No hay papel de Beatríz Bergamín en OFF LATINA
Ante el vacio uno puede quedarse paralizado o saltar. Ante el horror uno puede mirar hacia otra parte o tomar partido. Ante las injusticias uno puede hacerse pequeñito ante Goliat o lanzarle la piedra al monstruo. No hay papel es un poema dramático atravesado de teatro documento que sirve para los que andamos en la farándula como funambulistas o para todo aquel ciudadano que siente que le han quitado la red y no puede saltar desde el trampolín para alcanzar sus sueños. En No hay papel hay breves confesiones íntimas, hay información sin manipulación y hay un cuento de dos hermanas que se soñaron igual para descubrir que en la diferencia y los desencuentros se puede crecer y seguir amando. Ángeles Martín es una actriz que transita por el escenario como si estuviese en el salón de su casa, con el corazón en la mano, al lado, siempre atenta está su amiga-actriz Beatríz Bergamín; juntas crean teatro de emoción y actualidad de la mano del director Víctor Velasco.
Adolfo Simón
Beatríz Bergamín y Ángeles Martín nos hablan sobre su trayectoria aprovechando el estreno de «No hay papel»
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la actuación?…
Beatriz: En el escenario del desaparecido Teatro Martín cumplí 17 años, haciendo La Estanquera de Vallecas de J. L. Alonso de Santos junto a la que luego se convirtió en mi abuela para siempre, la genuina Conchita Montes. Después entré en la RESAD y fui alumna de un gran maestro espléndido ser humano, Pepe Estruch, que me enseñó entre otras muchas cosas, la importancia en escena – y en la vida – del silencio. También recuerdo con inmenso cariño a Marta Schinca. Y allí conocí a muchos de mis amigos del alma, los que me acompañan desde entonces y hasta hoy. A raíz de la Estanquera me independicé de mis padres, así que trabajaba por las noches de camarera, por las mañanas iba a la RESAD y por las tardes posaba como modelo de pintores y escultores. Intenso, duro, feliz.
Ángeles: Empecé en el hostal que regentaban mis padres en la calle Valverde de Madrid, actuando para la gente que pasaba por ahí desde muy pequeña. Me inscribí en la Escuela de Arte Dramático de Madrid tan pronto acabé el bachillerato, determinada a hacer lo que sentía.
¿Qué es el teatro para ti?…¿Por qué haces teatro?…
Beatriz:El teatro es mi vocación, mi manera de estar en el mundo, de mirar, de respirar, de sentir, de mostrarme y expresarme, de vivir, de bucear en mi misma y de empatizar o no, con los demás, mi lucha, mi sueño en curso, mi responsabilidad.
Ángeles: El teatro para mi es poder vivir lo que sienten los personajes que habito.
¿Qué balance harías sobre tu larga trayectoria?…
Beatríz: Un balance sin balanza, más en el desequilibrio que en la línea continua. He trabajado mucho, es cierto, pero cada día que pasa me siento más transparente, menos sabia, más abierta, más sensible al presente. Todos mis trabajos están en mi, todos han dejado huella, los buenos, los malos, los regulares poca huella han dejado pero también han sido y ahora, menos mal, recuerdo más intensamente a las personas que han estado conmigo en esos procesos, esas funciones, esas giras, que las obras en sí mismas o los personajes que interpretaba en ellas. La suerte, y a veces también lo difícil de “entender” o mirar a vista de pájaro mi carrera, es que he trabajado y trabajo con personas muy diferentes entre sí, en estilos o modos de ver las cosas incluso opuestas, no tengo claramente una “familia” teatral. No tengo sentido de pertenencia y tampoco de permanencia, pero sí de fidelidad y respeto hacia lo que de verdad me atrae, me atrapa, me apasiona o me emociona y me cambia. He hecho cabaret, teatro de calle, recitales, teatro infantil, he sido una salvaje con la Fura dels Baus, he trabajado en la Compañía Nacional de Teatro Clásico y en el Centro Dramático Nacional, he producido mi propio teatro personal, he estado en La Abadía y en el Teatro de la Latina casi a la par, o en series de televisión horteras y en otras muy buenas. Qué más da. Se trata de ser coherente en lo personal y en la aceptación de las diferencias humanas o poéticas que uno percibe en uno mismo y en los otros, creo, pero siempre que en lo que uno hace haya implicación, dignidad, ilusión, entrega y sentido del humor, por supuesto. Siempre ha sido difícil trabajar en lo nuestro, pero es que ahora es un milagro, y además suele pasar que lo que más te gustaría hacer es lo más difícil de conseguir, porque se te ven las ganas, el temblor, la fragilidad.
Ángeles: He tenido el privilegio de trabajar con grandes directores y compañeros que me han enseñado mucho sobre la interpretación, es decir, sobre la vida.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?…
Beatríz: Como mínimo la función de existir o seguir ahí, siendo y estando, porque ya casi ni eso tiene, el pobre. La función de tocar, tocar algo, como cuando un sable toca al adversario y al adversario le duele el pecho, o como un amor que te toca y no sabes si eso te gusta o te da miedo pero sabes que te están tocando y estás vivo. La función de abrir las carnes, de sensibilizar ante situaciones extremas, políticas, indignantes o delicadas, crear una mirada nueva ante lo efímero, frente al hoy, ante lo que no queremos ver o lo que no nos han dejado mirar, lo ya pasado o lo que podría suceder; y servir como reflexión o pausa ante la prisa, la barbarie y como no, la belleza. Y la función por y para la que nació el teatro en Grecia, comunicar, conectar, empatizar a unos seres humanos con otros seres humanos. Mucho, ¿verdad? Pues parece que no lo ven, en España.
Ángeles: La función del teatro es ser testigo del tiempo en que vivimos, o del tiempo en que otros, muy parecidos a nosotros vivieron.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…Háblanos de ellos…
Beatríz: He vivido una experiencia sorprendente, participando como actriz en la ópera Les Contes d´Hoffmann de Offenbach que se ha estrenado en el Teatro Real de Madrid con dirección de escena de un creador singular, yo diría genial, Christoph Marthaler, generoso, cercano, divertido, un mito del teatro alemán internacionalmente reconocido. Actualmente sigo con la gira de El Lenguaje de tus Ojos de Pierre de Marivaux con dirección de Amelia Ochandiano para la compañía Teatro de la Danza, que se pudo ver en julio de este año en el Festival de Almagro. Nunca antes había trabajado con Amelia y he descubierto con admiración su disciplina, su meticulosidad y su amor incondicional hacia nuestra profesión.
Ángeles: Este último año he trabajado junto a Blanca Portillo y Eva Hache, en la muy personal comedía de Ferrán González, dirigida por Victor Conde. Teniendo el privilegio, con los tiempos que corren, de hacer una gira como las de antes con los teatros llenos hasta la bandera.
¿Cómo surgió la propuesta de NO HAY PAPEL?…Háblanos de ella…
Beatríz: NO HAY PAPEL es ahora mi hijo y el hijo de Ángeles Martín, es nuestra apuesta, nuestro proyecto, nuestra decisión. Algo pequeñito que hay que proteger con extrema sensibilidad y con muchísima humildad pero con impulso, pulso y confianza. Surgió porque yo estaba, a inicios del 2014, sin papel, sin trabajo, sin dinero, sin sitio, sin alegría, así de crudo, sin confianza en ser capaz de sacar adelante nada o poco. Surgió por la necesidad profunda de escribir, de actuar, de equivocarme, de reírme más, de estar. Y surgió porque Ángeles me insistía: escribe escribe escribe, yo estoy aquí, mírame, hazlo ahora, sal fuera de tí. Ahora es ahora y aquí estamos, juntas. Con la contundente apuesta, desde el inicio y sin reservas hacia nuestro proyecto, del director Víctor Velasco, que sabe, puede y quiere mirar este texto y a nosotras dos, desde sí mismo, repleto de talento, lo cual ha desembocado en una propuesta de montaje personal, desnuda, honesta. Ahora somos un equipo, y estamos despegando gracias a la inestimable ayuda de la sala Off de La Latina, unos valientes que nos apoyan e impulsan porque han apostado por No hay Papel, ferozmente. Gracias.
Ángeles: La propuesta surge cuando nos damos cuenta mi amiga Beatriz Bergamín y yo, de que tenemos todos los elementos para poder realizar nuestro proyecto personal y poder decidir lo que queremos hacer y como queremos hacerlo.
¿Cuál es tu método de trabajo?¿Cómo creas tus personajes-propuestas?…
Beatríz: Leo mucho, cosas que tiene que ver con la propuesta o el personaje y otras que no pero que me inspiran. Se da por hecho que mi voz y mi cuerpo ya están ahí disponibles y entrenados, claro. Estudio en voz baja, en voz alta, por la casa, por la calle, mientras corro, mientras nado, mientras duermo. Me impregno de cosas, de gente, de músicas. No cierro ninguna puerta, me dejo, luego tomo decisiones claro, porque hay que tomarlas y porque se toman ellas mismas a sí mismas, y porque escucho, me vuelve loca confiar, confiar en las personas que me acompañan en ese trabajo en concreto. Me encanta jugar jugar jugar…
Ángeles: En cada proyecto que recibo intento adaptarme a lo que el director quiere. Para eso es imprescindible llevar el texto aprendido. Eso es lo que me permite jugar al juego que me proponen.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Beatríz: Están afectando terroríficamente a la cultura en general, no solo al teatro y al cine español, están golpeándonos, maltratándonos, borrándonos, dejando nuestras propuestas creativas y nuestra forma de vida aterida, parca e insostenible económicamente. Estamos en un momento durísimo, de absoluta desventaja frente a otros países de Europa, desangelados, pero no acobardados ni muertos.
Ángeles: No nos queda más remedio que hacer de la necesidad virtud. La subida del IVA ha sido demoledora para la industria teatral, así como la desaparición de las ayudas. Pero,intentando verlo desde el punto de vista positivo, creo que han abierto la caja de Pandora, porque han dejado de controlar lo que se hace.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Beatríz: Este año, que ya está otoñando, he visto montajes que me han emocionado y cambiado, por ejemplo en La Abadía, en Matadero y en los Teatros del Canal y en diversas salas alternativas, donde se están fraguando y estrenando propuestas interesantísimas.
Ángeles: Hay una oferta increíble, llena de creatividad y competencia en la cartelera. Me interesa mucho los trabajos que se están haciendo en las salas alternativas, y todos ellos se merecen una mención por el riesgo que implican y su desbordante creatividad con medios escasos.
¿Proyectos?…
Beatríz: En Enero del 2015 me espera un texto barroco y revolucionario de un autor español, al que quiero y admiro profundamente, un regalo. Empiezo la gira de El Lenguaje de tus Ojos y estaré entregada cada miércoles de octubre y cada jueves de noviembre y diciembre 2014 a No Hay Papel en Off de La Latina, nuestra apuesta personal.
Ángeles: Ahora mismo apostamos por nuestro proyecto “No hay papel”, con la dirección del enorme Victor Velasco, escrita por mi gran amiga Beatriz Bergamín y con un equipo inmejorable. Y el resultado es consecuencia de lo anterior, aunque esa opinión, como siempre le corresponde a los espectadores.
Tengo el privilegio de hacer la próxima función de mi gran amigo y maestro Paco Nieva, “Salvator Rosa” interpretando el maravilloso mundo de “Floria”, producida por el CDN.
Felipe Andrés Santos: Creo que el teatro debe ser una ventana para la reflexión y el descubrimiento
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?
Empecé a los 15 años en los grupos de teatro aficionado de mi ciudad, Alcalá de Henares. Después me interesé por la formación y tras hacer cursos en Metropolis y la Escuela de William Layton, conseguí entrar en la RESAD, hecho fundamental en mi vida profesional pues, además de tener profesores maravillosos como Charo Amador, Ernesto Caballero…, me permitió entrar en contacto con profesionales con los que sigo trabajando en el presente.
…¿Por qué haces teatro?…
Para mí significa tener un lugar en el mundo en el que poder expresarme y en el que poder transformar en cierta medida lo que me rodea.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria en la interpretación?…
Mi trayectoria, principalmente teatral, está basada en el esfuerzo y en el trabajo del día a día, lo que me hace sentir muy satisfecho. Todo lo conseguido, sea mucho o poco, ha sido cocido a fuego lento, con muchas horas de dedicación y compromiso. He tenido la suerte d trabajar con directores muy experimentados como Juan Pastor, con el que he realizado 6 montajes, y con el que trabajar es un auténtico regalo para cualquier actor, gracias a él mi trabajo en “El fantástico Francis Hardy, curandero” fue reconocido con el Premio Unión de Actores de este años al mejor actor secundario de teatro, o con directores más jóvenes y talentosos como Victor Velasco, que fue compañero de promoción en la Resad y este año me abrió la puerta del CDN para protagonizar el montaje “La corrupción al alcance de todos”.
Mi implicación siempre es total y procuro vivir todos mis trabajos con la mayor ilusión e intento sacar lo mejor de cada experiencia, aunque sea algo comercial y a priori menos interesante, por ejemplo mi primera gran gira teatral fue con ´Frente a frente´ dirigida por Fermín Cabal en la Cía de Pedro Osinga, con él hice en un año más de 400 representaciones, era el típico vodevil y aprendí mucho.
Aunque he participado en varias producciones comerciales más, realmente donde he tenido un desarrollo y una proyección más interesante ha sido, además de los trabajos mencionados anteriormente, con las funciones producidas por mi compañía Críacuervos. Con la comprometida farsa política ´Pacto de Estado´conseguimos titulares en todos los periódicos y llegamos a estrenar en la Sala 2 del Nuevo Teatro Alcalá y con ´Cuando fuimos dos´ permanecimos casi una año de representaciones en el Teatro Infanta Isabel de Madrid y gira, consiguiendo emocionar a mucha gente y en la que mostramos, desde la mayor naturalidad, la vida de una pareja homosexual.
En televisión he intervenido en 14 series con papeles episódicos y he realizados decenas de programas de bromas de cámara oculta. Es un medio que me fascina y en el que espero poder tener un mayor desarrollo.
¿Qué sentido ha de tener el teatro para la sociedad en la que vivimos?..
Creo que el teatro debe ser una ventana para la reflexión y el descubrimiento, un lugar donde reconocernos y, por qué no, también divertirnos.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
Principalmente tiene que haber un personaje y una historia que me enganchen, que me motiven, y que tenga posibilidades comerciales, es decir, que pueda interesar al público. No me gusta hacer teatro sólo para los amigos.
Si conecto con lo que se quiere contar me lanzo sin prejuicios.
También es fundamental el equipo que integre el proyecto, hablar un lenguaje común me parece imprescindible para que las cosas fluyan y se produzca el hecho artístico.
¿Cómo surgió la propuesta del Chejov que estáis haciendo en La Guindalera?…Háblanos de este proyecto y tu trabajo en él…
Juan Pastor, con el que ensayé y no pude estrenar hace años ´La petición de mano´ de Chéjov, nos sugirió a María Pastor, José Bustos y a mí rescatar algunas piezas cortas cómicas de Chéjov para hacer un espectáculo fresco y divertido para el verano en Guindalera. Nos encantó la idea y contando con su supervisión y ayuda en la dramaturgia nos lanzamos, queríamos que no fuera un espectáculo convencional, y surgió la idea, partiendo de ´La audición´ del propio Chéjov, de hablar de nuestro mundo, si en las piezas cortas este retrata los deseos y anhelos, la frustación , la soledad, las miserias y defectos del alma, nosotros estableciendo un paralelismo con el momento actual, situamos la acción dentro del proceso de inicio y creación de un espectáculo, de la lucha , renuncias y sacrificios que el creador tiene que soportar en el desamparo y mediocridad reinante. Esto nos permite también jugar al teatro dentro del teatro y el público lo disfruta enormemente.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?..
He protagonizado, CUANDO FUIMOS DOS de Fernando J. López y dirección de Quino Falero en el Teatro Infanta Isabel y gira (montaje del que me siento especialmente orgulloso porque fue de producción propia) y LA CORRUPCIÓN AL ALCANCE DE TODOS de José Ricardo Morales y dirección de Victor Velasco en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero.
También he participado en la Dramatización de ´EL RECONCILIADOR´de Manuel Silvela que con dirección de Juan Pastor se pudo ver en el Teatro Pavón.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Aunque terminamos con las representaciones esta semana, me gustaría continuar con ´Verano Chéjov´ después de agosto pues estamos obteniendo un éxito tremendo de público y está gustando mucho.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
La subida del IVA está consiguiendo que cualquier montaje superior a 2 personajes sea practicamente inviable, por lo que la oferta teatral se está empobreciendo muchísimo, reduciendo la cartelera de muchos teatros, que hace años contaban con grandes e interesantes producciones, a espectáculos de monologuistas. La mayoría del teatro alternativo se ha visto abocado a una multiprogramación insostenible para las compañías, ya que además de mermar la calidad de las representaciones, hace casi imposible tener una continuidad y un rodaje con el que poder amortizar la inversión, por lo que muchos actores están trabando casi sin cobrar y en condiciones lamentables.
Lugares como la Guindalera que apuestan por la calidad y el rigor, y no por la cantidad y “el todo vale”, deberían estar protegidos.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Disfruté enormemente de NOVECENTO en la sala pequeña del Teatro Español. Texto bellísimo interpretado magistralmente por Miguel Rellán y dirigido con una gran precisión y sensibilidad por Raúl Fuertes. Me conmovió y emocionó muchísimo pues me transporte por cada imagen, sentimiento y vivencia del personaje. Un ejemplo de honestidad y rigor.
Igualmente me gustó LA BELLA DE AMHERST en el Teatro Guindalera que con magistral dirección de Juan Pastor me metió de lleno en la vida de la poetisa Emily Dickinson, maravillosamente encarnada por María Pastor.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
Constancia, compromiso y mucha ilusión. Rodearse de gente con los mismos intereses y contar buenas historias.
Fantasmas en verano
El verano no parece la época más propicia para que se llene la casa de fantasmas, siempre nos imaginamos que estos seres aparecen en noches de invierno, de luna llena y con mucha niebla. Pero los tiempos cambian y ahora hay fantasmas a cualquier hora y en todas partes; debe estar lleno el otro lado y no hacen más que visitarnos con cualquier excusa. La otra noche tomé ración doble de fantasmas y me provocaron risas, emoción y algo de vértigo…los lugares donde hicieron acto de presencia fueron La casa de la portera y La pensión de las pulgas, sitios emblemáticos llenos de energías peculiares…
Ascensión y caída de Mónica Seles de Antonio Rojano es un partido paranormal en el que la pelota de tenis nos lleva al esplendor del personaje y también a su declive. La pieza está estructurada como si fuesen los tiempos donde realizan el pulso los personajes para ver quién gana cada set-escena, las palabras del árbitro en off nos vamos indicando el cambio de lugar para sumergirnos en la mente de la tenista antes de dar un golpe a la pelota o en otros momentos donde nos encontramos espejismos fruto de la fiebre del éxito o fracaso de Mónica Seles. Víctor Velasco dirige de manera sencilla y efectiva esta peculiar mirada a la privacidad de un personaje que captó la atención mundial durante un tiempo y para narrar esos retazos de vida y memoria, hay dos actrices: Nerea Moreno y Rocío Marín que juegan a los cambios interpretativos con destreza y efectividad, haciéndonos creer así en las múltiples realidades que pueden existir en nuestro mundo.
Yernos que aman de Abel Zamora en La Pensión de las pulgas es un collage enloquecido en el que las mujeres están atrapadas en un mundo donde la emoción se ha quedado en pause. Da la impresión de que mueven los hilos de un guiñol roto y a pesar de esto, intentan una y otra vez dar al play de su corazón pero no consiguen que los hombres cambien la figura que necesitan sea proyectada sobre el día a día que comparten. Hay una madre que quiere volver a ser niña y un muerto que quiere volver a bailar…y un hada que no está dispuesta a conceder deseos banales. Esta obra arranca con cierta perplejidad porque no queda claro a dónde nos conducen los pasillos del lugar, pero poco a poco, las piezas empezarán a encajar y al final uno se reconoce en alguna vieja foto del álbum que hay escondido al fondo del armario. El reparto es de lujo…Marta Belenguer, Juan Caballero, Manolo Caro, Mamen García, Emilio Gavira, María Maroto, David Matarín, Mentxu Romero, Ramón Villegas y el propio Abel Zamora.
Adolfo Simón
Ritual íntimo en la escena madrileña
A menudo, los cómicos usan la escena para hablar de su mundo privado, de esos espacios donde crean o buscan respuestas…o se hacen preguntas. A veces lo hacen directamente sobre cuestiones técnicas de la interpretación o de lo que pasa entre cajas y otras utilizan cualquier excusa para hablar del mundo a partir de sus rituales íntimos. En tres propuestas que hemos disfrutado este fin de semana, hay algo de todo esto…
Ciclo José Ricardo Morales en el CDN.
Y en la primera entrega del Ciclo, dirigida por Víctor Velasco, dos piezas breves y deliciosas. En la primera: Las horas contadas, Lola Manzano da luz al pensamiento del espectador como si ese torrente de palabras fuese el espectáculo en sí. Una íntima y deliciosa experiencia. Y en la segunda: La corrupción al alcance de todos…Un chispeante y delirante Felipe Andrés nos deleita con las reflexiones de una momia fuera de su sepultura, ante la atónita mirada de la investigadora y el vigilante de seguridad. Otra breve pieza que nos enseña lo que podría pasar más allá de la visita normal a un museo. Una buena ocasión, esta que nos propone el CDN para descubrir a unos de nuestros autores menos conocidos.
Método Le Brun de Juan Mayorga en La trastienda.
Visito de nuevo el íntimo espacio de La Trastienda para disfrutar de la precisión en la escritura de Juan Mayorga. Como cirujano del lenguaje, lo usa en su justa medida para mostrarnos el universo de dos seres que trafican con la gestualidad y las emociones, eso de lo que tanto se sabe en el teatro y que no siempre se valora cuando se realiza con destreza y convencimiento. Una lección sobre la expresión como código comunicativo social. La pieza, dirigida por Inés Piñole es interpretada con precisión y entrega por Manolo Caro y Rosario Santesmases.
Ciclosatánicos en Espacio Cultural La Victoria – Sala Samotracia.
En la cueva de este espacio en la Calle Santa Isabel de Madrid, hemos visto un tríptico enloquecido en el que hay parejas a las que se suman personajes y cuerpos del pasado para que puedan existir, hay perversas que juegan a meterse en otros oficios por el puro placer de disfrutar desmontando los tópicos de los mismos y hay muertos muy vivos que necesitan volver del más allá para resolver sus apetitos truncados. Un lugar céntrico en el que tomar algo y disfrutar de historias de humor y horror, ambas empiezan por «h» y son imprescindibles.
Adolfo Simón
Víctor Velasco nos habla de su trayectoria como director de escena
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la dirección?…
Mi afición por el teatro se desarrolló a partir de mi interés por el cine. Yo era un auténtico devorador de películas. De la misma manera que otras generaciones han desarrollado una gran fascinación por el cine, creo que la mía, o al menos yo, ha desarrollado una análoga, por unos locales a pie de calle llenos de estanterías repletas de cintas que conociamos como videoclubs. Benditos videoclubs.Yo, de mayor, quería dedicarme al cine y para conseguirlo, me apunté a un taller de teatro del centro cultural de mi barrio. Benditos centros culturales de barrio. Y desde entonces, mi interés por el cine ha quedado eclipsado por mi pasión por el teatro. Empecé haciendo algún curso y taller de interpretación, hasta que en COU, sin saber qué hacer o qué estudiar, me enteré de la existencia de la escuela de arte dramático. Así que me presenté a las pruebas de acceso de la RESAD para la especialidad de dirección, y me admitieron. A los pocos meses de licenciarme, tuve la gran suerte de entrar a trabajar como segundo ayudante de dirección con Miguel Narros, en la compañía de Andrea D’Odorico. En dicha compañía también trabajé de regidor, de sonidista y como coordinador técnico de la gira. Esos años me permitieron conocer aspectos de la profesión que no había aprendido en la escuela.
¿Tu trabajo en el teatro lo has compatibilizado con otros trabajos?…
Sí. Por desgracia, en nuestra sociedad ganarse la vida es una tarea muy complicada. Más todavía si se pretende hacer con aquello que a uno le gusta y para lo que has estudiado. Parece hecho aposta. Y conseguirlo se convierte en un auténtico milagro. Pero no me arrepiento. En mi caso, alejarme del ámbito teatral de vez en cuando ha resultado ser un acicate para querer seguir vinculado a él. También dentro de la profesión teatral he trabajado en diferentes puestos. Y estoy orgulloso de todos y cada uno de esos trabajos.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
De muy distintas maneras. Algunos de proposiciones de conocidos, o incluso de desconocidos. Otras, de mi propia voluntad, de la recurrencia de algún texto, o idea en la cabeza. Me alegro de haberme vinculado a proyectos en los que la ilusión de un grupo determinado fuera el motor principal. Pero hasta el momento, he tenido la suerte de no tener que decir que no a ningún proyecto que me hayan propuesto. Digamos que he alternado mis proyectos personales con otros a los que he sido invitado a participar.
¿Cómo surgió tu participación en el Laboratorio del CDN?…Háblanos de él…
Como integrante del laboratorio Rivas Cheriff sólo puedo tener palabras de elogio hacia esta valiosa iniciativa. Creo que su objetivo es el de generar un espacio de diálogo y creación para que los profesionales más jóvenes puedan desarrollarse. El laboratorio lo componen creadores de todas las ramas teatrales (dramaturgia, escenografía, vestuario, iluminación, audiovisuales), y es un complemento perfecto a “La vía del actor”. El espectáculo que vamos a estrenar, Las horas contadas y La corrupción al alcance de todos de José Ricardo Morales es un buen ejemplo del funcionamiento del laboratorio: Este espectáculo está integrado en su totalidad por profesionales vinculados a dicho laboratorio y al de La vía del actor. Además, el caracter experimental del mismo nos ha permitido indagar en propuestas y lenguajes teatrales que en otros contextos resultarían difíciles. Así ha sucedido con este proyecto, en el cual hemos tenido la suerte de contar con todos los medios técnicos y humanos del CDN, y estrenar a este no muy conocido, pero no por eso menos valioso autor, inédito en nuestro país, con el propósito de acercar su obra a la sensibilidad del espectador de hoy.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
He compatibilizado montajes propios con ayudantías de dirección. Hemos tenido bastantes funciones de El chico de la última fila de Juan Mayorga, creo que llevamos unas 120, lo cual, teniendo en cuenta los tiempos que corren y de que se trata de una compañía novel es poco menos que inaudito. Es un espectáculo que no deja de darnos alegrías. Ahora mismo se está representando en Barcelona, en la sala Muntaner. También he tenido el honor de participar en un laboratorio de investigación del ETC, organizado por la Cuarta Pared, del que surgió el impulso de montar Aqui hay una mano, de Juanma Romero Gárriz, recién estrenada en esa sala.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Por el momento, estoy absolutamente centrado en el estreno y últimos retoques de los textos de José Ricardo Morales. En cuanto se estrene volveré a la dura actividad de intentar vender Aquí hay una mano, espectáculo complejo con el que estoy muy ilusionado. También hay un proyecto sobre un fantástico texto de Lucía Vilanova, para el cual estamos buscando ayuda para sacarlo adelante.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Los recortes son nefastos. No entiendo que alguien pueda estar de acuerdo con ellos. Para mí, sin duda, los peores son los relativos a la educación, ya que en el futuro afectarán a todos los aspectos de la realidad, desde la sanidad hasta la cultura. Tampoco entiendo la falta de visión estratégica en el apoyo a nuestra cultura. La cultura, si se sabe gestionar, es una poderosísima y peligrosa arma politica y no la seudo-ocupación de un puñado de desharrapados. Otros paises nos colonizan a través de su cultura y eso no parece importarle a casi nadie. España, pese a ser un país no muy poblado en relación a sus vecinos, siempre ha destacado por su cultura. No puedo entender que nosotros mismos la boicoteemos. Es del género tonto. Debe ser parte de nuestra esencia. Siempre que pienso en este tema me acuerdo del cuadro de Goya duelo a garrotazos. No entiendo por qué hemos desarrollado cierto tipo de complejo que nos impide decir (y pensar) que la cultura es una necesidad social, una necesiad del espíritu, una necesidad irrenunciable para el ser humano.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Disfruté mucho de Ensayando Don Juan de Albert Boadella. Soy un gran admirador de su trabajo. Gracias a su ironía y mala leche habitual sales del teatro con alguna interesante reflexión flotando en la cabeza y una gran sonrisa en la boca. De otro formato, vi hace algún tiempo La otra voz, versión de Manuel De sobre La voz humana y me encantó. Me entusiasmó el universo dramático que plantea a partir del famosísimo texto de Cocteau.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
Aguantar. El teatro ha resistido crisis y multitud de avatares durante más de tres mil años. Será porque resulta necesario para el ser humano.
Lectura dramatizada de «Aquí hay una mano» de Juanma Romero Gárriz dentro de Iberdrama
Los laboratorios de «En Blanco» en los ETC de Cuarta Pared han ido generando una serie de experiencias y textos muy sugerentes. Ayer se hizo una lectura dramatizada de «Aquí hay una mano» de Juanma Romero Gárriz dirigida por Víctor Velasco en el marco de Iberdrama que se viene mostrando en el Auditorio de La casa del lector en el Matadero. Una lectura sencilla que dejaba en primer plano el complejo texto que muestra dos encuentros entre una científica y un joven con una máquina fantástica.
Adolfo Simón
Debe estar conectado para enviar un comentario.