«Páncreas» en el Teatro Amaya

Todos sabemos que no se puede vivir sin páncreas. Todos nos preguntamos acerca de nuestra muerte y algunos, hasta la pronostican. Tres personas se conocen en una singular circunstancia que tiene que ver con su tránsito y se convierten en amigos, en cómplices que se van a ayudar para conseguir sus fines, unos fines que tienen como tapadera esa muerte en la que tanto pensamos.
Patxo Tellería nos sumerge en el lado oscuro de la naturaleza humana, en la desconfianza, en el miedo y en la inseguridad que nos provoca ese abismo que es la muerte. Juan Carlos Rubio dirige a un gran elenco de actores para barnizarlos de esa mediocridad lúgubre del ser humano que tan bien conocemos. Todo a través de una comedia, tragicomedia o híbrido raro que logra crear una joya única.
El teatro Amaya nos brinda la oportunidad de poder volver a disfrutar de esta obra que ya pasó por el Centro Dramático Nacional y que ha recibido numerosos elogios. Además, en este turno, junto a Fernando Cayo y Alfonso Lara se incorpora José Pedro Carrión, todo un veterano con tablas para dar y regalar.
Luis Mª García Grande
«Ternura negra» en la Sala Mirador

Si María Estuardo levantara la cabeza y viese a una actriz con un palo de esos del móvil de la mano interpretándola a través de skype seguramente no entendería nada y querría volver a su cautiverio en Tutbury. Si ustedes llegan al teatro y ven esto pueden pensar que Denise Despeyroux se ha pasado de postmoderna. Si luego empiezan a observar elementos paranormales, fantasmas, posesiones corporales inesperadas, apariciones virtuales y otras lindezas puede que incluso se queden pegados al asiento esperando ver qué va a suceder…Todo tiene una explicación y un desarrollo para poder justificar tamañas modernidades.
La obra propone una revisión histórica de la figura de la Estuardo recreando un ficticio montaje teatral en la actualidad sobre su persona y estableciendo paralelismos sobre su pasión amorosa. Una propuesta interesante, bien estructurada y que engancha desde el primer momento que observamos la escenografía y genera curiosidad y tensión dramática a cada instante. La dramaturgia deambula entre la contemporaneidad y el clasicismo permitiendo que los actores demuestren su versatilidad interpretativa y afronten con profundidad cada situación propuesta. Ester Bellver, Joancarles Suau y un virtual Fernando Cayo han sabido sumergirse en la propuesta de Despeyroux y exprimir el texto perfectamente.
Todos estos personajes, actores y fantasmas estarán en la Sala Mirador del 14 de enero al 7 de febrero.
Luis Mª García
Oscar de la Fuente: «Me encuentro vivo haciendo teatro.»
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
La verdad que jamás me planteé ser actor, ni por asomo, con 20 años empecé haciendo teatro aficionado en mi pueblo por casualidad, tenía un amigo que estaba en el grupo de teatro y un día me dijo que fuera con él, que me lo pasaría bien, fui un sábado, mi amigo no apareció y … Ahí cambió todo, aquel día descubrí algo dentro de mí que jamás había sentido. Desde entonces actué con mi grupo de teatro aficionado, Teatro Tierra se llamaba, hacíamos muchas funciones, ahora que lo pienso más que algunas compañías profesionales ahora en los tiempos que corren, en fin, al año siguiente entré en la Escuela de Arte dramático de Valladolid y antes de acabar la escuela ya estaba trabajando profesionalmente con la compañía Rayuela Producciones, continué con otras compañías de Valladolid y castilla y león, hasta que en el 2008 me vine a Madrid a formar parte del elenco de la Abadía.
¿Realizaste otras facetas además de la actuación?…
Pues fíjate en las compañías de provincias se hacía de todo, allí decíamos que actuábamos para descansar, porque cargábamos la furgo, conducíamos, descargábamos, montábamos el escenario, pecheábamos, programábamos la mesa de luces, actuábamos, desmontábamos, cargábamos de nuevo la furgo y volvíamos a conducir de vuelta, imagínate si hacíamos otras facetas además de actuar, actuar era lo más fácil.
Pero si te refieres a que en una compañía, Guetto 12/26, hice el espacio sonoro, no se me daba mal, también hice de técnico de luces y diseños de luces para alguna compañía, hasta que un técnico me dijo que lo hacía muy bien, que me planteara que es lo que quería ser si actor o técnico, a la semana siguiente me llamaron para hacer otro diseño de luces, dije que no.
¿Qué es el teatro para ti?…
Vaya pregunta, uff, para mí es una forma de vivir, de ver la vida, seguramente suene a tópico pero es así, yo soy con el teatro, me encuentro vivo haciendo teatro.
…¿Por qué haces teatro?..
Porque no sé hacer otra cosa, porque es una necesidad vital, cuando cierro los ojos antes de entrar a escena algo dentro de mí se coloca en su lugar, siento que me transformo y mi alma comienza a respirar, todo se coloca, todo toma lugar, si pudiera compararlo a algo supongo que sería algo así como entrar en trance, el hecho de enfrentarme a retos cada vez que me proponen un proyecto me hace sentirme vivo.
Creo que si no fuera actor sería cocinero o pondría una ferretería.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…
No lo sé; gracias a amigos, profesionales y compañeros que han confiado en mí como Fefa Noia, Carlota Ferrer , Ernesto Arias, a los cuales conocí en La Abadía, gracias a ellos estoy donde estoy, y por supuesto a muchos otros, creo que la trayectoria, al menos la mía se ha ido forjando al lado y gracias a grandes profesionales.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?…
No creo que el teatro deba tener ninguna función, qué función tiene la pintura en la sociedad de hoy, o la música, o la danza, si te soy sincero no se responder a esta pregunta, creo que el teatro tiene una función por sí misma, el teatro crea ya preguntas.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
LOCOS POR EL TE, protagonizado por María Luisa Merlo y Juanan Lumbreras, dirigido por Quino Falero, estuvimos 6 meses en el Alcázar, fue una experiencia maravillosa, nos lo pasábamos como enanos y el público también, teatro comercial que yo no había hecho nunca y me parece que si tengo la oportunidad volveré a repetir.
LA NARCISA para Storywalker, una maravillosa iniciativa de Kubik Fabrik que lleva el teatro a la radio. AYUDA de Maria Goos, dirigido por Fefa Noia. EL FEO esta vez de protagonista, todo un éxito, desde agosto hasta diciembre con público hasta la bandera en el Teatro Lara. AMAME una versión libre de Misery, dirigido por Adriana Roffi y donde comparto escena con Carlota Ferrer, lo creamos para la pensión de las pulgas. LOS NADADORES NOCTURNOS, una joya de texto de JM Mora, dirigido por Carlota Ferrer, en este tipo de trabajo es donde me encuentro como pez en el agua, explorando, trabajando investigando, proponiendo, jugando , me siento muy orgulloso de ser un nadador nocturno , un trabajo en el cual hemos aportado todos los actores , carlota nos ha permitido jugar y crear con ella y con Mora, creo que Carlota esta reinventando el teatro, y lo está haciendo muy bien, atención a Carlota Ferrer, y atención a Los Nadadores Nocturnos.
Ahora están de gira, yo me reincorporaré en cuanto pueda.
50 VOCES PARA DON JUAN dirigido por Mario Gas, un acto en benéfico de FEDER (Federación Española de Enfermedades Raras) donde 50 actores dábamos voz a los personajes de la obra, junto a grandes actores como Asunción Balaguer, Carlos Hipolito, Mauel Galiana, Fernando Cayo…
y LOS CUENTOS DE LA PESTE de Mario Vargas Llosa , dirigido por Joan Ollé, para el Teatro Español…
Háblanos de ellos…
Todos ellos me han dado muchas alegrías,
En Locos por el Te emprendí mi primer proyecto en un espectáculo “comercial» donde aprendí mucho, nos lo pasábamos muy bien creando con Quino, había momentos de los ensayos que teníamos que parar los ensayos porque nos meabamos literalmente de la risa, si pudiera volvería a repetir
La Narcisa, fue una mañana grabando en el bar barajas cerca de la Kubik un audio para una de las historias creadas para Storywalker junto con Fernando Soto, Ana Cerdeiriña y otros compañeros, con la dirección de Fernando Sánchez Cabezudo, una historia real del barrio de Usera.
Ayuda, fue un montaje que hicimos porque el texto nos gustaba muchísimo, habla sobre un hombre de negocios que tiene que estar postrado en la cama por una hernia y su “ayuda domestica” le atiende en ese tiempo, un texto que habla de cómo nos engañan en los negocios, sobre quien ayuda a quien, muy pronto en la cuarta pared tendréis la oportunidad de verlo, junto con David Luque.
El Feo, que ya lo habíamos hecho lo retomamos para hacerlo en el teatro Lara, habla en forma de comedia sobre la obsesión de la belleza, de las vicisitudes de Lette alguien muy feo que se opera para ser más guapo.
En Ámame, empezamos a trabajar sobre el texto original de Misery, pero nos dimos cuenta que era más interesante darle una vuelta, y es lo que hicimos, junto a Adriana Roffi y Carlota Ferrer que protagoniza esta pieza estupenda.
Con Los Nadadores Nocturnos, tengo que reconocer que tengo especial cariño, aparte de que Carlota Ferrer, la directora, se ha rodeado por un magnifico elenco, Miranda Gas, Esther Ortega, Marcos Marín, Jorge Machín, Joaquín Hinojosa, Paloma Díaz, Ricardo santana, Alberto Velasco; el trabajo y la investigación mano a mano, que en cada función cambia y está vivo, junto a Carlota y JM Mora ha sido el componente más importante de este proyecto, un texto que habla sobre la sociedad actual , con una poesía brutal , nos envuelve en una sociedad en la cual todo se vende y se compra y todo está a punto de estallar. Creo que Carlota esta reinventando el teatro con una nueva forma de trabajo, atención a Carlota Ferrer y a los Nadadores Nocturnos.
50 voces para don Juan… en todos ellos con unos compañeros formidables y es que el teatro una de las cosas más maravillosas que tiene son las familias que creas en cada proyecto.
Y ahora estoy en el Teatro Español representando Los Cuentos de La Peste…
¿Cómo surgió tu participación en Los cuentos de la peste…?…Háblanos de este trabajo…
Pues surgió porque el director, Joan Ollé vino a ver los nadadores nocturnos, y me dijo después que me quería hacer una prueba, estaban buscando a “Pánfilo”, el personaje que hago en la función, me preguntó si podía hacer mil personajes a la vez, si hacía acrobacia, malabares, yo por supuesto le dije que sí, y a la semana siguiente estaba haciendo la prueba.
El trabajo ha sido todo un lujazo, imagínate, con un premio Nobel como compañero, es todo un acontecimiento, todo el equipo tanto técnico cómo artístico hemos estado trabajando a tope para llevar a escena el texto de Mario.
Empezamos ensayando en la sala de abajo del Teatro Español, esperando a que prepararan el escenario en la sala grande del español, han levantado todo el teatro y dispuesto un escenario a cuatro bandas, nosotros actuamos en el patio de butacas, ahora convertido en una villa de Florencia, creo que hacía mucho tiempo que no se hacía algo así.
Trabajábamos e íbamos montando las escenas con el director y era muy bonito ver como a Mario se le iban iluminando los ojos y la sonrisa a medida que iba viendo como sus personajes y su obra cobraba vida. La verdad que ha sido muy fácil con compañeros como Aitana Sánchez Gijón, Pedro Casablanc, Marta Poveda y el propio Mario Vargas Llosa.
¿Cómo creas tus personajes?…¿Tienes un método?…
Depende de las necesidades del montaje, de su naturaleza, de los compañeros, va surgiendo poco a poco con los ensayos, pruebas muchas cosas y un día…¡¡Zas!! Aparece el personaje.
¿Método?, tengo mi propio método, supongo, fruto de una mezcla de aprendizajes, pero no siempre uso las mismas herramientas, como te he dicho depende de muchos factores.
Para mi crear es como cocinar, la cocina es la sala de ensayos, vas probando, utilizando los ingredientes perfectos hasta que das con la receta perfecta, y le das el perfecto toque de sal, emplatas… y sirves.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Están aniquilando el teatro, están acabando con las nuevas propuestas, con los nuevos talentos, sólo las grandes producciones y los viejos barcos subsisten, además nadie se arriesga, y algunos programadores de teatros menos, cuando son los que deberían arriesgarse, pero como la mayoría son funcionarios… bueno esto sería un articulo a parte, en fin… es una vergüenza que la cultura este considerada un lujo.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado? ¿Por qué?…
¿Proyectos?…Entremeses, y Hacía la alegría, los dos montajes los vi en la Abadía. El primero es una reposición por el 20 aniversario, un acto de precisión actoral, un montaje que tiene 20 años y parece nuevo.
Hacía la alegría es una lección de buen hacer de uno de los mejores actores de España, Pedro Casablanc, impresionante.
¿Proyectos?…
De momento acabo en el español y me voy al CDN pero ya te iré contando según se vayan haciendo realidad, de momento nada es seguro.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Soñar, Sonreír y Amar, que de momento es gratis.
«Rinoceronte» en el Centro Dramático Nacional

Ernesto Caballero ha rescatado de nuevo esta obra del teatro del absurdo en una época social y política en la que nos puede sugerir muchas cosas. En palabras de Caballero, Rinoceronte es una fábula dramática acerca de la propagación y aceptación social del totalitarismo» Ionesco nos intentó explicar mediante su concepción de la vida «absurda» cómo podemos convertirnos en ovejas de un rebaño, en meros autómatas con tal de no asumir nuestra propia soledad y nuestras propias convicciones. En esta fábula las personas de una ciudad poco a poco se van convirtiendo en rinocerontes, porque es lo que se lleva, porque es lo más cómodo, porque lo hacen todos… y «cualquiera puede convertirse ahora en un robusto y vigoroso rinoceronte». Una situación absolutamente Kafkiana, pero en este caso referida a la sociedad y no a la persona en sí. Imagínense a cuantas situaciones se puede aplicar esto y qué vigencia tiene hoy en día.
Caballero ha pretendido seguir a Ionesco en su afán de creando situaciones escénicas que no tienen ninguna lógica y utilizando el lenguaje sin sentido alguno para poder resaltar el aislamiento y la extrañeza de los seres humanos. Para ello, durante el primer acto utiliza todo el teatro, y no sólo el escenario para que sus personajes circunden e invadan nuestro espacio también , provocando situaciones de inseguridad y desasosiego, más tarde va a centrarse más en el escenario, no sin renunciar a dos pasarelas instaladas en los laterales del patio de butacas por las que van a aparecer esos fantasmas rinocerontes creados para atraernos hacia el abismo.
Si bien el montaje escénico y escenografía de Paco Azorín pretende mantenernos en constante tensión, y cumple con este fin de una manera bastante firme, el texto sigue siendo algo farragoso, incluyendo escenas que a veces se hacen pesadas y redundan sobre la situación, escenas que pudieron ser más efectivas en su tiempo, pero que hoy en día necesitan algún retoque. A partir de la escena de la metamorfosis de Fernando Cayo, bastante conseguida y con un gran trabajo actoral y corporal del intérprete, la atención dramática va en declive. La que la trama empieza fresca y ágil pero luego se va ralentizando todo y espesando bastante y el acto final no consigue despuntar más que otras escenas. Aún así, merece la pena asistir a ver un Ionesco y sumergirse a pensar sobre nuestra existencia y la banalidad de adorar a ídolos.
Luis Mª García Grande.
JAVIER LARA: El teatro no tiene que hacer preguntas que ya sabe para que el público piense y las responda, sino que debe ser un lugar con forma de pregunta.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?… Empecé a hacer teatro en la universidad, cuando estudiaba filología inglesa. Me encontré con un grupo de gente muy talentosa y montamos IN VITRO TEATRO, que aun sigue. Mi primer papel fue Puck en El sueño de una noche de verano de Shakespeare. Lo que yo sentí en ese montaje fue definitivo para lo que hago hoy.
¿Realizaste otras facetas además de la actuación? En el inicio no. Después… después sí.
¿Qué es el teatro para ti?… Es la forma de expresar mi visión del mundo, lo cual te avoca a una forma de vida muy particular. El teatro es mi forma de vida, que se dice.
¿Por qué haces teatro?… Ahora no sabría no hacerlo. Al principio no tenía la experiencia suficiente para analizar porqué el teatro tiraba de mí, me dejaba llevar por el imán; y después cada vez que me lo he preguntado, la respuesta se ha ido matizando, aunque el sentimiento sé muy bien donde se encuentra. Ahora mismo, te diría algo así: Yo creo que forma parte de mi genética, de lo que se ha construido como mi identidad, que por alguna extraña y mágica razón la intuición me ha llevado al sitio donde descubro cosas que jamás descubriría si no me dedicara al teatro.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?… Intensa, caótica y muy coherente. Mi principal tarea ha sido la que junto a mis compañeros, Carlota Gaviño, Leticia Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro y José Padilla, generamos fundando la compañía Grumelot, que por cierto, este año hacemos diez años y estamos preparando algún evento homenaje a nuestra cabezonería y constancia. Y personalmente, he trabajado con gente que me ha dado grandes oportunidades, con la que he vivido experiencias realmente maravillosas, y otra con la que no tanto. No sé, trabajar con Alfredo Sanzol, Carlos Aladro, Pablo Messiez, incluso, fíjate lo que te digo, Gerardo Vera, Jorge Lavelli, y ahora, José Luis Gómez. Diferentes generaciones que se prestan a entenderse para comunicarse hoy, con las personas que hoy se acercan al teatro.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?… Yo creo que, primero de todo, el teatro se tiene que quitar de encima la responsabilidad de ser útil para la sociedad de hoy, así quizá, como consecuencia cale más profundamente en las personas que forman esa sociedad, de la cual también forma parte el teatro. La función concreta se va definiendo sola si realmente nos comunicamos mirándonos a los ojos, sin preguntarnos porqué lo hacemos, sintiendo realmente desde dónde nos hablamos. A ver si me explico, y termino así: para mí, el teatro no tiene que hacer preguntas que ya sabe para que el público piense y las responda, sino que debe ser un lugar con forma de pregunta. Ahora estoy sonriendo. Es un misterio. No sé si estoy preparado para responder a esto.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?… MI PASADO EN B, el reto más importante de mi vida y el montaje desde donde más profundamente he sabido hablar, desde donde el impulso creativo ha sido más fuerte y claro. Es una historia cuya razón de ser es la ficción de la memoria. Una historia personal y particular, escrita e interpretada por mí; y dirigida y comprendida por Pietro Olivera. He estado de gira con MARIBEL Y LA EXTRAÑA FAMILIA, de Miguel Mihura, dirigida por Gerardo Vera, y con ese pedazo de vendaval escénico que es Lucía Quintana, además del resto de maravillas del reparto. El DON JUAN TENORIO que se monta cada año en Alcalá de Henares, dirigida por Carlos Aladro, donde me vestía de Don Luis Mejía, en compañía de Fernando Cayo y el resto de maravillas del reparto. EL 37 de José Padilla, para STORYWALKER, un extraordinaria inciativa de KUBIK FABRIK que lleva el teatro a la radio, al audio, acompañado por María Adánez y Lucía Quintana. LOS BRILLANTES EMPEÑOS, un trabajo fruto de seis meses de investigación a partir de los clásicos, con los miembros de Grumelot, más Rebeca Hernando, Mikele Urroz y José Juan Rodríguez; y Pablo Messiez, que estrenamos dentro del Festival de teatro clásico de Almagro, en el corral de comedias. Tengo que decir que nunca antes se había desnudado completamente nadie en ese histórico escenario. Y ENTREMESES de Cervantes, con el Teatro de La abadía dirigido por Jose Luis Gómez.
Háblanos de ellos… Para no extenderme mucho, sólo decir que a esto me refería cuando definía mi trayectoria como intensa, caótica y coherente: Aunque no todos los años son como este en cuanto a cantidad de producciones, siempre he intentado no estar parado; aunque aparentemente nada tiene que ver el Tenorio con MI PASADO EN B, por ejemplo, o cualquiera de las otras entre sí, siempre trato de hablar desde el mismo sitio, o mejor dicho, de buscar el sitio desde donde hablo, más allá de cuestiones de genero o estilo, de ser yo ahí. Quizá, el trabajo que más haya dado coherencia a este caos, haya sido LOS BRILLANTES EMPEÑOS. El reto de ser yo ahí, de estar ahí, en ese mundo tan particular que se fue creando poco a poco, en función de lo que nuestros cuerpos respiraban de esas palabras de Lope, Calderón, Quevedo, Tirso, etc. Según las premisas que Pablo Messiez nos ofrecía, según nuestras inquietudes como compañía y guiados por la sensibilidad de Pablo. Esta producción ha sido quizá la que más se acerque a lo que me preguntabas arriba, la que más responda, dentro de las que he hecho este año, a cuál debe ser la función del teatro para con la sociedad actual. Un lugar de encuentro de voces que se descubren a sí mismas en grupo, creando un espectáculo vivo, alterable con los días, que no está cerrado, que lo comparte con un público que consciente o no lo va modificando. De esta relación de comunicación creo que sale algo útil para las personas.
¿Cómo surgió tu participación en los ENTREMESES?… Hice el Taller de la palabra que organizó el Teatro de La abadía, con José Luis Gómez, Vicente Fuentes y Ernesto Arias. Allí decían que no era un taller para trabajar en la casa sino para familiarizarnos con el trabajo de la palabra. Yo tengo que reconocer que mis energías estaban totalmente enfocadas en poder formar parte de alguno de los elencos de La abadía. Trabajé mucho y se lo pedí tanto a San Juan de la Cruz como a José Luis Alonso.
Háblanos de este trabajo… Una vez dentro del elenco de Entremeses, mi trabajo ha sido, por un lado hacer un cursillo acelerado de cómo entendían en la casa, el director y esos actores, los conceptos que yo había trabajado en otros lugares, y hacerme agua con ellos, sin dejar de hacerlo como yo siento, desde donde se me impulsa a mí. Por otro lado, ponerme al servicio de un montaje, de unas energías, que ya fueron generadas hacía 18 años, cuando yo aun era un chavalín. Beber del limbo de la historia de ese montaje y meterme de lleno en ello para defenderlo. Carlota Ferrer también me ha ayudado mucho a hacerlo. Escuchar, reflexionar, y opinar; y jugar. Ahora mismo básicamente lo que hago es disfrutar jugando con mis compañeros y con el público que viene todas las tardes a verlo.
¿Cómo creas tus personajes?¿Tienes un método?… Con la imaginación y con el cuerpo. Tengo método, sí. Una mezcla de todo lo que he sentido que me hacía descubrir algo escondido o desconocido dentro de mí. El método de mirar afuera, incluso con los ojos cerrados. El método de que después de haber imaginado mucho, sólo tienes que ponerte ahí, estar atento y confiar en quien te acompaña y darle tu confianza. Cada trabajo va a coger de tí lo que necesita, y tu intuición te va a pedir lo que te falte.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?… Destruyéndolo. No digo nada que alguien no sepa. Hay personas que no sólo no piensan en la utilidad del teatro en la sociedad de hoy, sino que creen que debe ser inutilizado. Aunque, como leí que decía Declan Donnellan, déjame que lo miro en el libro: «Aunque todos los auditorios fueran arrasados hasta sus cimientos, el teatro sobreviviría, porque el ansia que tenemos de actuar y que nos actúen es innata… el teatro no puede morir antes de que el último sueño haya sido soñado.» Espero que no tengamos que llegar a eso.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?… LA CALMA MÁGICA de Alfredo Sanzol ¿Por qué?… Por su valentía tanto temática como formal, porque no hace más concesiones de las necesarias, y porque Alfredo es una buena persona que se estruja el ser para comunicar cosas, de forma aparentemente sencilla, que todos sabemos pero que pasamos por encima. Halla lo sagrado en la anécdota.
¿Proyectos?… Gira de ENTREMESES, alguno que no se puede decir, y escribiendo mi segunda pieza: EL GRAN SCRATCH. También sobre la ficción de la memoria pero no exactamente de mi memoria.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Una vez le oí decir a Marcel Marceau que él le había oído decir a Orson Wells que Suiza era un país intrascendente artísticamente, porque como siempre había permanecido neutral en las guerras no había tenido necesidad de expresarse, ni había tenido visión de cambio de ninguna crisis. No es exactamente lo que dijo aunque yo lo recuerde así. Me acaba de llegar un WhatsApp: reunión de Grumelot.
Los hijos de Kennedy de Robert Patrick en el Teatro Cofidis
Los hijos de Kennedy son cinco historias para cinco actores, la clave está en elegir bien el reparto y en este caso es bastante acertado. En realidad son cinco monólogos que se intercalan e interrumpen el uno en el otro en un espacio fantasmagórico que podría ser un bar abandonado tras la hecatombe ocurrida en una gran ciudad de Norte América. El texto de Patrick nos sumerge en la mente de cinco juguetes rotos de un tiempo que ni en el recuerdo consigue ser mejor de lo que fue. Esta obra analiza, a partir del asesinato de Kennedy, lo que hay tras la fachada de una aparente sociedad feliz y próspera; nos muestra los fracasos de los deseos que a veces, equivocamos tener. Hay tres personajes que se prestan más a jugar interpretativamente…La señora que vive de sus recuerdos que interpreta Emma Suárez con precisión y la aspirante a Marilyn que hace Maribel Verdú, emparentada con el actor off al que da vida Fernando Cayo, los dos personajes que sueñan con el éxito son un verdadero viaje entre el deseo y el fracaso que realizan magistralmente los dos actores. Los personajes a los que han de dar vida Ariadna Gil y Alex García tienen menos aristas dramáticas a las que dar contraste escénico.
Adolfo Simón
La terapia definitiva de Fernando Cayo en el Teatro Bellas Artes
La terapia definitiva basada en Cerebros verdes fritos de Jacopo Fo es un recorrido disparatado y sin complejos por la filosofía, la religión, las relaciones de pareja, los traumas de la infancia y la adaptación del hombre a la vida civilizada. Una conferencia psicodélica sobre la estupidez humana y sus geniales mecanismos. Un ejercicio terapéutico oficiado por un iluminado junto a un músico superdotado y frente a un público privilegiado. Un viaje a lo más profundo de la existencia humana de la mano de la mística y la cáustica. Fernando Cayo siempre asume riesgos en sus trabajos para la escena, tanto si participa solo como actor como si es él mismo el impulsor del proyecto, los realiza como los grandes acróbatas buscando el triple salto mortal. Aquí, se enfrenta a un texto complejo y profundo, sacándole el máximo de jugo jugándolo en la escena… Podría haber resultado una conferencia abstracta pero él la convierte en un viaje inolvidable para los asistentes al rito.
Adolfo Simón
Pepe Viyuela nos habla de sus trabajos en teatro.
¿Cómo surge el proyecto de LOS HABITANTES DE LA CASA DESHABITADA?…
Es una idea de Juanjo Seoane, me lo propuso, yo tenía muchas ganas de hacer un Jardiel y no pude negarme.
¿Hubo ocasión, durante el proceso, para que los actores aportaseis ideas en la dramaturgia y la puesta en escena?…
Sí claro, no concibo otra forma de trabajar que no consista en aportaciones por parte de todo el equipo. El director es finalmente quien decide, pero en el camino todo el mundo ayuda.
¿Hay algún referente técnico del que has partido para crear los personajes?…
Supongo que cada uno va, con el tiempo, elaborando una forma particular, propia, que nace de su experiencia y de lo aprendido anteriormente. Lo que intento siempre es divertirme. La idea de «juego» es la que tengo siempre como referencia. El teatro es juego, hay que respetar unas reglas, pero lo importante es divertirse haciéndolo.
¿Cómo ha sido para ti, como actor, el encuentro con Jardiel?
Jardiel es una caja de sorpresas. Está lleno de posibilidades, nunca llegas al fondo del todo, cada día descubres cosas nuevas. Es muy enriquecedor para un cómico.
Trabajas en televisión, cine…pero siempre que puedes vuelves al teatro…¿Es importante para ti?
Es donde más me divierto, donde más aprendo y donde más directamente siento la respuesta del público.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como actor en teatro?
Cada nueva función me sitúa ante mis límites, ante mis carencias, además me aporta la convicción de que me queda mucho por aprender. Y eso me hace sentirme joven? Quiero seguir haciendo teatro, seguir formándome como actor, eso es lo que saco en claro después de cada proyecto.
¿Te preparas de manera distinta un personaje para tv, cine o teatro?
No, nunca pienso en dónde tengo que hacer un personaje. Mi trabajo consiste en elaborarlo lo mejor posible y eso hay que hacerlo igual tanto en un medio como en otro.
¿Cómo preparas los personajes?…
Leo el guión o la obra varias veces, eso me va dando una idea global, de conjunto, que sirve para situar la acción general. Intento documentarme sobre el autor, la época en la que se desarrolla la historia y, por último, me centro en mi personaje y lo imagino en esa época y dentro de esa acción concreta. Imagino cómo habla, como siente, cómo se comporta… y poco a poco intento dar a vida a todo eso que he imaginado, poniéndolo en pie y sobretodo intentando escuchar mucho a los compañeros. La escucha es fundamental. El teatro es un arte colectivo, hay que trabajar juntos.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?
El teatro es un reflejo de lo que somos. Podemos vernos en él, nos retrata, nos denuncia y a veces consigue sugerirnos alguna solución a nuestros conflictos, pero generalmente sólo nos hace preguntas.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?
Ya lo está haciendo. Esto es un atentado no sólo contra el teatro, sino contra toda la sociedad y muestra el bajo nivel de sensibilidad de este gobierno y su ministro de cultura. Un gobierno que obedece únicamente dictados financieros y se rige por los dictados del Fondo Monetario Internacional y a la vez ignora las demandas de su pueblo, es un gobierno decididamente nefasto y al que habría que invitar a rectificar o a marcharse cuanto antes.
¿Proyectos?
Inmediato, «El baile» de Edgar Neville, con versión de Bernardo Sánchez y dirección de Luis Olmos. Compartiré escenario con Susana Hernández y Fernando Cayo y estrenaremos en septiembre. Ahí es donde tengo depositada en este momento la ilusión profesional.
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