Hamlet Kamikace
Hamlet lo escribió Shakespeare y lo reescribe todo artista que encuentra una pista para dar una visión personal del personaje más difícil y complejo de la literatura dramática de todos los tiempos. En esta ocasión, Miguel del Arco se pone frente a la peripecia del personaje y toma decisiones a cada momento de la obra, justo lo que no hace Hamlet que se debate siempre en la duda. Este Hamlet Kamikace es el puzle endiablado que surge a partir de una premisa…Hamlet, en realidad, está muerto…y si los muertos, en vez de ver pasar su vida en el último aliento, se sumergiesen en un sueño del que despiertan para aparecer en otro sueño y así sucesivamente, ir trasladándose de un lugar a otro y de un momento a otro de su existencia reciente, en este caso a partir de la muerte del padre de Hamlet…Esto le situaría en un bucle semejante al que experimenta Segismundo y así, no terminará de saber si lo que le ocurre es la realidad o lo que sueña. Solo, al final, como Edipo, descubrirá que lo que va a cubrir el resto de su no vida, será el silencio. La propuesta escénica está llena de juegos teatrales que transitan por múltiples géneros escénicos, unos encajan mejor con el texto que otros, pero todos nos llevan por esa montaña rusa a la que se ha subido Hamlet hasta parar en seco, suspendido en el aire.
Adolfo Simón
Borja Rodríguez: En el mundo globalizado de los acontecimentos virales virtuales, el Teatro es la experiencia, el acontecimiento, lo que sucede, lo auténtico.
¿Cómo surge el proyecto de La hermosa Jarifa?…
El núcleo somos un grupo de profesionales que llevábamos tiempo coincidiendo esporadicamente en espectáculos y que teníamos muchas ganas de juntarnos a contar lo que a nosotros nos apetecía, pues nos entendemos perfectamente, a veces, sin necesidad de abrir la boca. Queríamos hacer un clásico diferente, que contara cosas potentes y que nos ofreciera otros ojos para la puesta en escena. Yo tenía en mente la Historia del Abencerraje desde muy joven, y fuimos a por ello.
Háblanos del montaje…
Desde el principio tratamos de apelar a la imaginación del espectador, con una voz antigua, muy hermosa, como la de los cuentos arcaicos ilustrados con miniaturas preciosas, para meterlo rápidamente en una emboscada por los campos de olivos de Andalucía, en tierra de frontera con la luna presente. Esto te atrapa. A los cinco minutos sucede una lucha a espada de uno contra cinco que pone los pelos de punta, y pronto descubrimos que los motores que provocan esa lucha no permiten a los contrincantes terminar de arrancarse el corazón allí mismo -que es lo que realmente desean-. Entonces vamos descubriendo qué es realmente lo que ocurre allí; viajamos a la Granada de los Abencerrajes, a la tierra de Al Ándalus, a la vida en frontera, y a una historia de entendimiento entre dos seres completamente diferentes, pero donde cada uno encontrará su virtud en la piel del enemigo.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los actores aportasen ideas en la puesta en escena?…
Por supuesto. Un actor, por oficio, hace lo que tú le digas, pero eso son zapatos prestados. Parto del convencimiento de que si les das la oportunidad de encontrar sus tesoros, los harán suyos y los defenderán a muerte.
¿Cómo ha sido el trabajo con ellos?…
Soy padre desde hace cinco años y medio. Esto me ha dado la oportunidad de ver mi trabajo con otros ojos, y aportar lo que he aprendido en este sentido; motivar un proceso, plantear las cosas como proyectos, jugar, sorprendernos… pero llega el momento de la Educación Responsable, en el que hay que atar bien los lazos de ese «juego» y negociar a favor de las bases de lo que quiero; pero ya todos saben las reglas del juego.
Quiero destacar que en ese proceso, he tenido la inmensa suerte de contar con Nuria Castejón y Cristina Arias (danza y movimiento) Pepa Pedroche (voz, verso y coros) Pedro Almagro (Lucha escénica), Alberto Pérez Centella (Música) y Anabel Maurín (Ayudantía de Dirección) donde cada uno ha ayudado a conformar este inmenso puzzle.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear esta obra?…
Hay mil. Mi primera formación en Arte Dramático la cursé en Andalucía, en Córdoba, donde viví un total de diez años. Vivía en la Judería, junto a la Mezquita, donde unos cristianos aterrizaron una catedral en mitad de sus naves hace unos cuantos siglos. La Prestación por Objeción de Conciencia la hice en el Museo Arqueológico de Córdoba, y estudié al tiempo Historia del Arte, donde aprendí a amar el Arte Musulmán. Teatralmente, desde pequeño, y como no me gustaba el fútbol, mis ídolos han sido diferentes, pues a mí no me gustaba Butragueño o Hugo Sánchez, sino Helena Pimenta, Etelvino Vázquez, Ricardo iniesta, Agustín Iglesias, Lluis Pascual, etc… y creo que todos están ahí inevitablemente.
¿Cómo surgió la invitación de la Compañía Nacional de Teatro Clásico?…
Pensamos que una propuesta así debía estar desde el principio en la mesa del Clásico. lo propusimos. Siguieron el proyecto desde el comienzo. Vieron el resultado y aquí estamos.
¿Por qué haces teatro?…
Pues eso mismo digo yo… llevo un buen rato intentando contestar esta pregunta (39 años) y soy incapaz…
Háblanos de tus últimos proyectos…
Los 900 días (El Camino de la Vida) una obra sobre la supervivencia de una compañía de Cómicos dentro del Cerco de Leningrado, donde la gente se comía unos a otros, y donde entendieron que su Cultura sería la tabla de salvación, así se dieron las últimas piruetas al Arte y a la Expresión artística ¿Sabes que durante los tres años de asedio, de guerra y de hambre no cerraron los Teatros en Leningrado? Esta función, Los 900 días, se presenta en Mayo e inicia gira en Octubre. Este proyecto es dentro de mi compañía -La Morgue- pero también dirijo y escribo para otras compañías.
¿Qué balances haces de tus trabajos como director de teatro?…
Hay dos pensamientos en contradicción: cada proyecto que encaro parece que comienzo de cero; pero al mismo tiempo parece que he estado preparándome toda la vida para ese nuevo proyecto.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
En el mundo globalizado de los acontecimentos virales virtuales, el Teatro es la experiencia, el acontecimiento, lo que sucede, lo auténtico.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro en España?…
El IVA es sólo una parte de la devastación inmensa. Es intencional: la gente tiene que conformarse con trabajar, tiene que conformarse con comer, tiene que conformarse con respirar, y estar agradecido por ello. «Ni un español sin pan ni un hogar sin lumbre». Así se podrá hacer lo que se quiera con ellos, robar en su cara, traerlos de aquí para allá…
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…Edipo, dirigida por Sanzol, y Antígona, dirigida por Miguel del Arco. Me ha conmovido mucho el trabajo en común de una forma de afrontar el texto y saber que hay esperanza hacia las formas de reflexión (de la estética, de la dramaturgia, de la interpretación). Allí hay directores, iluminadores, escenógrafos, etc trabajando con un sentir común y sin muchas ganas de concesiones.
¿Proyectos futuros?… Lo más inmediato es que acabo de empezar ensayos sobre un texto del Satiricón de Petronio que es una auténtica preciosidad, con tres actores inmensos: Pepe Viyuela, Elena González y Susana Hernández, y un equipo de creación y producción de lujo, que se estrenará en Octubre. Me siento muy afortunado y entusiasmado.
¿Cómo ves la situación teatral en nuestro país?…
Si a ti te duele un brazo, automáticamente demandas sanidad, buscas un médico. Pero si tú tienes una carencia cultural, no buscas una biblioteca, un cine, un teatro: te embruteces. El público que se está destruyendo no podemos confiar en que volverá.
¿Se pueden hacer propuestas combativas hoy en día?…
«Decía Artaud que nuestra forma de expresión debería parecerse a los gestos que hacen entre las llamas los condenados a la hoguera.» En fin. Luego nosotros tratamos de sobrevivir.
El Teatro de la Ciudad en el Teatro de la Abadía
Hoy se ha presentado en el Teatro de la Abadía el Teatro de la Ciudad, un proyecto de hermosas siglas como ha comentado José Luis Gómez en el inicio del acto. Una experiencia largamente soñada por los tres artífices de la misma…Miguel del Arco, Andrés Lima y Alfredo Sanzol. Un encuentro de deseo escénico renovador entre directores, algo no habitual en nuestra escena. Esta idea nace de la necesidad de abordar proyectos que se desarrollen en el tiempo, se imaginen, se elaboren y se construyan durante un proceso de búsqueda por parte de los equipos artísticos pero también dando lugar a que otros pensadores o eruditos puedan aportar su visión más allá de la escena. Una experiencia que ha surgido de necesidades personales y que trata de conectar el placer del conocimiento con el público. Durante las funciones de Edipo, Medea y Antígona se podrá experimentar el resultado de un proceso poco habitual y se dispondrá de un espacio llamado «Entusiasmo» en el que seguirá ese cruce de experiencias y conocimientos compartidos con los asistentes a las funciones. Un amplio reparto de actores y actrices completa las tres propuestas que saldrán de gira en bloque o individualmente tras las funciones en el Teatro de la Abadía. Un espacio escénico único compartido por las tres producciones en el que otros creadores artísticos aportarán su granito de arena a esta poética del pasado mirada con ojos de hoy.
Adolfo Simón
Más info en: http://teatrodelaciudad.es/
Edipo dirigido por Denis Rafter en el Teatro Bellas Artes
Edipo reina en Tebas contando con la veneración del pueblo y el amor de Yocasta, la viuda de Layo, el rey muerto, ahora convertida en su esposa. La ciudad está asolada por numerosos males y sus habitantes acuden a Edipo para que interceda por ellos. Desde Delfos, desde el altar de Apolo llega la noticia, traída por Creonte, que señala a quien mató a Layo como causante de todos los males. Sólo su castigo salvará a Tebas. Edipo se compromete ante el pueblo con castigar al culpable. Tiresias, el ciego adivino, previene a Edipo y le ruega que mida sus palabras porque su destino está señalado por Apolo. Esta premisa da pie a la obra cumbre del teatro griego. En ella se establecen los parámetros de la tragedia tal como ha llegado hasta nuestros días. Es difícil realizar una versión sobre el papel y la escena para que esta obra llegue al público actual, sin embargo, tanto la adaptación de Miguel Murillo como la puesta en escena de Denis Rafter, hacen que el espectador de hoy conecte con aquel legado sin moderneces inútiles. El espectáculo huye de efectismos para poner el acento en los puntos claves de la historia, arropados de elementos estéticos que nos ayudan a leer la peculiaridad de aquel tiempo. Es una suerte para los madrileños la oportunidad de ver obras que se estrenaron en Mérida y que, gracias a la extensión que se ha hecho del Festival Clásico de aquella ciudad, también se pueden disfrutan en nuestros escenarios.
Adolfo Simón
Taller de Dramaturgia sobre la visión contemporánea de los mitos puesto en marcha por el Teatro de la Ciudad
Durante cuatro jornadas se ha llevado a cabo el Taller de Dramaturgia sobre la visión contemporánea de los mitos, centrando el estudio sobre Medea / Edipo / Antígona. Teatro de la Ciudad ha puesto en marcha esta iniciativa para lo que terminará siendo una fiesta teatral en la primavera de 2015 en el Teatro de la Abadía y en el corazón de este evento se representará Edipo dirigida por Alfredo Sanzol, Medea dirigida por Andrés Lima y Antígona dirigida por Miguel del Arco. En estas jornadas de indagación dramatúrgica se ha contado con la reflexión y experiencia de creadores y estudiosos como José Sanchís Sinisterra, Juan Mayorga, Bernardo Souvirón, José Padilla y Juan Cavestany. De nuevo, una ocasión para seguir documentándome y creciendo en el conocimiento del origen del teatro.
Adolfo Simón
Luz Arcas nos habla de la trayectoria de La Phármaco aprovechando el estreno en Madrid de Éxodo: Primer día.
¿Cómo surge el proyecto Éxodo: primer día?…
Nace de la idea de bailar la tragedia antigua. Nace de imaginar la danza encarnando una tragedia de Sófocles. De imaginar cómo sería el cuerpo trágico, la danza trágica (su temporalidad, su forma, sus dinámicas). Cómo sería bailar a Edipo y Antígona (su gestualidad, su plástica).
También nace de un interés por retomar el antiguo sentido del espectáculo escénico, y llevarlo a la danza: por un lado, recuperamos el concepto de repertorio, es decir, tramas y argumentos que forman parten de la cultura occidental, y que se ponen en escena no para contar historias nuevas, si no para ahondar en la manera de contarlas, en el cómo; por otro, profundizar en la danza contemporánea como un arte más amplio de cómo suele concebirse, como parte del espectáculo total, que pese a seguir siendo el centro de la obra, está al servicio del libreto que hemos construido y dialoga con la música que se interpreta en directo. La danza pretende disolverse en el todo, que es Éxodo: primer día.
El libreto se construye a partir de los silencios entre las tres obras del ciclo tebano: baila lo que Sófocles no cuenta, los espacios en blanco provocados por las unidades de espacio, tiempo y decoro clásicos. El camino (el éxodo) de Edipo ciego y desterrado después de su tragedia, acompañado por su hija Antígona al bosque de Colono; la muerte de Edipo, con la esperanza de que su muerte redima a los suyos de la condena trágica; y el regreso (el primer día) de Antígona ya a solas a la ciudad de Tebas, cuando intuye que la muerte de su padre no la librará de su propia tragedia.
La música y la coreografía se inspiran en la época arcaica griega, para buscar un resultado contemporáneo, propio, que hable de nuestro tiempo.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los bailarines aportasen ideas en la dramaturgia y en la puesta en escena?…
Coreográficamente, trabajo con la particularidad del cuerpo del intérprete (su cuerpo como encarnación de todo lo que es como persona, por supuesto). El personaje de Edipo está creado para y con Regina Navarro. Todos los movimientos nacen del diálogo entre su visión de la danza y la mía, y en la visión que uno tiene de la danza, está su visión del mundo. Así que como intérprete ha ido dirigiendo parte de la dramaturgia, pero desde dentro, como Edipo, o como el Edipo que ha construido Regina. Con otra intérprete habría resultado otra obra.
¿Hay algún referente técnico del que habéis partido para este espectáculo?…
Creo que no. Sabíamos que trabajaríamos con espacio vacío y que la luz (Jorge Colomer) iba a ser un personaje más, mejor dicho, el tiempo de la obra. Sabíamos que queríamos trabajar con ciclorama porque queríamos que la acción sucediese en un exterior (el camino al bosque y el bosque). También sabíamos desde el principio que la música iba a ser en directo. Pero todo esto iba surgiendo a medida que concebíamos la obra, no antes de concebirla. Son elementos que la propuesta requiere.
¿Cómo ha sido el proceso de creación? ¿Qué os ha inspirado?…
El proceso de creación ha sido lento porque hemos tenido que ir descubriendo el camino. Teníamos que encontrar, primero, el lenguaje del cuerpo, la danza trágica. Nos inspiramos en las kores, los frisos, las vasijas, rescatando algunos detalles gestuales y compositivos, como la simetría, la sobriedad, el esquematismo, la simbología de los elementos, pero no era un trabajo de reconstrucción, si no de búsqueda de un lenguaje nuevo, contemporáneo, pero que conservara el sentimiento trágico.
Con la música ha sucedido lo mismo. Hemos partido de recreaciones de la música griega arcaica, pero también de Scelsi, y por supuesto, de la visión musical de cada uno de los compositores e intérpretes (Mariano Peyrou, Xosé Saqués y Laura Fernández). Abraham Gragera y yo queríamos que la música fuese el espacio de la obra, no solamente temas que acompañan e intensifican la danza.
¿Qué balances hacéis de vuestros últimos trabajos?…
Estamos contentos porque vemos que el lenguaje de La Phármaco es cada vez más preciso. Tenemos cuatro obras en el repertorio, hemos hecho una obra por año prácticamente, y eso, además de porque el panorama actual exige estar más activo que antes ya que las obras tienen un período de difusión más corto (al menos para una compañía joven y sin mucha infraestructura como la nuestra), es porque hemos necesitado ir más lejos. Cada obra deja una gran satisfacción, que es la esperanza de la siguiente.
¿Cómo veis la programación de danza en España?…
Creo que hay un problema esencial que impide que exista una afición a la danza contemporánea, y es que ninguna institución asume el riesgo de que la danza contemporánea española llegue a los grandes teatros, no en la programación excepcional de un festival especializado, sino para hacer temporada. La danza contemporánea atraviesa un momento creativo especialmente fructífero, sólo necesita apoyo institucional: apoyo institucional no es dar subvenciones, a mi juicio, es apostar porque las obras de danza contemporánea estén tiempo en la cartelera de los teatros públicos. Es la única manera de sacarla de las élites alternativas y de la endogamia a la que se ve condenada.
¿Qué espectáculo de danza habéis visto? ¿Qué os pareció?…
He podido ver varias obras de Madrid en Danza. Una de las últimas fue La consagración de la primavera y La Anunciación de Preljocal. Iba con muchas ganas porque La consagración de la primavera es una pieza que me gusta mucho, y soy especialmente devota de la de Nijinsky.
La verdad es que la versión de Preljocaj no me pareció del todo lograda. Sentí que el coreógrafo no había entendido el mito. Había incongruencias en la dramaturgia. No contó el mito, pero tampoco consiguió la revisión irónica o posmoderna que parecía pretender.
La música de Stravinsky es demasiado poderosa, arrasa con todo. Me parece que solamente la de Nijinsky ha superado la prueba de crear una danza de las dimensiones de la partitura (incluso esto es puesto en duda por una parte de la crítica especializada).
El movimiento tampoco me pareció muy interesante. Me extrañó descubrir esto, porque hemos estudiado parte de la coreografía en el conservatorio, y la sensación al bailarlo es mucho más poderosa que al verla como espectadora.
Sin embargo La Anunciación me pareció muy interesante. La puesta escena, la propuesta de iluminación, el movimiento y la visión del autor sobre el tema, parecían el resultado de una investigación profunda, original, sorprendente y de una gran belleza.
¿Cómo veis la danza contemporánea en estos momentos?…
En España existe una gran contradicción entre la producción de obras, el número de coreógrafos y de bailarines y la recepción, el número de espectadores: casi hay más gente que necesita bailar que la que necesita ver danza, como algo habitual en su vida. Es un arte que tiene poco público, por desagracia no es solamente un tópico.
Creo que la culpa es tanto de los creadores como de los que programan o conciben los planes para apoyar este arte. La danza contemporánea ha nacido en España como un arte elitista, consolidado en los márgenes de la oficialidad, no tanto por su pureza, como muchos quieren creer, sino, más bien por la desconexión de los creadores con las necesidades reales de la gente.
Quiero pensar que ha llegado el momento de que ambas partes, creadores y programadores, den un paso más, que en los primeros consiste en pensar más en el público, y en los segundos en favorecer que la danza sea algo oficial, asequible y necesario para la vida de las personas. Y esto sólo se consigue programando danza, única manera de que el público se familiarice con este lenguaje.
Por eso las representaciones en el Teatro Galileo pueden ser una oportunidad no sólo para nosotros, sino para la danza, ya que si funciona, probablemente programen danza de forma habitual.
¿Proyectos?…
Pues estamos dedicados a la difusión del repertorio de la compañía y con algunos proyectos para que salga también fuera de España. Y preparando la siguiente obra, que nos gustaría estrenar, si va todo bien, a finales de 2014 o a principios del 15.
¿Cómo está afectando la subida del I.V.A. y los recortes en vuestros trabajos?…
Como hemos tenido la mala suerte de nacer como compañía en tiempos de crisis, todo ha sido muy difícil desde el principio. El público ha bajado mucho, y ya no hay subvenciones, y han desaparecido teatros especializados en danza, y festivales. Por desgracia nos hemos criado en este ambiente. Así que la sorpresa vendrá cuando todo sea más fácil. Lo malo es que volver a lo de antes no va a ser tan fácil, porque como dice Stanislaw Jerzy Lec “construimos para siglos, destruimos para siempre”.
XII Encuentros con Mujeres en escena de Asturias
XII Encuentros con Mujeres en escena de Asturias
Entre el 11 y el 14 de Octubre realizaremos los XII Encuentros con Mujeres en escena de Asturias que , una vez más, se realizará en la Casa de la Cultura de Lugones, estando todas sus actividades abiertas tanto a mujeres como a hombres del teatro Asturiano.
La actriz y pedagoga gallega Casilda Alfaro, del grupo Teatro de Ningures de Cangas (Pontevedra) presentará su espectáculo Huellas. Casilda Alfaro forma parte de Teatro de Ningures desde su creación hace 26 años. Ha trabajado no solo en el teatro gallego sino también en la televisión y en el cine. Ha intervenido en películas como Los lunes al sol y en series como Libro de familia. Casilda Alfaro impartirá un curso los días 12, y 13 de 15´30 a 19 horas y el 14 de 10 a 13 horas sobre el tema de Interpretar en el teatro e interpretar ante la cámara. El Taller pretende jugar a explorar los recursos básicos y las herramientas del actor/actriz ante el medio audiovisual y su utilización en contraposición con el medio teatral. Se trata de explorar puntos de encuentro y diferencias entre ambos lenguajes en lo que se refiere al análisis del texto, la composición de los personajes y las emociones. Para ello trabajaremos a partir de dos escenas o secuencias de dos personajes y de un monólogo corto. El precio del curso será de 20 euros.
Habrá también representaciones: El jueves 11 de Octubre, a las 12 de la mañana, Homenaje a Valle-Inclán: Martes de carnaval, a cargo de Teatro del Norte para los alumnos del IES Astures de Lugones. El jueves 11 a las 7´30 de la tarde, Tejiendo historias, a cargo de Kamante Teatro de Pola de Siero, representación destinada al público infantil. El viernes 12, a las 7´30 de la tarde, Yo, Edipo, a cargo del Teatro del Norte. El sábado 13 , a las 7´30 de la tarde, Huellas, a cargo de Casilda Alfaro de Teatro de Ningures.
Todas las representaciones serán en la Casa de la Cultura de Lugones y serán gratuitos y abiertas a todo tipo de público. Un año más contamos con el apoyo de la Fundación Municipal de Cultura de Siero y de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias.
Más información en:
http://www.asturiasescena.com/spip.php?article102&rubrique=1
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