David González: Que el porno pague menos IVA que el teatro es paranormal.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Empecé haciendo teatro en la asociación de vecinos de mi barrio, Villa Rosa (Hortaleza) y en el grupo de teatro de mi instituto, el Conde de Orgaz.
¿Qué es el teatro para ti?…
Una de las cosas más importantes de mi vida.
¿Por qué haces teatro?…Porque lo amo, estoy enamorado del teatro.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…Muy positivo. Me gusta mucho mi profesión y que después de tanto tiempo, gente muy diferente, quiera seguir contando conmigo para sus proyectos, es mi mejor recompensa.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?…
Creo que su función de hoy y de siempre ha sido y es, lúdica, social y pedagógica.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
La vuelta de «Iván-off» junto con la despedida y cierre de La casa de la portera, que tantas cosas buenas nos ha dado a tanta gente, gracias a José Martret y Alberto Puraenvidia. Y un par de espectáculos de bebés que forman parte de un proyecto personal mío.
¿Cómo surgió tu participación en Añicos…?
Pues gracias a Pablo Martínez Bravo, el director, que desde el principio pensó en mí para este proyecto….
Háblanos de este trabajo… Ha sido un trabajo intenso, apasionante, complejo, como trabajar en cualquier obra de Carlos Be, siempre es un reto… y eso me pone. Con unos compañeros maravillosos, Raquel Pérez, Carlos López y Sara Moraleda. Lo hicimos para el Frinje 2015 y que tenga continuidad en La pensión de las pulgas es estupendo.
¿Cómo creas tus personajes?…
Con trabajo y mucho amor…
¿Tienes un método?…
Supongo que todos los actores lo tenemos, cada uno el suyo, que se hace a lo largo de tu vida, con tus estudios, tus experiencias y en mi caso además, con mi querida Raquel Pérez, a la que siempre le consulto cosas, una de las actrices y coach a la que más admiro.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
De una manera terrible, sin sentido. Y lo más triste, destruyendo puestos de trabajo y creando subempleos… No entiendo que un país no cuide su cultura, el teatro es un bien de todos. Que el porno pague menos IVA que el teatro es paranormal.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?…
«Fluxus» de Jesús Amate
¿Por qué? por su estupendo texto, su humor absurdo, surrealista e inteligente… ah! y su maravillosa reflexión sobre el plano de metro.
¿Proyectos?…
Pues tengo varios, pero son proyectos, y ya sabemos que en esta profesión hasta que no se materialicen es mejor no contarlos…
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Pues tratar de no perder nunca el sentido del humor, las ganas de contar cosas, la ilusión por llegar a los demás… Todos somos únicos y especiales, y tenemos algo que nos diferencia de los demás sólo hay que saberlo o encontrarlo… y trabajar, creer en uno mismo, trabajar, mucho amor, trabajar, pasión y trabajar…
La brújula teatral de Madrid
Hace más de treinta años, cuando llegué a Madrid, conocí esta ciudad asociando las calles y los lugares a los teatros que iba descubriendo… Cada vez que me tenía que mover u orientarme para ir a algún sitio, me decía…»Esto está cerca o al lado de tal teatro». Así fui activando la brújula que me ha permitido orientarme en esta caótica ciudad que tan difícil es para situarse en ella y saber dónde está el norte y el sur. En aquellos tiempos, la cuadricula por la que dividía la piel de la capital del Reino era grande, ya que, por entonces solo había unos cuantos teatros comerciales y alguno con aspiración a centro nacional. Hace veinticinco años surgieron las salas alternativas y tuve que re sintonizar la brújula para incorporar esos espacios diferentes…Y hace tres años, apareció La casa de la portera y la brújula enloqueció porque a su sombra surgieron un montón de teatros diferentes, ahora, casi tengo una referencia teatral en cada esquina…Hoy he de modificar el código de búsqueda porque desaparece La casa de la portera; hay que seguir transformando el paisaje y tal vez han de desaparecer cosas para que otras aparezcan. Pero, para los que hemos estado en ese lugar muchas veces, dentro y fuera de sus salas verde y roja…No olvidaremos la inagotable creatividad que por allí ha desfilado, la gran cantidad de profesionales que hemos tenido la suerte de contar allí alguna historia y hacer historia de las fábulas que se inventaron entre sus paredes. La casa de la portera quedará como referente de un tiempo en crisis donde los artistas no aceptaron las restricciones ni los límites y allí encontraron la complicidad, el buen trato y disponibilidad de sus anfitriones: José Martret y Alberto Puraenvidia, apoyados por su equipo. En algún momento se hará recopilación de lo que allí ocurrió y se comprobará que se han descubierto y apoyado, en este tiempo, más autores, directores y actores que en otros estamentos cuyo cometido debería ser ese, sin La casa de la portera, tal vez no habrían tenido un lugar donde mostrar su trabajo. Hoy se cierra La casa de la portera pero cada vez que suba por la calle Embajadores hacia Cascorro no podré dejar de mirar hacia la derecha y pensar…»Ahí estaba»… y si he de ir a algún sitio por la zona, pensaré…»Esta cerca de La casa de la portera». Con el tiempo, habrá una placa en la fachada que dirá… «Aquí se creó La casa de la portera, otra forma de hacer teatro». Por suerte, nos queda su hermana mayor: La pensión de las pulgas, pero claro, ya se sabe, la madre siempre es la madre. Larga vida a La casa de la portera y a todos los bellos fantasmas que quedarán alojados entre sus paredes para siempre!!!.
Adolfo Simón
Una «Cerda» muy especial en La casa de la Portera

«Cerda» de Juan Mairena, regresa a La Casa de la Portera todos los martes de mayo, en función doble. Y para celebrarlo ayer se hizo un estreno de lujo con colaboraciones de amigos que querían entrar en el convento de la Orden del Santo Membrillo. Por allí pasaron Obispos con tacón, Toñi, la de «Elepé» con falso visón y otros seres propios del travestismo ilustrado. Y allí nos obsequiaron con una CERDA, de verdad, pero en forma de galleta creada por Moses Sweetmoses.
Pero no nos equivoquemos: tener actitud travesti no significa ser frívolo… en esta obra se tratan temas muy serios y de una manera bastante profunda.Y es que se puede ser travesti y denunciar hechos que nos conmocionan en nuestra vida diaria, se puede ser travesti y monja, se puede ser travesti y poeta, se puede ser travesti y surrealista y se puede ser travesti y facha… Todo cabe dentro de esta obra que nos habla de niños robados, transexualidad, amor, religión, apariciones de Madonna, podedumbre y anhelos.
Los actores están todos en estado de gracia… y no porque estén en un ficticio convento sino porque cada uno borda su papel y lo hace suyo.
Una obra que debe tener prioridad cuando vayan a hacerse la agenda de ocio de la semana. Apúntense a ser Cerdas!
Luis Mª García Grande
Dos años en La Casa de la Portera
Esta revista no está acostumbrada a hacer crónica social ni nada que se le parezca, pero hoy nos toca hacer una excepción y pasearnos por el «sarao» teatral del año, puesto que el evento lo merece. La Casa de la Portera ha celebrado su segundo aniversario por todo lo alto, y no es para menos. Se han cumplido dos años de ilusiones de José Martret y Alberto Puraenvidia. Dos años de culto al teatro. Dos años de trabajo duro para hacer las cosas muy bien trabajando desde la humildad. Dos años de empuje a la obsolescencia y burocracia de determinadas instituciones. Dos años de frescor y renovación escénica. Dos años de vueltas de tuerca a clásicos y apuestas de autores emergentes…y dos años de excelentes actores, directores, dramaturgos y acompañantes que desfilaron por la fiesta para acompañar a los creadores de este nuevo concepto teatral.
Así que, como era de esperar, la fiesta estuvo plagada de buenas sensaciones y de un buen rollo, Que ya es difícil de conseguir en estos tiempos!
FELICIDADES y que lo celebremos muchos años.
«Cenizas»: Relaciones tóxicas en La casa de la Portera

Relaciones tóxicas hay en todas partes… ¿Acaso ustedes no las han sufrido? Imaginen y piensen… Hablar de relaciones tóxicas está de moda, y si no que se lo pregunten a Lucía Etxevarría. Pero es mejor que ustedes experimenten en sus propias carnes la visión externa de una de ellas: Chevi Muraday y Alberto Velasco nos traen una visión muy personal basándose en textos de Pablo Messiez y Guillem Clua. Textos excepcionales que les dejarán huella en cuanto los oigan. Yo todavía estoy pensando en todo lo que implica ponerse a hacer una tortilla de patatas después de haber visto «Cenizas».
Pero un texto no es nada sin una buena interpretación y una coreografía que intensifica ese sabor agridulce que produce descubrir que la persona que más te ama te puede ir matando poquito a poco mientras se come con un tenedor, afilado y brillante de limpio que está, esa suculenta tortilla que tu has hecho con todo tu «amor» y que todos tus amigos alaban…
Muraday y Velasco ponen poesía y locura a una muerte anunciada desde que entras en el saloncito de La Casa de la Portera.
MBIG (Mc Beth International Group) en La Pensión de las pulgas.

Es difícil reinventar a un clásico como Shakespeare, hacer atractivos a todo tipo de público sus textos y llenar una sala durante una larga temporada con fieles devotos, curiosos y nóveles del teatro. José Martret, en la nueva Pensión de las Pulgas, lo ha conseguido y hay que darle las gracias y decirle que no deje de crear. Estamos ante un tema completamente clásico al que se le da media vuelta de tuerca: Macbeth nos habla de la ambición desmedida y de la traición pero también del fracaso, temas universales que se pueden analizar desde un punto de vista más pasional, tal y como nos describe Shakespeare a través de sus personajes o a través de un punto de vista frío, racional y analítico, tal y como nos demuestra Martret con la creación de una ficticia empresa en la que se contextualiza la obra y un personaje, Camelia, que hace de nexo de unión con nuestra realidad. No nos engañemos: si nos leemos toda esa proliferación de libros sobre empresa y reglas fundamentales para que tu empresa triunfe, todos esos libros de auto-ayuda para que triunfemos personalmente en la vida, para que distingamos lo importante de lo urgente y así nos beneficiemos de tremendos resultados… llegamos a la conclusión de que todos nos tratan de inyectar un poco del veneno de la ambición. Los propios empresarios nos dicen que tener un poco de ambición en la vida es «bueno» y que el fracaso no entra entre sus expectativas, lo que les importa es es éxito, palabra de moda. Martret ha sabido mezclar todo esto en una coctelera y servirnos un batido Gourmet.
El espacio escénico, creado para la Pensión de Las Pulgas por Alberto Puraenvidia nos sumerge desde un primer momento ya en el mundo de la empresa, creando un ambiente sospechosamente relajado con una suave música lounge y unos colores suaves y tranquilizadores como si estuviéramos en un elegante centro comercial, pero algo ya nos advierte de lo que nos vamos a encontrar dentro: Unas grandes letras metálicas y cortantes nos advierten que estamos en MBIG, una gran empresa en la que lo importante es que seas eficaz. Los siguientes ambientes nos van a sumergir en dos mundos completamente diferentes en los que se puede apreciar la versatilidad de Puraenvidia: Su capacidad es magnífica para transformar objetos encontrados y uniformar toda la decoración de manera que parezca que estamos ante algo completamente nuevo y con un regusto retro pero nunca visto. No adelanto más detalles de la escenografía porque no quiero romper la novedad de encontrarse dentro de un «nuevo mundo» en esta Pensión y creo que es una sensación que el espectador debe vivir de primera mano, sin saber antes dónde se va a meter.
Todo parece un pequeño sueño en el que las cosas van bien y la empresa «marcha» pero las brujas Skuld y Urd, interpretadas magistralmente por Maribel Luis y Pilar Matas, nos van a advertir de que no es todo como parece desde el primer momento en el que aparecen como gárgolas sentadas y criogenizadas en medio del flamante despacho del director. Las brujas están magistralmente dirigidas para representar nuestro interior más putrefacto, ese que nunca nos atreveremos a reconocer ni a mostrar, ese que cada «gran empresario» puede llevar dentro.
Camelia, interpretada por una maravillosa Inma Cuevas puede ser una diligente y fiel secretaria de dirección, una golden girl y también una moderna coach que te explica la ideología de su empresa mejor de lo que lo harían muchos ejecutivos en su propia empresa.
Francisco Boira nos interpreta a un Macbeth aparentemente poderoso y caballo ganador pero poderosamente atormentado por un destino y por la maldita ambición, lo que le hace mostrarse frágil y quebradizo en algunas partes de la obra. Todos estos aspectos son bastante difíciles de conjugar y asimilar dentro de un mismo papel y Boira ha logrado darles una redondez que muchos actores no podrían alcanzar.
Por último, hay que destacar la presencia de una Lady Macbeth elegante, sensual, ambiciosa y casi diabólica, interpretada por Rocío Muñoz-Cobo que nos recuerda a grandes actrices de la época dorada de Hollywood pero que no pierde ese tono de tragedia y tormento necesario para interpretar a este personaje.
Todos los demás actores contribuyen con su trabajo, excepcional también, a que esta sea una pensión de grandes actores donde es imprescindible al menos pasar una noche en esta temporada teatral. Grandes actores, director y escenógrafo y… ninguna pulga.
Luis Mª García Grande.
Carlos Be nos habla de sus experiencias escénicas como autor y director
¿Cómo surgió The Zombie Company?…
En el año 2003, Fran Arráez me anima a montar “Eloísa y el domador de mariposas”, mi primera obra teatral, y la estrenamos en el Teatre Artenbrut. Vivíamos en la Barcelona más bohemia de inicios de siglo y nos dábamos cita en un ático inmenso en el barrio del Borne, en la calle de Mercaders. De aquella época conozco también a Mentxu Romero, que ahora mismo actúa en “Autostop” junto con Juan Caballero en el Teatro Lara y es que, en torno al año 2010, llegamos los tres a Madrid, sede actual de la compañía, y aquí seguimos.
¿Cuáles son las premisas para seleccionar los proyectos de la compañía?…
La compañía se funda para poner en escena mis textos. En la mayoría de los montajes, la dirección corre por mi cuenta pero hay un par de excepciones maravillosas en las que profesionales muy allegados han tomado las riendas de los montajes: Álex D. Capo, que dirige “Noel Road 25: a genius like us” en 2005, y Fran Arráez, que firma la dirección de “Autostop”.
También existe una excepción en lo que concierne a la autoría: hace dos años presentamos en el Teatro Lara la lectura dramatizada de “Locuras cotidianas” de Petr Zelenka, un autor contemporáneo checo sin parangón, lo cual nos permitió conocer a actores afincados en Madrid de la talla de Alfonso Torregrosa, Esperanza Elipe, Pepa Rus e Iván Ugalde, entre otros.
¿Qué balance haces de estos años de existencia de la compañía?…
Muy bueno. Después de diez años, hemos tenido el privilegio de trabajar con grandes profesionales de la escena y hemos compartido, aprendido y mejorado en muchos aspectos, ¡y queremos que continúe así!.
¿Es importante tener unos colaboradores habituales en el equipo artístico y técnico?…
Por supuesto, aunque siempre estamos abiertos a nuevos talentos. En principio, el equipo artístico-técnico de un espectáculo se plantea según las necesidades concretas de esa propuesta, independientemente de los equipos de otros espectáculos de la compañía. Es verdad que hay profesionales, como el iluminador Jesús Antón y el escenógrafo Alberto Puraenvidia, por ejemplo, con los cuales es un honor contar entre las filas de los Zombies proyecto tras proyecto.
Has escrito o adaptado textos para The Zombie Company. ¿Se modifican en los ensayos?…
Depende el texto. Hay obras que se han escrito ex profeso para sus actores, como “Peceras” y “Elepé”, protagonizadas por Fran Arráez, Carmen Mayordomo e Iván Ugalde. Ello facilita que el texto, en principio, siente como un guante al actor sin olvidar el desafío que siempre debe representar para quienes encarnen esos papeles.
En éste y en otros muchos aspectos, un montaje bastante excepcional fue el de “Peceras” –quienes la vieron recordarán los cerca de veinte minutos de improvisación a los que se enfrentan los actores nada más empezar la obra–. En “Peceras” los actores también generaron fragmentos de texto durante los ensayos como parte de la creación.
En cambio, otras obras como “Exhumación”, “Muere, Numancia, muere” o “Dorian” requieren otro planteamiento desde los ensayos, pues son obras extremadamente frágiles a la hora de soportar modificaciones textuales.
¿Cómo es el diálogo entre el director y el autor en los procesos?…
Ese diálogo se resuelve desde el primer día de ensayo, cuando el director comunica a los actores y el resto del equipo que al autor hay que darle por muerto y cualquier duda se soluciona directamente con dirección. Aunque en realidad siga vivo, dice el autor, vamos a tratarle con la holgura que sólo otorgan los autores muertos.
¿Qué evolución has hecho como dramaturgo a lo largo de tu trayectoria como autor?…
Sobre todo valoro la influencia positiva que el hecho de dirigir ha aportado a la escritura. Se aprende a controlar la organicidad del texto, a dominar la respiración del discurso y también a que los actores que tomen impulso para volar ayudados por la cadencia del texto, entre otros temas.
¿Cómo enfocas la escritura de un texto de encargo?…
Como cualquier obra que escribo motu proprio, la verdad. Tengo que aclarar que he tenido la oportunidad de aceptar sólo encargos que me interesasen. Las propuestas buenas pueden llegarle al escritor de cualquier lado, hay que estar siempre atento a las necesidades de los demás y a las historias que quieren contar.
¿Cómo surge el proyecto que presentáis en el Teatro Lara? Háblanos del texto y de cómo ha enfocado el director la puesta en escena…
El proyecto surge de la lectura de “Falešný autostop” de Milan Kundera por parte de Fran Arráez, su director. Fran me comenta que encuentra en este relato muchos paralelismos con el imaginario de mi obra y de ahí nace la necesidad de acercarlo a mi mundo. La puesta en escena de Fran propone varios viajes: por un lado con el pensamiento de los personajes, que se recrea en un espacio diferente al del viaje real de Jupe y Dana, y que refleja a veces lo más oculto y a veces lo más externo y estereotipado de la relación; por otra parte, el propio juego en el que se embarcan los protagonistas, que es totalmente emocional y supone un reto para los actores, que han sido muy generosos y valientes dándolo todo y poniéndose en las manos de su director. También Jesús Antón y Alberto Puraenvidia, al cargo de las luces y la escenografía, han logrado recrear esos espacios irreales de pensamiento aportándoles mucha elegancia e ironía.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente te ha interesado?…
Los más recientes son bogotanos, del Teatro Varasanta y Proyecto 2046. Al viajar bastante últimamente tengo grandes lagunas y me pierdo muchos espectáculos, pero afortunadamente hay buen teatro en todas partes. A mi regreso a Madrid me gustó mucho “La visita” en La Casa de la Portera, escrita y dirigida por Antonio Muñoz de Mesa e interpretada por Rosa Mariscal e Iván Villanueva, un espectáculo de pequeño formato que roza la perfección.
Háblanos de las últimas experiencias como director fuera de España…
En otoño del año pasado dirigí en Bogotá “Muere, Numancia, muere” con estudiantes de último curso de interpretación de la Academia Superior de Artes de Bogotá, facultad de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. El espíritu teatral existe en todas partes del mundo y eso me permite sentirme como en casa en cualquier teatro, aunque debo confesar que la ciudad me sobrecogió. Recuerdo mi sorpresa inicial al comprobar con qué naturalidad los actores abordaban las escenas más violentas de la obra. No tardé en comprender los motivos. Siempre cuento que en Bogotá me habitué a ver muertos cada día por la calle y, junto a Cecilia García, la directora de Proyecto 2046, guardo una visión sin igual, la de las puertas del infierno, porque esas puertas existen y se encuentran en Bogotá, exactamente enfrente de una colchonería en la zona conocida como la Ele del Bronx. Gracias a estas visiones y más, comprendí que la violencia posee muy diversos y me vi obligado a adaptar la puesta en escena de la obra a una intensidad inédita para mí. Como director supuso un reto que se logró y con creces; pero como persona, fue aceptar algo muy duro.
RAÚL TEJÓN nos habla de sus experiencias en la escena
¿Cómo surge el proyecto de El huerto de los guindos?…¿Qué has modificado del texto original para tu versión?…
El proyecto nace años atrás y estaba esperando el momento de ponerlo en pie. Surge de la necesidad de contar y de seguir por el camino que llevo explorando como actor desde hace tiempo. No hay grandes modificaciones del texto original. Algunos personajes se han unido para crear alguno nuevo y me he permitido la licencia de dar una salida más amable a dos de ellos. Chejov no salva a ninguno en el texto original y los condena a casi todos a iniciar un camino en solitario.
¿Hubo ocasión, durante el proceso, para que los actores aportasen ideas en la dramaturgia y la puesta en escena?…¿Cómo ha sido el trabajo con ellos?…
Si como actor, a la hora de dirigir, no permitiera que los actores aportaran, creo que me estaría perdiendo una parte preciosa del proceso de creación. Han aportado ideas, textos y su visión de la adaptación que hice. Lo que diferencia un actor de otro es la visión subjetiva que tiene de un texto. Ese mundo que es propio de cada persona y que no es repetible, es una fuente de creación que no me podía perder. De haber tenido otros actores seguramente, el huerto sería distinto. Eso es parte de la grandeza de este trabajo y yo no podía cercenar en mis actores.
El proceso ha sido fantástico. Ha habido un entendimiento rápido de todos y una visión muy parecida de la historia. Yo les propuse contar la historia de forma muy sencilla, y ellos entendieron y agradecieron la propuesta, por lo que no ha habido obstáculos a la hora de ensayar, mas allá de las propias dificultades que en un proceso de creación se pueden dar.
A casi todos les conocía y todos confiaron casi a ciegas en mi, incluida Consuelo que fue mi maestra y que desde una humildad tremenda se puso a mis órdenes. Con algunos como Carles o Barbara había trabajado en tele y sabían como trabajo y con otros he hecho tanto teatro que me entendían rápidamente.
¿Hay algún referente técnico o estético del que has partido para esta puesta en escena?… Háblanos de ello…
Antes de estrenar leí una entrevista de un actor argentino que decía que cuanto más crecía, mas se daba cuenta que menos tenía que actuar. Y esa ha sido mi propuesta. No hacer, no construir, sino ser, encarnar. En este sentido, desde hace mucho tiempo hemos visto montajes de Veronese o de Tolcachir, donde los actores fluyen en la historia sin necesidad de hacer. Sin querer compararme, que desde luego soy un recién llegado con mucho que aprender, técnicamente me parecía que ese era el camino. También porque como actor, ese es el camino que me interesa. Y desde hace tiempo que lo exploro. El reto era saber si podía transmitir ese modo de contar a los compañeros. Y la verdad que estoy contento con el resultado.
¿Cómo ha sido el proceso de creación?…¿Qué has querido contar desde la dirección?…
El proceso ha sido fácil, fluido. Ponerte en la creación es el único modo de que no te asalten las dudas como director y que tu propia inseguridad cercene la creatividad de los otros. Cuando se está inseguro, impones criterio, porque te preocupas del resultado que has imaginado a priori. Sin embargo, si el proceso se centra en crear, el resultado cambia, pero es más interesante y más sorprendente, para ti y para los demás.
Lo que yo quería era trasmitir la idea de que, por mucho que evolucionemos, que lleguemos a Marte, que seamos capaces de secuenciar el ADN de cualquier ser vivo, cuando nos ponemos frente a otro individuo y tenemos que vivir, no hemos cambiado nada en siglos. Desde finales del XIX hasta ahora han pasado grandes cosas, estamos de nuevo en un momento de cambio, donde comunismo capitalismo, liberalismo, todo ha fracasado, como paso en aquel momento, en el que todo un sistema social, político y económico cambiaron. Pero seguimos siendo muy torpes frente al otro. Esa es la raíz del huerto y lo que quería contar. Por eso la función va rozándote como el agua a una piedra hasta que te erosiona.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos para la escena?…
Pues estoy francamente contento de todo lo que me está pasando y de cómo he encontrado un punto de madurez, actoral y personal que me permiten tener más recursos expresivos. Estoy contento. Ivan, Axel en el Pelicano, ahora la dirección… Solo puedo estar a gradecido de tener las oportunidades de seguir haciendo personajes así y de que haya huecos para hacerlos. Creo que cada vez hago personajes mas complejos y que tengo la madurez para hacerlos. Y eso es fantástico. Aunque siempre pienso que lo puedo mejorar…
¿Qué espectáculo has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Pues MBIG En la Pensión de las pulgas. Y ¿que puedo decir de ellos si somos familia? Que son fantásticos, que el montaje esta lleno de aciertos, desde el espacio creado por Alberto Puraenvidia hasta esa Inma Cuevas que es fascinante.También que tengo amigos y compañeros de escuela en el reparto. Con lo cual, para mi es algo que nadie se puede perder. Pero es que no soy objetivo. Ni tengo por que serlo. Asi que, todos a ver ese Shakespeare. También, porque es necesario que haya gente como Alberto y Jose que apuesten por la creación de nuevos espacios y porque un Shakespeatre es muy necesario en la cartelera de todas las ciudades.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes a la escena?…
Pues a nosotros no muy bien. Pero creo que el gobierno ha recaudado un 40% más pero con una bajada del numero de espectadores similar a la de los peores momentos de nuestro cine y teatro. Es una pena que impidan el acceso a la cultura y que sea cada vez más elitista. Esto suena a rancio y a épocas pasadas. Pero a los actores no se nos dejaba entrar dentro de los muros de las ciudades en la edad media y todavía hoy no ha habido rey, presidente o ministro que haya podido callarnos. Así que si la estrategia es esa, no lo van a conseguir. Mientras que el arte esté vivo y haga sentir vivas a las personas seguirá adelante. Y la capacidad de crear no nos la pueden quitar ni encerrándonos. Así que, deben pensar otro modo, porque una subida de impuestos es infantil como estrategia para disuadir a creadores y publico de que se reúnan. Será mas difícil, nos apretaremos mas el cinturón los unos y los otros, pero seguiremos dando guerra.
¿Proyectos?…
Pues alguno hay de teatro, pero como todavía no se que pasará con otros en los que estoy, no puedo decir que si.
Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis…
Solo eso. Crear. Es tan fácil y tan difícil a la vez. Aunque sea para tus amigos, para tu madre y tu abuela. Hay que crear como terapia frente a la desidia y los problemas. Hay que hacer sin importar el resto. SI haces al final modificas tu entorno. Y eso siempre es bueno. La militancia del artista es la creación y desde ella es desde donde tiene que responder. Porque la capacidad de creación no esta mediatizada por nada.
Teatro para un nuevo milenio
Hubo un tiempo, en la Edad Media, que tanto se parece a esta época, en la que el teatro fue expulsado de sus lugares de representación porque el poder ocupó el púlpito, no para dar libertad a la mente de los espectadores si no para aprisionar sus conciencias con el terror del pecado y el mal. Pero, en ese tiempo, los cómicos, siempre hábiles y estrategas buscaron otro espacio de representación y pisaron las calles y plazas, buscando la complicidad y el diálogo con el pueblo. Hoy vivimos una época en la que el teatro ha pasado a ocupar el lugar de la representación mediática, cercana a los parques temáticos. Pocos espacios públicos siguen respetando las reglas de lo que siempre fue el teatro, un espacio vivo en el que hablar de tú a tú entre la ficción y la realidad. Recortes económicos y privación de expresión nos asaltan día a día en los medios de comunicación…¿Son las leyes de esta época incierta?…¿No haremos nada por salir de ese callejón sin salida donde nos están acorralando?. El teatro no morirá nunca porque se reinventa en cada época, porque es necesario, porque tiene que ver con los ancestros del ser humano, con su origen tribal. Y si nos expulsan del paraíso, nos iremos al infierno. Y si no nos dejan los templos teatrales, nos iremos a las cuevas o a las pensiones…o a cualquier rincón donde pueda seguir existiendo lo que solo nos da la catarsis real, la escena viva, el latido de los actores frente a nuestra mirada. Para estos tiempos es necesario la complicidad y la lucha codo a codo, algo que se han encargado durante mucho tiempo de hacer desaparecer de nuestra manera de relacionarnos en la sociedad de hoy: Es preferible un pueblo tonto que educado, un pueblo bruto que sensible; se le maneja mejor si no piensa ni siente. Hace un par de años, dos locos se embarcaron en una aventura teatral distinta: La casa de la portera, huyendo de las modas y los efectismos y tal vez, por esa manera de plantearse un teatro desde la necesidad y la coherencia, su empeño funcionó. Durante estos dos años hemos disfrutado en muchas ocasiones de lo que allí se presentó y estaba claro que, tarde o temprano, la aventura crecería. Ayer presentaron su nuevo sueño: La pensión de las pulgas y los que tuvimos ocasión de disfrutar de este evento pudimos ver cómo han trabajado duro por seguir fieles a una idea. Y funcionará muy bien de nuevo, porque hay muchos elementos en juego… una versión libre e inteligente de Macbeth de Shakespeare realizada por José Martret y que ha dirigido con buen pulso en un espacio cuidado hasta el máximo detalle por Alberto Puraenvidia que aquí, llega a cotas muy altas como dirección de arte, llenando de detalles los espacios por los que el espectador transita por un laberinto donde la belleza y contundencia están al servicio de la obra. Y qué decir de los actores, esos seres valientes que muestran sus contradicciones humanas a un palmo del público…Pues que se confirma esa máxima de que el teatro existe cuando un actor se pone frente al público, lo demás sobra. Cuando vivimos un momento en el que las opciones culturales son los parques temáticos, los sex-shops o los pasajes del terror donde solo empujan nuestra sensibilidad al precipicio de la ignorancia, hay que dar las gracias y apoyar iniciativas como La pensión de las pulgas y este MBIG al que auguro larga temporada en escena. Aviso a los cómicos: Si nos excluyen del espacio cultural al que tenemos derecho, escapemos a las montañas o las pensiones y hagamos teatro de guerrilla.
Adolfo Simón
«La Visita» en La casa de la portera

Dos vocaciones muy diferentes, pero al fin y al cabo, vocaciones: abogado y cura. Dos vidas unidas por el interés económico y el riesgo de sufrir un «accidente». ¿Interviene la voluntad en ciertos «accidentes»? ¿Puede una aseguradora cubrir ciertos «accidentes» en los que el deseo ha vencido a la voluntad? ¿nos presta Dios esa seguridad que todos queremos tener en nuestra vida o es mejor contratar un seguro por si acaso? ¿Puede ser más férrea la moral de un sacerdote, orientado a hacer el bien o la moral de un agente de seguros y abogado, orientada a encontrar la mejor solución para su cliente? Todos los filósofos se han planteado qué es la moral, sus límites y su perversión y ahora nosotros deberíamos reflexionar a la hora de elegir ciertas cosas, como por ejemplo… ¿A qué colegio llevamos a nuestro hijo?
La casa de la portera nos presenta una nueva apuesta con este dilema, escrito y dirigido por Antonio Muñoz de Mesa e interpretado por Rosa Mariscal e Iván Villanueva, en el que nos adentramos en una historia basada en hechos reales que nos removerá conciencias y moral y, una vez más, no nos va a dejar indiferentes.
Luis Mª García.
Nuevo espacio: «SELECTOS – PURAENVIDIA»
ALBERTO PURAENVIDIA, CREADOR, DIRECTOR DE ARTE Y ESCENÓGRAFO DE La CASA de la PORTERA, INAUGURA EL DOMINGO 23 A PARTIR DE LAS 12.30h SU LOCAL: “SELECTOS – PURAENVIDIA” una tienda, taller y mini-bar en pleno rastro madrileño.
UN LOCAL QUE SOLO ABRIRÁ AL PÚBLICO LOS DOMINGOS.
“SELECTOS – PURAENVIDA” OFRECE AL PÚBLICO UNA SELECCIÓN DE LOS PRODUCTOS MÁS DESTACADOS CREADOS POR DIFERENTES ARTISTAS:
-MOVILIARIO SELECCIONADO Y RESTAURADO POR PURAENVIDIA.
-JOYAS EXCLUSIVAS DE LA ARTISTA PENAJEWELS.
-BISUTERÍA JAKOSOSAS BY MARTA MORENO.
-BOTELLAS MORE&MORE
-CAMISAS DE MODAS CABEZÓN Y FONDO DE ARMARIO DE CARLOS DIEZ.
-PAJARITAS Y COMPLEMENTOS DE JARABOWTIE.
-ILUSTRACIONES MARIA BORANAT.
-BICICLETAS – CASA DE BICIS.
PARA LA INAUGURACIÓN SE INVITARÁ A UN PEQUEÑO COCTEL A LOS VISITANTES. ADEMÁS DIFERENTES ARTISTAS PARTICIPARÁN EN ELLA CON PEQUEÑOS ESPECTÁCULOS DE BREVE DURACIÓN:
14h -ROSER PUJOL Y MAIKA JURADO de “ALEGRÍAS LAS JUSTAS” actualemente en el Teatro Alfil.
15h -ANA MONTERDE EN “NO ME TOQUES LOS FRONGUTONGUENS”
16h -ASIER ITURRIAGA
Y LA MÚSICA DE LAURA PUT DJ QUE AMENIZARÁ LA INAUGURACIÓN.
DOMINGO 23 A PARTIR DE LAS 12.30H EN CALLE SANTA ANA, nº6. EN PLENO RASTRO MADRILEÑO.
IVÁN-OFF EN LA CASA DE LA PORTERA DIRIGIDA POR JOSÉ MARTRET

Todo lo que se escriba sobre la obra principal y que ha dado nombre y fama a la Casa de la Portera será redundar y volver a repetir lo que muchos críticos afamados han escrito. Pero hay que reconocerlo: la puesta en escena de Ivánov es innovadora y contemporánea. La idea es perfecta: meternos en el propio despacho de Iván, que representa también su interior, su constante agobio en el vivir y sus obsesiones y esto sólo puede pasar cuando te adentras en su casa, estás a su lado, lo oyes respirar y piensas que lo estás viviendo como si fuera un hecho real, cosa que no se produce en la butaca de un teatro normalmente. Y nos meten dentro de un espacio escénico singular, diseñado por Alberto Puraenvidia y que nos trasporta a ese ambiente de finales del XIX y sin embargo utiliza elementos decorativos contemporáneos.
Asimismo hay que destacar la capacidad de trabajo de todo el equipo que se esfuerza en «recubrir» la actuación de Raúl Tejón y darle un aspecto completamente espléndido.
Martret ha conseguido dejarnos muy claro cuál son las pretensiones de Iván, sus sentimientos y su ciclo vital hacia el desenlace de la obra, clarificando el texto, dándo énfasis a lo que se lo merece y destripando la obra, de manera que te mantiene en vilo durante casi dos horas.
La Casa de la Portera se ha hecho un hueco ya en esa lista que circula por ahí de «100 cosas que no puedes dejar de hacer cuando vengas a Madrid».
Luis Mª García.
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