Carlos Aladro: El teatro ha de ser un espejo con miradas y visiones diferentes, y a ser posible incómodas, sobre la condición humana.
¿Cómo surge el proyecto de La fiebre…?
El proyecto nace como una necesidad de Israel Elejalde de abordar un texto comprometido y que aportase algo en el contexto general de la crisis, y que además le supusiera un nuevo desafio actoral, como es abordar un monólogo.
Háblanos del montaje…
Basicamente hemos puesto el foco en darle voz y verosimilitud al texto original de Wallace Shawn, traduciendolo directamente y adaptandolo a las circustancias actuales, buscando sobretodo la organicidad del actor, la posibilidad de encarnar el material como propio, y devolverselo al espectador en forma de pregunta. Huyendo de todo dogmatismo, compartiendo con el público nuestras propias dudas y contradicciones.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que el actor aportase ideas en la puesta en escena?…¿Cómo ha sido el trabajo con él?…
Israel y yo ya habiamos trabajado juntos en varios espectáculos, yo ya había dirigido tres monólogos anteriormente, me propuso ayudarle con la dirección y la puesta en escena, y desde el primer momento hemos trabajado juntos en todos los aspectos del montaje. Ha sido un trabajo eminentemente colaborativo.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear esta propuesta?…
Los referentes son siempre muy variados… Hemos buscado un retrato, pero con diferentes ángulos, miradas, temperaturas… creo que al final el espectáculo me recuerda, con el debido respeto, a los retratos de Francis Bacon…
¿Por qué haces teatro?…
Es una pregunta cada vez mas grande a la que cada vez sé responder peor… Ultimamente creo que hay algo de lucha desde la resistencia por la reivindicación de lo esencialmente humano, desde la utilidad de lo fugaz, de lo efímero, de lo inutil del trabajo artesanal y primitivo de contarnos la vida unos a otros.
¿Qué balances haces de tus trabajos como director de escena?… Háblanos de los más recientes…
Son ya bastantes puestas en escena, todas muy queridas, algunas sufridas, muchas disfrutadas… en todo caso queda el agradecimiento a los compañeros de viaje en cada nueva aventura, el placer y el privilegio de poder compartirnos… y tambien el esfuerzo inmenso que supone en un pais como éste intentar hacer de tu pasión una profesión.
Recientemente he podido hacer un trabajo de creación en laboratorio para el BE Festival de Birmingham que ha sido una experiencia brutal y muy enriquecedora, casi como empezar de cero, y he dirigido las dos ultimas ediciones del Don Juan en Alcalá, que me han descubierto las inmensas posibilidades de hacer teatro al aire libre para miles de personas.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
La que de alguna manera siempre ha tenido, ser un espejo con miradas y visiones diferentes, y a ser posible incómodas, sobre la condición humana.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro en España?…
La crisis está siendo devastadora en todos los aspectos, sin paliativos y sin excusas. Lo único que podemos decir es que, a la fuerza, es una escuela de nuevas posibilidades. Hay que repetir con Lorca que un pais que no cuida de su teatro está muerto o al menos, moribundo.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente? ¿Qué te pareció?… He podido ver el primer trabajo de la compañía valenciana El pont flotant, «Como piedras», un trabajo iniciatico, lúdico y profundo, de una de las compañías de creación que mas admiro, y que siempre me recuerdan por qué merece la pena seguir creyendo en la fuerza transformadora del teatro.
¿Proyectos?…
Ahora mismo estoy inmerso en la puesta en escena de un texto no dramático, entre artístico, político y filosófico, un anónimo del s.XVII que se llama Dialogo de las comedias, para la edición 2015 de Clásicos en Alcalá.
¿Cómo ves la situación teatral en nuestro país?…¿Se pueden hacer propuestas combativas hoy en día?…
La situación es de enorme precariedad general, de supervivencia, en gran medida insostenible en el tiempo. Especialmente si hablamos de creación, de teatro de riesgo y rigor artístico. No se puede dejar todo en manos del valor comercial. Hay esperanza porque hay público, pero es imprescindible una reformulación del modelo profesional. Es preocupante que hacer teatro con vocación de servicio público sea una especie de hobby o una condena a la precariedad.
No solo se puede, sino que de alguna manera es un imperativo moral hacer teatro combativo, entendiendo lo combativo como la pelea por sacar a la luz las zonas más oscuras y comprometidas de nuestras vidas y sociedades occidentales. La mirada crítica es imprescindible para contribuir a una ciudadanía crítica. Y desde el teatro ese es un trabajo lúdico, placentero, compartido. Solidario y esperanzador.
«La Fiebre» en Cuarta Pared

Israel Elejalde se ha atrevido a meterse en este monólogo-catársis escrito por Wallace Shawn a pesar de que la obra ya tiente más de veinte años y que ahora estamos en un contexto muy diferente a cuando se escribió. De la mano del director Carlos Aladro, Elejalde interpreta soberbiamente un texto difícil, que requiere fuerza interpretativa y lucidez para tener al público completamente entregado durante más de una hora y para estimular los pensamientos que va provocando con una velocidad de vértigo. Un texto que ha tenido que actualizar a nuestros días en algunos aspectos para hacerlo más atractivo y con una escenografía algo hipster que nos va mostrando los esquemas mentales del intérprete a través de la proyección de una pizarra dinámica y que ayuda a remover más nuestros pensamientos. Aún así, las preguntas que se hacía Shawn siguen vigentes y siguen inquietándonos. Preguntas sobre la pobreza, sobre el modo en que vivimos y el modo en que viven los demás, asimilaciones que nos impresionan y hacen convulsionar nuestros pensamientos y que nos demuestran que un buen texto contemporáneo puede sobrevivir al paso del tiempo si se ejecuta con rigurosidad y ganas. Todavía se pueden pasar por Cuarta Pared para disfrutar con esta fiebre.
Luis Mª García Grande.
Lectura dramatizada de Rosa Elena Lovos, refugiada y víctima de violencia de género
En Escena
Localización: Auditorio de LA CASA ENCENDIDA de MADRID
Lu09.Marzo, de 19:30 a 21:00 h.
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Precio: gratuito Las entradas podrán recogerse desde dos horas antes en el Punto de Información.
En esta nueva entrega de lecturas dramatizadas “A salvo: diálogos de refugiados” llevaremos a escena la historia de Rosa Elena Lovos, una mujer salvadoreña que tuvo que huir de su país y de la violencia de género que sufría para refugiarse en España.
El coloquio posterior será moderado por Mª Ángeles Jaime de Pablo, vicepresidenta de la Asociación Themis.
La violencia de género ocupa noticias y fatales estadísticas a diario en nuestro país. Pero hay lugares donde esta agresión contra las mujeres alcanza límites que justifican el estatuto de refugiado para aquellas que consiguen huir. Este es el caso de Rosa Elena. Con tan solo 15 años dio a luz a su primer hijo. Consiguiendo sobreponerse a la repudia y humillación social que supuso, conoce pronto al que será su pareja. Un hombre aparentemente bueno que en la intimidad de la convivencia la introduce en un día a día de maltrato, vejaciones y drogas. Escapar de El Salvador y poder asentarse en España ha sido para Rosa Elena una decisión de vida o muerte.
Inspiradora de la historia: Rosa Elena Lovos de Depaul.
País de origen: El Salvador.
Dirección: Carlos Aladro.
Dramaturgia: Itziar Pascual.
Moderadora: Mª Ángeles Jaime de Pablo, vicepresidenta de la Asociación Themis ( Asociación de Mujeres Juristas).
Un proyecto de La Casa Encendida, Le Monde diplomatique en español, Nuevo Teatro Fronterizo. Los testimonios llevados a escena corresponden a personas refugiadas atendidas por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.
JAVIER LARA: El teatro no tiene que hacer preguntas que ya sabe para que el público piense y las responda, sino que debe ser un lugar con forma de pregunta.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?… Empecé a hacer teatro en la universidad, cuando estudiaba filología inglesa. Me encontré con un grupo de gente muy talentosa y montamos IN VITRO TEATRO, que aun sigue. Mi primer papel fue Puck en El sueño de una noche de verano de Shakespeare. Lo que yo sentí en ese montaje fue definitivo para lo que hago hoy.
¿Realizaste otras facetas además de la actuación? En el inicio no. Después… después sí.
¿Qué es el teatro para ti?… Es la forma de expresar mi visión del mundo, lo cual te avoca a una forma de vida muy particular. El teatro es mi forma de vida, que se dice.
¿Por qué haces teatro?… Ahora no sabría no hacerlo. Al principio no tenía la experiencia suficiente para analizar porqué el teatro tiraba de mí, me dejaba llevar por el imán; y después cada vez que me lo he preguntado, la respuesta se ha ido matizando, aunque el sentimiento sé muy bien donde se encuentra. Ahora mismo, te diría algo así: Yo creo que forma parte de mi genética, de lo que se ha construido como mi identidad, que por alguna extraña y mágica razón la intuición me ha llevado al sitio donde descubro cosas que jamás descubriría si no me dedicara al teatro.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?… Intensa, caótica y muy coherente. Mi principal tarea ha sido la que junto a mis compañeros, Carlota Gaviño, Leticia Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro y José Padilla, generamos fundando la compañía Grumelot, que por cierto, este año hacemos diez años y estamos preparando algún evento homenaje a nuestra cabezonería y constancia. Y personalmente, he trabajado con gente que me ha dado grandes oportunidades, con la que he vivido experiencias realmente maravillosas, y otra con la que no tanto. No sé, trabajar con Alfredo Sanzol, Carlos Aladro, Pablo Messiez, incluso, fíjate lo que te digo, Gerardo Vera, Jorge Lavelli, y ahora, José Luis Gómez. Diferentes generaciones que se prestan a entenderse para comunicarse hoy, con las personas que hoy se acercan al teatro.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?… Yo creo que, primero de todo, el teatro se tiene que quitar de encima la responsabilidad de ser útil para la sociedad de hoy, así quizá, como consecuencia cale más profundamente en las personas que forman esa sociedad, de la cual también forma parte el teatro. La función concreta se va definiendo sola si realmente nos comunicamos mirándonos a los ojos, sin preguntarnos porqué lo hacemos, sintiendo realmente desde dónde nos hablamos. A ver si me explico, y termino así: para mí, el teatro no tiene que hacer preguntas que ya sabe para que el público piense y las responda, sino que debe ser un lugar con forma de pregunta. Ahora estoy sonriendo. Es un misterio. No sé si estoy preparado para responder a esto.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?… MI PASADO EN B, el reto más importante de mi vida y el montaje desde donde más profundamente he sabido hablar, desde donde el impulso creativo ha sido más fuerte y claro. Es una historia cuya razón de ser es la ficción de la memoria. Una historia personal y particular, escrita e interpretada por mí; y dirigida y comprendida por Pietro Olivera. He estado de gira con MARIBEL Y LA EXTRAÑA FAMILIA, de Miguel Mihura, dirigida por Gerardo Vera, y con ese pedazo de vendaval escénico que es Lucía Quintana, además del resto de maravillas del reparto. El DON JUAN TENORIO que se monta cada año en Alcalá de Henares, dirigida por Carlos Aladro, donde me vestía de Don Luis Mejía, en compañía de Fernando Cayo y el resto de maravillas del reparto. EL 37 de José Padilla, para STORYWALKER, un extraordinaria inciativa de KUBIK FABRIK que lleva el teatro a la radio, al audio, acompañado por María Adánez y Lucía Quintana. LOS BRILLANTES EMPEÑOS, un trabajo fruto de seis meses de investigación a partir de los clásicos, con los miembros de Grumelot, más Rebeca Hernando, Mikele Urroz y José Juan Rodríguez; y Pablo Messiez, que estrenamos dentro del Festival de teatro clásico de Almagro, en el corral de comedias. Tengo que decir que nunca antes se había desnudado completamente nadie en ese histórico escenario. Y ENTREMESES de Cervantes, con el Teatro de La abadía dirigido por Jose Luis Gómez.
Háblanos de ellos… Para no extenderme mucho, sólo decir que a esto me refería cuando definía mi trayectoria como intensa, caótica y coherente: Aunque no todos los años son como este en cuanto a cantidad de producciones, siempre he intentado no estar parado; aunque aparentemente nada tiene que ver el Tenorio con MI PASADO EN B, por ejemplo, o cualquiera de las otras entre sí, siempre trato de hablar desde el mismo sitio, o mejor dicho, de buscar el sitio desde donde hablo, más allá de cuestiones de genero o estilo, de ser yo ahí. Quizá, el trabajo que más haya dado coherencia a este caos, haya sido LOS BRILLANTES EMPEÑOS. El reto de ser yo ahí, de estar ahí, en ese mundo tan particular que se fue creando poco a poco, en función de lo que nuestros cuerpos respiraban de esas palabras de Lope, Calderón, Quevedo, Tirso, etc. Según las premisas que Pablo Messiez nos ofrecía, según nuestras inquietudes como compañía y guiados por la sensibilidad de Pablo. Esta producción ha sido quizá la que más se acerque a lo que me preguntabas arriba, la que más responda, dentro de las que he hecho este año, a cuál debe ser la función del teatro para con la sociedad actual. Un lugar de encuentro de voces que se descubren a sí mismas en grupo, creando un espectáculo vivo, alterable con los días, que no está cerrado, que lo comparte con un público que consciente o no lo va modificando. De esta relación de comunicación creo que sale algo útil para las personas.
¿Cómo surgió tu participación en los ENTREMESES?… Hice el Taller de la palabra que organizó el Teatro de La abadía, con José Luis Gómez, Vicente Fuentes y Ernesto Arias. Allí decían que no era un taller para trabajar en la casa sino para familiarizarnos con el trabajo de la palabra. Yo tengo que reconocer que mis energías estaban totalmente enfocadas en poder formar parte de alguno de los elencos de La abadía. Trabajé mucho y se lo pedí tanto a San Juan de la Cruz como a José Luis Alonso.
Háblanos de este trabajo… Una vez dentro del elenco de Entremeses, mi trabajo ha sido, por un lado hacer un cursillo acelerado de cómo entendían en la casa, el director y esos actores, los conceptos que yo había trabajado en otros lugares, y hacerme agua con ellos, sin dejar de hacerlo como yo siento, desde donde se me impulsa a mí. Por otro lado, ponerme al servicio de un montaje, de unas energías, que ya fueron generadas hacía 18 años, cuando yo aun era un chavalín. Beber del limbo de la historia de ese montaje y meterme de lleno en ello para defenderlo. Carlota Ferrer también me ha ayudado mucho a hacerlo. Escuchar, reflexionar, y opinar; y jugar. Ahora mismo básicamente lo que hago es disfrutar jugando con mis compañeros y con el público que viene todas las tardes a verlo.
¿Cómo creas tus personajes?¿Tienes un método?… Con la imaginación y con el cuerpo. Tengo método, sí. Una mezcla de todo lo que he sentido que me hacía descubrir algo escondido o desconocido dentro de mí. El método de mirar afuera, incluso con los ojos cerrados. El método de que después de haber imaginado mucho, sólo tienes que ponerte ahí, estar atento y confiar en quien te acompaña y darle tu confianza. Cada trabajo va a coger de tí lo que necesita, y tu intuición te va a pedir lo que te falte.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?… Destruyéndolo. No digo nada que alguien no sepa. Hay personas que no sólo no piensan en la utilidad del teatro en la sociedad de hoy, sino que creen que debe ser inutilizado. Aunque, como leí que decía Declan Donnellan, déjame que lo miro en el libro: «Aunque todos los auditorios fueran arrasados hasta sus cimientos, el teatro sobreviviría, porque el ansia que tenemos de actuar y que nos actúen es innata… el teatro no puede morir antes de que el último sueño haya sido soñado.» Espero que no tengamos que llegar a eso.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?… LA CALMA MÁGICA de Alfredo Sanzol ¿Por qué?… Por su valentía tanto temática como formal, porque no hace más concesiones de las necesarias, y porque Alfredo es una buena persona que se estruja el ser para comunicar cosas, de forma aparentemente sencilla, que todos sabemos pero que pasamos por encima. Halla lo sagrado en la anécdota.
¿Proyectos?… Gira de ENTREMESES, alguno que no se puede decir, y escribiendo mi segunda pieza: EL GRAN SCRATCH. También sobre la ficción de la memoria pero no exactamente de mi memoria.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Una vez le oí decir a Marcel Marceau que él le había oído decir a Orson Wells que Suiza era un país intrascendente artísticamente, porque como siempre había permanecido neutral en las guerras no había tenido necesidad de expresarse, ni había tenido visión de cambio de ninguna crisis. No es exactamente lo que dijo aunque yo lo recuerde así. Me acaba de llegar un WhatsApp: reunión de Grumelot.
Beatríz Argüello nos habla de sus experiencias para la escena
¿Qué es el teatro para ti?…
El teatro para mí es la forma de expresividad más completa que existe. Incorpora la palabra, la música, la danza, arquitectura, escultura…E incluso las nuevas tecnologías. Es totalmente permeable y se adapta a cualquier época, por eso jamás morirá.
¿Por qué haces teatro?…
Porque es mi profesión. Es mi responsabilidad.
¿Qué balance haces de tu trayectoria como actriz?…Háblanos de tus últimos trabajos…
Mi trayectoria como actriz comenzó muy pronto, pues mi primer trabajo profesional fue a los veinte años en la Abadía. Después he tenido la suerte de trabajar con muchos y distintos directores en distintas instituciones y teatros privados o salas alternativas. Y cuando me he separado de mi carrera, ha sido por una elección personal así que estoy relativamente satisfecha.
Mis últimos trabajos han sido » Noche de Reyes» de Shakespeare dirigida por Eduardo Vasco en el que interpretaba a Viola, y el monólogo «4.48 Psicosis» de Sarah Kane dirigido por Carlos Aladro. Este último muy especial, pues creo que conseguimos hacer de un texto absolutamente demoledor, una pieza llena de poesía.
¿Por qué no has hecho más cine o televisión?…
Eso mismo me pregunto yo.
¿Cómo surge el proyecto de Kafka Enamorado?…Háblanos de tu personaje…
El director José Pascual, (con quien trabajé en «El caballero de Olmedo» en la Compañía Nacional de Teatro Clásico), me ofreció este proyecto el cual me pareció muy interesante desde el primer momento, pues recrear la vida de alguien que ha existido, siempre resulta algo fascinante. Así es como llego a Felice Bauer, mujer de la cual Franz Kafka se enamora y que viven una relación durante cinco años. Felice es una mujer adelantada para su época (principios del siglo XX), independiente, trabajadora, una mujer de negocios que viaja por las ciudades europeas; y que conquista a Kafka por su capacidad de decisión y seguridad. A esto se suma su visión de la pareja como un compromiso, donde casarse y formar una familia es lo más normal y lógico. Y es en este punto donde encuentra la resistencia de Kafka, el cual es incapaz de asumir este tipo de vida.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los actores aportaseis ideas en la puesta en escena?… ¿Cómo ha sido el proceso creativo?…
Por supuesto. Ha sido un trabajo de equipo donde todos han estado muy presentes en el proceso de ensayos aportando ideas y donde los actores hemos estado muy arropados. La historia que contábamos estaba especialmente viva, pues el autor Luis Araújo estaba allí, enriqueciendo y ofreciéndonos mucha información valiosa para el proceso creativo.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear tu personaje?…
Bueno, hablamos mucho sobre el papel de la mujer en aquella época. Para el personaje de Grete ( la amiga de Felice y amante de Kafka), me serví de la idea de la “femme fatale”, la mujer como perversión y devoradora del hombre. Pero en Felice, me centré en el texto y en las distintas situaciones y eso fue creando su carácter y su fisicidad.
¿Cómo preparas los personajes?…¿Cuál es tu método?…
No parto de una idea preconcebida del personaje. Llego a los ensayos lo más vacía posible y juego las situaciones a fondo. Poco a poco se irá manifestando un carácter determinado que se comporta y reacciona de una manera concreta.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
El teatro es fundamental. Tiene una importancia vital en nuestra sociedad, aunque intenten hacernos creer que es prescindible. El ser humano necesita el arte para evolucionar , es el pan para nuestra alma, como decía Isadora Duncan. Una sociedad sin arte, sin teatro, está condenada a la pobreza espiritual y eso es muy peligroso.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
Es realmente triste que el poder, en vez de proteger su cultura como lo más valioso que tiene un pueblo, ponga dificultades y trabas para que no se desarrolle. Estamos en un momento muy complicado, donde se fomenta la alineación del ser humano, y eso es totalmente contrario a la cultura y a la educación.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Pues por todo lo anterior, es cuando hay que estar más despiertos y con actitudes de valentía y riesgo. La crisis trae un cambio, y casi todo cambio es bueno, pues eso significa que hay movimiento, transformación.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Ví no hace mucho unas “Bodas de sangre” de Lorca dirigido por Irina Kouberskaya en la sala Tribueñe. El trabajo que hace esta directora es espléndido, su intrepretación del texto da una nueva dimensión al texto de Lorca.
¿Proyectos?…
Estoy en un proyecto de investigación sobre la danza y el teatro. Espero que se pueda concretar en breve.
EL I FESTIVAL IBEROAMERICANO DE TEATRO DE MADRID LLEGA AL CÍRCULO DE BELLAS ARTES
El Círculo de Bellas Artes acoge durante tres días el primer Festival Iberoamericano de Teatro de Madrid, en el que participarán una selección de seis compañías iberoamericanas y españolas escogidas de entre lo mejor de la vanguardia teatral de ambos lados del Atlántico. Sombras, texto, danza, títeres… todos los géneros tienen cabida en este encuentro hispano-americano, que busca atraer a un público de cualquier edad y preferencia.
Además de la exhibición de teatro, dentro del marco del certamen se llevarán a cabo varias actividades paralelas: un encuentro de investigación teatral entre Carlos Aladro, Fernando Sánchez Cabezudo y Pablo Messiez; la presentación del libro de Mayda Bustamante, Alicia Alonso o la eternidad de Giselle; la presentación del estudio La Feria de Teatro de Castilla y León y su impacto en la ciudadanía, a cargo de Manuel Jesús González, y la posibilidad de visitar la exposición Omnipresente, del artista brasileño en auge Pedro Sega.
La fiebre en Cuarta Pared
Carlos Aladro, presenta un texto de Wallace Shawn, en versión del propio Aladro e Israel Elejalde, que, a su vez, interpreta este monólogo acompañado al chelo de Alba Celma, una propuesta escénica muy interesante, un espacio marcado con cintas que definen el sitio donde se ubica una mesa, una lámpara, un micrófono de pie antiguo y precioso que usa para hablar, etc…, separando al público del escenario también con cintas de plástico, cómo las que señalizan una obra…y empieza el espectáculo… y Elejalde, con voz grave y cálida nos relata su experiencia en otro país donde descubre la pobreza, con unas preguntas quizá mil veces efectuadas y que suenan reiterativas y ahí nos topamos con un speach discursivo, constante, donde las variaciones son elevaciones del tono de voz, nos hace un relato, eso sí, correcto, de algo que él no vive, carente de emociones, no sé quizá… mi expectativa era mayor y por eso esta pequeña decepción, no obstante decir que el público, que no llenaba la sala, aplaudió con gusto al final de la representación, así que quizás sean sólo cosas mías.
Ángel Savín
Fernando Soto nos habla de su experiencia y colaboración con José Manuel Mora en Autopsia
Balance de vuestra trayectoria…Como actor, Fernando Soto ha estado ligado durante varios años al Teatro de La Abadía, participando en obras como Sobre Horacios y Curiacios, Premio Max al Mejor Espectáculo 2005; La melancolía de King Kong, con texto de José Manuel Mora; o Medida por Medida, dirigida por Carlos Aladro. Se le ha podido ver, además, en espectáculos como La Avería, dirigido por Blanca Portillo; Alejandro y Ana (Lo que España no pudo ver del banquete de boda de la hija del presidente), a cargo de la compañía Animalario; o Madre Coraje y sus hijos, producción del Centro Dramático Nacional. Como director, ha llevado a escena las piezas Hamster, Al final todos nos encontraremos, Así pasan los días, Rulos, Prohíbido besar y Mejorcita de lo mío (de la que también es coautor). Para EscenaTe ha dirigido montajes menos convencionales como Sueño y capricho, El encanto de Lugo y La pintura a escena. El siglo XIX en el Museo del Prado. Ha interpretado papeles en los largometrajes Celda 211, Una palabra tuya y La suerte dormida y es actor habitual en varias series de televisión.
José Manuel Mora es autor, dramaturgo y profesor. Cursó estudios de Dramaturgia y Dirección de Escena en la Real Escuela Superior de Arte Dramático y amplió su formación en Londres, Ámsterdam y Berlín. Entre sus obras se encuentran Trevélez (Me muero de amor), Cancro, La bendita pureza, Vértigo, Los cuerpos perdidos, Mi alma en otra parte y La melancolía de King-Kong. Sus textos han recibido numerosos premios y se han representado en espacios europeos como el Jerwood Theatre Upstairs del Royal Court Theatre de Londres, el Festival Internacional de Varsovia y el Berliner Festspiele, entre otros.
¿Cómo surge el proyecto que presentáis en Escena Contemporánea?…¿De qué va la obra?…
Este proyecto nace del encuentro entre dos creadores, José Manuel Mora dramaturgo y Fernando Soto actor y director, al que se incorpora más tarde la escenógrafa Monica Boromello. A partir de una ayuda a la creación del matadero de Madrid y el marco de DRAFT.INN, espacio de reciente creación que en la ciudad de Madrid reúne a un colectivo de jóvenes creadores en un proyecto de trueque de experiencias y reflexión cultural, donde experimentar las artes escénicas del siglo XXI. Nace de la necesidad de diseccionar la realidad como partes integrantes de la misma, es decir bucear en los resortes que mueven al ser humano y que le llevan a ser consciente de algo que muchas veces es inercia pura:su propia vida. Ser consciente de su propia vida con la consecución implícita de la muerte( pero no muerte como un estado físico única y exclusivamente sino como la parte integrante de una dualidad) y de la convivencia entre dichas partes..No pretendemos plantear un espectáculo donde se enjuicie o se dogmatice nada, buscamos ahondar en el concepto de comunicación con el espectador a través de un acto de consciencia sin ningún tipo de moralina alguna sino aludiendo a su contenido activo: ser conscientes. Pretendemos ser ese filtro por el que pase toda la información, ser el espejo dónde el espectador pueda elegir mirarse o no. Autopsia es una necesidad de comunicar no una obligación de imponer. Autopsia es un ejercicio de autocuestionarse tanto actor como espectador.
En Autopsia (Fábula moral en tiempos de crisis) hay un hombre. Una isla. El dolor inconmensurable de la pérdida del ser querido. Hay una fractura con el mundo, una necesidad de volver al epicentro de la catástrofe. Hay también un encuentro. Un encuentro convertido en esperanza de calma, de renacimiento.
¿Cómo fue el proceso dramatúrgico y de montaje de la obra?…
El proceso dramatúrgico dura aproximadamente un año y se ha basado en diversos encuentros, largas conversaciones y continuas referencias y estudio sobre la obra de diversos autores, los cuales giraban todos entre esa contraposición entre lo vida y la muerte, lo vivo y lo caduco. Nuestra intención era ir diseñando (en torno al trabajo de mesa) a partir de una idea motor el espectáculo, tanto a nivel de escritura como de estética. Queríamos soñar el espectáculo, visualizarlo, darle forma en nuestro imaginario. De este trabajo salen seis borradores del texto y tres esquemas de escenografía, totalmente abiertos a ser modificados en el proceso de montaje, pero lo que nos facilita tener claro el camino de lo que si debe permanecer intocable a la hora de ponerlo en pie. En estos momentos estamos en la penúltima semana de ensayos, y el texto ha variado, se ha ido descargando para quedar lo que creemos esencial. Podemos decir que durante todo este proceso hemos generado muchísimo material para intentar llegar al germen de lo que queríamos contar.
¿Conoces la obra de otros creadores contemporáneos en España?…
Si, conozco la obra de bastantes creadores contemporáneos en España y creo que en este país hay gente que propone un teatro interesante y comprometido, otra cosa es que haya circuitos para poder mostrar esos trabajos.
¿Qué opinas de la programación de Escena Contemporánea XIII?…
Me parece una programación plural y comprometida con la realidad que vivimos. Además me parece que en esta edicion como en tantas otras se han vuelto a hacer malabares ajustandose a presupuestos y medios para hacer llegar al publico un teatro actual. No lo digo de verdad porque yo este incluido en esta programación, lo pienso honestamente. Creo que Salva Bolta y su equipo han hecho un esfuerzo titánico por sacar esta edición adelante.
¿Qué función crees que ha de tener hoy la creación contemporánea para la sociedad en la que vivimos?…
No debe distraer o entretener, debe plantear y cuestionar. Creo que debe ser un espejo donde mirar qué estamos haciendo bien y que mal. Debe plantear preguntas que movilicen, que nos ayuden a creer que las cosas se pueden hacer de otra manera que no sea la establecida.
¿Qué te motiva o inspira para realizar proyectos que mostrar en vivo?…
Mi máxima inspiración es el ser humano. Es alguien el cual intento comprender desde que empezó en esto, intentar comprender como funciona, cual es su mecanismos. Para mi tiene mucho de antropología el teatro
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro para la escena alternativa?…
El teatro alternativo siempre ha estado afectado por una cosa u otra. Pero ahora esta situación es como si ya acabaran por asfixiarlo. Esta afectando y mucho, me entristece ver como compañeros que han trabajado hasta la saciedad para sacar una sala o un proyecto adelante tienen que echar el cierre. También siempre he cuestionado el termino «alternativo». Yo siempre he dicho que esa etiqueta para mi es porque no nos dejan otra alternativa. Si abrieran más los grandes teatros a otro tipo de lenguaje, la cosa funcionaria de otra manera, no se trata solo de economía en las producciones, es más una cuestión de lenguajes.
¿Qué obra de teatro, danza o performance has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
«El traje». Me pareció una propuesta arriesgada y diferente. Un gran trabajo.
¿Cómo ves la creación contemporánea en el lugar donde trabajas?…
Veo que hay mucha gente que quiere buscar nuevos caminos e investigar diferentes lenguajes escénicos, lo malo es que el circuito de exhibición para este tipo de lenguajes cada vez es más reducido.
¿Alguna idea para seguir creando en tiempos de crisis?…
Trabajar y seguir creyendo en lo que uno hace, y sobre todo creer que hay público que le interesa lo que hacemos, que desgraciadamente muchas veces se le subestima
¿Proyectos?…
Intentar que este montaje crezca a partir de su estreno en este festival. Por otro lado seguir colaborando con Draftinn en nuevas propuestas que estamos dándoles vueltas. Intentar montar una versión de Cámara Lenta de Pavlosky y seguir de gira con Yo soy don Quijote de la mancha dirigida por Luis Bermejo.
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