccion…
¿Proyectos?… Terminamos “ Cena con amigos” en el 2016 y nos pondremos manos a la obra en la preparacion del siguiente espectaculo para el 2017… Lo siento! No se revela el titulo!.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Daniel Veronese comenzó en una casa abandonada haciendo sus espectaculos de forma gratuita en Buenos Aires, a la tercera semana las colas daban la vuelta a la manzana…NECESIDAD DE CREAR.
Adriana Roffi: El teatro nos tiene que emocionar, atravesar como todo arte en el que se expresa.
¿Cómo surge el proyecto de Ámame?…Háblanos del texto y del montaje…
Surge de un primer borrador trabajado con Mariano Rochman. Pero cuando comienzo a trabajar/ montar con Carlota Ferrer y Óscar de la Fuente, la extructura comenzó a tomar forma muy alejada de la primera idea entonces empece a trabajar en esta dirección; Dando paso a ÁMAME, la historia de un actor y su seguidora.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los actores aportasen ideas en el texto o en la puesta en escena?…¿Cómo ha sido el trabajo con ellos?…
Siempre que trabajó cada actor aporta y nutre para la creación.
Es parte de la entrega y la confianza que ellos depósitan en mi y yo solo moldeo.
Fue muy gratificante y alargador trabajar nuevamente con Carlota y haber conocido a Óscar fue un regalo que me quedaré para siempre.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear esta obra?…
El que consideró mi mentor es Daniel Veronese y por él me siento muy influenciada en todos mis
montajes.
¿Por qué haces teatro?…
Me hace sentir mejor persona; pudiendo canalizar en él como excusa.
¿Qué balances haces de tus trabajos como directora-autora de teatro?…
Siento que estoy creciendo, aprendiendo, poco a poco..
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Creo que nos tiene que emocionar, atravesar como todo arte en el que se expresa.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro en España?…
Ahogando a los que vivimos de las artes escénicas
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
«Como sí pasará un tren». Obra que dirijo. Me emociona en caDa función.
¿Proyectos?…
NOI, texto de Lorena Romanin, autora de Como si pasara un tren…
Estoy trabajando en una adaptación.
Y también estoy trabajando en otro texto mío.
Cena con amigos en el SOL de YORK
El trabajo de Daniel Veronese siempre es bien recibido en nuestra ciudad, da igual que venga de la mano de su propia Compañía, de una producción oficial o de la colaboración con una productora privada como es el caso de este espectáculo. Gloria López Producciones lleva una trayectoria ascendente desde hace años, en esta ocasión se enfrentan a un texto premiado que aborda con dureza las relaciones de pareja, haciendo una radiografía de cómo se establece el poder y la manipulación entre el ser humano en las relaciones de a dos. La propuesta es muy despojada y ahí radica el interés del montaje ya que muestra sin adornos lo que en el texto se plantea, los actores están entregados a este teatro al borde del abismo. Cena con amigos tiene elementos de interés para un amplio espectro de público.
Adolfo Simón
Alfonso Lara nos habla de sus proyectos para la escena
¿Cómo surge el proyecto de El divorcio de Fígaro?…Háblanos del montaje…
El proyecto surge en el momento en que leo esa función, hace cinco años o más, y quedo atrapado por ella. A primera vista es un texto monumental, digno -como han dicho algunas críticas y por ello estamos orgullosos en nuestra Compañía- de un CDN. A partir de ahí empezó un largo, trabajoso y apasionante camino, primero con la adaptación, sus correspondientes versiones, convencer a l@s compañer@s de embarcarse en esta aventura, amoldar la producción a nuestras posibilidades, ir cogiendo de aquí y allá músicas, referencias, símbolos, elementos, pequeños fragmentos, etc, etc…
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los actores aportasen ideas en la puesta en escena?…¿Cómo ha sido el trabajo con ellos?…
Por supuesto que los actores aportan muchísimo. No concibo un trabajo sin que ellos -parte fundamental del teatro-. No creo que sean simples marionetas. Desde el cariño, la concentración y la armonía, los actores te lo suelen entregar todo. No entiendo este trabajo desde el miedo, el reproche o cosas por el estilo.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear el montaje?…
Los referentes se encuentran, por así decirlo, unos a otros, y así se va conformando el todo que es el montaje. Una canción mejicana, Zapata, la Revolución, los Balcanes, Centroeuropa, los años 30, el presente, el Circo, el Expresionismo, los Derechos Humanos, Robert Walser, un tema de Baby Dee -transexual de Cleveland-, de Beirut… Todo eso está en El Divorcio de Fígaro y empasta, creo, a la perfección.
¿Por qué haces teatro?…
Porque el teatro es lo más parecido a la libertad y a la felicidad. Esas dos palabras, tan abstractas, se materializan en el teatro para mí.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos en teatro?…
La verdad es que difícilmente podría elegir mejor suerte para un actor que la que me ha tocado en los últimos años en teatro:
– Urtain, con Andrés Lima. Premio Max Mejor Actor Secundario
– Falstaff, también con Andrés en el CDN
– Los Hijos se han dormido, con Daniel Veronese
– El Divorcio de Fígaro
– Emilia, actualmente, con Claudio Tolcachir
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
La que tuvo siempre. La de divertirnos y emocionarnos. La de hacernos reflexionar y ponernos un espejo delante. En otros países esa función, o ese espacio, mejor, es mucho más grande; es más necesario el teatro, es más parte esencial de la sociedad.
Si el espacio que ocupa el teatro fuera una cuarta parte del que ocupa la TV la sociedad sería, con seguridad, mucho mejor, más sana.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro en España?…
Nos está destrozando el IVA. Es una vergüenza que un equipo de fútbol como el Real Madrid -del que, por otro lado, soy seguidor- tenga un aforo de 80.000 personas, pague un 10 % de IVA en sus entradas y sus precios sean de locura, y que nosotros en la SALA TÚ, por ejemplo, de la que soy socio, con un aforo de 60 personas paguemos el 21 %. Señores, dejen que seamos empresarios -¿no quieren crear empresas y apoyar a los pequeños y medianos empresarios?-, dejen que nos ganemos la vida y salgamos a flote con nuestro trabajo.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Vi «Tirano Banderas», en el Español, sobre todo por ver a mi admirada y querida Susi Sánchez, que siempre está espléndida.
¿Proyectos?…
Seguir con la gira de «Emilia» y presentarla en Madrid en Enero, en los Teatros del Canal. Seguir con El Divorcio de Fígaro. Una TV movie para TVE y ya empezando a dar vueltas seriamente sobre un par de cosas que me ilusionan mucho para el año que viene. Una para la SALA TÚ y otra de formato más grande.
Avance del Festival de Otoño a Primavera
Angélica Liddell inaugurará en octubre el XXXI Festival de Otoño a Primavera
· La última obra de la dramaturga ‘Todo el cielo sobre la tierra (El síndrome de Wendy)’ podrá verse en los Teatros del Canal.
· También en octubre, Pablo Messiez presentará ‘Las palabras (Una historia de amor)’ en Cuarta Pared
· El cómico Patrice Thibaud regresará a Madrid con el estreno en España de ‘Fair Play (Juego limpio’)
06.agosto.13.- La laureada dramaturga, directora y actriz española Angélica Liddell inaugurará el próximo mes de octubre la XXXI edición del Festival de Otoño a Primavera de la Comunidad de Madrid. Su obra Todo el cielo sobre la tierra (El síndrome de Wendy) cierra la trilogía sobre China que la creadora inició con Maldito sea el hombre que confía en el hombre: un projet d’alphabétisation y que continúo con Ping Pang Qiu, ambas estrenadas también en pasadas ediciones del festival. Tras su aclamado paso por el Wiener Feswochen de Viena y el Festival d’Avignon, la artista estrenará ahora en España un montaje que habla de la pérdida de la juventud y del miedo a ser abandonado. La pieza, que podrá verse en los Teatros del Canal, toma como punto de partida el trágico tiroteo sucedido en 2011 en la isla noruega de Utoya, en el que perdieron la vida 69 jóvenes.
En 1993, Angélica Liddell (Figueres, 1966) fundó Atra Bilis Teatro, compañía con la que ha montado creaciones como La falsa suicida (2000), El matrimonio Palavrakis (2001), Once Upon a Time in West Asphixia (2002), Hysterica Passio (2003), Y como no se pudrió Blancanieves (2005), El año de Ricardo (2005), Boxeo para células y planetas (2006), Perro muerto en tintorería: los fuertes (2007) o Anfaegtelse (2008), entre otros títulos. El Festival de Otoño a Primavera acogió en 2011 el estreno absoluto de su montaje Maldito sea el hombre que confía en el hombre: un projet d’alphabétisation y, en 2012, el de Ping Pang Qiu. En 2009 había presentado también La casa de la fuerza, obra que causó un gran clamor dentro y fuera de España, confirmando a Liddell como una de las creadoras más interesantes del teatro contemporáneo internacional.
En palabras del teórico teatral Óscar Cornago, Liddell es acuñadora de un lenguaje de dialécticas imposibles y sus producciones oscilan entre el expresionismo desgarrador, la crítica social, la pureza, la escatología y la búsqueda del significado a través del dolor y la subversión. La artista ha sido merecedora de numerosos galardones, como el Premio de Dramaturgia Innovadora Escena Contemporánea – Casa de América 2003 por Nubila Wahlheim; el Premio SGAE de Teatro 2004 por Mi relación con la comida; o el Premio Valle-Inclán 2008 por El año de Ricardo. En 2012 recibió el Premio Nacional de Literatura Dramática por La Casa de la fuerza y, en 2013, el León de Plata de la Biennale di Venezia de Teatro. La crítica ha dicho de su teatro que es vanguardista y político, lleno de sentido y absolutamente necesario.
Otros dos grandes estrenos del festival en el mes de octubre
Tras su paso por el Teatro Palacio Valdés de Avilés, el dramaturgo, director e intérprete argentino Pablo Messiez presentará en octubre en la Sala Cuarta Pared su última creación, Las palabras (Una historia de amor). La pieza, una parábola cercana y tragicómica, habla con humor, ternura y delicadeza sobre la corrupción del lenguaje y sus consecuencias. Fiel representante de la última y aclamada generación de autores y directores argentinos, como Daniel Veronese o Claudio Tolcachir, Messiez saca de nuevo a escena (tras las exitosas piezas Los ojos y Las criadas, entre otras) su sencillez escenográfica, su particular visión de los cotidiano, la hegemonía del texto en escena y un cuidado trabajo actoral, siempre a caballo entre la comedia y la tragedia.
También en el mes de octubre, el tándem formado por el cómico y mimo francés Patrice Thibaud (heredero del buen hacer de Tati o De Funès) y el virtuoso instrumentalista Philippe Leygnac regresará a los escenarios madrileños con el estreno en España de Fair Play (Juego limpio) en los Teatros del Canal. La obra, elegante y deliciosa, reinterpreta las competiciones deportivas a golpe de carcajadas, eso sí, sin mediar ni una sola palabra en escena.
Lo mejor de la escena internacional en la Comunidad de Madrid
El Festival de Otoño a Primavera lleva más tres décadas acercando lo mejor de la creación contemporánea internacional a la Comunidad de Madrid. En esta XXXI edición, que se prolongará entre los meses de octubre de 2013 y junio de 2014, traerá a los escenarios de región (Teatros del Canal, Sala Cuarta Pared y Teatro Pradillo, entre otros) lo mejor de la escena actual. Por el momento, dentro de su programación se ha confirmado ya la presencia de creadores y compañías de renombre mundial de la talla de Peter Brook, Philippe Decouflé y su Compagnie DCA, Israel Galván y Akram Khan, Piccolo Teatro di Milano y El Conde de Torrefiel.
Desde mediados del mes de septiembre, será posible consultar la programación del XXXI Festival de Otoño a Primavera de la Comunidad de Madrid, la información de los espectáculos, los horarios y la venta de entradas y descuentos en la web oficial http://www.madrid.org/fo
Gracia Morales nos habla sobre su labor de dramaturga
El próximo lunes 10 de diciembre, a las 19 horas se realizará una lectura dramatizada de un texto de Gracia Morales: De aventuras, en la S.G.A.E.
¿Cómo surge el proyecto De aventuras?…¿De qué va la obra?…
La idea de De aventuras surge, en realidad, jugando con mis sobrinos y con los hijos de mis amigos; con ellos, re-descubrí la fascinación de los niños por los dibujos, así como su entusiasmo por (y su necesidad de) inventar y “vivir” fantásticas aventuras.
De aventuras aborda el tema de la libertad y la superación personal. Nos habla de que, sobre todo en los momentos más duros, habría que entender la vida como una aventura; asimismo trata de cómo la imaginación nos permite ser más libres y más felices también.
¿Hiciste algún tipo de búsqueda o documentación sobre el tema antes de empezar a escribirla?…
En este caso no necesité realizar un proceso de documentación muy largo, quizá por tratarse de una temática cercana a mi propia vivencia. En De aventuras Mario es un dibujante que tiene una importante enfermedad en los huesos; tuve que documentarme sobre este tipo de dolencias, pero yo, a mi alrededor, en mis padres, sobre todo, veo cada día esa lucha por seguir estando vital y alegre, a pesar de la enfermedad y de la conciencia de cómo el cuerpo va fallando a medida que uno se hace mayor. Por tanto, me basé mucho en esa experiencia próxima.
Y otro de los elementos que alimenta esta historia es el mundo de los cuentos infantiles: desde que tengo conciencia de mí misma, me veo leyendo libros, libros infantiles al comienzo, claro; aún hoy me gusta mucho compartir este tipo de literatura con los niños que me rodean, así que se trata de un lenguaje y de un tipo de historias que forman parte de mi imaginario.
Este texto ha sido premiado por la S.G.A.E…¿Ayudan los premios para la visibilidad de un texto?…
Sí, sin duda. Para mí, por ejemplo, es importante que el texto se publique. Valoro mucho eso. Ahora bien, tener un premio no quiere decir que luego sea sencillísimo llevar la obra a escena y distribuir el montaje… Incluso con un premio dando cierto prestigio al texto, montar hoy teatro contemporáneo resulta un reto importante para una compañía. Los programadores no siempre apuestan por este tipo de propuestas… Al menos esa es mi experiencia hasta ahora: el premio da visibilidad, pero visibilidad no siempre quiere decir apoyo real y concreto.
¿Tienes información de cómo se va a realizar la lectura dramatizada del próximo lunes 10 en la S.G.A.E.?…
Sé que la va a llevar a cabo la compañía Factoría Teatro, que tiene una importante experiencia en teatro para público infantil. Pero poco más. Así que asistiré a la lectura del lunes con una mirada bastante virgen.
¿Opinas como algunos autores que no hay que publicar un texto hasta verlo estrenado…?
No sé… A ver, por una parte sería lo ideal: durante el proceso de ensayos de un texto se pueden detectar elementos que no funcionan del todo bien, detalles que pueden mejorarse, etc. Eso es cierto. Pero, por otra parte, lamentablemente no suele ser fácil para el autor ver el texto en escena antes de publicarlo. Porque si uno espera a que esto ocurra… pues puede haber textos que no publicará jamás. Yo soy una amante de todos los géneros literarios y del libro como forma de comunicación. Y me parece que es importante que las obras dramáticas se publiquen, aun siendo consciente de que donde un texto teatral alcanza su mayor potencia y efectividad es en la puesta en escena. Ahora bien, ¿quiere eso decir que no merezca la pena publicar y leer teatro? No; desde mi punto de vista son formas de recepción diferentes, pero ambas legítimas. Yo nunca he visto montado Días felices de Beckett, por ejemplo, sin embargo, ¡cuánto he disfrutado y cuánto he aprendido leyendo a Winnie! Así que agradezco que dicho libro esté publicado y traducido y accesible.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como autora en teatro?…
Bueno, pues que sigo buscando. Que me sigo proponiendo cada texto como un nuevo reto. No dejo de sentir un cierto vértigo al afrontar los primeros pasos de un proyecto. Ahora mismo tengo la acuciante necesidad de hablar de lo que está pasando en nuestra sociedad, de todo lo que está trayendo consigo la llamada “crisis”… Pero resulta tremendamente complicado encontrar el lenguaje, el tono y la forma adecuada para hablar de un tema tan cercano y tan urgente. Ese es el reto: no caer en la protesta fácil, en el análisis superficial…
Impartes cursos on line…¿Cómo enfocas esos talleres?¿Se puede aprender a escribir teatro?…
Yo creo que los talleres ayudan a escribir teatro, sí, sobre todo cuando se está empezando, porque la experiencia del docente te abre puertas, te ayuda a detectar errores, te sirve como acicate y estímulo. Los talleres que imparto, tanto los presenciales como los que se desarrollan a distancia, suelen ser de iniciación. Pretenden dejar muy claros algunos conceptos fundamentales de teoría sobre los textos dramáticos, incentivar al alumno a que se ponga realmente a escribir y, finalmente, despertar una mirada autocrítica sobre lo creado. No es fácil en cursos de veinte o treinta horas alcanzar todo esto, lo sé. Pero un taller es el primer paso de un largo camino que el alumno, si está realmente motivado, puede y debe seguir haciendo solo. Hay que darle herramientas para que pueda seguir buscando por sí mismo cuando le sueltes de la mano. La verdad es que siempre quedo satisfecha con el proceso que los estudiantes viven durante mis cursos y ellos también acaban con la sensación de que la experiencia les ha resultado enriquecedora.
También trabajas como actriz y ayudante de dirección…¿Te sirven estas experiencias a la hora de escribir teatro?…
Por supuesto. La experiencia como actriz me permite tener un acercamiento más personal e íntimo al personaje: me ayuda a “ponerme en su piel” mientras escribo. Como ayudante de dirección he aprendido mucho sobre los mecanismos de la puesta en escena, sobre cómo, a partir de un texto, se construye y se pone en pie un mundo coherente y concreto en el escenario. Me parece fascinante. Esto, sin duda, me ha permitido tener una mirada más rica, menos “ingenua”, a la hora de escribir.
Habitualmente trabajas en Granada…¿Se escribe y trabaja más tranquilamente alejada de los focos teatrales de Madrid y Barcelona?…
Lo cierto es que no lo sé. Nunca he estado bajo “los focos teatrales” de una gran ciudad, así que no llego a saber muy bien cómo me hubiera influido vivir en Barcelona o en Madrid… Intuyo que este situarse un poco en la periferia tiene convenientes e inconvenientes: quizá me deja más libre, más consciente de estar haciendo mi propio camino, al ritmo que yo misma me impongo; pero, por otra parte, también sé que tengo más difícil el acceso a determinadas posibilidades desde aquí. Por ejemplo, no tengo la oportunidad de asistir, como público, a todo el teatro que sí que puede ver un espectador madrileño o barcelonés… Y probablemente mi propia escritura sería más visible trabajando en una de estas ciudades. Quizá. No estoy del todo segura.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
El teatro puede y ha de tener múltiples funciones para la sociedad: desde el teatro de puro entretenimiento hasta el más crítico y arriesgado, todas las formas me parecen legítimas. Ahora bien, se tiene que ser honesto con cuál es la real pretensión del teatro que uno propone y no hacer pasar por “artístico” y “comprometido” lo que no deja de ser facilón y condescendiente….
Si me preguntas cuál es la función que querría que mi teatro tuviera en la sociedad (o qué es lo que yo, como espectadora, busco) sin duda te digo que me gustaría conseguir que el público piense más lúcida y libremente. Que se haga preguntas, que se mantenga in-quieto mientras asiste a la función y que cuando salga del teatro algo de lo que ha visto ahí dentro le siga bullendo por dentro. No es fácil conseguirlo, claro… pero esa sería mi ambición.
¿Qué te motiva o inspira para escribir teatro?…
Normalmente, el germen que me impulsa para abordar un nuevo texto me viene en dos fases: por una parte, suele haber una temática o un suceso o una circunstancia personal o social que me indigna, que me inquieta, que me duele, algo sobre lo que sé que me gustaría hablar; esta motivación, que suele ser un tanto etérea y abstracta, de pronto, en un momento de “lucidez”, se materializa en una idea concreta: una imagen escénica, un fragmento de un diálogo…, y ese es ya el acicate para empezar a investigar, a buscar, y finalmente, a escribir.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
No es que “afectará”, es que YA está afectando. Y mucho sí. No quiero ser catastrofista: confío en que siga habiendo un público que continúe queriendo ver teatro crítico y que esté dispuesto a (y pueda permitirse) afrontar la subida del precio de una entrada, sabiendo el momento por el que se está pasando. Ahora bien, no nos lo están poniendo nada fácil. Sobre todo a los productores de teatro que queremos seguir haciendo un trabajo que no sea de mero entretenimiento… Me parece que las compañías de teatro tendremos que seguir inventado fórmulas que nos permitan sobrevivir (¿hemos dejado de hacerlo alguna vez?); habrá, como siempre, que agudizar el ingenio, que buscar espacios de exhibición alternativos, etc… Pero ciertamente vamos a vivir un retroceso en lo conseguido en este país a nivel cultural. Un retroceso importante.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Bueno, lo cierto es que tengo un bebé de algo más de un año… y en estos últimos trece meses he tenido pocas oportunidades de ir al teatro. Creo que lo último que he visto ha sido Teatro para pájaros, montaje de la compañía granadina Histrión, escrito y dirigido por Daniel Veronese. Me pareció un espectáculo muy interesante, sobre todo por el ritmo, por la tensión conseguida, por la labor con los actores: ya es el segundo trabajo de Veronese con la gente de Histrión y se nota cómo han ido asimilando esa forma tan ágil, dinámica y llena de resonancias y subtextos del teatro que se está haciendo ahora en Argentina.
¿Cómo ves la autoría teatral en estos momentos en nuestro país?…
Pues veo mucha variedad de voces. Con algunas me identifico más que con otras, pero agradezco esta diversidad. Además, ahora mismo conviven, en la escena española, autores de distintas generaciones y eso también me resulta enriquecedor. Desde mediados de los ochenta y durante los noventa, se dio un impulso muy importante a la joven dramaturgia, y fruto de ello han surgido figuras tan prestigiosas a nivel nacional e internacional como Juan Mayorga o Lluisa Cunillé; no obstante, me parece que en la última década se ha ido produciendo un ligero decaimiento en este apoyo a la creación dramatúrgica. Por lo menos estoy segura de que esto ha ocurrido en Andalucía. Cuando Emilio Hernández comenzó a dirigir el CAT se gestaron muchas iniciativas que favorecieron el surgimiento de un grupo de autores, entre los que yo misma me encuentro (talleres, encuentros, premios, lecturas dramatizadas…). Pero luego este tipo de proyectos fueron desapareciendo y hoy hay mucho menos apoyo para que los jóvenes se decidan a escribir el teatro.
¿Proyectos?…
Tengo dos proyectos de escritura abiertos.
Por un lado, estoy queriendo abordar una obra que se titulará “Mal olor”. Se trata de una visión bastante metafórica de la situación actual, con este sistema social nuestro derrumbándose por momentos y con el poder “pidiéndonos” que hagamos “sacrificios” para mantenerlo a flote… Se trata de una propuesta dramática que entronca bastante con las estrategias del llamado “teatro del absurdo” (uso este término, aunque no me gusta nada): sensación de encierro, estatismo y circularidad, personajes sin casi antecedentes, presencia del silencio y el subtexto… Es una idea cuyo desarrollo me está produciendo bastantes dolores de cabeza, pero que, a su vez, también me entusiasma.
El otro proyecto es escribir en colaboración con Juan Alberto Salvatierra una serie de capítulos para una webserie, producida aquí en Granada, que se empezaría a emitir en 2013. También sobre el tema de la crisis, pero desde otra perspectiva más plural, más multiforme. ¡Todo un reto!
Los hijos se han dormido de Daniel Veronese en las Naves del Español-Matadero
Los hijos se han dormido de Daniel Veronese en las Naves del Español-Matadero
Esta versión escénica de Daniel Veronese de La Gaviota de Antón Chéjov podría no haber cambiado de nombre ya que es una de sus propuestas más fiel al texto original. La puesta en escena tiene el sello del director argentino, usando espacios recuperados de otras producciones o la reconstrucción de los lugares originales donde se estrenó con anterioridad. El espacio y el vestuario «casual» no es lo más destacable de esta producción , lo más sugerente es ver un reparto de primeros actores dispuestos a pasar por el filtro de Veronese… Quedándose expuestos al máximo, interpretativamente hablando. Un actor o actriz que quiera crecer en la escena ha de enfrentarse a todo tipo de planteamientos escénicos a la hora de construir personajes desde diferentes planteamientos. Los actores españoles que participan de las propuestas de Veronese no siempre consiguen evaporar la frontera entre la realidad y la ficción; hay algo del carácter latino inevitable en la presencia escénica de nuestros actores, algo que da una intensidad mayor a las emociones y gestos interpretativos.
Adolfo Simón
¿Quién teme a Virginia Woolf? de Edward Albee. Dirección: Daniel Veronese. Teatro de La Latina
¿Quién teme a Virginia Woolf? de Edward Albee. Dirección: Daniel Veronese. Teatro de La Latina
Este texto es de una carpintería teatral perfecta, nada está de sobra, todas las piezas van encajando para hacer que la acción dramática crezca hasta el desolador final. También es un ejercicio perfecto para un buen director de escena y sobre todo de actores…En realidad da igual el aparato escénico que se articule, lo importante es tener cuatro intérpretes dispuestos a dejarse la piel en escena, en dos planos diferentes pero perfectamente conectados. Sin los dos personajes secundarios, el combate a fondo de la pareja protagonista no se podría realizar, son las cuerdas contra las que rebotan en ese ring personal imaginario, en ese juego cruel en el que están acostumbrados a vivir y sufrir día a día. Aquí el reparto es perfecto, Mireia Aixalà e Iván Benet son ese coro perplejo que sobrevuela alrededor de los protagonistas trágicos…Pere Arquillé y Carmen Machi hacen un despliegue interpretativo que no es habitual en la escena contemporánea, algo que el público agradece al final, aplaudiendo puesto en pie.
Adolfo Simón
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