El cínico de Chevi Muraday en la Sala Margarita Xirgú del Teatro Español
La danza regresa al Teatro Español y lo hace de la mano del coreógrafo Chevi Muraday y su espectáculo El cínico. El montaje sobre el filósofo Diógenes de Sínope, que estará en la sala Margarita Xirgu hasta el 10 de enero, es una idea original del coreógrafo, que cuenta con la dirección escénica de David Picazo y los textos de Pablo Messiez. Cuando murió Francis Bacon, dejaron su estudio de trabajo tal como estaba el último día en el que el genial pintor estuvo allí peleando con sus fantasmas, hoy se puede visitar como si de la sala de un museo de tratase; es una oportunidad única para entrar en el imaginario de este creador, convivir con sus fantasmas y sus inseguridades. Chevi, fiel a su línea de trabajo, en la que no baja el listón del riesgo, realiza un ritual donde confluye la danza, la música, la palabra y el espacio, este último es un intérprete más en ese baile catártico en el que se busca una luz al final del tunel que de sentido a la existencia.
Adolfo Simón
José Luis Sixto: Una sociedad madura es aquella que sabe entender el teatro como un instrumento de discusión a través del cual enfrentarse a su realidad.
¿Cómo surge el proyecto de “Excítame”?…
Hace algo más de dos años Alejandro de los Santos se reunió conmigo en una cafetería de Madrid y me dijo que estaba pensando en producir una obra y que quería que yo la dirigiese. Llevábamos tiempo queriendo trabajar juntos, pues sentíamos mucha afinidad, pero hasta el momento no había surgido la oportunidad. Mientras tomábamos algo me contó que durante el viaje que realizó a Londres con motivo de las pruebas de vestuario para “El rey león” había visto un musical de pequeño formato que le había encantado, “Thrill me”, que se había puesto en contacto con el autor, Stephen Dolginoff, y que tenía los derechos para producir la versión en castellano y estrenarlo en España. Me contó la trama de la función y enseguida vimos las posibilidades dramáticas y artísticas que ofrecía poder realizar una puesta en escena completamente original partiendo de cero, de nuestra propia creatividad. Simplemente viendo la ilusión, emoción y seguridad que transmitía Alejandro, no dudé ni un instante en decirle que podía contar conmigo.
Háblanos del montaje…
90 minutos de tensión ininterrumpida, diálogos inteligentes, canciones que narran una terrible historia sin florituras, una atmósfera opresiva de luces y sombras, y la actuación de dos grandes actores y un pianista de excepción (Aitor Arozamena). Esas son las bases de nuestro “Excítame”, un thriller musical nada habitual en nuestra escena. Partiendo de la premisa de que menos es siempre más, nuestro montaje tiene el sabor del mejor “teatro off” internacional, espacios y propuestas donde los actores se pueden poner a prueba e investigar sin el temor ni los condicionantes de las producciones comerciales. Alejandro de los Santos, como productor, ha reunido a un gran equipo de profesionales de primera línea (Pedro Villora, Juanjo Llorens, Sandra Vicente, Aday Rodríguez, Asier Sancho, Javier Naval, Fila Séptima, etc.) demostrando que el pequeño formato no tiene porque escatimar en calidad. Como se suele decir, muchas veces las mejores esencias se presentan en los frascos más pequeños.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los actores aportasen ideas en la puesta en escena?…
Continuamente. Antes de comenzar el verano pasado los ensayos para estrenar la función en el Teatro Fernán Gómez realizamos un taller de investigación de dos meses en el que probamos diferentes propuestas mientras generábamos el espacio de acción y definíamos los personajes. Fue un trabajo de colaboración muy generoso por parte de todo el equipo creativo, en el que cada elemento que conforma el espectáculo se fue generando a partir de acciones y propuestas. Realizamos mucho trabajo de mesa y mantuvimos numerosas conversaciones debatiendo cada aspecto de la función, por lo que puedo decir con orgullo que el resultado final es fruto de un verdadero trabajo en equipo.
¿Cómo ha sido el trabajo con ellos?…
Magnifico y exigente; Plenamente satisfactorio en todos los sentidos. Los cuatro (Alejandro, Marc, David y Alberto) confiaron absolutamente en mí desde el principio comprometiéndose por completo con sus personajes. Al tratarse de una historia basada en un caso real lo primero que hicimos fue empaparnos de documentación buceando en fuentes y referentes, tanto históricos como artísticos. Una vez tuvimos clara nuestra concepción de los personajes, nos lanzamos a la oscuridad para entender su atracción por lo prohibido y su búsqueda constante de límites. Profundizar en dos mentes tan brillantes como malsanas no fue tarea fácil, pero una vez dejamos atrás prejuicios y lugares comunes todo encontró su lugar.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear esta propuesta?…
Desde el principio Alejandro y yo tuvimos claro que queríamos trabajar en un espacio a tres bandas, con un escenario a la alemana. Queríamos que el público rodease a los actores, que los personajes estuvieran “atrapados” siempre a vista del espectador para ayudar a generar la sensación de tensión que la obra necesita. Trabajamos movimientos y acciones dando mucho valor a los detalles en la cercanía, pues lo que en un escenario a la italiana se pierde a causa de la distancia natural entre la escena y el público aquí queda evidenciado y subrayado. El espectador es capaz de ver con claridad el sudor y el contenido de los bolsillos de los actores, siendo hasta el menor de los gestos importante para contar –y entender- nuestra historia. Y todo en un espacio único que se transforma gracias a los efectos de luz y sonido recreando en la mente del espectador los lugares donde sucedieron los hechos del espantoso crimen.
¿Por qué haces teatro?…
Siempre he tenido un espíritu inquieto y creativo. Me encanta jugar, contar historias y el trabajo en equipo. De niño me encantaba participar en obras de teatro y soñaba con trabajar en el mundo del cine. Cuando entré en la Universidad descubrí el teatro profesional gracias a la confianza de Jaime Azpilicueta, a quien no le puedo estar más agradecido. Tras realizar varios trabajos en televisión, radio, cine y prensa escrita, no tardé en decidir el sabor que más me gustaba era el teatral y que haría todo lo posible por dedicarme profesionalmente por completo a la creación escénica.
¿Qué balances haces de tus trabajos como director de teatro?…
Cada proyecto me ha puesto a prueba de forma diferente, sintiéndolos todos como pasos importantes para crecer y fortalecerme, independientemente de su tamaño o características. En estos momento el balance no puede ser más satisfactorio. En el caso de “Excítame” acabamos de ganar 3 Premios del Teatro Musical 2015 en las categorías de Mejor Iluminación (Juanjo Llorens), Mejor Actor (Alejandro de los Santos) y Mejor Director.
Háblanos de los más recientes…
Un punto de inflexión en mi carrera fue dirigir la versión en castellano del salvaje monólogo de Ricky Gervais “Animales” que protagonizó en nuestro país Juanra Bonet. Fue una experiencia muy enriquecedora trabajar codo a codo con Juanra y con Sara Pérez, mi excepcional ayudante de dirección, buscando los límites del humor sin perder nunca la elegancia. A nivel de crecimiento personal destacaría también el taller de investigación que ha supuesto para mí desarrollar proyectos para Microteatro por dinero, donde en los últimos tres años he tenido la oportunidad de conocer a grandes guionistas (Marcelo Soto, Dani Llul o Miguel Castillo, entre otros) y dirigir a actores tan maravillosos como Nacho López, Begoña Álvarez, Enrique Asenjo, Mery Cabezuelo, Antonio Albella, Jazmín Abuín, Mariola Peña, Antonio M.M., Carolina Meijer, Paqui Horcajo o mi querido y admirado socio Juan Carlos Mestre.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
El teatro es una maravillosa forma de expresión artística a través de la cual podemos contar historias, generar emociones y compartir mensajes. Históricamente, en toda sociedad siempre ha sido importante tanto la función del teatro comercial o de entretenimiento como la de propuestas más intelectuales o reflexivas. En una sociedad sana el teatro debe ser espejo de sí misma ayudándonos a conocernos y a empatizar con los demás. Hay espejos planos, espejos cóncavos, convexos, y curvos o deformantes, pero todos son útiles para mostrarnos la realidad desde diferentes puntos de vista, brindándonos sonrisas, regalándonos lágrimas y, sobretodo, haciéndonos pensar y ser más conscientes.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro en España?…
Tras la subida del I.V.A. muchas han sido las pequeñas productoras, distribuidoras y salas de teatro que han cerrado. Se han cancelado para siempre infinidad de proyectos mientras que otros se posponen en el tiempo irremediablemente. Lo peor de todo es que, con esta subida, muchas empresas han encontrado la excusa perfecta para terminar de recortar sus condiciones salariales dejando un panorama desolador: por norma general la profesión hoy en día cobra menos -y en peores condiciones- que hace quince años.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Hace no mucho vi en “La pensión de las pulgas” una joyita titulada “Yernos que aman”, escrita y dirigida por Abel Zamora. El verano pasado vi en “La casa de la portera” su anterior trabajo, “Pequeños dramas sobre arena azul”, y también salí fascinado. Sin duda es un autor a tener muy en cuenta y seguir de cerca.
¿Proyectos?…
Por suerte muchos y variados, con diferentes equipos de trabajo, tanto encargos como de creación propia, pero tienen que terminar de concretarse antes de poder hablar de ello. Mientras tanto, seguiremos cuidando de “Excítame” al tiempo que sigo con la gira de “The hole 2” en la que estoy de director residente.
¿Cómo ves la situación teatral en nuestro país?…
A nivel artístico, muy fortalecida en los últimos años, con un teatro comercial y de gran formato cada vez más asentado como opción de entretenimiento de masas. Si algo bueno nos está dejando la crisis económica es el renacimiento de un teatro alternativo “off”, abanderado por una nueva generación de creadores (dramaturgos, actores y directores) de voz original, contemporánea y sin prejuicios. Gente como Carlos Be, Pablo Messiez, Jordi Casanovas o José Padilla sabe que cuando se parte de cero y no se tiene nada, nada se puede perder. No les han regalado nada, y son conscientes de que apostando sin miedo tienen mucho para ganar. Y así lo están demostrando con paso sereno y firme.
¿Se pueden hacer propuestas combativas hoy en día?…
Yo soy más de “dialogar” que de “combatir”, pero sí, creo que a día de hoy las propuestas combativas son necesarias para ayudarnos a madurar como sociedad. En mi opinión, siempre será positivo para la salud de un país que sus artistas puedan expresarse social y políticamente desde las tablas, sean cuales sean sus colores o banderas. La libertad de expresión artística es la mayor virtud que una sociedad puede atesorar. Una sociedad madura es aquella que sabe entender el teatro como un instrumento de discusión a través del cual enfrentarse a su realidad. Para bien o para mal, aún nos queda camino por recorrer…
LAS PLANTAS de Pablo Messiez en el OFF del Teatro Lara
Tabaco, alcohol, restos de un habitual naufragio: HUÍDA.
Tristeza, soledad, miedo, confusión: VACUIDAD.
La oscura noche de Alicia da paso a un renovado día en brazos de una de sus verdes y silenciosas compañeras: LAS PLANTAS.
Tal vez no haya tregua en su decisión de descender al pozo profundo de la soledad interior, tal vez la batalla en busca de la verdad sea inaplazable… Acaso haya paz acunando los dolorosos recuerdos.
Sin luna, allí abajo la fuerza de la protagonista de esta íntima y lacerante pieza de Pablo Messiez, me enfrenta a unos oscuros ojos, suplicantes de amor, y tal vez yo quiera gritarles que el amor no se mendiga… Y en ese amargo bis a bis, aceptan llorar de tristeza, porque el llanto fue creado para liberar el dolor, lloran para que el dolor se vaya, para poder limpiar con su aceptación el pasado.
Sus manos en las manos de una guerrera Nina Simone que golpea el piano, acariciando el sufrimiento, porque nos volvemos mejores por las transformaciones debidas a las cosas que nos hacen sufrir.
Es todo tan efímero.
Ni siquiera en la protectora guarida del lecho hay estabilidad, ni permanencia y porque lo que cambia constantemente no puede ser el origen de la verdad, es errada la huída.
Alicia se pregunta acerca de qué hacer con el tiempo que le queda, y en una cómplice interpretación de Fanny de los Santos, galopan al encuentro de sí mismas, caminando resueltamente hacia el AMOR.
Paloma Martín
Estefanía de los Santos: Una virtud que tiene el Teatro es la multifunción
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
La primera primerísima actuación en el salón de mi casa para familiares y amigos, eso ya era hacer teatro!! y profesionalmente en la Sala Mirador con “Los viernes del Hotel Luna Caribe” obra dirigida por Fermín Cabal y escrita por Alberto de Casso. Fui feliz!!
¿Realizaste otras facetas además de la actuación?…
Por supuesto…la profesión que acompaña siempre a la actuación; camarera! Bueno y mil cosas más pero esa la que más.
¿Qué es el teatro para ti?…
Algo inevitablemente necesario, me identifico como persona teatral. En muchos sentidos…menos mal que siempre tendré salones donde poder saciarme!!.
¿Por qué haces teatro?…
Para ser feliz, haciéndolo me aseguro un ratito de felicidad.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…
De montaña rusa.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?
Las que ha tenido y tendrá siempre; mostrar realidades, ensoñar, entretener, divertir…Es una virtud que tiene el Teatro; la multifunción.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?Háblanos de ello…
En teatro: ”Las Plantas(la carne, la lefa y las razones por las que me voy a levantar mañana)” , “Las palabras(una historia de amor) ambas de Pablo Messiez, dos maravillas para mi corazón por muchas razones…y “Normal” de Chiqui Carabante para Microteatro un loco divertimento. En cine: ”Hablar” de Joaquín Oristrel un proyecto muy interesante ya que es una película de un sólo plano secuencia y “Chica busca chica” de Sonia Sebastián una divertidísima película de enredo. Se estrenan este año. Y he participado en tres cortos también: ”Quiero conocer a Brad Pitt” de Esteban Garrido y “Más sabe el diablo” de Benja de la Rosa, dos cortos que son dos chaladuras muy locas!. Y ”Hermano” escrito y dirigido por Javier Roldán, una hermosura…
¿Cómo surgió tu participación en el montaje Las plantas?…Háblanos de este trabajo
Fue un regalo de Pablo Messiez por Reyes. Siempre lo digo; ¡Yo no creo en los Reyes pero sí en Pablo!!. Es uno de los mejores regalos de mi vida.
De los trabajos más satisfactorios, me está dando muchas alegrías, muchas reflexiones…
¿Cómo ha sido el trabajo con Pablo Messiez?…
Fácil, fluido, lleno de amor, trabajar con Pablo es una bendición, una suerte caída del cielo. Te hace sentir bien todo el rato. Es pura generosidad.
¿Cómo creas tus personajes?…¿Tienes un método?…
Pues yo a mis personajes los pienso mucho; sobre todo, y después los siento y los quiero y como por arte de magia sus expresiones van apareciendo, se van encarnando en mi cuerpo… Y, cosa rara!! el hecho de como van peinados me los termina de colocar!… Ya ves…
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Cuál salmones…luchando contra corriente! Los recortes y el 21% i.v.a son actos satánicos. Pero aquí estamos bieeen ricos de espíritu!.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Comento un par, aunque me han interesado más; “La piedra oscura” es una joya! quien la haya visto sabe los tantos porqués y quien no la haya visto que corra, vuele para conseguir entradas para la próxima temporada.
Y “A vueltas con la vida” la gran Beatriz Carvajal está espectacular. Adoro a esta mujer.
Recomiendo “Killing Paquito”, ”A-creedores”, ”Como si pasara un tren”…aaah! ¡tanto buen teatro!…
¿Proyectos?…
Estoy en pleno rodaje de “La Tama”(título provisional) de Martín Costa. Esta película va a sorprender. En breve empiezo ensayos para un Microteatro dirigido por Sonia Sebastián que me apetece muchísimo entre otras cosas,trabajo por primera vez con mi hermano Guillermo de los Santos y es un sueño cumplido!. Y seguiremos regando “Las plantas(la carne,la lefa y las razones por las que me voy a levantar mañana)” ¡qué me llena de felicidad!…Bueno y algunas cosas que están por cerrar y ya se sabe…
Y el proyecto de los proyectazos seguir viviendo con alegría y estusiasmo!.
JAVIER LARA: El teatro no tiene que hacer preguntas que ya sabe para que el público piense y las responda, sino que debe ser un lugar con forma de pregunta.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?… Empecé a hacer teatro en la universidad, cuando estudiaba filología inglesa. Me encontré con un grupo de gente muy talentosa y montamos IN VITRO TEATRO, que aun sigue. Mi primer papel fue Puck en El sueño de una noche de verano de Shakespeare. Lo que yo sentí en ese montaje fue definitivo para lo que hago hoy.
¿Realizaste otras facetas además de la actuación? En el inicio no. Después… después sí.
¿Qué es el teatro para ti?… Es la forma de expresar mi visión del mundo, lo cual te avoca a una forma de vida muy particular. El teatro es mi forma de vida, que se dice.
¿Por qué haces teatro?… Ahora no sabría no hacerlo. Al principio no tenía la experiencia suficiente para analizar porqué el teatro tiraba de mí, me dejaba llevar por el imán; y después cada vez que me lo he preguntado, la respuesta se ha ido matizando, aunque el sentimiento sé muy bien donde se encuentra. Ahora mismo, te diría algo así: Yo creo que forma parte de mi genética, de lo que se ha construido como mi identidad, que por alguna extraña y mágica razón la intuición me ha llevado al sitio donde descubro cosas que jamás descubriría si no me dedicara al teatro.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?… Intensa, caótica y muy coherente. Mi principal tarea ha sido la que junto a mis compañeros, Carlota Gaviño, Leticia Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro y José Padilla, generamos fundando la compañía Grumelot, que por cierto, este año hacemos diez años y estamos preparando algún evento homenaje a nuestra cabezonería y constancia. Y personalmente, he trabajado con gente que me ha dado grandes oportunidades, con la que he vivido experiencias realmente maravillosas, y otra con la que no tanto. No sé, trabajar con Alfredo Sanzol, Carlos Aladro, Pablo Messiez, incluso, fíjate lo que te digo, Gerardo Vera, Jorge Lavelli, y ahora, José Luis Gómez. Diferentes generaciones que se prestan a entenderse para comunicarse hoy, con las personas que hoy se acercan al teatro.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?… Yo creo que, primero de todo, el teatro se tiene que quitar de encima la responsabilidad de ser útil para la sociedad de hoy, así quizá, como consecuencia cale más profundamente en las personas que forman esa sociedad, de la cual también forma parte el teatro. La función concreta se va definiendo sola si realmente nos comunicamos mirándonos a los ojos, sin preguntarnos porqué lo hacemos, sintiendo realmente desde dónde nos hablamos. A ver si me explico, y termino así: para mí, el teatro no tiene que hacer preguntas que ya sabe para que el público piense y las responda, sino que debe ser un lugar con forma de pregunta. Ahora estoy sonriendo. Es un misterio. No sé si estoy preparado para responder a esto.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?… MI PASADO EN B, el reto más importante de mi vida y el montaje desde donde más profundamente he sabido hablar, desde donde el impulso creativo ha sido más fuerte y claro. Es una historia cuya razón de ser es la ficción de la memoria. Una historia personal y particular, escrita e interpretada por mí; y dirigida y comprendida por Pietro Olivera. He estado de gira con MARIBEL Y LA EXTRAÑA FAMILIA, de Miguel Mihura, dirigida por Gerardo Vera, y con ese pedazo de vendaval escénico que es Lucía Quintana, además del resto de maravillas del reparto. El DON JUAN TENORIO que se monta cada año en Alcalá de Henares, dirigida por Carlos Aladro, donde me vestía de Don Luis Mejía, en compañía de Fernando Cayo y el resto de maravillas del reparto. EL 37 de José Padilla, para STORYWALKER, un extraordinaria inciativa de KUBIK FABRIK que lleva el teatro a la radio, al audio, acompañado por María Adánez y Lucía Quintana. LOS BRILLANTES EMPEÑOS, un trabajo fruto de seis meses de investigación a partir de los clásicos, con los miembros de Grumelot, más Rebeca Hernando, Mikele Urroz y José Juan Rodríguez; y Pablo Messiez, que estrenamos dentro del Festival de teatro clásico de Almagro, en el corral de comedias. Tengo que decir que nunca antes se había desnudado completamente nadie en ese histórico escenario. Y ENTREMESES de Cervantes, con el Teatro de La abadía dirigido por Jose Luis Gómez.
Háblanos de ellos… Para no extenderme mucho, sólo decir que a esto me refería cuando definía mi trayectoria como intensa, caótica y coherente: Aunque no todos los años son como este en cuanto a cantidad de producciones, siempre he intentado no estar parado; aunque aparentemente nada tiene que ver el Tenorio con MI PASADO EN B, por ejemplo, o cualquiera de las otras entre sí, siempre trato de hablar desde el mismo sitio, o mejor dicho, de buscar el sitio desde donde hablo, más allá de cuestiones de genero o estilo, de ser yo ahí. Quizá, el trabajo que más haya dado coherencia a este caos, haya sido LOS BRILLANTES EMPEÑOS. El reto de ser yo ahí, de estar ahí, en ese mundo tan particular que se fue creando poco a poco, en función de lo que nuestros cuerpos respiraban de esas palabras de Lope, Calderón, Quevedo, Tirso, etc. Según las premisas que Pablo Messiez nos ofrecía, según nuestras inquietudes como compañía y guiados por la sensibilidad de Pablo. Esta producción ha sido quizá la que más se acerque a lo que me preguntabas arriba, la que más responda, dentro de las que he hecho este año, a cuál debe ser la función del teatro para con la sociedad actual. Un lugar de encuentro de voces que se descubren a sí mismas en grupo, creando un espectáculo vivo, alterable con los días, que no está cerrado, que lo comparte con un público que consciente o no lo va modificando. De esta relación de comunicación creo que sale algo útil para las personas.
¿Cómo surgió tu participación en los ENTREMESES?… Hice el Taller de la palabra que organizó el Teatro de La abadía, con José Luis Gómez, Vicente Fuentes y Ernesto Arias. Allí decían que no era un taller para trabajar en la casa sino para familiarizarnos con el trabajo de la palabra. Yo tengo que reconocer que mis energías estaban totalmente enfocadas en poder formar parte de alguno de los elencos de La abadía. Trabajé mucho y se lo pedí tanto a San Juan de la Cruz como a José Luis Alonso.
Háblanos de este trabajo… Una vez dentro del elenco de Entremeses, mi trabajo ha sido, por un lado hacer un cursillo acelerado de cómo entendían en la casa, el director y esos actores, los conceptos que yo había trabajado en otros lugares, y hacerme agua con ellos, sin dejar de hacerlo como yo siento, desde donde se me impulsa a mí. Por otro lado, ponerme al servicio de un montaje, de unas energías, que ya fueron generadas hacía 18 años, cuando yo aun era un chavalín. Beber del limbo de la historia de ese montaje y meterme de lleno en ello para defenderlo. Carlota Ferrer también me ha ayudado mucho a hacerlo. Escuchar, reflexionar, y opinar; y jugar. Ahora mismo básicamente lo que hago es disfrutar jugando con mis compañeros y con el público que viene todas las tardes a verlo.
¿Cómo creas tus personajes?¿Tienes un método?… Con la imaginación y con el cuerpo. Tengo método, sí. Una mezcla de todo lo que he sentido que me hacía descubrir algo escondido o desconocido dentro de mí. El método de mirar afuera, incluso con los ojos cerrados. El método de que después de haber imaginado mucho, sólo tienes que ponerte ahí, estar atento y confiar en quien te acompaña y darle tu confianza. Cada trabajo va a coger de tí lo que necesita, y tu intuición te va a pedir lo que te falte.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?… Destruyéndolo. No digo nada que alguien no sepa. Hay personas que no sólo no piensan en la utilidad del teatro en la sociedad de hoy, sino que creen que debe ser inutilizado. Aunque, como leí que decía Declan Donnellan, déjame que lo miro en el libro: «Aunque todos los auditorios fueran arrasados hasta sus cimientos, el teatro sobreviviría, porque el ansia que tenemos de actuar y que nos actúen es innata… el teatro no puede morir antes de que el último sueño haya sido soñado.» Espero que no tengamos que llegar a eso.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?… LA CALMA MÁGICA de Alfredo Sanzol ¿Por qué?… Por su valentía tanto temática como formal, porque no hace más concesiones de las necesarias, y porque Alfredo es una buena persona que se estruja el ser para comunicar cosas, de forma aparentemente sencilla, que todos sabemos pero que pasamos por encima. Halla lo sagrado en la anécdota.
¿Proyectos?… Gira de ENTREMESES, alguno que no se puede decir, y escribiendo mi segunda pieza: EL GRAN SCRATCH. También sobre la ficción de la memoria pero no exactamente de mi memoria.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Una vez le oí decir a Marcel Marceau que él le había oído decir a Orson Wells que Suiza era un país intrascendente artísticamente, porque como siempre había permanecido neutral en las guerras no había tenido necesidad de expresarse, ni había tenido visión de cambio de ninguna crisis. No es exactamente lo que dijo aunque yo lo recuerde así. Me acaba de llegar un WhatsApp: reunión de Grumelot.
Los brillantes empeños en Nave 73
Cuando todo haya terminado,
cuando seamos huérfanos de alma,
cuando solo quede la piel de una patata pegada al paladar,
cuando deseemos el sexo de un hermano,
cuando la piel siempre esté sucia…
Las bocas se llenarán de aliento por el habla,
las palabras de nuevo nos salvarán.
Pablo Messiez ha compuesto un retablo barroco de otro tiempo, no sé si futuro o pasado, ha construido una nueva partitura textual con retazos de piezas del Siglo de Oro. Y lo ha hecho en un espacio despojado y de la mano de unos actores sin miedo al precipicio.
Adolfo Simón
Alberto Conejero: Cada texto teatral es una semilla de mil árboles distintos.
¿Cómo surge el proyecto de Cliff?…
El proyecto de Cliff / Acantilado surge gracias a la iniciativa y pasión desbordante de Alberto Velasco. El texto había sido estrenado en Buenos Aires un par de años antes y casi estaba resignado a que no ocurriese lo mismo en España. Pero Velasco lo leyó y perseveró para hacerlo posible. Finalmente me sumé a la dirección y pudimos contar con Carlos Lorenzo, el actor para el que había sido escrito. Imagino que en como casi todo lo excepcional, un cúmulo de anhelos y de voluntad por hacerlos posibles. Posteriormente se sumó Pablo Martínez a la ayudantía de dirección y técnica, otra pieza fundamental del montaje. Hemos contado además con colaboradores excepcionales como el músico Mariano Marín y el creador audiovisual Adrià Ghuiralt.
¿Hiciste algún tipo de búsqueda o documentación sobre el tema antes de empezar a escribir?…
El texto no es un biodrama sobre Montgomery Clift aunque esté irremediablemente ligado a su biografía. Leí todo lo que pude sobre Montgomery Clift, volví a ver toda su filmografía, e iba apuntando todo aquello que coincidía con la obra que empezaba a intuir, que se sumaba en ese otro Clift que yo necesitaba contar. De ahí que desde el título el texto busque señalar esta ficcionalización de la persona real. En este sentido, el texto es mucho más deudor de La gaviota de Chèjov que de la propia biografía de Clift. Hay un juego de muñecas rusas entre Treplev, Clift y mi personaje que, quizá, es la suma de ellos o la suma de ellos en mí…
¿Cómo ha sido el proceso de escritura del texto?¿Ha cambiado tu visión del texto a partir de la lectura hecha en la puesta en escena?…
Los dramaturgos sabemos que no escribimos teatros sino para el teatro. Hay en los textos una constante incitación a los imaginarios de los actores, del director, del escenógrafo, etc. Lo peculiar aquí es que además yo codirigía la función aunque la distancia con el momento de escritura (cinco años) me han permitido tener una distancia que considero imprescindible. La función no es un mero representar de mi texto sino una nueva reescritura de la que también son responsables Velasco , Lorenzo y el resto del equipo. He tenido que renunciar a partes del texto que sobre el papel funcionan poderosamente pero que en esta función estorbaban. Pero lo he hecho sin ningún sentimiento de renuncia.
¿Opinas como algunos autores que no hay que publicar un texto hasta verlo estrenado?…
No estoy seguro. Defiendo la necesidad de una literatura dramática que exista como tal, que se publique y se lea teatro, que se reivindique la palabra escrita que, en el caso de la teatral, espera además hacerse carne. La publicación permite además sobrevivir a la fugacidad del hecho escénico y poder dar ocasión a nuevas representaciones. Cada texto teatral es una semilla de mil árboles distintos. Es además un refugio para los dramaturgos. Nadie te proscribe cuando escribes. ¿Qué hubiera sido de Valle-Inclán siguiendo ese pensamiento? Pero efectivamente la escena es la mejor escuela para un dramaturgo. Es una catástrofe que en este país no haya verdaderos espacios de aprendizajes de escritura en escena, que se le facilite a los dramaturgos crecer en el escenario, sin la presión del resultado. Por lo tanto, aquellos que puedan permitirse estrenar antes de publicar que lo hagan… y mientras tanto, defendamos la literatura dramática.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como autor?…
Los últimos textos que he escrito y publicado han sido La piedra oscura y Ushuaia. El primero se estrena en enero en el CDN con dirección de Pablo Messiez y el segundo espera aún su oportunidad… Estoy feliz de haber encontrado compañeros de viaje como Messiez o el propio Velasco en Cliff. Siento que mi escritura está creciendo gracias al privilegio que es llegar a las tablas y que realmente, aunque lleve quince años escribiendo teatro, estoy empezando.
¿Cómo ves la autoría teatral en estos momentos en nuestro país?…
Una generación espléndida que es capaz de generar maravillas en una tormenta perfecta. Es el resultado de la educación pública y de los esfuerzos por dignificar las enseñanzas artísticas. Pero me temo que ese fulgor sea devorado por la destrucción sistemática de los espacios de reflexión, por esta oscuridad sin nombre que nos gobierna. En una sensación extraña la de saberme rodeado de autores con inmenso talento y, a la vez, vivir en uno de los peores momentos para la cultura en este país.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?
A esto me refería. La profesión se ha atrincherado en espacios pequeños para no dejar pudrirse ganas y talento pero la precarización es absoluta y no debemos ni podemos conformarnos. El IVA cultural es una medida profundamente antipatriota de los que dicen amar este país, una de las grandes vergüenzas que recordaremos de estos años…
¿Qué sentido ha de tener el teatro hoy?…
Un lugar de encuentro para la poesía y el pensamiento, para plantearnos quiénes somos como seres humanos y ciudadanos. Lo que siempre fue y será.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
He visto Infamia de María Velasco, una de las voces más importantes de la dramaturgia contemporánea. Un montaje artesanal que suple con talento a raudales una producción de resistencia.
¿Proyectos?.
El estreno de La piedra oscura en el CDN, una lectura dramatizada de Ushuaia en Nueva York y ojalá finalmente cuaje un proyecto que Luis Luque y yo llevamos tiempo soñando.
Marta Buchaca: Creo que la obra no está acabada hasta que se prueba con los actores.
¿Cómo surge el proyecto de Las niñas no deberían jugar al fútbol?…
Pues fue un encargo del Festival Grec. Lo estrené en 2010 en el Festival y después hizo temporada en Barcelona y una gira por Cataluña.
¿Cómo ha sido el proceso de escritura del texto?¿Ha cambiado tu visión del texto a partir de la lectura hecha en la puesta en escena?…
Yo siempre acabo el texto en el escenario. Creo que la obra no está acabada hasta que se prueba con los actores. Cuando la ensayé en Barcelona cambié cosas del texto, y aquí en Madrid también lo he hecho. Es la manera de que la obra esté viva. Además, con cada elenco descubro nuevas cosas del texto.
¿Opinas como algunos autores que no hay que publicar un texto hasta verlo estrenado?…
Totalmente de acuerdo. De hecho, ahora publicamos el texto en Ediciones Antígona y han esperado hasta la última versión, la de después de los ensayos, para publicarlo. Y eso es fantástico, porqué una vez ensanyada la obra cambia mucho.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como autora?…
Pues la verdad es que estoy muy contenta. Litus fue un gran éxito y el proceso fue muy bonito. La ensayé con actores afines, en la Sala Flyhard, sin ningún tipo de presión y fue un lujazo. Además, tuvimos la suerte de que la obra tuvo una fantástica acogida y Lluís Pasqual decidió programarla en el Teatre Lliure. Es sin duda uno de mis mejores textos. Me encantaría que se pudiera ver en Madrid. Mi última obra, Losers, es una comedia que nació en el Torneo de Dramatúrgia de Temporada Alta y que se estrenó en la Sala Villarroel la temporada pasada y también estoy muy contenta del resultado.
¿Cómo ves la autoría teatral en estos momentos en nuestro país?…
Pues goza de buenísima salud, aunque creo que necesitamos más interés por parte de los teatros públicos. Creo que se sigue teniendo un cierto miedo a estrenar lo de aquí, aunque es cierto que en los últimos años hemos avanzado mucho, todavía queda camino por recorrer.
Ahora mismo los autores de aquí están haciendo trabajos interesantísimos. La dramatúrgia catalana también está dando obras muy interesantes. De hecho, cuando he presentado Las niñas no deberían jugar al fútbol en Europa siempre me han comentado que la dramatúrgia catalana y española es de lo mejor que hay ahora mismo a nivel mundial. Esto pasa a menudo. Se valora más des de fuera que des de dentro.
Ahora, por suerte, sí que veo que empieza a crearse un puente Madrid-BArcelona que era necesario y que es muy interesante. A mí me gustaría estrenar tanto en Madrid como en Barcelona. Supongo que a partir del estreno del Canal se verán más obras mías aquí. De hecho, ya tengo algunos proyectos, de los que, evidentemente, todavía no puedo hablar.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
Los recortes han hecho que la gente no deje de hacer teatro, al contrario. Pero tendemos a hacer teatro con una mano delante y otra detrás y esto es desastroso para la cultura. Lo del Iva no tiene nombre.
Alguna sugerencia para crear en tiempos de crisis…
Crear. Crear y crear. Escribir, hacer, no rendirse nunca.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
He visto En el desierto, un espectáculo de danza precioso con textos de Guillem Clua y Pablo Messiez, que son dos de los dramaturgos más interesantes que hay ahora en España.
¿Proyectos?…
Ahora mismo estoy escribiendo un musical con Jordi Galcerán y nos lo estamos pasando de maravilla.
Paz Santa Cecilia: «Hay que apoyar a los artistas para que sigan inspirándonos y creando»
¿Balance de la anterior edición?…
La pasada edición dimos el paso de ciclo a festival consiguiendo una entidad nueva y estrenamos nombre, IDEM. Los contenidos se ampliaron al ámbito de la inclusión social así como las disciplinas artísticas que participan; todo ello contribuyó a consolidar el festival a nivel nacional e internacional, permitiendo al mismo tiempo mantener el público de las pasadas ediciones y ganar nuevos espectadores. La ocupación en 2013 fue del 76%.
Háblanos de la programación y las razones de la selección de propuestas de este año…
Este año el Festival IDEM ofrece de nuevo la posibilidad de asistir a la representación de espectáculos muy diversos que, al mismo tiempo, se complementan entre sí. Esta edición comienza con propuestas internacionales: Rayahzone, espectáculo de danza acompañado en directo por cantantes sufíes tunecinos, y la película holandesa Blind Fortuin.
La segunda semana se presentan tres trabajos que giran en torno a la mujer española entre 70 y 80 años. Empezaremos con el espectáculo-taller Las muchas, dirigido por la coreógrafa Mariantonia Oliver en el que participan 7 mujeres de esta edad y con las cuales se presentará el espectáculo después de una semana de taller. En torno a esta generación de mujeres orbita también la propuesta de Pablo Fidalgo, O estado salvaxe, España 1939 , en la que da voz a su abuela (única actriz en escena).
Para terminar, la última semana podremos disfrutar con creaciones de danza y teatro que nos hablan de integración social, como Inocente y Synergy o de género, como en Las niñas no deberían jugar al fútbol, de la dramaturga Marta Buchaca. Un concierto de música de Guinea Conakry.
¿Habéis hecho alguna estrategia para acercar público al IDEM de este año?…
En esta edición se ha reforzado mucho la comunicación a través de los medios y las redes sociales. A esto hay que añadir, como te decía, que el Festival tiene ya una trayectoria de diez años (cuando comenzó el Ciclo de Artes Escénicas y Discapacidad) y durante este tiempo ha ido forjando un público que acude fiel a cada una de las ediciones y que aumenta cada año.
¿Qué función crees que ha de tener un festival como IDEM en la cartelera de nuestra ciudad?…
El festival IDEM, como cualquier otro contexto artístico, debe facilitar la conexión artista-espectador, ofrecer experiencias que nos ayuden conectar con lo que somos, a conocer al otro…
¿Ha afectado mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro para la edición del este año?…
Naturalmente que ha afectado. El presupuesto no ha subido desde 2011, por tanto, tenemos un 21% menos que en 2011 y los costes del festival suben cada año…En 2014, por suerte, hemos contado con una ayuda de Fundación ONCE que nos ha permitido invitar a más artistas.
Fuera del Festival…¿Qué obra de teatro, danza o performance has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Últimamente nada..La verdad es que, desde que ha empezado la temporada, no he podido aún asistir a otros espectáculos que los del IDEM.
¿Alguna idea para seguir creando en tiempos de crisis?…
Lo importante es que sigamos inventando, teniendo ideas y que la crisis no se refleje en este sentido. Apoyar a los artistas para que sigan inspirándonos y creando.
¿Proyectos?…
Mi próximo proyecto es el estreno el próximo 4 de octubre de A-creedores, basado en el texto de Strindberg y dirigida por Claudia Faci en el Festival Temporada Alta de Girona. En escena estarán Fernando Orazi, Pablo Messiez y Claudia Faci. Después comenzaremos la gira.
Guillermo Ortega: «Necesito comprender qué quieren los personajes en cada momento»
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la actuación?…
Empecé en el colegio, enseguida me metí en un grupo aficcionado, luego escuelas de interpretación, la RESAD… He hecho de todo, desde poner focos a montar escenografía, producción, conducir furgonetas, llevar la luz, el sonido, cargar, descargar, dirigir, escribir…
¿Qué es el teatro para ti?…
Un arte, una emoción, juego, pasión. La definición del maestro: «La representación del alma humana a través de una forma artística bella» Stanislavsky.
¿Por qué haces teatro?…
Porque me gusta, es un acto de amor compartido entre todos, incluidos los espectadores.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…
Estoy empezando…
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?…
Muchas, pero me quedo con una: Recordarnos lo iguales que somos todos en el fondo.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
En el plano de la actuación he estado con Love Room. Y en cuanto a la escritura, me he lanzado a componer algunas piezas breves. Una de ellas se montará como microteatro («La funcionaria y el cerdito»).
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Estoy ensayando una obra de Antonio Prieto, «El ministro», que se estrenará en Madrid a finales de Septiembre.
¿Cómo surgió “Love room”?…
Tirso Calero, el autor, que es guionista y director de cine, decidió lanzarse al teatro a montar este texto suyo. Como nos conocíamos de haber colaborado antes, me llamó. En un principio yo no pude, así que se estrenó con un actor por cierto estupendo, Jorge Monje, pero…cosas de la vida: Jorge no pudo compaginarlo con otra propuesta que tenía y Tirso me volvió a llamar, y ahí ya estaba yo libre. Como lo estoy disfrutando…
¿Cuál es tu método de trabajo?¿Cómo creas tus personajes?…
Necesito comprender que quieren los personajes en cada momento, que quieren con respecto a los demás personajes de la obra. De ahí surge todo: el deseo mueve a la mente a pensar y al cuerpo a hacer, y de esta acción surge la emoción.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Si ya antes era complicado…Está restando muchísimo dinero que se traduce en propuestas con muy pocos personajes, escenografías extremadamente sencillas, casi ausencia de textos clásicos (Que suelen requerir muchos actores…) Y eso en el mejor de los casos, cuando no hay que renunciar a la creación…porque hay que comer.
¿Qué obra te ha interesado y por qué?…
Me han enamorado dos obras que vi de Pablo Messiez: «Muda» y «Los ojos». Mostraban una intimidad, una crudeza tremenda y a la vez una poética bellísima. Emocionantes.
¿Proyectos?…
Estrenar «El ministro» y seguir escribiendo, quiero levantar mis propios proyectos, que ya va siendo hora.
«Los Brillantes Empeños» de Pablo Messiez en Nave 73

“Algo pasó con las palabras hace tiempo, algo que no nombran pero que temen. Es algo vergonzante, por eso ahora los hermanos hablan menos. Siempre que les hace falta utilizan versos clásicos porque les ayudan a calmar el dolor, a entrar en las situaciones en las que no se atreven a entrar con sus propias palabras. Son sus armas”
El teatro siempre ha tenido un matiz mágico, de catarsis, de superación y de cura. Messiez ha utilizado el verso clásico para deconstruirlo y crear un nuevo mundo, el mundo contemporáneo de seis hermanos que viven aislados en un mundo de libros y de sensaciones. Sensaciones que surgen a través de la palabra, del verso, de su musicalidad…
Unos clásicos descontextualizados y pasados por el tamiz de la visión de Messiez que no nos van a dejar indiferentes. Una escenografía sencilla nos introduce en el mundo aislado de estos seis hermanos en la que se nos muestra que con cuatro cosas, lo imprescindible para saciar nuestras necesidades primarias, como comer, lavarnos y dormir nos basta para disfrutar de otras vidas y para generar sentimientos a través de un montón de libros, de letras diseminadas por cada rincón. Los actores saben lo que quieren transmitir y han sido bien adoctrinados por su director, pero esto no es suficiente, hay que saber coger esa idea y hacerla suya y esto, lo demuestran con creces.
No es necesario conocer a los clásicos para disfrutar de esta obra en la que parece que nos adentramos en una especie de manicomio cultural en el que se mezclan Calderón con Lope, con Quevedo, con Santa Teresa… a pesar de que algunos ni se conociesen y que otros se odiasen entre sí y compitiesen… pero coincidían en los temas de fondo. Una obra sutil que sabe que las palabras se pueden ordenar de diferentes maneras, que pueden herir, sanar, desbocar pasiones, crear rencores, pero también pueden crear música, esa música que nos acerca a la luna, una luna que nos da respuestas.
Una propuesta más que interesante, que se estrenó en el Festival de Teatro Clásico de Almagro y que solo durará dos días más en Nave 73.
Luis Mª García Grande.
«Muda» y «Las plantas» de Pablo Messiez

Una de las cosas más interesantes que se han programado en la nueva línea de la Sala Mirador ha sido el ciclo dedicado a Pablo Messiez, se ha podido disfrutar de nuevo de su trilogía más personal: Muda, Los ojos y Las plantas. Sin duda, Pablo ha mostrado en poco tiempo una serie de piezas que dejan constancia de su «Voz personal». Lo más difícil es conseguir que el teatro que uno hace, cuando el público lo ve, pueda identificarlo con el autor. Hay muchas obras que tiene un sello tan específico que podrían haberlas dirigido cualquiera de los popes del teatro nacional o internacional. Con Messiez, ocurre que cuando ves sus espectáculos tienes la sensación de que en cada uno busca estilos diferentes pero que quedan atrapados en un mismo misterio profundo, seguramente el de la comunicación de los seres humanos. En Las plantas, mostrada en una sala de trabajo de la Mirador, nos encontramos ante una mujer que habla con las plantas que la acompañan, las convierte en sus cómplices hasta que abre su mirada a los allí congregados, a partir de ese momento, ella rompe las cuarta pared de la escena y nos abre su corazón en canal. Ya antes, ha estado dejando caer entre las líneas de esta confesión impúdica, el vacio del silencio y el miedo a las caricias; es más fácil abandonarse a los cuerpos y al alcohol…pero…¿Qué ocurre cuando se baja de la montaña rusa del corazón y se aterriza en la lúcida cabeza?…Solo nos queda mirar los objetos que nos rodean y construirnos unas alas de papel para volar sobre la voz negra de Nina Simone. Y si no, ponernos un vestido verde clorofila y echarnos a la calle, temprano para que no se haga tarde. Las plantas han de volver en algún momento a nuestras carteleras y han de ir a ver la propuesta porque está en el filo de la mentira y la vida…algo imprescindible para sobrevivir y porque hay una actriz en estado de gracia que se llama Estefanía de los Santos.
Adolfo Simón
A veces existe algo importante que decir y no podemos expresarlo, bien por nuestra propia voluntad, que no tiene fuerzas para manifestarse, bien porque los demás no nos dejan. Hablamos, hablamos, hablamos… y no escuchamos. Aprovechamos el silencio del otro para desahogarnos, para satisfacer nuestro propio ego sin importar lo que el oyente piense o, incluso, quiera escuchar. El proceso de comunicación está distorsionado por nuestra propia mente: un emisor prepotente, un emisor incapaz de buscar un mensaje adecuado o quizás un emisor mudo pueden ser muchos de esos esperpentos que influyen en ese proceso comunicativo. Pablo Messiez analiza en esta obra el proceso de comunicación a través de tres personajes que representan distintas maneras de relacionarse debido a sus circunstancias personales, a su ciclo vital.
Seguro que han vivido estas dos situaciones: una vecina que llega a tu casa y no para de hablar y contarte su vida, un señor que parece algo tímido y al que le salen las palabras cuando bebe dos cervezas…
Imaginen una persona muda que alquila un apartamento. una persona a la que no conocen de nada… pero que tiene mucho que decir. El conserje y su alocada vecina serán las claves para ir construyendo el puzzle de su vida y, quizás ellos sean una de esas piezas a ensamblar.
Messiez dota a sus personajes de un carisma y poesía que les hace casi irreales pero que al final reflejan fielmente lo que cada uno lleva por dentro y hace que reconozcamos comportamientos que existen en nuestra vida. Son como un reflejo distorsionado de la personalidad pero, al fin y al cabo, acaban dando una imagen reconocible, identificable de cada uno.
La interpretación de los tres actores, dentro de una escenografía sencilla pero también influyente, es soberbia y perfecta para conseguir los fines que persigue el autor y eso es algo que se consigue muy pocas veces.
En definitiva, una obra que nos mantiene con la tensión necesaria para no dejar de prestar atención a cada movimiento y gesto de los personajes y para esperar un desenlace de una situación un tanto extraña, pero totalmente real.
«Cenizas»: Relaciones tóxicas en La casa de la Portera

Relaciones tóxicas hay en todas partes… ¿Acaso ustedes no las han sufrido? Imaginen y piensen… Hablar de relaciones tóxicas está de moda, y si no que se lo pregunten a Lucía Etxevarría. Pero es mejor que ustedes experimenten en sus propias carnes la visión externa de una de ellas: Chevi Muraday y Alberto Velasco nos traen una visión muy personal basándose en textos de Pablo Messiez y Guillem Clua. Textos excepcionales que les dejarán huella en cuanto los oigan. Yo todavía estoy pensando en todo lo que implica ponerse a hacer una tortilla de patatas después de haber visto «Cenizas».
Pero un texto no es nada sin una buena interpretación y una coreografía que intensifica ese sabor agridulce que produce descubrir que la persona que más te ama te puede ir matando poquito a poco mientras se come con un tenedor, afilado y brillante de limpio que está, esa suculenta tortilla que tu has hecho con todo tu «amor» y que todos tus amigos alaban…
Muraday y Velasco ponen poesía y locura a una muerte anunciada desde que entras en el saloncito de La Casa de la Portera.
EL I FESTIVAL IBEROAMERICANO DE TEATRO DE MADRID LLEGA AL CÍRCULO DE BELLAS ARTES
El Círculo de Bellas Artes acoge durante tres días el primer Festival Iberoamericano de Teatro de Madrid, en el que participarán una selección de seis compañías iberoamericanas y españolas escogidas de entre lo mejor de la vanguardia teatral de ambos lados del Atlántico. Sombras, texto, danza, títeres… todos los géneros tienen cabida en este encuentro hispano-americano, que busca atraer a un público de cualquier edad y preferencia.
Además de la exhibición de teatro, dentro del marco del certamen se llevarán a cabo varias actividades paralelas: un encuentro de investigación teatral entre Carlos Aladro, Fernando Sánchez Cabezudo y Pablo Messiez; la presentación del libro de Mayda Bustamante, Alicia Alonso o la eternidad de Giselle; la presentación del estudio La Feria de Teatro de Castilla y León y su impacto en la ciudadanía, a cargo de Manuel Jesús González, y la posibilidad de visitar la exposición Omnipresente, del artista brasileño en auge Pedro Sega.
Las palabras de Pablo Messiez en Cuarta Pared dentro del Festival de Otoño a Primavera
Algún día dejaremos de comunicarnos a través de las palabras y aparecerá el animal que llevamos agazapado debajo. Algún día las palabras dejarán de tener sentido y solo nos expresaremos como primates, como lo que somos. Algún día las palanbamjfanal,m amlfpk,,ñ+m dejarl,lñkpjpkp«jly no podremosljj,ñk,jhoijpkñp,…
En Las palabras hay algo sutil entre líneas, entre lo que ocurre que, si se escapa a nuestra percepción, se convierte en una obra de situación. Hay que dejarse llevar por el absurdo aparente para entrar en otra dimensión de la historia, de los personajes…Hay que respirar aunque esté nevando sobre nuestras cabezas mientras hacemos punto. Pablo Messiez va construyendo poco a poco su poética entre dos orillas, es lo bueno de estar en tierra de nadie que se puede mirar el mundo con otros ojos. En Las palabras hay un puzzle interrumpido, como la vida…y no hay que empeñarse en completarlo…A veces, hay que dejar que las piezas no encajen para entender mejor por qué uno siempre buscará el camino hacia Moscú.
Adolfo Simón
PABLO MESSIEZ nos habla de su experiencia en el teatro y de sus proyectos.
¿Cómo surge el proyecto de Las palabras?…¿De qué va la obra?…
Siempre me llamó la atención el modo en que nos vinculamos con las palabras. La forma en la que elegimos nombrar y nombrarnos. Las palabras son un arma muy poderosa y pueden afectar radicalmente nuestros cuerpos. Sin embargo, en el habla cotidiana muchas veces las usamos con un descuido realmente asombroso.
Al mudarme de país, y escuchar mi lengua natal utilizada de un modo nuevo, esto que para mí siempre había resultado inquietante, se hizo presente de modo radical.
Por eso se me ocurrió que podía estar bien montar un espectáculo en donde a la fuerza, los personajes se vieran obligados a elegir sus palabras con cuidado.
Y ahí nació «Las palabras», obra en la que una peste extraña mata a todo aquél que no piensa en lo que dice. En la obra, la peste es el marco para contar una historia de amor, ya que el amor es la experiencia que nos hace elegir las palabras con cuidado y dedicación. La declaración de amor, es como la poesía, la puesta en acto de un lenguaje nuevo y poderosísimo.
¿Hiciste algún tipo de búsqueda o documentación sobre el tema antes de empezar a escribirla?…
Leí algunos textos sobre la peste (como el «Diario del año de la peste» de Dafoe), pero no hice una investigación exhaustiva. No hay en la obra una voluntad historicista. Es una especie de fábula breve, y sin animales.
¿Cómo fue el proceso de escritura?…
Como siempre que escribo, fue largo y desordenado. Iban surgiendo ideas. Las desarrollaba. Las aprobaba o desechaba. Y luego, al ver la totalidad con los actores, volvía a editar el material si encontraba escenas que consideraba innecesarias. Así cayeron un par de escenas que me encantan, pero que resultaban redundantes en la narración total.
¿Cómo ha sido el trabajo de puesta en escena al ser autor-director?…
Escribía escenas, las probaba con actores, reescribía, editaba y así estaré hasta el estreno (e incluso después de estrenar): corrigiendo.
Con la escritura de la obra empecé hace casi dos años. Y con los actores fueron tres etapas de ensayos a lo largo de casi un año.
¿Opinas, como algunos autores, que no hay que publicar un texto hasta verlo estrenado?…
Salvo casos excepcionales, yo escribo por necesidad de ver en escena determinada idea. Por eso mis textos son muy incompletos y si pensara en publicarlos tendría que hacer un trabajo de reescritura importante. Sobre si hay o si no hay que publicar un texto antes de verlo estrenado, te diría que depende del texto. No soy muy amigo de las máximas.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como autor/director?…
Veo en todos la necesidad de hablar sobre la experiencia del amor. Una continuidad temática en el intento de encontrarle la mejor forma escénica a esa idea: el amor como territorio del que se puede aprender mucho a estar en el mundo sin caer de golpe en el abismo.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Sería extraordinario que pudiera cumplir una función reveladora -no didáctica, ni moralizante- reveladora de belleza, de modo radical, como un buen poema que te golpea te convierte en otro. A mí me ha pasado, viendo trabajos de Pina Bausch (por nombrar a la mejor).
Creo que cuándo el teatro sucede, las contadas veces que sucede, ES. No «representa» nada. No «habla» de nada. ES eso. Y es ahí cuando dialoga con su tiempo porque aparece. El resto, son cuentos mejor o peor contados, con mayor o peor eficacia, con mayor o menor gracia, pero podrían ser teatro, televisión, cine, documental. Por lo tanto no se revelan como teatro, y revelan poco o nada.
Creo que viene muy bien preguntarse al hacer una obra si esa obra puede existir sólo en el teatro para estar viva.
¿Qué te motiva o inspira para escribir/hacer teatro?…
El placer que me da hacerlo.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes en las ayudas al teatro?…
Como ya todos sabemos y vemos. Mucho y mal.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
La última fue «Ubu Roi» de Donnellan y me pareció un gran ejemplo de puesta en escena valiente y rica. No soy fan del texto, pero disfruté mucho del diálogo que estableció con él Declan Donnellan.
¿Cómo ves la autoría teatral en nuestro país en estos momentos?…
La veo viva.
¿Qué diferencias hay entre la escena en Argentina y la Española?…
A este paso hay cada vez menos. Pero debo decir que me cuesta pensar la escena en términos de nacionalidades. Creo que para hacer ese tipo de análisis hay que borrar toda ambigüedad, y hacer pie sobre una serie de prejuicios para llegar a unas conclusiones más o menos ciertas (según la lucidez del intérprete) que dejan fuera todo lo que sucede al margen de esas generalizaciones (que suele ser lo mejor). Sólo presto atención a las nacionalidades para elegir restaurante.
¿Proyectos?…
Muchos. Algunos junto a Alberto Conejero, que es un autor que admiro y con el que espero que podamos concretar proyectos en 2014.
Y uno personal, muy en pañales, que llevará dos o tres años de trabajo. El punto de partida es el certificado de arribo a América de mi tatarabuelo que me mostró mi madre. El documento pone: «Stéfano Prato de nacionalidad italiana, procedente de Génova, llegó a Buenos Aires el 18 de Octubre de 1884 en el buque «Europa». 21 años. Soltero. Profesión: Zapatero»
Revisando papeles para sacar la nacionalidad italiana y poder seguir trabajando aquí sin pedir permiso a la policía (mira, de ahí vendrá mi tirria con las putas nacionalidades) encontré ese papel y en seguida supe que ahí estaba mi obra nueva.
María Casal nos habla de sus experencias en la escena.
¿Cómo surge el proyecto de Tre-Mendas?…¿De qué va la obra?…¿Y tu personaje?…
“Tre-mendas” se compone de cuatro obras breves y seis monólogos. Surge de una necesidad propia como actriz: cuando buscaba material para pruebas o para talleres me encontraba con que, en especial, los monólogos, tenían unas protagonistas que siempre eran víctimas, personajes acabados, tristes, resentidos, casi ninguno en tono de humor. Me puse a escribir para mí, después se lo mostré a algunas compañeras, entre ellas Lucía Alvarez, y me animó a que lo hiciéramos. Así que cada una de nosotras interpreta varios personajes, entre ellos una madre y una hija, una dejando al marido, otra que celebra su despedida de soltera… incluso unas abejas en su colmena. La única premisa era hacer reír, riéndonos de nosotras.
¿ Cómo ha sido el proceso de creación del montaje?…
Uno de los personajes yo lo había escrito pensando en María José del Valle, con la que había trabajado en “Celebración” de Pinter, y como digo Lucía Álvarez fue de las primeras en conocer los textos. Después hablé con Luis Gimeno, como sabes director de casting y en quien tengo gran confianza y admiración como director de actores, y después vino todo un poco rodado, muy pronto nos salieron salas…
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como actriz en teatro?…
En teatro he hecho prácticamente de todo, desde clásico hasta musical…. Pero lo cierto es que los últimos años he tenido mas actividad como actriz de televisión. Como te he contado, hace dos años estuve en “Celebración” para el CDN, ahora estoy ensayando una obra de Antonio Gala… “El hotelito” que estrenaremos el 5 de Septiembre en el Fernán Gómez. También un monólogo de Ernesto Caballero: “Solo para Paquita”. Pero debo reconocer que para mi hay un antes y un después de “Tre-mendas”, no sólo por ser la autora, sino también porque nunca había trabajado en salas alternativas, íntimas y con el público tan cerca, es otra forma de trabajar. Es como hacer teatro en primer plano.
¿Preparas de forma distinta un personaje para tv, cine o teatro?…¿Cuál es tu método de trabajo?…
Cuando es algo de imagen preparo todo por separado, es decir la memorización del texto, el estado de ánimo, el arco del personaje… y solo lo uso a la vez a la hora de rodar/grabar. Creo que así llega mas fresco y menos gastado para la cámara, que lo ve TODO. Además es un trabajo en solitario, solo ves al director y a tus compañeros el día que se hace. En teatro es otro proceso, procuro ir componiendo y haciendo lo que se me ocurre y por supuesto lo que me dice el director desde el primer día de ensayo, también cuenta mucho lo que te aportan tus compañeros en el proceso. En teatro vas acompañado a lo largo de éste, desde el primer momento.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Creo que lo único que nos falta son mas textos, la sequía está tanto en teatro como en cine y televisión. Los autores y los guionistas deberían estar mejor considerados y pagados, habría que dignificar su cometido. Sin ellos no hay nada. También pienso que hasta que las mujeres no escriban no habrá buenos personajes para las actrices, siempre somos acompañantes de los papeles masculinos, salvando alguna excepciones… En cuanto a la temática, creo que cualquiera es buena, tanto de denuncia como de simple entretenimiento, siempre que se haga bien, con imaginación y rigor.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?… Sinceramente no entiendo esa subida, no sé quien sale ganando, no creo que recauden más, puesto que desde la subida hay menos público. Creo que el teatro y el cine deben ser menos endogámicos, tanto uno como otro están en manos de clanes, de familias, me da igual que sea privado o estatal, no puede estar siempre en manos de los mismos. La tele es un poco mas libre, me refiero a la ficción. De la otra tele prefiero no hablar.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Pues la verdad es que últimamente me interesa mas el teatro alternativo que el comercial, me gustó mucho “Los ojos” y “Muda” ambas de Pablo Messiez, a raíz de ver sus obras voy a sus clases de investigación escénica, soy su alumna.
¿Proyectos?…
Unas actuaciones en la sala Triángulo con “Tre-mendas”, el estreno de “El hotelito” y si fuera posible estrenar después otra obra mía “Lobas”, que también es comedia, pero es una función completa en si misma. De lo demás… seguir aguantando, ese es mi proyecto.
Avance del Festival de Otoño a Primavera
Angélica Liddell inaugurará en octubre el XXXI Festival de Otoño a Primavera
· La última obra de la dramaturga ‘Todo el cielo sobre la tierra (El síndrome de Wendy)’ podrá verse en los Teatros del Canal.
· También en octubre, Pablo Messiez presentará ‘Las palabras (Una historia de amor)’ en Cuarta Pared
· El cómico Patrice Thibaud regresará a Madrid con el estreno en España de ‘Fair Play (Juego limpio’)
06.agosto.13.- La laureada dramaturga, directora y actriz española Angélica Liddell inaugurará el próximo mes de octubre la XXXI edición del Festival de Otoño a Primavera de la Comunidad de Madrid. Su obra Todo el cielo sobre la tierra (El síndrome de Wendy) cierra la trilogía sobre China que la creadora inició con Maldito sea el hombre que confía en el hombre: un projet d’alphabétisation y que continúo con Ping Pang Qiu, ambas estrenadas también en pasadas ediciones del festival. Tras su aclamado paso por el Wiener Feswochen de Viena y el Festival d’Avignon, la artista estrenará ahora en España un montaje que habla de la pérdida de la juventud y del miedo a ser abandonado. La pieza, que podrá verse en los Teatros del Canal, toma como punto de partida el trágico tiroteo sucedido en 2011 en la isla noruega de Utoya, en el que perdieron la vida 69 jóvenes.
En 1993, Angélica Liddell (Figueres, 1966) fundó Atra Bilis Teatro, compañía con la que ha montado creaciones como La falsa suicida (2000), El matrimonio Palavrakis (2001), Once Upon a Time in West Asphixia (2002), Hysterica Passio (2003), Y como no se pudrió Blancanieves (2005), El año de Ricardo (2005), Boxeo para células y planetas (2006), Perro muerto en tintorería: los fuertes (2007) o Anfaegtelse (2008), entre otros títulos. El Festival de Otoño a Primavera acogió en 2011 el estreno absoluto de su montaje Maldito sea el hombre que confía en el hombre: un projet d’alphabétisation y, en 2012, el de Ping Pang Qiu. En 2009 había presentado también La casa de la fuerza, obra que causó un gran clamor dentro y fuera de España, confirmando a Liddell como una de las creadoras más interesantes del teatro contemporáneo internacional.
En palabras del teórico teatral Óscar Cornago, Liddell es acuñadora de un lenguaje de dialécticas imposibles y sus producciones oscilan entre el expresionismo desgarrador, la crítica social, la pureza, la escatología y la búsqueda del significado a través del dolor y la subversión. La artista ha sido merecedora de numerosos galardones, como el Premio de Dramaturgia Innovadora Escena Contemporánea – Casa de América 2003 por Nubila Wahlheim; el Premio SGAE de Teatro 2004 por Mi relación con la comida; o el Premio Valle-Inclán 2008 por El año de Ricardo. En 2012 recibió el Premio Nacional de Literatura Dramática por La Casa de la fuerza y, en 2013, el León de Plata de la Biennale di Venezia de Teatro. La crítica ha dicho de su teatro que es vanguardista y político, lleno de sentido y absolutamente necesario.
Otros dos grandes estrenos del festival en el mes de octubre
Tras su paso por el Teatro Palacio Valdés de Avilés, el dramaturgo, director e intérprete argentino Pablo Messiez presentará en octubre en la Sala Cuarta Pared su última creación, Las palabras (Una historia de amor). La pieza, una parábola cercana y tragicómica, habla con humor, ternura y delicadeza sobre la corrupción del lenguaje y sus consecuencias. Fiel representante de la última y aclamada generación de autores y directores argentinos, como Daniel Veronese o Claudio Tolcachir, Messiez saca de nuevo a escena (tras las exitosas piezas Los ojos y Las criadas, entre otras) su sencillez escenográfica, su particular visión de los cotidiano, la hegemonía del texto en escena y un cuidado trabajo actoral, siempre a caballo entre la comedia y la tragedia.
También en el mes de octubre, el tándem formado por el cómico y mimo francés Patrice Thibaud (heredero del buen hacer de Tati o De Funès) y el virtuoso instrumentalista Philippe Leygnac regresará a los escenarios madrileños con el estreno en España de Fair Play (Juego limpio) en los Teatros del Canal. La obra, elegante y deliciosa, reinterpreta las competiciones deportivas a golpe de carcajadas, eso sí, sin mediar ni una sola palabra en escena.
Lo mejor de la escena internacional en la Comunidad de Madrid
El Festival de Otoño a Primavera lleva más tres décadas acercando lo mejor de la creación contemporánea internacional a la Comunidad de Madrid. En esta XXXI edición, que se prolongará entre los meses de octubre de 2013 y junio de 2014, traerá a los escenarios de región (Teatros del Canal, Sala Cuarta Pared y Teatro Pradillo, entre otros) lo mejor de la escena actual. Por el momento, dentro de su programación se ha confirmado ya la presencia de creadores y compañías de renombre mundial de la talla de Peter Brook, Philippe Decouflé y su Compagnie DCA, Israel Galván y Akram Khan, Piccolo Teatro di Milano y El Conde de Torrefiel.
Desde mediados del mes de septiembre, será posible consultar la programación del XXXI Festival de Otoño a Primavera de la Comunidad de Madrid, la información de los espectáculos, los horarios y la venta de entradas y descuentos en la web oficial http://www.madrid.org/fo
José Padilla nos habla de sus últimos proyectos en el teatro

¿Cómo surge el proyecto de Sagrado Corazón 45? ¿De qué va la obra?
Supongo que ahora uno no puede permitirse el lujo de esperar a que lo llamen para ech¿Hiciste algún tipo de búsqueda o documentación sobre el tema antes de empezar a escribirla? ¿Cómo fue el proceso de escritura?ar un proyecto a andar, porque estaría condenado a no hacer nada. Tanto Eduardo Mayo como yo somos creadores, nos hemos hecho conscientes de ello y esta función lo prueba. A falta de propuestas, proponemos nosotros. A grandes rasgos la obra trata de cómo las crisis colectivas generan profundas divisiones en la intimidad, llegando incluso a derivar en violencia
Sí, la obra consta de tres historias en tres momentos de la historia reciente bien distintos: La Transición, la España de principios de los 90 y 2011. La trama está muy plegada a los acontecimientos que se dieron en esos momentos a nivel social, tuve que escarbar en la hemeroteca. Me sorprendió averiguar cómo todo tiende a la repetición…Según se iba conformando el texto tuvimos la enorme suerte de poder irlo escuchando en boca de los actores, eso nos daba indicios muy claros de qué funcionaba y qué no.
¿Cómo ha sido el trabajo de dirección compartido?
Muy cómodo. Eduardo y yo, creo, hemos sabido repartirnos el trabajo (concepción del espectáculo, trabajo con actores, etc…) y la puesta en común siempre ha sido muy sencilla. El cómo han ido fluyendo las cosas repercute en la puesta en escena para bien, o al menos eso espero.
¿Cómo llevas a cabo el trabajo de puesta en escena al ser autor-director?
Es algo que cada vez podemos ver más por aquí (ahí están los trabajos de Alfredo Sanzol, Miguel del Arco o Pablo Messiez, por ejemplo) pero que en Cataluña se hace desde mucho y de forma natural (Josep María Miró, Marta Buchaca, Jordi Casanovas…). Como escritor dramático siempre trabajo pensando en el actor, así que creo que este paso que acabo de dar era el lógico.
¿Opinas, como algunos autores, que no hay que publicar un texto hasta verlo estrenado?
No me he parado a pensar nunca en ello, la verdad. Si bien es cierto que una vez estrenado, uno puede detectar muchos factores a mejorar que el papel en bruto no te permite… Sí, quizá sea buena idea esperar a estrenar. Aunque yo soy un caso raro, estreno mucho, no publico nada.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como autor?
Como te decía, me siento muy afortunado de poder estrenar con asiduidad. Esta temporada, hasta la fecha, se han podido ver en Madrid cinco espectáculos con mi firma: una versión de Enrique VIII, En el cielo de mi boca, Amarradas, la dramaturgia que de La importancia de llamarse Ernesto hemos hecho Sanzol y yo y Sagrado Corazón 45. Quiero creer que esto responde a que, de un modo u otro, mi trabajo genera interés y que mis propuestas son válidas. A partir de ahí ya no hago más conjeturas, sólo que tengo que seguir trabajando, cada vez más y mejor.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?
En esto suscribo a pies juntillas las palabras de Adolfo Marsillach que podemos ver en la placa que hay en la fachada de la que fue su casa, frente al Parque de Debod: “No soy tan ingenuo como para creer que el teatro pueda transformar la sociedad, pero estoy seguro de que existe una posibilidad de ayudar a despertarla”. Creo que esta puñetera crisis nos ha dado conciencia de esto.
¿Qué te motiva o inspira para escribir teatro?
Hace poco leía un lúcido artículo del dramaturgo Antonio Rojano, hablando de las tormentas meteorológicas como inspiración para crear estructuras dramáticas. Yo mismo escribí una función a partir de aquella desastrosa erupción del volcán islandés, que paralizó el tráfico aéreo mundial. Pongo estos ejemplos para decir que casi cualquier cosa es susceptible de ser contada, si tienes ojo y le dedicas el trabajo suficiente.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes en las ayudas para el teatro alternativo?
Afectan muchísimo al teatro en sí. Al alternativo no digamos. Creo que José Ignacio Wert es el peor Ministro de Cultura que hemos tenido jamás y el hombre se está afanando en demostrarlo. Un reciente artículo de Marcos Ordóñez describe muy bien esta situación, se titula El eslabón más débil por si alguien quiere leerlo.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente? ¿Qué te pareció?
Varias. Ahora empiezan las vacaciones de Luis Luque y Paco Bezerra, un trabajo de orfebrería, emocionante y con pulso. Claudio, tío de Hamlet, interesante trabajo de dramaturgia, cambiar la perspectiva de quién cuenta la historia, con actores y dirección fabulosos. ¡Ah! Y El intérprete, con ese animal escénico que se llama Asier Etxeandía. Hay que verlo.
¿Cómo ves la autoría teatral en nuestro país en estos momentos?
Bullendo. Parece que esta situación nos ha afilado el ingenio o algo así, porque jamás vi mayor brote de creatividad que en estos tiempos. Coge la programación de Madrid o Barcelona, y ahora respira hondo porque no vas a dar abasto con tanto espectáculo bueno.
¿Proyectos?
Siempre. Voy a seguir dirigiendo mis textos, lo tengo claro. Y también voy a volver a actuar en breve. No tengo claro el orden aún, pero hacia allí voy.
Return de Chevi Muraday en Matadero Madrid
Vuelve a nuestros escenarios Chevi Muraday con una nueva producción de Losdedae. En esta ocasión es un dúo titulado Return, una historia de amor que parte del juego del enamoramiento para adentrarse en espacios donde la lucha por la individualidad en la pareja y la fascinación y empatización con el otro, a menudo, hieren el viaje de las relaciones. Chevi Muraday siempre es fiel a su estética coreútica y a sus obsesivos temas, pero al tiempo, indaga en cada propuesta desde perspectivas diferentes, siempre hay algo que se descubre en sus piezas…en la estética, los textos o la forma en que se dibuja su lenguaje en el escenario. En esta ocasión ha contado con dos elementos inspiratorios, los textos de Pablo Messiez y la compañía en la escena de Marta Etura. A priori podría ser una bomba la mezcla de estos factores y sin embargo, algo propicia que los distintos lenguajes encuentren espacios en común y se contaminen en el mejor sentido de la palabra. Así vemos a dos intérpretes que bailan y a dos bailarines que actúan. Una propuesta diferente de danzateatro.
Adolfo Simón
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